Entrevista a fundador de Delight Lab Octavio Gana: “Gran parte del proceso creativo tiene que ver con la experimentación, que vendría siendo como nuestro apellido”

Por Galia Bogolasky

Entrevistamos a uno de los fundadores de Delight Lab, que se está presentando en Lo Barnechea con las muestras Fenómeno, creada tras intervenciones en la naturaleza. Portales infinitos, ancestralidad, humanidad, misticismo, espacio y tiempo, son algunos de los conceptos que busca inspirar en el público la muestra de la oficina de arte de los chilenos Andrea Gana y Octavio Gana.

La segunda exposición se llama Portal y Flecha, efectuada el mismo día y con una duración de 15 minutos en el Santuario Natural Arcos de Calán, Pelluhue, en la Región del Maule. En esa localidad se buscó visibilizar cómo un entorno único –tanto por su forma como por su biodiversidad–, se encontraba en peligro debido a un proyecto inmobiliario ubicado a orillas del mar.

Esto fue lo que Octavio Gana nos contó sobre estas nuevas exposiciones que están disponibles en el Centro Cultural El Tranque-

La temática de estas exposiciones es bastante diferente a los últimos trabajos que vimos de ustedes. Cuéntame sobre las temáticas que abordan en esta nueva muestra.

Son dos instalaciones que se pensaron especialmente para el Centro Cultural El Tranque, que están tocando dos temas de conflicto, igualmente. Por un lado, lo que es la expansión y especulación inmobiliaria en la zona costa de Chile, específicamente en lo que es la costa Maule, en los Arcos de Calán. Ahí se hizo una venta de un loteo gigante, que es un loteo que se inunda cuando sube la marea, es en la costa misma. Eso no se debería de vender, sin embargo, se hizo un loteo. Esto está al lado de unas rocas muy famosas y bonitas de la zona, lamentablemente en Chile no son tan conocidas, pero se llama Arcos de Calán. Son unas formaciones espectaculares, que en la noche se inundan y en el día uno las puede recorrer por arriba y por abajo. Lo que hicimos con Andrea, fue hacer una intervención lumínica. Hicimos un portal de luz, arriba de los arcos, hicimos otro arco de luz, que es muy interesante, porque el fenómeno que pudimos vislumbrar ahí fue cómo la luz del láser va chocando, va cruzándose con un montón de partículas de agua que traen las olas. Es como un tren de olas que viene, pero en el aire, en el cielo y un fenómeno muy lindo, muy espectacular. La luz, también láser, termina en un lugar que es una mezcla entre el haz de luz, que también se va acabando porque va chocando con estas gotitas, y además estas gotitas se forman en la costa. En un momento, ya más allá, dejan de formarse. Fue un fenómeno que descubrimos y ahí empezamos a hablar incluso de la palabra fenómeno, a partir de las cosas que iban pasando en naturaleza, con las estimulaciones luminosas que hacíamos nosotros.

Luego está la segunda intervención que realizamos que fue en la Piedra Clavada que queda en Parque Patagonia. Esto queda a 15 o 20 minutos de Chile Chico. Chile Chico es una locación que cuesta mucho llegar, pero que se caracteriza por tener un clima muy fuera de lo común en Patagonia, porque hace mucho calor en el día y en la noche es fresco, corre un viento muy interesante, pero quizás es el único lugar, que tiene un microclima tan especial que te permite cultivar y además viene alimentado de un río que se llama el Jeinimeni que viene del parque Patagonia también, de una zona que se llama Jeinimeni que tiene unos bosques espectaculares. Esto está colindante a Argentina, al Parque Patagonia, y al lado de la de la Piedra Clavada, donde nosotros hicimos la intervención lumínica. Entre el segundo gobierno de Piñera y el segundo de Bachelet le vendieron un pedazo gigante del parque Patagonia a una minera australiana de oro y de plata, en un lugar que te juro que es espectacular, ecosistémicamente es espectacular y también a nivel de formaciones, es una cosa alucinante. Hay un lugar que se llama el Parque Lunar y queda al lado de esta roca. Esta roca mide 45 metros de alto y tiene un diámetro de alrededor de 3 metros, entonces realmente es una columna alucinante. Ahí lo que hicimos, con Andrea, que fuimos un par de veces junto a Corporación Traitraico que nos acompañó este proyecto, fue hacer una conexión entre la tierra y el cielo. Fue muy emocionante, muy loco lo que pasó, los sonidos que escuchamos se pueden escuchar en la instalación, y lo que podemos ver en El Tranque es un pedazo de la roca. Te asomas por unas mirillas y puedes ver la roca. Nosotros hicimos una recreación de lo que nos pasó, de la roca misma, y es muy espectral porque, además, la Andrea diseñó como si la roca hablara, como si nos estuviera contando un poco lo que le está pasando. Es un efecto muy interesante, muy loco. Como que uno vuelve a ser niño, tiene una cosa media de cuento, incluso, es bien misterioso, tiene esa concepción. Esas son las dos instalaciones y también podemos ver el arco al otro lado. Obviamente que no tiene la fotografía del lugar ni nada, sino que es más como una sensación de mar, se escucha el mar, me puedo meter debajo del portal y te da esta sensación de poder interactuar con la luz, que nosotros proponemos ahí. Es una instalación que tiene los ciclos naturales, se va prendiendo, se va apagando en la medida que se quiere. Es muy similar a lo que pasa con el atardecer y el amanecer. Quisimos aludir a esos ritmos lumínicos que tenemos en la tierra.

Es interesante abordar de la naturaleza, también la sustentabilidad, que entiendo que es un tema que están trabajando harto últimamente. Ustedes trabajan mucho con la tecnología, con las luces, con lo performático del sonido ¿Cómo combinan eso, con la naturaleza?

Es súper interesante, porque sentimos que estos fenómenos lumínicos, cuando el ser humano llegó, ya estaban. El ser humano nosotros también lo entendemos como parte de la naturaleza, entonces, de cierta manera, que nosotros estemos estimulando con luz un paisaje, una roca, un lugar. Nosotros también nos sentimos parte de la naturaleza en sí misma y como de este llamado a protegerlo o a que pongamos los ojos ahí. Eso es lo que buscamos hacer, que quizás eso es lo que se parece con lo que veníamos haciendo antes, como de proyectar frases o decir: “oye, tenemos que ponerles atención a estos temas, tenemos que discutir estos temas, tenemos que revisarlos”. Es lo que queremos hacer en estos lugares, que también nadie sabe que iban a poner una minera gigante australiana en Chile Chico. El pueblo está súper dividido, porque también está el tema de que va a llegar más trabajo, pero a costa de qué; de que van a contaminar el río, de que los cultivos también se van a haber visto afectados y de pasada todo este lugar patrimonial histórico de la humanidad. A 15 minutos caminando de esta piedra hay dos cuevas con vestigios de manos, de dibujos. Yo no sé por qué no está más protegido. No entiendo cuáles son las prioridades, de por qué eso no se está investigando, por qué no se está cuidando. Hay tan pocos vestigios humanos en la región de Aysén, previo a que llegaran los españoles, que ese lugar es un tesoro. Las minas de oro y de plata son lejos las más contaminantes de todas, las que hacen mayor impacto. Entonces es bien complicado, es bien terrible. Yo sé que la minería es súper importante para nuestro país y todo, pero ¿cómo podemos hacerlo de la manera más sustentable y que no afecte estos lugares que son tan espectaculares?

Nosotros nos sentimos como entes de la naturaleza misma, entonces ocupamos las herramientas, finalmente el láser o esto que estamos ocupando, son cosas que no las sacamos de otro lugar que no sea también este planeta, entonces desde ese lugar, por qué no ver qué pasa. Son rituales tecnológicos, estamos ocupando herramientas que tenemos actualmente para poder estimular. Así como estimulamos el paisaje, estimulamos el mismo imaginario de las personas. Yo creo que es súper potente poder ver cómo se conecta esto, que probablemente los antiguos sí lo veían o lo hacían de otra manera. Si lo podemos hacer con luces láser, espectacular. Para uno es muy potente. Desde ese lugar lo quisimos compartir en esta muestra.

Ustedes llevan varios años trabajando con estas instalaciones lumínicas que se caracterizan por hacer este trabajo que tiene una dimensión social donde la gente se va involucrando por el mensaje, por lo que ustedes dicen a través de estas propuestas artísticas, pero que además tienen todas estas otras ramas ¿Cómo es el proceso creativo para ustedes?

Es bien libre, es bien intuitivo, la verdad. Por un lado, son muchas conversaciones que tenemos con Andrea, incluso desde chicos. Cosas imaginarias, a veces ideas que se nos van ocurriendo o cosas que queremos ir explorando. Esto de los portales que empezaron a aparecer con el láser, fue incluso un accidente. Yo te podría decir que fuimos con el láser a la playa, a ver qué pasaba en estos Arcos de Calán. Teníamos la intuición de que queríamos cruzarlo, los cruzamos con las luces. Quedó súper bueno. Después fue como «vamos para arriba a ver qué podemos hacer». Ahí empezamos a hacer algunos ejercicios de luz arriba de los arcos y de repente llegamos a la forma del arco y nos dimos cuenta de que abrimos un portal. Mucho del proceso creativo tiene que ver con la experimentación, que vendría siendo como nuestro apellido, Delight Lab. El tema de laboratorio tiene que ver con eso, darnos el tiempo de poder experimentar, probar, jugar y ver qué va pasando y estar súper atento a las inquietudes e intuiciones que tengamos nosotros mismos. Yo estoy súper metido ahora en lo que es la escritura, la poesía. Me reencontré con un trabajo que tenía súper intenso hace 12 o 10 años atrás y la Andrea está full con la música, entonces nos empezamos a encontrar también ahí. Andrea metiéndose en la música, yo con la poesía, empezamos a armar. También estoy tocando un poco, la Andrea también me corrige algunas cosas, me opina. Estamos viendo qué hacemos con tantas cosas. Seguir proyectando en edificios lo hicimos tanto y estuvo tan intenso, tan fuerte y tanta exposición, que si tú me preguntas si el próximo año vamos a seguir haciendo eso, yo te diría que no. Tampoco lo descarto, porque uno nunca sabe, pero no es algo que nos está ahora quemando las manos. Estamos mucho más metidos, incluso, en estos rituales tecnológicos en lugares importantes. Estamos pensando, el Río Loa, por ejemplo, en algunos oasis, ver qué pasa en la Antártida también. Tratar de ver temas y poder cruzar con datas científicas también, ver qué está pasando. Lo de los trenes de las olas que podemos ver en el cielo a partir enlaces, por ejemplo, estábamos con un científico al lado y él nos empezó a contar que nos fijáramos. Fue muy alucinante poder darnos cuenta de otro tipo de manifestaciones que empiezan a pasar.

Han viajado por Chile y han ido a distintos lugares, les pasa que tienen una idea y van a buscarla a ese lugar o, también al revés, que cuando están viajando y ven un lugar con el que quieran hacer algo ¿Cómo comienza el proceso?

Yo te diría todo a los anteriores. Tenemos un viaje ahora. En el verano vamos a ir a Tierra del Fuego, de un fondo que hicimos con Corporación Traitraico, que lo pospusimos por el tema de la pandemia y después este año no lo pudimos acomodar bien, y lo vamos a retomar ahora en febrero. Teníamos una idea original y esa idea original la escribimos hace un par de años y ahora estamos con otro tipo de inquietudes. Vamos a hacer ahí un tema de intercambio con comunidades Selknam, vamos a entender un poco lo que está pasando allá, qué tipo de problemáticas tienen, aprender de la cosmovisión y nos damos un espacio de ver qué vamos a hacer. Tratamos de llevar los máximo juguetes posibles, y estamos con una linterna ahora que permite proyectar a kilómetros de distancia. La idea es poder tener hartas cosas para poder ver, desde ese lugar, cuál va a ser la intervención que haríamos o el ritual o estos portales que ahora le llamamos.

Estamos con estas dos exposiciones, ya cerramos una, esta otra es como si ya la hubiéramos terminado, porque ya la montamos. Ahora es sobre que la gente pueda ir, pueda opinar. Estamos casi como en un receso, un poquito de descanso, ver bien qué queremos hacer el próximo año. No tenemos nada importante agendado. Sabemos que es un año que va a estar marcado por los 50 años del golpe militar, algo de eso vamos a hacer. Andrea tiene pendiente el tema musical, que quiere hacer el lanzamiento de un disco, que estuvo trabajando en Patagonia. Probablemente yo también me voy a aventurar ahí con alguna publicación o algo más relacionado con la poesía. Vamos a ir diversificando, pero siempre trabajando con Delight, que está bien potente y que funciona tan bien.

Ya lograron posicionarse, ya tienen un lugar en el mundo del arte en Chile, porque además tienen contenido súper fuerte como mensaje ¿Han pensado en proyectarse internacionalmente? ¿Han tenido alguna oportunidad para salir a hacer cosas afuera?

El viernes se va a inaugurar una muestra en el MUAC, que es el Museo de México. Se va a exhibir por segunda vez en el mundo, las fotografías de la intervención que hicimos de Camilo Catrillanca, en una muestra que se llama Giro Gráfico, y lo está curando la Red de Conceptualismo del Sur. Estuvimos en el Reina Sofía y ahora en México. Entonces es super bacán, porque se puede ver nuestro trabajo de intervención lumínica y poética allá. Nos encantaría poder seguir trabajando afuera, que sigan saliendo cosas. Estamos viendo hacer un par de cosas el próximo año, probablemente por el mes de septiembre, en Berlín y en Barcelona, pero se tiene que concretar. Ojalá que resulte, sería muy bacán.

¿Qué le podrías decir a la gente para que invitarla a ver estas exposiciones?

Fenómeno está súper bueno, porque es una interacción con lo que es la luz y en la otra uno se convierte en un espectador de algo que está pasando adentro, que es muy evocador. Los invito a poder vislumbrar desde una mirada más de niño, más infantil. A ver estos temas, a gozar un poco con el fenómeno lumínico, pero también a cuestionarse qué está pasando en estos lugares y por qué quisimos llevarlo a este lugar, a la zona de El Tranque, a lo que Lo Barnechea, La Dehesa. Es súper interesante que podamos hablar de estos temas, que son un poco más conflictivos, en un lugar donde, probablemente, está la concentración de las personas más poderosas en Chile. Qué rico poder decir que estamos acá y se está hablando de estos temas y veamos qué pasa. A veces son los hijos o los nietos de estos poderosos que le dicen: ¿Qué pasa con esto? Generar discusión o generar reflexión. La discusión es como golpearse, pero generar reflexión para ver cómo se puede entablar nuevas relaciones de generaciones, de perspectivas. Hay que hablar, hay que puro conversar. Va a estar hasta el 20 de enero. Estamos cumpliendo actividades de mediación con la municipalidad para poder hacer un concierto y un par de visitas guiadas, así que si pueden seguir las redes sociales de El Tranque y de la Corporación Cultural de Lo Barnechea, ideal. También lo vamos a estar comunicando en nuestras redes.

«Fenómeno»

“Portal” y “Flecha”

Delight Lab

Desde el 11 de noviembre de 2022 al 22 de enero de 2023

Centro Cultural El Tranque

Av. El Tranque 10.300, Lo Barnechea

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *