
EN STGO A MIL
Entrevistamos a la actriz, directora y dramaturga alemana de la obra «Cajones» que se está presentando en el Festival Internacional Santiago a Mil, en el Teatro Municipal de Las Condes. En esta interesante conversación nos contó sobre el trabajo que hacen con el colectivo She She Pop y sobre esta obra que habla de la división social en la Alemania Occidental y Oriental post caída del Muro de Berlín.
Cuéntame sobre la obra «Cajones» que se está presentando en Santiago a Mil.
En esta obra vas a ver a seis mujeres en el escenario, en parejas. Hay una alemana del lado oriental y otra del occiedental sentadas frente a frente en pequeñas mesas. Todas son de la generación que en 1989 tenían como 18-20 años, cuando cayó el muro de Berlín y la reunificación alemana se llevó a cabo. Esta es mi generación. Hicimos esta obra en 2012 porque por esa época había sido un tiempo en el que habíamos vivido la mitad de nuestras vidas en sistemas divididos y la otra mitad en la Alemania reunificada. La idea era hacer una biografía colectiva, una narración colectiva de los 40 años de la historia alemana que hemos vivido, en esa época y contarnos eso desde distintas perspectivas desde nuestro material autobiográfico, por lo que cada una tenía que traer un cajón, con las cosas que guardas, que son las que tienen relación con tu identidad. Cómo te has convertido en lo que eres en esta época, en este país, bajo este sistema, o el otro sistema. Básicamente habla sobre cómo la reunificación es algo que tiene que ser interpretado. La idea detrás de esto es que en esos 20 años de reunificación no ha pasado nada realmente. Hay muchas preguntas que nunca fueron hechas, cosas que nunca se dijeron, incluso la gente se había convertido en vecinos, la gente estaba viviendo cerca, antes no habían podido hacer eso. Yo me cambié a Berlín del occidental, habiéndome criado en Berlín oriental. Yo tenía vecinos del lado occidental, incluso nos conocimos, no hablábamos de nuestras diferencias, y cómo vivir juntos ahora era difícil y por qué, y lo que nos hizo pensar y hacer, así que eso era un trabajo muy informativo. Es como estar en un lugar de encuentro público, como el lobby de un hotel, o un restaurant, donde estás forzado a sentarte frente a alguien y conocer a esa persona. La reunificación es un acto interpretativo en este caso.
¿Con qué se va a encontrar el público?
La audiencia también está incluida porque el diálogo a veces se vuelve al público, no dialogamos con ellos, pero presentamos lo que hemos escuchado de esa otra persona a la audiencia. Lo que está diciendo es lo que ella es. Es una obra divertida. Hemos hecho esta obra en varios países extranjeros y la gente conecta muy bien. En Alemania mucha gente se conecta más en el lado oriental que en el occidental, ya que es la cultura ganadora, y muchas personas que siempre han vivido en el occidental y nunca se han cambiado, ni se han mezclado no sienten que las cosas han cambiado mucho para ellos, p
ero para los del oriental todo ha cambiado, han tenido que aprender todo un sistema nuevo. En el oriental tienes reacciones desconectadas a veces, pero es muy interesante que en países extranjeros muchos se conectan porque todos en nuestra generación crecimos con la guerra fría y con el mundo dividido, y los sistemas que colapsan y hoy incluso creo que la discusión está agitada nuevamente entre lo que el sistema nos hace y cómo nos vuelve sujetos de nuestro tiempo, como seres históricos.
Es una obra hecha por mujeres, actuada por mujeres. ¿Que opinas sobre el movimiento feminista alrededor del mundo?
She She Pop es una compañía femenina, somos 6 mujeres y un hombre g
ay. Hemos estado juntos por 25 años. La fundamos en la universidad, donde todavía había una forma convencional, a pesar de que era una escuela experimental. La manera de producir teatro era muy convencional en el sentido de que hay un hombre genio que concibe la obra, y crea todo y las mujeres en la jerarquía estaban más abajo. Cuando fundamos She She Pop, en la época de la universidad creamos este colectivo, donde todos teníamos partes iguales en el trabajo artístico, siendo las propias autoras, y hablando de cosas que a nosotras nos interesaba, hablar sobre nuestras problemáticas. Eso era un impulso separatista que seguimos. Valía la pena, ahora lo vemos. No sé si en tu país, pero en Alemania el teatro es muy auspiciado por el estado, muy bien financiado, hay una jerarquía muy fuerte, del director y del dramaturgo, la mayoría son hombres. Rara vez encuentras a mujeres directoras, y actrices cuando están en sus 50, tienen personajes chicos,
desaparecen de la escena, desaparecen de las compañías. ¡Pierden sus empleos! Mientras los hombres mayores, en sus 70 siguen actuando con grandes personajes. Esta representación es muy prominente en nuestro trabajo. Esta historia específicamente no es algo particular de mujeres, pero es interesante que esté contada desde el punto de vista femenino. Para algunos eso es lo importante. Las mujeres son las narradoras de la historia, cuando eso nunca pasó.
¿Cómo es el trabajo a través del colectivo? ¿Que prefieres? ¿Actuar, dirigir, crear la obra?
Depende. Las cosas son muy
divertidas en el escenario, a veces el proceso de desarrollo es más divertido que estar en el escenario. Depende del trabajo. Varía, pero lo que me gusta es el cambio de perspectiva. Como actriz, rara vez tienes la oportunidad de ser reemplazada y de mirar por sobre lo que eres en la obra de arte. Es un pequeño papel dentrodel todo. Cuando eres actriz te imaginas crear, yo no soy actriz así que no sé lo que es, pero me imagino que estás concentrada en tu personaje y no puedo hacer eso, porque siempre tengo que dividir mi atención. Necesito mirar, salir y con una de mis colegas, nos intercambiamos en el escenario. En vez de tener un personaje, tomamos una tarea, y puedo resolver esa tarea de una manera y mi colega lo hace de otra manera. En esta obra tenemos distintos elencos y somos intercambiables. En otra versión, verás a otras personas contando sus historias y usando su cajón para contar su historia. Es la misma tarea p
ero la hacen distintas personas. Eso hace que sea posible intercambiar lugares y mirar por sobre la escena y tener una sensación dramatúrgica de lo que pasa y de cómo todo funciona y también se me pueden ocurrir ideas, de mis colegas. Cuando me siento en ese lugar puedo usar eso, el material puede ser compartido, no se conecta a ti directamente. Tu perspectiva en el trabajo se vuelve múltiple. Cuando estás en el escenario no te sientes tan importante.
¿Cómo te sientes de presentarte en Chile con esta obra en este festival?
Estamos muy honrados de estar acá. Estamos felices de que podemos presentar dos obras. La otra obra «Oratorium» trabajamos con artistas locales. Formamos un coro, y interactuamos con artistas locales, y realmente ensayamos por 4-5 días juntos y eso es muy especial. Estoy muy expectante de lo que pase con eso.
¿Qué has podido conocer de Santiago?
Fue muy emotivo conocer el Museo de la Memoria. Recuerdo cuando era joven y supimos de la dictadura, leímos sobre la dictadura, sentimos solidaridad. Recuerdo cuando adolescente las dictaduras en Argentina y en Chile eran un tema del que leímos mucho.
Mencionaste la división de Alemania en Alemania Occidental y Oriental. Como has hecho esta obra en distintos países, es un tema muy local para los alemanes,
pero también es universal porque muchos deestos países tienen divisiones políticas. ¿Crees que esta historia puede conectar con las audiencias chilenas?
Espero que se entregue ese mensaje. La idea para «Cajones» vino cuando leímos un libro de historia sobre un proyecto en Israel, de Israel y Palestina. Cuando tienes dos lados de la misma historia y está contada desde dos perspectivas, es tan potente esta idea, porque siempre son los ganadores quiénes cuentan la historia. Esta es otra manera de lidiar con la distintas perspectivas. Me gusta eso, y espero que eso se proyecte.
¿La obra tiene mucho de improvisación? ¿No tiene libreto?
Tiene libreto, pero viene de la improvisación. Cada una trajo su cajón, desarrollamos maneras de hablar entre nosotras. Por ejemplo, presentar algo. Yo traje esta canción para ti, te la voy a mostrar, hablamos una a una, fue la primera idea formal importante. Esta manera de presentar a la otra persona a la audiencia. Hay ciertos rituales en el lenguaje. Por ejemplo, nos pedimos que definamos ciertas palabras, por ejemplo define esta palabra, explica qué significa el capitalismo, como si no tuviéramos el mismo idioma, como si no entendiéramos nada, y como si el otro fuera un total desconocido. Fue muy interesante, de encontrar las más grandes diferencias en un idioma en común, porque el sistema te enseñó a pensar en ciertas cosas de cierta manera. Cuando yo escucho l
a palabra «emancipación», yo viniendo del lado oriental, pienso en la emancipación femenina, y eso solamente. Mientras Peggy viene del occidental, y ella tiene una definición mucho más amplia de lo que es «emancipación». Es muy interesante. Es cómo el sistema forma el idioma de como te expresas y te entrega ciertas ideas, y estás muy segura, porque de qué puedes estar más segura que de tuidioma. Te vuelves muy inseguro. Obviamente no te das cuenta el sentido que tiene mientras lo estás haciendo.
¿Cómo surgió esta idea de hacer este teatro reflexivo?
Creo que viene de una tradición de teatro que no es literaria. No trabaja con los principios de la jerarquía, del autor, director, dramaturgo, actor o actriz. Tenemos que ser todo en una persona, y somos un colectivo, cambiamos de roles, entonces tenemos una tarea, y hago esta tarea de forma personal, y mi colega lo hace a su manera. Cuando salimos y lo veo como directora, entonces vuelvo a entrar, y actúo pero también soy la autora. Es una perspectiva muy dividida.
¿Como ha sido la experiencia de tener 25 años de carrera trabajando con sus colegas de la época de la universidad?
Es un viaje. Es interesante. Creo que todavía estamos juntasporque hemos aprendido de que lo colectivo es la expresión de las dudas, de las dudas certeras que tienes de ti misma. Si algono resulta quizás no es por ti, sino por los otros. Para un artista eso es contradictorio. Un artista crea de si misma, y todo es sobre ella, si ella está mal, entonces fracasa. En el colectivo eso es diferente. Las otras siempre están corrigiendo y eso es muy contradictorio a nuestro concepto del artista. Tenemos un concepto tradicional de lo que es un artista.
¿Qué le dirías a la gente para invitarlos a ver la obra?
Me siento muy honrada de que a la gente le pueda interesar esta historia alemana. Espero que sea interesante para la gente ver cómo compartimos cosas que son personales, pero también hacerlos sujetos de la historia. La identidad es una construcción y tu tienes algo de influencia. No se trata de ti, es sobre el momento de compartir, de estar juntos, haciendo eso que sea amable, que todos puedan experimentarlo y que se proyecte.
País Alemania
Disciplina Teatro
Público Adultos
Recomendación +14 años
Duración 120 minutos
Idioma Alemán, con subtítulos en español
Fechas 4 y 5 de enero, 20.00h