Por Victoria Abaroa
2023 terminará como un gran periodo para la artista chilena Consuelo Walker, quien hace menos de un año impulsó la creación de Assiettes, una colección limitada de platos intervenidos por mujeres artistas chilenas. Además, durante el mes de septiembre estuvo exponiendo sus obras en PM Galería de Arte, en Buenos Aires, y hasta el domingo 10, estará en Pinta Miami, una de las ferias de arte contemporáneo más importantes a nivel mundial.
El domingo pasado viajó a Florida, Estados Unidos, ciudad reconocido por sus malls y sus playas, no obstante, la artista revela que para ella este será un viaje cuyo único foco será el trabajo, pues asegura que para triunfar en el mundo del arte, hoy en día, se necesita mucha disciplina. En la feria Pinta, sus obras serán expuestas junto a las de Francisca Garriga, Maite Izquierdo, Verónica Gonzáles, Benjamín Ossa y José Basso, otros cinco artistas que son representados por Artespacio, la misma galería con la que trabaja Consuelo Walker.
La artista comenta que las directoras de Artespacio le preguntaron abiertamente qué obra quería llevar a la feria, y ella optó por seleccionar seis mini juguetes saltarines, intervenidos con alfileres. Esta serie surge como una extensión de Ponys, que expuso en Artespacio durante 2021. Casi dos años después, esta misma imagen fue la que utilizó para la colección Assiettes.
¿Tú dirías que los ponys son tu obra favorita?
Lo que pasa es que la mayoría de mi obra es abstracta, y para los platos necesitaba escoger una obra figurativa. Mi obra más figurativa en ese minuto era este pony, que en 2021 tuvo una serie grande y ahora estos en miniatura. Próximamente voy a hacer uno en bronce, y se acabaron los pony. No voy a hacer más de estas obras porque trabajo con series limitadas, encuentro que si no es así, la obra pierde interés.
¿Cómo dirías que se diferencia lo que estás haciendo hoy día de lo que hacías en 2021?
Creo que en el arte, cada proyecto conduce al siguiente. En mi caso, pasé del grabado a los objetos, al concepto, a los juguetes intervenidos. Después empecé a experimentar con las palabras e hice unos cuadros inspirados en los textos de psicoanálisis que leí. Actualmente, sigo trabajando en el mismo tema, pero con distintas variaciones de él.
¿Cómo llegaste a tu estética característica de hoy en día? Estas obras que conjugan la idea de placer con el dolor, a través de elementos afilados.
En 2017 hice una exposición en la galería Mad House, en la que puse un plinto con alfileres al medio de la sala, y me di cuenta de que la gente sentía la necesidad de tocarlos, pero hasta tal punto que les provocaba incomodidad. A raíz de ello, me puse a hablar del tema de la dualidad entre dolor y placer con una amiga psicóloga, que me explicó que los primeros que quieren experimentar con este placer y dolor son los niños, por eso lo que más hacen es tocar lo que los rodea. Con esa inspiración empecé una serie de juguetes intervenidos con clavos, con la intención de invitar a que la gente volviera a sentir, porque ya nadie se da el tiempo para experimentar sensaciones. Después, con la pandemia, nos pusimos incluso más reacios al tacto, y comencé a explorar más el tema sensorial. De hecho, la última exposición que hice, en Artespacio, hablaba cien por ciento de eso.
¿Cómo ves el panorama social ahora, sin pandemia?
Percibo que la gente aún opta por esconder lo que siente, por eso me gusta crear obras que se pueden tocar. Ellas invitan a volver a ser niño, y poder decir cuando sientes pena, te duele algo, o todas esas cosas que de repente nos guardamos por vergüenza.
¿Cuáles son tus expectativas respecto a la feria Pinta?
Soy súper soñadora, entonces tengo las expectativas siempre muy altas. Yo creo que nos va a ir súper bien, y que se van a vender todos los ponys. También pienso que va a ser una muy buena experiencia, con una dinámica entretenida entre los artistas. Además va a ser una gran oportunidad como para conocer más el panorama de lo que está pasando en el arte a nivel mundial, eso siempre es bueno.