Por Ignacio Rubio
María Pía Huck llega a Santiago de Chile con 17 años encontrando en el arte su lenguaje más natural. Su camino comenzó en talleres de manualidades y expresiones plásticas, hasta que, al llegar a la educación secundaria, tomó una decisión clave: especializarse en arte. Grabado, escultura, pintura y dibujo fueron algunas de las disciplinas que exploró antes de egresar como Profesora de Artes Plásticas. Pero su búsqueda no terminó ahí. Fue en el arte en vidrio donde encontró su mayor inspiración y proyección.
Su trabajo ha dejado huella en diversas iglesias y santuarios del país, con piezas que pueden apreciarse en la Catedral de San Mateo de Osorno, la Parroquia María Auxiliadora en Puerto Natales y el Santuario Nacional María Auxiliadora en Santiago, además de otras instituciones y viviendas particulares.
Apasionada por la representación de rostros humanos y el simbolismo en el color, Huck ha llevado el arte del vitral más allá de sus raíces religiosas, explorando nuevas formas y diseños que expanden los límites de esta disciplina. Su obra sigue evolucionando, demostrando que la luz, al atravesar el vidrio, no solo ilumina el espacio, sino también el alma de quien la contempla.
En el Centro Cultural Vicente Bianchi María Pía Huck presentó su primera exposición llamada Femenina, la artista transforma el vidrio en un lienzo donde la luz y el color revelan la esencia de la mujer contemporánea. A través del arte del vitral, una técnica poco explorada en galerías y exposiciones, Huck captura la diversidad de experiencias, luchas y formas que definen a la mujer actual.
Cada pieza de esta serie es un homenaje a la fortaleza, la belleza y la diversidad femenina. La pintura a mano sobre vidrio, combinada con la interacción única de la luz, da vida a obras que trascienden lo decorativo y se convierten en relatos visuales llenos de significado. Femenina no solo celebra la presencia de la mujer en el arte, sino que también invita al espectador a descubrir mensajes cautivadores que emergen con cada destello de luz que atraviesa el vidrio.
Esto fue lo que nos contó acerca de la muestra.
¿Qué fue lo que te motivó a dedicarte al arte del vitral?
La verdad es que soy argentina y llegué a Chile a los 17 años con el título de profesora de artes plásticas, ya que me recibí a esa edad en esa especialidad. Sin embargo, por miedo y por mi juventud, no podía ejercer, ya que nadie me tomaba en cuenta para dar clases a los niños. Tenía el recuerdo de una calecita, como se dice en Argentina, que es el equivalente al carrusel en Chile. Siempre había una cerca de mi casa, y junto a ella veía vitrales que me llamaban mucho la atención. Esos colores y formas quedaron grabados en mí. Entonces pensé: ¿Por qué no especializarme en esto? ¿Se podrá estudiar vitrales en Chile?
Investigando, encontré un lugar donde aprender la técnica. Durante la formación, nos enseñaban las bases del vitral, pero, como profesora de artes plásticas con gran interés por la pintura y el grabado, sentí la necesidad de ir más allá. Decidí combinar ambas disciplinas: la pintura y el vitral. Me especialicé, investigué, vi videos, busqué información y conversé con expertos. Mi objetivo era trasladar la pintura, con su riqueza pictórica, al mundo del vitral.
Por lo general, cuando se piensa en vitrales, se imagina figuras geométricas o los diseños tradicionales de iglesias. Pero mi enfoque es diferente: llevo el vitral a un nivel más pictórico y artístico, explorando nuevas formas de expresión en mis obras.
Tú también participaste en trabajos de Catedrales en Osorno y en Puerto Natales, ¿Cómo fue ese trabajo?
Sí, he trabajado en la Catedral de Osorno y en la Catedral San Mateo, aunque en este último caso fue un proyecto de mosaico, no de vitrales. En la parroquia María Auxiliadora de Puerto Natales, que es la iglesia principal de la región, sí realicé un vitral propio. Me encargaron específicamente una obra dedicada a María Auxiliadora, la patrona de la iglesia. Para su instalación, enviamos el vitral desde Santiago en camión hasta Puerto Natales.
En Santiago, también he trabajado en importantes proyectos, como en la iglesia de la Gratitud Nacional, ubicada en la Alameda. Ahí construimos seis ventanales de aproximadamente cinco metros de altura, todos en vitral. En esos vitrales se representaron figuras de destacados religiosos, como el Padre Hurtado, Don Bosco y Madre Teresa, entre otros. Fue una experiencia muy significativa.
¿Cómo llegaste a ese proceso de salirte de la imagen religiosa a mostrar algo que es completamente femenino o feminista?
Sí, aquí lo que destaco es la feminidad de la mujer. ¿Y por qué me alejo del arte religioso? Como hablábamos antes, mi trabajo ha estado muy ligado a lo religioso, porque los vitrales suelen asociarse con ese mundo. Pero quise aprovechar mis conocimientos y habilidades en pintura para probar algo distinto y demostrar que el vitral puede ir más allá.
Me enfoqué en hacer obras más modernas. Yo me imaginaba creaciones que podían llevarse al vidrio, así que decidí intentarlo. Fue un desafío nuevo, sobre todo porque nunca había expuesto en una sala. Tuve que pensar cada obra, planificarla y hacerla con un propósito claro.
La idea también era abrir las cabezas de las personas y ver que se puede hacer algo que puede estar en una sala, en un espacio decorativo, que puede haber un vitral y no un florero, y que no es necesario tener los vitrales, tal vez, en las ventanas, porque solemos tener asociado el vitral con la ventana. Aquí no, el vitral se utilizó como medio decorativo, con una estructura, para colocarlo, exhibirlo en algún espacio, ya sea de una casa, de una sala de espera, en una galería, en cualquier espacio.
¿Qué mensaje crees tú que entrega Femenina?
Destacar lo femenino. Destacar que lo femenino está en todo, en todos los procesos, en todos los pasos. Por eso, a pesar de estar en posiciones incómodas, somos resistentes, y también así podemos ser bellas. A pesar de estar fragmentadas, como dice la obra que se llama Fragmentos, a pesar de estar rotas, le damos luz, seguimos adelante y buscamos salida. Una salida bonita, por decirlo así, más femenina.
¿Consideras que la exposición conversa un poco con el movimiento feminista? ¿O se considera feminista?
Yo no lo quiero ligar con el tema del movimiento feminista. Aquí yo me separo un poco de los movimientos feministas porque yo quiero destacar a la mujer. Yo no quiero seguir ningún bando las ideologías que están siguiendo hoy las feministas. Por eso se llama femenina y no feminista. Yo no quiero que se catalogue como una exposición idealizada o ideologizada. Esto es solamente para las mujeres, cualquier mujer, y no tiene que tener ninguna idealidad política, no tiene que tener género. No quiero que se encasille en nada. Solamente es para las mujeres, para que se encuentren en cualquier proceso de la vida, ya sea en el presente, en el futuro o en cualquier etapa que uno se encuentre. Solamente eso.
¿Cómo crees tú que se va representando a la mujer a lo largo de la historia, pero en el arte del vitral?
En cuanto a vitrales la mujer del día a día, está muy poco representada. Solo se representa a las vírgenes en el área del vidrio. A la Virgen María, a la Virgen de aquí, solo Virgen. No se presenta a la mujer cotidiana del día a día. La mujer actual en el arte pierde un poco el enfoque cuando se lo quiere llevar mucho al tema del feminismo. Por eso vuelvo a insistir en lo femenino. Esa es la diferencia, que al final somos mujeres, a pesar de las ideologías políticas que haya en ellas. Somos todas femeninas y de ahí cada una se va para donde quiera. Yo me voy a las personas comunes y corrientes, de todos los días.
Cuéntame un poco acerca de la técnica de Grisalla y ¿Cómo se involucra en tus trabajo?
La grisalla es la técnica más antigua que existe para vitrales. Los vidrios se pintan con óxidos y se fusionan en un horno a alta temperatura, como a 650 grados. Lo que se hace es que el óxido se queda pegado en el vidrio y no se despegue. Las técnicas tradicionales de la grisalla son monocromáticas, de tonos marrones. Destaco la grisalla porque, al final, es lo que me permite darle vida al vitral. Si yo pusiera los vidrios sin la pintura de grisalla, serían solamente vidrios y no tendría ningún cuento la obra.
¿Cuáles son los principales desafíos que has tenido a lo largo de tu trabajo como artista?
Los principales desafíos es que, el arte del vitral no es muy conocido, más que allá en las iglesias. Entonces, la cartera de posibilidad de trabajos son solamente de iglesias, nichos, cementerios. Entonces, la idea es abrir un poquito más, generar un espacio distinto, que ya puede ser como en esta ocasión en una galería o exhibiciones.
Se pueden llegar a hacer obras en espacios abiertos, protegidas. Pero se pueden llevar más allá, no solamente dejarlo en las iglesias y dejarlo en los nichos, que son lo tradicional. Pero ese es el mayor problema que hay. Si no está ligado con el área religiosa, es muy difícil o más complicado. Se puede colocar en casas, son más tradicionales las lámparas, pero también se pueden realizar obras más modernas y más decorativas.
¿Qué reflexión te gustaría dejar después de ver la exhibición Femenina?
Salir un poco de esta mirada feminista, porque generalmente cuando vemos arte femenino o de mujer, mucha gente lo relaciona con el arte feminista. En este caso sale de eso. Cuando tú ves las obras, a pesar de que se llame Femenina, te das cuenta que no está ligada a ninguna ideología de género, no está ligada a ninguna tendencia política, no está ligada a nada. Es solamente la mujer. Entonces, yo creo que lo que pasó también en el día de la inauguración de la exposición es que todas se vieron reflejadas, todas se vieron ahí. No es como cuando tú ves algún mensaje más explícito, como de los que venimos hablando, tú te sientes ajena a esa obra, tú no te reconoces en la obra.
En cambio, aquí tal vez es más para todas. Esa es un poco la conexión entre la obra y las personas, que la gente se siente cercana. Ese, creo, que es el aporte mío, tratar de incluir a todas en sus etapas de vida, en sus procesos, en su belleza.
Me gustaría que abran los ojos de nuevo con el vitral, que vuelvan a generar un reconocimiento del vitral, que no es solo religioso, que este arte puede ser para todos, que si bien puede ser para recordar a ciertas personas, cuando uno las pinta como antiguos religiosos, también puede ser que los llevemos a recordar a nuestra familia, que el arte del vitral es para todos, y no solamente para el mundo religioso. Eso es lo que me gustaría destacar, que el vitral, los colores, la temática, todo, hoy en día puede estar para todos.
Ficha técnica
Artista: María Pía Huck
Exposición: Femenina
Técnica: Vitral y Grisalla
Coordenadas
Corporación Cultural de La Reina
Dirección: Centro Cultural Vicente Bianchi, Santa Rita 1153
Fecha: 06 al 28 de febrero