Entrevista a la autora de “La buena educación”, Amanda Teillery: “El libro es una amalgama de lugares y personas que conocí”

 

Por Galia Bogolasky

Entrevistamos a la joven autora que viene con muy buena crítica por su primer libro, ¿Cuánto tiempo viven los perros?  La buena educación se sumerge en la relación de dos amigas que, a través de sus relatos, exponen la historia de una clase social, de una cultura y de un país fracturado. Amanda nos contó todo sobre su último libro que ha sido la gran novedad de la editorial Planeta.

¿Cómo surge la idea del libro La buena educación? 

Se me ocurrió la idea de dos adolescentes en un paradero hablando sobre un posible aborto, y que después vuelven a la capilla de su colegio para la clase de religión. En un principio pensé que sería solamente un cuento (entonces estaba escribiendo los cuentos de mi primer libro), pero encontré muy interesante las posibles dinámicas en la relación de las dos adolescentes, y cómo los recuerdos de su pasado, su clase social y las normas que se les imponen podrían enriquecer mucho y explicar el porqué de su situación actual. Así fue creciendo lentamente.

¿Por qué ese título?

La primera inspiración (no sólo para el título, sino que para la historia también) fue la película La mala educación de Almodóvar. De alguna manera, la novela fue una suerte de reinterpretación o relectura de aquella. La película de Almodóvar trata en gran parte de la relación de dos hombres que se conocieron en un colegio de curas a lo largo del tiempo, al mismo tiempo que presenta diferentes problemas sobre la masculinidad y la sexualidad contemporánea. Yo utilicé de base casi el mismo piso de la película, ya que me parecía interesante lo que ofrecía y podía suscitar, cambiándole el país, año, contexto social y sexo de las protagonistas, y creando así un poco una tesis sobre la complejidad de la sexualidad femenina en la sociedad chilena actual. Por otro lado, también hay una suerte de ironía en el título. Si bien las protagonistas reciben lo que consideramos ‘buena educación’ en términos académicos, no es necesariamente la mejor educación emocional.

¿Cuánto de autobiográfico tiene esta novela?

Hay elementos biográficos, aunque también está muy basado en la gente que conozco, entonces hay harto trabajo también de observación. Es como una amalgama de lugares y personas que conocí. Hay harta realidad en la novela, quizás no toda aparece textualmente. Nada pasó completamente como sale ahí, pero si todo pasó de alguna manera.

Esta es tu segunda novela, ¿qué cambios o avances encuentras entre tu primer libro y este?

El primer libro es de cuentos, así que fue un proceso diferente escribirlo. Ahora el desafío no solo era la extensión, sino que el tratamiento de la historia. Por lo menos para mí, un cuento tiene otra finalidad diferente a la novela, se leen buscando cosas diferentes. Una constante en mis dos libros podría ser el rango etario de los personajes (contemporáneos a mí cuando los estaba escribiendo) además de la crítica a la clase alta.

¿Cómo enfrentas esta evolución en tu literatura?

Bien, me gustó el poder desafiarme y además creo que deje crecer bastante el texto. Por ejemplo, venía acostumbrada a escribir cuentos en los que mostraba una escena en la vida de alguien, y los personajes podían resultar un tanto estáticos. Partí escribiendo así la novela, pero después me di cuenta de que no bastaba solamente con mostrar una parte de la vida de un personaje, sino que había que indagar más.

Cuéntame sobre las temáticas que aborda esta novela.

Yo creo que el tema principalmente es la experiencia de crecer siendo mujer, las complejidades de desarrollar la sexualidad y cómo la sociedad se adueña de tu cuerpo y te implanta culpa desde muy temprana edad (por eso el aborto es parte de la historia). Por otro lado, aquel tema va de la mano con la amistad a lo largo del tiempo, cómo todas aquellas imposiciones y deberes pueden pesar y afectar tu relación con alguien.

¿Cómo fue el proceso de escritura y luego el trabajo con la editorial?

Fue una escritura fragmentada, la tomé y la dejé descansar muchas veces a lo largo de su escritura, incluso escribí y publiqué mi primer libro entremedio. Fue bueno tomarse el tiempo porque fue creciendo, además de que yo también fui cambiando, mis intereses literarios variaron y creo que eso se ve reflejado. La editorial fue muy permisiva en ese sentido, incluso cuando ya tenía el visto bueno, me dejaron volver a revisar y hacer cambios. Quedé muy conforme.

¿Cómo has visto el recibimiento del libro, sobre todo en las mujeres jóvenes? 

El comentario más frecuente que he recibido es que se han visto muy representadas. Y aquello es transversal a la clase y la edad, la gran mayoría de las mujeres me han dicho que si bien pueden tener cosas diferentes a las protagonistas del libro han visto partes de ella o de sus amigas y familia en él.

El libro tiene un ritmo que funciona muy bien, con capítulos cortos y un relato que avanza rápido. ¿Eso es algo que tiene que ver con tu estilo de escritura? ¿Fue algo pensado o fue inconsciente?

En verdad no sé, así es como se me da escribir de manera natural, sin pensar si es que es rápido o entretenido. Lo que sí, es que yo contar las cosas como me gustan que me las cuenten a mí, de manera concreta y con imágenes vívidas.

¿Qué proyectos tienes a futuro?

Algunos, pero nada demasiado concreto como para hablarlo, ya que continúa siendo abstracto. Ahora con todo el tema del lanzamiento y entrevistas ando un poco dispersa, pero también estoy en la búsqueda de inspiración.

 

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