Por Trinidad Quinzacara
Desde este 2 de enero el libro ¿Qué haría Kim K. en mi lugar? se encuentra en las librerías del país, escrito por la cofundadora del sitio de actualidad y neo farándula, Clase Básica, y conductora del podcast homónimo. Kari Valle da un acercamiento al mundo influencer que ha llegado a conocer como espectadora, y lo hace a través de la historia de Florencia, una joven que busca triunfar en sus redes sociales para llegar a miles de seguidores y más importante, que pueda vivir de ello, tal como Kim Kardashian lo hizo. Por medio de la historia de Flo se da una especie de guía introductoria para los que desconocen del mundo de los influencers y las redes sociales, y una parodia llena de comedia y referencias para quienes están familiarizados.
Este es tu primer libro. ¿Cómo partió la idea? ¿De dónde surgió?
La idea, primero, me la propuso la editorial, el desafío de escribir un libro. Y partió de todo este año en el que he estado trabajando en Clase Básica, y si bien yo no soy una influencer, me ha tocado compartir con un montón, ir a muchos eventos, ir a situaciones donde he visto interactuar a las influencers que me gustan, y me pareció que era un mundo súper entretenido y también desconocido, porque yo veía a las influencers antes de estar en Clase Básica y me parecía, como la ilusión que mostraron, muy interesante. Cuando me tocó estar en esas situaciones vi que había un lado B que mucha gente no sabía, entrar y andar en ese mundo. Si bien la novela es ficción, absolutamente ficción, traté de tomar elementos que pude observar no de los personajes, pero sí los escenarios o las dinámicas de cómo funcionaba y encontré que era un tema entretenido para mostrar en un libro y desde la perspectiva de una chica que, al igual que yo, por ejemplo, que no pertenecía, que lo estaba descubriendo y que va surgiendo de a poco, atravesando el camino influencer.
¿Siempre tuviste el sueño de escribir un libro o fue solo porque se dio esta oportunidad?
Sí, siempre tuve el sueño desde chica, yo soy muy lectora. Ya en un momento en mi vida pensé que no iba a pasar, porque mi camino profesional se alejó un montón de eso, y tampoco me imaginé que iba a hacer una comedia, siempre me imaginé escribiendo sobre temas más serios, pero la vida me llevó a este lugar: hice una comedia bien absurda y muy superficial en temática, pero me gusta, creo que en verdad expresó un montón el momento en el que estaba, el trabajo que estoy haciendo. Aparte del libro, en mi trabajo real, también me gustó que apela a un público con el que he estado conectando en el último tiempo o por lo menos en mis últimos proyectos profesionales, que son las mujeres, que es un público que a mí me llama mucho la atención y que mi yo de niña también siempre conectó con eso, mujeres que pueden hacer en sus vidas cosas muy densas, complejas, serias o difíciles, pero que igual disfrutan de cosas absurdas, relajadas, light y superficiales. Creo que esto para mí es un sueño, haber publicado una novela, ver el objeto del libro, más encima de una forma tan bonita, la edición, con una portada tan bonita. Desde chica pensaba que lo iba a hacer, en un momento pensé que ya no había pasado, así que estoy súper contenta. Ha tenido un gran alcance, está en librerías de todo Chile, para mí fue un impacto ir a la librería y verlo en la vidriera, es algo que nunca me imaginé que podía pasar. La gente me manda fotos de ellos leyéndolos en la playa, en la piscina, y me han dado hartos reviews, y es súper emocionante, no lo esperaba.
Debe ser cómo que te llena el alma, ¿no?
Totalmente, me da cosa, porque es gente que eligió leer el libro, y que más encima tuvo la iniciativa de contármelo y, aparte, de querer decirme cosas bonitas, por lo menos ahora no me ha llegado un review negativo, por suerte, porque no sé cómo voy a reaccionar cuando seguramente lleguen. Pero sí, agradezco un montón lo buena onda, cómo la gente lo recibió, y el feedback tan bonito que me han dado.
Sobre la inspiración, ¿por qué camino fuiste? En cuanto a las autoras.
Leí mucha literatura chilena. Me gustó mucho un libro, que es al que volví muchas veces, de una autora chilena que se llama María José Bilbao. Lo primero que hice cuando tenía un libro que me recomendaban o que me tincaba, era que me metía a Instagram y “esta autora no tiene redes sociales”, entonces, eso me llamó más la atención. Me gusta porque esta autora usa muy bien el absurdo. Y, de hecho, el libro que te comento es de cuentos y uno habla de una chica que tiene un rollo en redes sociales, ella va a enfrentar a una persona que le pone un mal comentario en sus redes y ese cuento me inspiró un montón. Lo leí mil veces y volví mucho a él cuando estaba haciendo mi novela. Si bien es de temas distintos, la forma en que decidió mostrar la mente de una persona crónicamente online, me pareció súper bien hecha. Me inspiró un montón.
También leí a Paula Molina, Camila Gutiérrez y Constanza Gutiérrez. Leí Las malas para hacer este libro y el libro del No Estoy Creici. Libros internacionales también, pero traté más de autoras, idealmente. Disfruto mucho del arte de mujeres, de artistas mujeres. Escucho en su mayoría música hecha por mujeres, lecturas de autoras. Así que siempre me inclinó por allá.
Vi en tu entrevista de Súbela Radio que explicabas que era una realidad obviamente exagerada, pero hablando de personajes, situaciones, cómo vino de tu experiencia, supongo que pudo pasarse un poco de eso. Aparte de lo que contabas del ambiente.
No es realmente mi experiencia. De hecho, mi vida es muy distinta a cómo se da en el libro. Yo no soy influencer. Si bien yo he compartido y lo he visto de lejos no es mi realidad, ni la realidad de nadie. El libro es una exageración y es una parodia del lado, quizás, feo de ser influencer. Quizás un lado que no existe realmente. Tomé ciertas actitudes muy, muy pequeñas que vi y las exageré al mil por ciento. Al máximo. Pero sí fue inspirado en percepciones de cosas que vi. El libro es falso porque no hay nadie así y nunca he conocido a ninguna persona así. Pero no es tan falso porque hay personajes que siento que podrían existir perfectamente, que podría conocer a alguien así en algún momento.
¿Cuál fue el mayor reto de este libro? ¿La escritura, la exposición u otra cosa?
Lo que más me costó fue soltarlo porque siempre quise que fuera súper ligero y sin miedo a hablar de cosas súper superficiales. Y me daba mucho pudor el qué dirán, que creo que es uno de los temas que se aborda en el libro, cómo te percibe la gente. Tenía mucho miedo y lo hablé muchas veces con mi editor. El crear algo tan ligero al punto que me dijeran que era estúpida. Pero también, al mismo tiempo, me dije: “Qué loco porque es un poco de lo que habla el libro”, es cómo te percibe la gente. Además, tiene mucho que ver con el trabajo que he hecho, de tratar temas que son quizás tontos para algunos o básicos. Entonces, pensé: “Es muy ad hoc. Creo que tengo que dejar de lado este miedo y hacerlo”.
Usas nombres de personas que existen, como nombrar a Soulfía o empezando por el título que hace referencia a Kim Kardashian. ¿Tuviste que pedir un permiso porque son figuras públicas o ese tema lo vio la editorial?
Yo no le pedí permiso a nadie. Solo lo escribí. Dije: “Si hay algún tema legal supongo que lo verá la editorial”. Hasta ahora no he tenido ningún problema. Por lo menos a Soulfía le conté que salía en el libro una vez que ya estaba en librerías. Y en un momento pensé que se iba a enojar si la nombraba, pero se lo tomó súper bien. De hecho, ella aceptó cantar en el lanzamiento del libro, lo que es muy meta . Me dio mucha risa, porque el lanzamiento, al final, está pensado como un evento influencer, entonces es un capítulo más del libro.
Y Kim Kardashian, supongo, no creo que sea ilegal porque es una referencia. No la difamo. Solo cuento mi experiencia con ella. También pensaba, ¿te imaginas? Mi familia me decía: “Oye, ¿y por qué no se lo mandas a Kim Kardashian?”. Además que no dice Kim Kardashian en el título. Es una referencia el Kim K. Yo quería nombrarla, me parecía que se debía hablar de este tema, para mí era súper importante. Creo que mi admiración por Kim Kardashian, mi obsesión un poco porque no sé si admiración es la palabra, porque es una figura a la cual yo sigo día a día, pero no es una figura a la que yo endiose, sino que me gusta hablar sobre ella, de lo bueno y lo malo. Cuando empecé a hacer un poco de investigación del tema, antes de escribir el libro, a mi parecer Kim Kardashian es la primera influencer, es la que inventó todo. Creo que era súper necesario que estuviera nombrada. También para dejar plasmado un momento importante de cómo era el mundo de las chicas. Quizás, Kim Kardashian de hoy en día mañana ya no va a tener el mismo impacto o quizás sí, no lo sé. Pero su nombre y su figura evocan un mundo, una forma de ver el mundo y también de la industria, que va más allá de su nombre. Es ya un concepto, por lo menos así lo observé en el libro.
En el libro es un ser omnipresente, por el que hay que guiarse. Casi como la Biblia.
Sí. De hecho, esa era la intención. Es también un poco mi Biblia. O sea, lo fue.
Se han reinventado mucho los influencers, ahora hay de todo y para todo, tú misma lo abordas en el libro, la variedad en tipos ¿Cuál dirías que es tu favorito?
A mí me gustan dependiendo de qué me está gustando o qué estoy consumiendo en mi día a día, por ejemplo, este año 2024, mi propósito de año nuevo fue hacer más ejercicio. Y por supuesto ahora que hago ejercicio, mi timeline es un montón de chicas muy fitness dándome consejos de cómo hacer pesas, de cómo comer, me dan ánimos para levantarme en la mañana y no faltar al gimnasio y si bien muchas veces no le hago caso a ninguna, me encanta rodearme de ese tipo de influencers. Ahora, cuando, por ejemplo, estoy a punto de cambiarme de casa estoy haciendo que mi algoritmo cambie. No creo tener un influencer grande, mi timeline cambia según mi día, y creo que eso es un poco la gracia: no siempre estar fitness, no siempre estar de corazón, a veces moda, a veces humor o veo puros vídeos de gatitos, va cambiando.
Me gusta eso que dices de jugar con el algoritmo.
Me encanta manipular el algoritmo. Yo soy ingeniera informática, entonces sé mucho de algoritmos. Y si bien tú puedes saber cómo funciona y entender el mecanismo, es increíble ver cómo ha avanzado. Crecí con el internet, soy millennial, y fue muy loco ver el viaje que han tenido las redes sociales desde que me metí por primera vez en internet a los 12 años. Yo tuve ICQ que fue el primer programa de mensajería, tuve Messenger, tuve Facebook cuando salió, Twitter. Soy una persona muy crónicamente online. He estado en Tumblr y ahora que volvió, he visto la evolución de cómo la gente se comporta en internet. Y cómo usa las aplicaciones y de cómo las aplicaciones cambiaron su forma de funcionar. Entonces para mí es muy loco ir viendo todos estos cambios. Veo TikTok todo el día, la aplicación que está de moda voy a estar ahí metida y me encanta manipular la forma en que están programadas estas aplicaciones, de realmente dar contenido para que no te salgas. Me sorprende y me asusta un poco cuando el contenido es tan específico para lo que te está pasando. Me parece en partes iguales interesante y entretenido, peligroso y loco. Tiene lados malos, pero me intriga mucho y lo voy a seguir usando consciente de que tiene cosas malas
Tienes muchas facetas, has trabajado con marcas, eres ingeniera informática, y en el Instagram de Clase Básica tienen más de 140.000 seguidores. Se podría decir que ya has vivido muchos de los sueños de tu protagonista, Florencia, al estar presente en estos eventos, en los que has vivido lo que ella quiere. ¿Qué consejo le darías tú a tú propio personaje? ¿Qué haría Kari en su lugar?
Es verdad, muchas de las cosas que Florencia busca y que mataría por tener, yo las he tenido. De hecho, cuando las tuve por primera vez, por ejemplo, cuando me invitaron a eventos, conocer a gente que yo veía en redes o que admiraba mucho, las primeras veces me emocionó un montón. Creo que compartí el mismo entusiasmo que muestra Florencia en el libro. Quizás desde una perspectiva más positiva. Yo nunca he sido tan maquiavélica como me parece que es Florencia. Pero, al mismo tiempo, soy cero como Florencia. Nada de estas cosas me mueven al punto de querer destruir o perder amistades. No es algo que mueva mi mundo. Siento que es muy entretenido, me encanta, da muchas anécdotas, pero no es lo más importante para mí, de ninguna manera. Yo soy una persona que valora mucho la familia, las amistades y mi privacidad. No soy de esas personas que andan publicando sus vidas. Por ejemplo, tengo una hija y no me gusta mostrarla en redes sociales. Me parece súper peligroso, soy de esa escuela de internet. Lo cual es súper loco porque trabajo en internet. Estoy todo el día conectada. Pero quizás es porque llevo mucho tiempo conectándome. Fui de la generación que compartía su vida como un diario de vida en redes sociales, eso pasó en un momento y ahora son cosas que no me entretienen. No sé si yo haría todo lo que hizo Florencia por conocer a Kim Kardashian, si bien amaría conocerla, es mi sueño, no me parece que la fama sea una virtud, que sea tan sano el querer conseguirlo y obsesionarse. Si bien siempre me ha gustado el tema y orbito sobre eso al estudiarlo y hasta analizarlo, no es un objetivo que me entusiasme. La fama por la fama, no. Me gusta que el libro se conozca y que me digan: “Oye, me gustó tu libro”. Ese tipo de cosas. O que la gente me diga en la calle: “Me encanta su podcast. Me encanta su Instagram”. Me pone muy contenta que a la gente le guste, pero no por un tema de que quiera ser famosa.
Siento que es un arma de doble filo. Esto que hace que la gente se obsesione con mostrar su imagen y de ser más famosos que las demás. Y tener muchos seguidores y muchos likes. A mí los likes no me interesan, la verdad. Siento que es una herramienta para conseguir cosas, como, por ejemplo, visibilidad o llevar tu mensaje a más lados. Que entiendo totalmente y no juzgo a nadie que lo hace, pero a mí me da lo mismo. De hecho, mi Instagram privado, ahora lo estoy moviendo más porque quiero promocionar el libro, pero no me puede dar más lo mismo que no me pongan un like en una foto. Y creo que tengo mil fotos que son selfies mías con un like de mi hermana. Me da lo mismo.
Te gusta el lado de la comunicación, transmitir lo que ves.
Admiro mucho la fama de otros. A mí, por ejemplo, hace poco me tocó que pude cumplir un sueño, porque salí en un videoclip de Karen Paola. Yo estuve en el video de Viva la noche. Ella nos invitó, porque es muy fan de Clase Básica, a participar de su videoclip. Y pude compartir con ella la grabación. Yo ya he estado con Karen Paola en varios momentos, en los que ya nos conocemos o hemos conversado. Y me sigue pasando, la veo y digo: “Es Karen Paola. Es famosa”. El startruck se mantiene, eso me pasa siempre. Y creo que me va a seguir pasando porque soy una persona que sigue a los famosos, me deslumbra eso, pero no es algo que busque para mí.
No eres como Florencia en eso. No te sientes igual.
Nada, completamente lo contrario. Por ejemplo, yo no busco tener conexiones con gente por interés, al igual que Florencia. Eso a mí me parece horrible. Pero eso sí se da. Demasiado. Y soy nada que ver a la Florencia, de hecho, me puedo morir si la gente cree que lo hice sobre la base de mi vida. Que quede en esta entrevista que no. Que es horrible. Ojalá que nadie se vea tan identificado con ella. Y si se ve, cambien.
Mencionas que es un libro para “básicos”, pero encuentro que tiene un trasfondo muy importante sobre los influencers. Cuánta relevancia se les da en la vida de las personas y el tema de la cancelación. ¿Qué opinas de eso? ¿Y cuáles eran tus parámetros al escribir el libro sobre esto? Porque igual querías dejarlo ligero.
Las cosas light o ligeras, como dices tú, no siempre son tan light como parecen. Qué bueno que pudiste ver eso que lo hice un poco a propósito. Si bien es un tema ligero, y que pasa mucho con los temas que disfrutan las chicas, porque no se les da el análisis que se le podrían dar a todos esos temas, por considerarlos tontos. Pero sí tienen profundidad y sí hay harto de qué hablar. Creo que las influencers sí tienen una atención que despierta debates muy interesantes para mí, ¿hay que darles tanta atención? ¿Es bueno? ¿Es malo? ¿Es algo que se pueda clasificar como bueno o malo? ¿Por qué le doy tanta cabida en mi vida? ¿Por qué tienen tanto poder a veces? ¿Por qué dejo que influyan tanto en mi día a día? Es un debate que siempre está cambiando, porque la figura de la influencer, desde que yo la conozco, ha tenido una evolución muy grande. De hecho, creo que la influencer está decayendo, la importancia que se le daba antes no solo en los medios, sino que también en la industria, ya es un tema económico, no es como era antes. La diversificación afectó mucho a que ya no hay una figura tan masiva para la gente más joven, ya no les importa tanto una figura o la opinión de una figura. Porque al final una influencer es una persona que influencia tu vida que te dice cómo ser o qué comprar o qué consumir. Y yo veo que la gente joven ya no está tomando tanto en cuenta esos consejos porque creo que la sociedad está avanzando hacia un lugar en que cada uno busca trabajar más en uno mismo. Buscar su individualidad y no tanto guiarse por figuras que te dicen cómo ser, sino que de forma creativa mostrar cómo es cada uno, para ser más diversos en la jungla digital.
Por otra parte, es interesante cómo ha cambiado también la figura de la cancelación. A mí me obsesiona ese tema. Sobre todo porque en mi caso me ha pasado mucho que me gustaron artistas que cancelaron muy feo. Realmente es toda una constante batalla que estoy teniendo al momento de consumir arte, música. ¿Está bien que lo siga escuchando? ¿Está mal? Soy experta en que me gusten cancelados, tengo muy mala suerte. Por eso yo creo que escuchó mujeres, porque las cancelan menos. Siempre que escucho hombres, terminan siendo los máximos funados. También me ha pasado ahora que trabajo en un medio en el que me encuentro con gente, por ejemplo, con la que comparto en un ámbito profesional y hay gente que me cabe súper bien porque son súper cordiales, buena onda y después los veo envueltos en cancelaciones de internet. Y no siempre con funas terribles, sino en discusiones, gente que dijo cosas desafortunadas y que otra gente encuentra que no está bien; otra gente los defiende, entonces, no sé, me parece un tema entretenido, por eso lo quise poner en el libro, porque lo tomo, como se dice en inglés, with a grain of salt, caso a caso.
Debe ser muy terrible que te cancelen, sobre todo por esto que te contaba, para mí es una preocupación constante lo que se piense de mí, si bien no marca mi vida como a la Florencia del libro, que siento que ella vive para el qué dirán a mí no me preocupa tanto y vivo mi vida como quiero yo, pero sí me importa lo que piensen, la imagen pública es algo que puede afectar en temas que sí me importan, por ejemplo, en lo profesional. Es muy heavy cómo un rumor o cosas que hiciste mal en el pasado vuelven a atormentarte y pueden afectar tu presente. Muchas veces la cancelación solo me gusta verla comiendo cabritas porque hay una dimensión de morbo, de ver cómo a alguien famoso lo destruyen. Por ejemplo, hace poco fue a Chiara Ferragni, una influencer italiana muy famosa, que a mí me encanta ver todo lo que construye. Y aun así me encantó ver su funa, y no porque yo quisiera ver a alguien caer, sino porque me entretiene ver a Ferragni. Su funa fue por vender panes de pascua, panetones, y mentir con que iba a donar un porcentaje a los niños con cáncer. Esa fue una historia para comentar con mis amigos, así como el cahuín per se porque es alguien que todos conocemos, que tiene una parte un poco ilegal, de vergüenza, de mentira, que la pillen. Me parece que por todos lados tengo opiniones sobre la cancelación y la más grande es que ojalá que nunca me cancelen, me cargaría estar en la controversia y el drama. Uno trata de ser buena persona y portarse bien, de vivir su vida de una forma en que no haga daño a otro, creo que eso puede ayudarte a que no te cancelen.
Sobre la construcción del personaje de Flo, que es alguien odiable y de repente uno empieza a empatizar un poco, pero después vuelves a cuestionarla. ¿Cómo fue para ti escribir a alguien así? Con quién no te sientes identificada excepto por su amor por Kim.
Sí, me estresó un montón, lo pasé súper mal en realidad. Es nada que ver a mí, pero muchas de las características de Florencia son exacerbaciones de vulnerabilidades que tengo yo o que siento que muchas chicas tienen. Es un poco una advertencia de lo que podría llegar a pasar si es que te dejas llevar por esas cosas negativas. Florencia es todo lo que yo no quisiera hacer nunca, creo que si conociera a una persona así en la vida real no podría hablar con ella, me caería pésimo, quizás no en público, pero la pelaría un montón con mis amigos. Diría que la encuentro atroz. Pero me daba mucha risa, la defiendo en el sentido de que si bien tiene muchas cosas malas su objetivo es honesto con lo que ella quiere, y es una chica que se mueve por alcanzarlo. Ojalá no pasara a llevar a otros, pero nadie puede decir que no es trabajadora, que no es esforzada y eso es bueno.
Presentaría el libro como una guía introductoria y divertida del mundo influencer, pero de manera parodiada como decías tú, y para seguidores de él es una historia entretenida que permite vivirlo ¿tú cómo presentarías el libro?
Me encantó lo que dijiste te lo voy a robar, pero sí es una pincelada de lo que es el mundo de las influencers, un mundo que es una jungla llena de personas, personajes, y de sus deseos y conflictos.
Ficha técnica:
Título: ¿Qué haría Kim K. en mi lugar?
Autora: Kari Valle
País: Chile
Editorial: Penguin Random House
Año: 2024
Idioma: español
Nº de págs.: 172
XD
no debería estar en cursiva?