Por Ismael Castellón
Entrevistamos a la codirectora de la obra Cuando se rompa el silencio, de la compañía Teatro La Crisis. Escrita y codirigida por Tatiana Baeza, la obra se basa en el polémico caso de la DJ nacional Anna Cook, quien falleció en 2017 en circunstancias aún no esclarecidas. Con este montaje, la Compañía busca conmemorar a Anna como una joven artista lesbiana. Para las directoras revelar la dimensión artística de Anna significa, también, un acto de justicia, entregando al público un último concierto póstumo, que sea reflejo de su poética y de su sentir.
¿De dónde surge esta codirección junto a Tatiana Baeza?
La obra se genera a partir de la dramaturgia de Tatiana, que es también la codirectora de la obra. Ella me hizo la invitación a codirigir este proyecto para seguir profundizando en las preguntas de la Compañía y enfrentar las necesidades que esta obra exigía: una obra musical donde las actrices pudieran ejecutar, al igual que una Dj, lo que se toca en escena. En este caso, también encontramos la sensibilidad para tocar los temas de Anna Cook en vivo y también para entender un texto que es sumamente fragmentario, desde el trabajo de Tatiana.
¿Dirías que es una obra de teatro documental?
Nosotras lo llamamos de otra forma. Con Tatiana lo hemos definido como «Teatro Desk» haciendo referencia al «Tiny Desk», que son estos conciertos pequeños en casa. Queríamos encontrar un nuevo formato de teatro donde pudiese ser posible que la música fuera un elemento fundamental, pero diferente al teatro musical. Básicamente es un concierto en un formato teatral.
¿Por qué decidieron abordar el caso de Anna Cook?
Viene desde el deseo del activismo que hacemos o «artivismo». El teatro para nosotras también es un espacio de denuncia y, en este caso, como Compañía siempre nos ha interesado visibilizar los casos de lesbocidio en Chile. Para nosotras, como activistas y artistas escénicas, es un desafío trabajar con casos reales. Como lesbianas, disidentes y mujeres; nos parece urgente poder visibilizar estos casos, que merecen justicia y merecen ser escuchados desde una reflexión profunda, desde lo que significa vivir la discriminación constante por el simple hecho de amar a otra mujer y ser mujer, o por el simple hecho de no corresponder a lo que se espera según tu género o tu sexo asignado.
Cuéntame del proceso de investigación. ¿Dónde encontraron los datos no oficiales sobre el caso para exponerlos en escena?
Los fuimos encontrando desde un proceso largo en conjunto con espacios lesbo-feministas, activándonos con distintas agrupaciones activistas y conociendo el caso de Anna desde lo más cercano. Desde la lesbiandad, por decirlo así. Y desde ese lugar nos hemos encontrado con este pacto de silencio que repleta el caso, donde los presuntos culpables no han hablado, no han querido hablar y han cambiado su versión más de cinco veces. Es sumamente complejo como artistas el poder posicionar todas las faltas que ha habido desde el poder judicial, desde el poder estatal y también desde la falta de conciencia hacia este caso.
¿Han tenido contacto con la familia?
Sí, estamos en contacto con la familia desde un principio, y para nosotras es fundamental. Nuestro deseo de hacer teatro feminista es también poder acompañar el proceso de personas reales que están llevando estos casos y habitando estos lugares.
¿Cuál ha sido la recepción de los públicos al ver la obra?
La gente ha salido muy conmovida. Para nosotras es una tranquilidad que, dentro de los grupos activistas en busca de justicia, la obra sea una almohada para el corazón. Ser activista exige harto en términos emocionales, especialmente cuando se está cercana, inmersa en la realidad y en la violencia, como en este caso. Nos alegra saber que es un abrazo para quienes están luchando y están exigiendo justicia al igual que nosotras. Y también para el público que nos ayuda a concientizar y entender que el caso ha estado lleno de errores y de malas ejecuciones desde todos los espacios: desde el espacio judicial, desde la investigación, y desde el espacio sociocultural.
Según el Movimiento de integración y Liberación Homosexual (Movihl), en 2022 bajaron los casos y las denuncias por homo/transfobia, pero se duplicaron los crímenes de odio ¿Cómo viven esto desde la Compañía, considerando, además, el avance político del Partido Republicano?
Lo vivimos con mucha conciencia y responsabilidad. Sabemos que estamos en un momento sumamente complejo de nuestro país, donde es importantísimo que las culturas, las artes y el teatro puedan posicionar reflexiones y discursos que nos ayuden a entender el difícil momento en el que estamos; para también poder guiarlo y encausarlo. Porque es más urgente que nunca encausar leyes que puedan ampararnos frente al nivel de violencia y crímenes de odio que hoy en día se están dando en este país. Y así también necesitamos leyes y conciencia sociocultural ante la inminente crecida del neofascismo, que sin duda pone en peligro los derechos ganados por mujeres y disidencias. Entonces para nosotras es importantísimo hacer obras como las que estamos haciendo.
¿Cuál dirías que es la finalidad última del montaje?
Hacemos un llamado a movilizarnos y a organizarnos desde las distintas trincheras, para que desde los distintos espacios podamos crear un discurso unitario, donde podamos avanzar hacia una vida digna, que necesitamos urgentemente tanto las mujeres como las disidencias. Esa es nuestra gran búsqueda a través de estas obras que buscan visibilizar este problema y concientizar al público general sobre la violencia estatal, sistémica, patriarcal, y neoliberal.
Ficha técnica:
Dramaturgia: Tatiana Baeza-Fariña
Dirección: Tatiana Baeza-Fariña y Evaluna Valdivieso
Elenco: Bárbara Martin y Paly Sanhueza
Dirección Musical: Aníbal Gutiérrez
Diseño Integral: Amanda López
Diseño de Iluminación: Tifa Hernández Pérez
Producción: Gonzalo Araya – Agencia Rizomas
Gestión: Gabriel Valenzuela – Agencia Rizomas
Difusión: Jordi Marcel – Agencia Rizomas
Música original de Anna Cook
Coordenadas:
Teatro Camilo Henríquez
Jueves 6, viernes 7 y sábado 8 de julio, a las 19:30 hrs
Entradas a través de Ticketplus
Edad recomendada +14
Duración: 60 minutos