Por Galia Bogolasky
Entrevistamos a la directora de la Feria de Arte Contemporáneo Ch.ACO 11. La undécima versión de la feria tendrá lugar desde el miércoles 25 hasta el domingo 29 de marzo, y estará abierta al público general desde el viernes 27 al domingo 29, entre las 13:00 y 21:00 hrs. Será en el Parque Bicentenario. Habrá más de 40 expositores de 16 países y un programa de conversaciones. Esto fue lo que nos contó.
¿Cómo se gestó la idea de realizar Ch.ACO en Chile hace 11 años?
Apareció cuando se empezó a intentar generar instituciones sobre artes visuales y cultura, por lo que sentimos que era necesario que existiera un mercado para solidificar las relaciones entre los distintos personajes que involucra el mundo de las artes. Queríamos que no solo se promoviera la cultura en las instituciones, sino también en las empresas, dándole la oportunidad a los mismos artistas de ver su trabajo a nivel internacional y que se hicieran conocidos fuera del país. La idea era democratizar el arte contemporáneo.
¿Cómo ha sido la experiencia haciendo una feria de arte contemporáneo de esta envergadura en Chile?
Partimos esta feria hace 10 años porque pensamos que era importante que hubiera una feria internacional en Chile. Lo emocionante es que han salido dos generaciones completas de artistas que, gracias a Ch.ACO, hoy no tienen la preocupación por la existencia de una feria de arte. La primera década fue de construcción, de siembra, de democratizar el arte y masificarlo, y ahora tenemos una gran relación con esta generación de artistas, con esta generación de público y estamos construyendo esta segunda década.
El año pasado se generó una polémica debido a que algunos artistas no quedaron conformes con la locación de la feria y las características del lugar. ¿Qué cambios se van a realizar este año? ¿Se van a mejorar los aspectos técnicos?
Hicimos modificaciones en la estructura organizacional de Ch.ACO y convocamos a un consejo asesor para que se pueda hacer un proceso ordenado y evitar problemas. Este año se va a realizar en el Parque Bicentenario de Vitacura, en un espacio encarpado de 3.150 metros cuadrados, con un total de 5.100 metros, si contamos el espacio al aire libre, donde ya se tomaron en cuenta todas las falencias que tuvimos en la última versión. Tenemos todas las energías puestas en recuperar la confianza y lograr nuestros objetivos.
¿Por qué la Feria ha cambiado tanto de lugar en los últimos años? Entiendo que salieron de la Estación Mapocho para acercarse a un tipo de público con mayor poder adquisitivo. ¿Es así? ¿Cuál es tu visión actual con respecto a este cambio de locación cada año desde que dejaron Estación Mapocho?
El lugar responde a la realidad de los espacios en el que se encuentra el mercado del arte y la cultura en Chile. Con el paso del tiempo, este lugar empezó a cambiar y las ventas ya no eran las mismas. Las galerías son las que nos pidieron modificar el lugar para llegar mejor a sus agentes y nosotros solo atendimos a ese pedido. Además, la esencia de la feria siempre ha sido ser itinerante.
Ch.ACO se caracteriza por ser la gran feria de arte de galerías nacionales e internacionales en nuestro país. ¿Cuáles son los mayores desafíos al trabajar con las galerías? Tanto chilenas como extranjeras.
Ch.ACO es la única feria internacional de arte contemporáneo en el país y su gran desafío es lograr convencer a las galerías internacionales de que participen de la feria. Debemos convencer a la galería extranjera de que se va a encontrar con un público nacional cautivo y, además, con artistas de interés que se podrán llevar hacia el exterior. Hace 10 años las galerías eran muy celosas de compartir a sus artistas y hoy en un mundo más global, entienden que es muy importante para un artista chileno tener relaciones con el mundo internacional. Una analogía puede ser cuando se hace un tour para un grupo de rock, donde resulta que este grupo va por los diferentes países y se encuentra con un público distinto. Bueno, ese es el desafío de Ch.ACO, que un interesado en el arte desde el exterior, sepa que puede encontrarse con una oferta de arte chileno muy importante.
¿Cuáles son las mayores ventajas y desventajas de hacer una feria con las galerías en vez de con los artistas directamente?
No hay desventajas, lo importante acá es que el artista se dedique a su quehacer y tenga un agente intermediario, tal como un artista tendría a un manager, para poder promover su trabajo, difundirlo, y hacerse cargo de la parte logística y administrativa. Es un alivio muy grande para un artista poder tener un compañero de carrera que, en este caso, es una galería, que le permite ahorrarse una gran cantidad de trabajo que no forma parte del proceso creativo. Es una relación muy ventajosa, tanto para nosotros como para el artista, donde cada uno hace su trabajo específico.
¿Qué opinas del arte chileno actual y cómo lo ves en relación con el arte latinoamericano?
Hay un movimiento muy grande en el arte chileno actual, seguramente porque se ha liberado de todo un peso que el mundo internacional le entregaba, teniendo que ser necesariamente un arte político. Hay una nueva generación que se relaciona mucho más con el mundo y no tiene que hacerse cargo de muchos problemas que el mundo internacional quería imponer a Chile. Entonces, hay una gran oportunidad para el arte chileno contemporáneo, de tener conversaciones muy nuevas, con nuevas temáticas y que son globales. Por ejemplo, si para el 8M hubo más de un millón de mujeres marchando, es justamente porque las cosas evolucionan y seguramente hay una oportunidad del arte chileno actual de conversar con personas que no solamente tienen un problema político, sino también uno social. Esta democracia, que encuentro fenomenal, obviamente se va a relacionar con la creación artística. En ese aspecto, la conectividad, las redes sociales, permiten constatar que existe una individualidad entre los artes, pero que al mismo tiempo pueden dialogar. En ese sentido, es importante que exista un arte chileno y no solamente uno latinoamericano en su totalidad. Hace 15 años existía el debate que solo existía un arte latinoamericano y no uno por país. Hoy, cada uno de estos países tienen su identidad, pero sí me parece interesante que estas identidades conversan, que no están aisladas, pero que se van enriqueciendo unas con otras por medio de las redes sociales y la conectividad.
¿Cuáles son tus artistas favoritos? Chilenos o extranjeros.
Son preguntas un poco idénticas. Lo que hace la feria, desde su génesis, es asegurarse que en el fondo la oferta sea tal, que sea para todo gusto y que Ch.ACO represente un amplio espectro de la realidad y, por lo tanto, no tenga ningún grado de subjetividad frente a la realidad del país. Obviamente, más subjetivo en el aspecto extranjero, porque no hay más de 16 países. Es una experiencia muy interesante ver al arte chileno dialogar directamente con el arte extranjero. Lo que puedo decir es que cada uno tiene que venir y hacer su propio ranking.
¿Qué novedades se vienen para Ch.ACO 2020? ¿Cómo se hizo la curatoría?
En esta edición de Ch.ACO -11, vamos a hacer mucho énfasis en las relaciones artísticas con diferentes países. Vienen instituciones, curadores, artistas, profesionales y galeristas de 16 países. También va a participar el artista visual y músico sueco, Jay-Jay Johanson, siendo primera vez que visita Chile y la presencia de la obra del artista italiano, Leonardo Petrucci en el macro de un proyecto conjunto con la Embajada de ese país. Vamos a recibir a diversos profesionales internacionales, como el curador español David Barró, la directora artística del MOCA November Paynter, el director artístico y curador de Untitled Miami, Omar López-Chahoud, quienes participarán en conversatorios y clínicas de revisión de portafolios.
¿Cómo crees que ha evolucionado el coleccionismo en Chile?
Para que un coleccionista internacional se interese en un artista chileno, es vital que exista un coleccionista nacional que lo promueva. Hace 10 años ese concepto no estaba muy claro. Es muy relevante que la Fundación Engel haya estado en la Sala Alcalá 31 en Madrid, de manera paralela a ARCO, exponiendo obras de más de 30 artistas chilenos. Otro ejemplo es el de la artista Paz Errázuriz, donde el mismo coleccionista Juan Yarur, regaló la obra La manzana de Adán a la Tate Modern de Londres hace unos años, lo cual permitió que adquiriera reconocimiento en todo el mundo.
Si esto se hace de esa forma, entonces el artista chileno puede entrar al sistema y no tiene que quedarse esperando a que lo vengan a elegir de forma aleatoria. Todos los artistas que han pasado por la Bienal de Venecia han sido de interés para los coleccionistas de todo el mundo. Uno de los objetivos de Ch.ACO es convocar a estos coleccionistas a ver obras de más de 150 artistas chilenos en la feria.
Ch.ACO se ha caracterizado por mostrar arte moderno, actual, vanguardista, que siempre tiene varias piezas que logran llamar mucho la atención, tanto por el impacto como por el mensaje. ¿Qué vamos a ver este año con respecto a las tendencias del arte contemporáneo?
Para esta versión, buscamos propuestas de todo tipo. Pusimos gran énfasis en el espacio interior, invitando a Rodrigo Alonso a intervenir espacios con materiales reciclados, a MilM2 con Proyecto Pregunta a realizar intervenciones, entre otros. Además, vamos a presentar temas que están en la agenda actual, como el empoderamiento de la mujer con la exposición Agorafilia que aborda el trabajo de 17 mujeres artistas, el poder personal con Nothing Gallery que exhibirá You are the center of your world, una serie de fotografías que plasma la realidad de los niños en América, de Lisl Steiner, etcétera, tratando temas muy relacionados con la actualidad y sus desafíos.
¿Cómo te enfrentas a una feria de arte en un momento tan efervescente a nivel político y social? ¿Cómo haces que el arte cobre relevancia en este contexto?
Si Ch.ACO se realiza, entrega una señal que demuestra que estamos postulando la necesidad que tiene el arte de estar siempre presente en la sociedad. Esta será una edición de solidaridad, enfocada en convocar a personas de todo Chile y del mundo, la manifestación de un evento democrático que se dirige a un público transversal, familiar, jóven y adulto. Es una oportunidad para reunirnos, conversar y compartir en torno al arte, la sociología, la historia, además de la actualidad y cómo se expresan las inquietudes a través del arte. En este sentido, contaremos con conversatorios para abordar el tema que estamos viviendo en este momento.