Entrevista a directora de la obra “Mediocres”, María Figueroa: “A mí me encanta el humor en el teatro en sí y quería usarlo porque sentía que la televisión ya era absurda”

Por Paulette Waissbluth

María Figueroa es una actriz y directora teatral chilena que junto a la compañía Frente Teatral estrenaron Mediocres, una obra que trata sobre cinco personajes que buscan la manera de salvar un canal de televisión en la quiebra, al punto de caer en la sobre explotación de redes sociales a través de discursos de odio a costa de generar rating. Uno de los aspectos más llamativos de la obra, aparte de las habilidades de los actores y actrices, es el uso de recursos audiovisuales durante la ejecución de la obra, como por ejemplo, conectar las cámaras de los celulares a una pantalla grande y ver lo que graban en vivo, cuyo fin tiene que ver con la temática de la obra.  

¿Qué inspiraciones tiene esta obra? ¿Cómo fue el proceso de querer contar esta historia y qué investigaciones hicieron? 

Desde hace años venía dándome vuelta esta idea, desde que estaba estudiando la carrera, pero nunca se concretó y después me fui a vivir a España y se fueron dando otras cosas. Pero al volver a Chile decidí que tenía que hacerlo, entonces junté a un grupo cercano de colegas que ya nos conocíamos y habíamos trabajado antes, con varios éramos compañeros en la universidad, íbamos en la Universidad de las Artes y las Ciencias Sociales (Arcis) que ya no existe, y todos ya habíamos hecho un trabajo previo antes y nos conocíamos en ese proceso creativo. Primero empezamos un proceso más teórico de investigación, leímos libros y en eso tenemos a nuestro copiloto, a Noam Chomsky, un teórico anticapitalista, antisistémico que habla sobre la manipulación mediática, era nuestro gran referente en lo teórico para poder entender. Desde el estallido social, y desde antes incluso, venían estas pancartas de «apaga la tele», «la tele miente», veíamos que había una línea editorial en la televisión pública y privada, pero no teníamos los conceptos a lo que sería cada cosa, pero con la investigación que hemos hecho ya sabemos que eso se llama Agenda Setting, por ejemplo. Con la investigación pudimos tener un poco más tratados los conceptos al momento de empezar el proceso creativo. Luego postulamos al Fondo Nacional de Desarrollo Cultural y las Artes (Fondart), lo adjudicamos y comenzamos a trabajar.

¿Por qué quisieron abordar la temática de la obra como una sátira?

Lo tomamos como una sátira porque en este grupo que empezamos con los más cercanos somos muy del humor negro, así es nuestra dinámica, a mí me encanta el humor en el teatro en sí y quería usarlo porque sentía que la televisión ya era absurda, ya habían cosas que eran sátira como el periodista en monopatín que se cae por ejemplo, muy de los matinales sobre todo. Entonces, cómo no íbamos a usar todo este material maravilloso. En medio del proceso creativo tenía bien claro que quería que esto fuera como una rapsodia, que pasáramos de la comedia pura y dura, después un poco de realismo y mostrando el discurso de la obra que es: qué es verdad y qué es mentira.

Esta obra fue comparada con la serie Black Mirror, ¿Qué opinas de eso? ¿Se inspiraron en esto?

En un principio no lo tomamos como inspiración, nuestros referentes eran otros, pero sin duda hablamos sobre las tecnologías, esta obra tiene mucho de tecnología en su dispositivo, entonces claramente es un capítulo de Black Mirror, qué terrible pero sí. En el fondo la serie no habla de una distopía, pero en verdad Mediocres es el presente, es lo que está sucediendo, de hecho me hicieron una entrevista para La voz de los que sobran y sacaron un extracto en el que hablamos de Rodrigo Sepúlveda y se viralizó y llegaron muchos comentarios de odio, entonces era como ver la obra en la vida real. Es lo que estamos viviendo hoy en día.

En algún punto vi una similitud entre algunos aspectos de la obra y el boom del reality Gran Hermano, en dos aspectos, por un lado volvió esta farándula televisiva pero ya no solo en la televisión, sino que en redes sociales también. Y en otro aspecto, a la subida y bajada de los personajes, un día los amamos y otro día los odiamos dependiendo de lo que dicen.

Yo era fan de Gran Hermano, yo soy una consumidora de televisión porque crecí con esta, y por lo mismo también hablo de estos temas, pero la veo con crítica, yo veía Gran Hermano y sabía que había misoginia, violencia, pero no le hacía el boicot porque ya estaba totalmente entregada a la adicción. En el proceso de las revueltas sociales hasta ahora, el mismo periodista pasó de ser experto en política, en sociedad, en pandemias, y ahora en farándula de nuevo. No digo que no deban porque su tarea es estar actualizados, pero veíamos a Tonka Tomicic hablando de política en las revueltas sociales, y es una transformación de temáticas pero con los mismos rostros. Volvimos al 2000, desde la moda hasta el tratamiento de la televisión. También fue referencia para la obra esto de que a los personajes públicos los quieren un día, después los odian, y depende de cómo lo editen también.

Una de las cosas que más resalta de esta obra es la ejecución audiovisual, lo que provoca mucha cercanía con el espectador ya que al ver la pantalla es como si uno fuese parte de las personas detrás del celular que están viendo a los personajes. ¿Cómo fue montar toda esta parte más técnica? ¿Se encontraron con algún desafío?

Trabajar con tecnología, y sobre todo cuando no se tienen los equipos de última tecnología, es complicado, a veces tenemos fallas técnicas pero son mínimas, logramos entrar en un circuito cerrado perfecto en el que el técnico que tenemos se especializa en hacer estas cosas, trabaja en la televisión haciendo cosas en vivo con muchas cámaras, entonces sabe bien cómo hacerlo. Es una de las necesidades de la obra y de su naturaleza poder tener estas herramientas y alguien que sepa usarlas.

Antes de que comience la función, mientras las personas se van acomodando, se escuchan en repetición audios de diferentes memes chilenos, ¿Cuál es la intención de esto?

Primero quisimos que sean memes que salieran netamente en la televisión, luego ya nos fuimos extendiendo porque habían algunos virales muy buenos y más que nada era también para recrear la esencia de Tik Tok, por ejemplo al final de la obra también está esa esencia de redes sociales que es como un bombardeo de información e imágenes que al final uno no ve ni escucha nada. Entonces, el preset era guiar al espectador y espectadora a lo que vamos a ver, que son los virales, las tendencias. La idea es ir actualizando los audios si sale uno en el futuro, ir jugando con el presente. Por ejemplo, en el verano estaba de moda la Christell con su canción y la ocupamos en algún momento, pero han pasado dos meses y ya no lo podemos ocupar, es impresionante la rapidez.

La calidad de los actores es muy buena, la forma en que te mantienen tenso de principio a fin y junto a ello la capacidad de decir diálogos muy rápidos y sin trabarse es impresionante, ¿Cómo fue el proceso actoral para la obra? ¿Cuál fue la preparación y cómo fueron los ensayos?

Nosotros partimos como una especie de laboratorio sin querer hacerlo. Se dio porque había que trabajar improvisaciones y Juan Pablo Troncoso, el dramaturgo de la obra, iba bajando todas esas improvisaciones. Yo iba armando ciertos puntos para trabajar como escenas y temáticas, dialogándolas con Juan Pablo, y esas las íbamos improvisando, y ahí decidimos que la primera escena tenía que adentrarse en este mundo caótico que es preparar todo para salir al aire, que si bien no fuimos especialmente a un canal a ver cómo se movía esto, sino que imaginamos que era como empezar una función con todo esto de correr de un lado a otro. También conversé con varias amigas y amigos que son periodistas y han estado en canales y me han dicho que han hecho de todo, la misma que hace la pauta se encarga de redes sociales por ejemplo. Entonces tomé esa esencia que también es muy del teatro en Chile, de este circo pobre en el que todos hacemos de todo, y se fue dando este pimponeo, que sobre todo tiene la primera escena en la que todos están en su mundo individual y nadie escucha a nadie. Esa escena fue mucho ensayo, generalmente a los actores y actrices se les enseña a dialogar y esa escena no es diálogo, es todo lo contrario, fue un gran desafío para ellos y lo lograron, ahora ya la tienen dominada pero ni al estreno llegamos con la seguridad que tenemos ahora, incluso habiéndola ensayado tanto porque era muy difícil, uno se llegaba a equivocar en el pie y se generaba un efecto dominó con los otros entonces había que ensayar mucho, ellos aplicaron distintas estrategias como grabarse y escuchar los audios durante el día a día, en un momento pensamos que esta escena no iba a salir porque es demasiado difícil, pero se logró. Estuvimos diez meses trabajando para esto, cumpliendo con las horas que nos daba el proyecto.

¿Cómo nace la compañía Frente Teatral? 

Frente Teatral parte con este proyecto de Fondart. Para el proyecto Mediocres somos once personas.

¿Cuál es tu formación?

Yo estudié actuación en Arcis y siempre me llamó la atención dirigir más que actuar, me gusta más poner ideas en escena y tener un espacio de creación. También vi la necesidad de formarme e hice el diplomado de la Universidad de Chile de dirección, que si bien para dirigir no es algo necesario, era porque yo tenía esas inseguridades propias, pero me sirvió porque me dio varias herramientas. Me empoderé en ese rol sobre todo siendo una mujer creando, no quería hablar de temas solo de mujer, sino ampliar eso porque a veces hay un estigma muy grande con eso.

¿Están preparando algo? ¿Qué te gustaría hacer ahora?

Queremos seguir trabajando en la misma línea con la compañía y como creadora que es abordar temas contingentes, con una mirada contemporánea y que sea de interés social, por ejemplo ahora vamos a hablar sobre SOSAFE, vamos a hablar sobre un vecindario que se obsesiona con la seguridad y empiezan a hacer representaciones de posibles asaltos hasta que termina mal, vamos a hablar del uso indiscriminado de armas, de defensa personal, pero sobre todo la aplicación SOSAFE.

Ficha técnica 

Título: Mediocres

Dirección: María Figueroa Mardones 

Dramaturgia: Juan Pablo Troncoso Chandía

Elenco: Rodrigo Florechaes, Tomás Ahumada, Linus Sánchez, Valentina Torrealba y Deborah Carrasco

Producción general: Victoria Iglesias

Diseño sonoro: Camilo Venegas Toledo

Diseño de Iluminación: Javier Pavez 

Diseño de escenografía: Andrea del Carmen Pizarro 

Realización multimedia: Julián Rudy

Sonido: Gonzalo Soto 

Diseño gráfico: Andrián Bais 

Duración: 80 minutos

Coordenadas

21 al 30 de abril

Jueves a sábado 20,30hrs

Teatro Mori Bellavista

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