Entrevista a la directora de “Lemebel” Joanna Reposi: “El documental está de fiesta y nosotras también estamos de fiesta”

 

Por Galia Bogolasky

Tuvimos la oportunidad de entrevistar a la cineasta chilena, luego del estreno de su documental sobre el escritor y artista chileno Pedro Lemebel. La película ganó el Teddy Award al Mejor Documental LGBTQ+ en el Festival de Berlín y ganó mejor película chilena en la reciente edición de Sanfic. Esto fue lo que nos contó Joanna Reposi sobre esta exitosa película.

¿Cómo fue el proceso de crear el documental en torno a la figura de Lemebel?

El proceso de grabación en torno a la figura de Pedro fue un proceso que duró ocho años, fueron de altos y bajos de manera intermitente. Yo le propongo a Pedro hacer un documental sobre su performance, sobre la obra visual, que en ese momento era menos conocido, él ya había explotado con el «Tengo miedo Torero» Planeta ya lo estaba editando en España pero la parte performática era mucho menos conocida, había emergido a fines de los ochenta con «Las Yeguas del Apocalipsis» y en un momento de Dictadura con Pinochet, underground entonces me parecía muy interesante conocerlo por un lado primero, yo conocerlo y también mostrárselo al mundo.

Entonces me acerco a Pedro, él encantado con que hiciéramos esta película y lo que vemos en el cine, ese archivo de registro durante ocho años que nos juntábamos en la intimidad de su casa donde él me empezaba a mostrar o desclasificar material inédito que tenía que ver con su infancia, familia y performance. Luego de ese proceso de ocho años, antes de morir Pedro me dice: «Jovi, haz la película que quieras» y me firma los derechos en vida para poder hacerla y de ahí pasaron cuatro años más donde empiezo a postular a los fondos concursables para poder financiar la película, en total fueron doce años de trabajo.

¿Cómo elegiste el punto de vista?

El punto de vista de la película siempre lo tuve súper claro desde que me acerco a él, le digo a Pedro que no quería hacer una biografía clásica. Esa fue una de las razones también de por qué Pedro me abrió las puertas de su casa y congeniamos muy bien en la narrativa audiovisual y propuesta de la película. Siempre quise que fuera desde la performance más que desde su obra literaria, aunque igual en Pedro, si bien está la performance, es imposible no tocar parte o algunos de sus libros más emblemáticos como el texto «El Manifiesto» que también es una performance con estas fotos de la Claudia Román con el az del martillo y siempre tuve claro además que Pedro fuera el protagonista de esta película, su figura, que fuera él que hablara de sí mismo, de su obra, de sus momentos y todas estas voces que pudieran aparecer de menor medida en la película fueran unas voces coral. No identificar realmente quién está hablando, sino que aportaran desde su visión algo o de alguna manera el contexto de Pedro Lemebel. Siempre lo tuve muy claro, nunca tuve dudas del punto de vista y lo mantuve hasta el final. El guion pudo haber cambiado, por supuesto que cambió de hecho, porque Pedro, cuando parto con él, estaba sano, a lo largo del tiempo él se enferma y luego muere, eso no estaba en la película ni en el guion originalmente pero el punto de vista y desde dónde quise contar la historia siempre fui fiel a eso.

Cuando yo te comentaba en el tiempo de producción, claro fueron ocho años de registro, cuatro años de trabajo, armar equipo y luego hacer entrevistas con el resto de las personas y buscar el archivo, otros archivos de quienes lo fotografiaron y grabaron durante distintos momentos. El montaje fue relativamente fácil, en el sentido que fluyó muy naturalmente porque teníamos el punto de vista muy claro de la película.

La película se centra más que nada en las performance y en el aspecto artístico del trabajo de Lemebel, más que en el literario. ¿Por qué optaste por enfocarte en ese aspecto de su vida?

Me interesaba explorar en aquello menos conocido de Pedro, además qué me permitía cinematográficamente explorar como a mí me gusta explorar con la fotografía, con la diapositiva, con la proyección, con esta instalación urbana que yo hago en los edificios, en los espacios públicos, en los espacios donde Pedro circuló, habitó, vivió porque me permitió trabajar el archivo de una manera más creativa y a mí me interesa explorar esas distintas texturas que te entrega el archivo y la proyección, las cámaras, que ofrece el material de una manera más cinematográfica. Por eso, quise abordar la figura de Pedro desde su performance más que desde la literatura y además porque era menos conocida.

Tu generaste una relación de amistad con Lemebel durante los años, ¿Cómo te pudiste abstraer de tus sentimientos de amistad para contar esta historia de manera más «objetiva»?

La verdad es que nunca me interesó hacer una película objetiva. No me interesa hacer películas objetivas, no creo en ese tipo de películas. Me parece que no son películas sino más bien cuando uno busca o trata de la objetividad, que parece que siempre esa objetividad no existe. Siempre hay una subjetividad, siempre hay alguien que interpreta esa realidad. Eso se lo dejo más a los periodistas que hacen reportaje y su labor es informar, entregar datos y fundamentar mucho más la información, en el caso de la cinematografía, hacer películas. Yo creo en los puntos de vista autorales, en la subjetividad del autor y en ese sentido nunca tuve un problema, al contrario. Esta película es una visión que yo tengo sobre Pedro Lemebel y siempre se plantea desde ahí, desde ese punto de vista y de esa forma de enfrentar esa realidad o la realidad de Pedro, desde la performance, desde donde él va a hablar y no entran otros. Es la película que yo quise hacer, es mi mirada sobre este Pedro Lemebel.

La película tiene una atmósfera y una estética muy particular, con las proyecciones de las fotos en los muros y el material de archivo. ¿Cómo llegaste a esa propuesta?

Yo venía trabajando ya hace tiempo con la proyección, es un formato de la diapositiva que me interesa explorar. Lo había hecho anteriormente en algunos vídeos arte que he hecho, la materialidad que tiene la diapositiva, el archivo, la textura que ofrece, el trabajo con las distintas cámaras, el súper 8mm, el grano que tiene, la imperfección que tiene el archivo y la complejidad de la fotografía, del fílmico, me parece que son herramientas nobles que se pueden trabajar de una manera cinematográfica donde uno puede crear ciertas lecturas, atmósferas y una narrativa que no está dada cien por ciento en el texto, en el testimonio sino que uno construye una línea, una narrativa, una linealidad audiovisual en la que se conjuga sonido e imagen y te entrega distintas layers, capas en la película, te entrega información, emoción y me parece interesante cuando las películas hablan desde ahí más que desde un contenido tan puro y duro. Yo fui VJ, trabajé mucho tiempo en vídeo instalaciones y también es un trabajo que me gusta explorar en mi cinematografía. Por eso también le digo a Pedro y le propongo trabajar una película sobre él desde ese ángulo porque me parecía interesante en términos exploratorios, creativos y artísticos. Congeniábamos muy bien también y además me interesaba hacer de esta película una instalación visual, que la película además fuera una obra en sí misma, buscando de alguna manera también dialogar con la obra de Pedro Lemebel donde él usa mucho la proyección y eso en sus trabajos performáticos. Proyección y estos trabajos de vídeos.

¿Cómo fue el proceso de recopilación y selección de archivo?

Yo trabajé ocho años con mis propios archivos que es casi el centro de la película. Luego, cuando muere Pedro tuve la sensación que me faltó conversar y entrevistarme con sus cercanos, hago entrevistas, más de cuarenta entrevistas con audio a distintas personas que fueron relevantes en su vida en distintos momentos; Pía Barros, Carmen Berenguer, Juan Pablo Sutherland, Diego Díaz y muchos otros, Gilda Luongo, Jovana Skármeta, Sergio Parra. Entonces la verdad es que con esas voces hago una investigación del personaje para comprender la complejidad de Pedro y a la vez, durante un año empiezo hacer un catastro del archivo con fotógrafos y videístas que lo filmaron y retrataron en distintos momentos de su vida, ese es el trabajo que hago durante un año una vez que me gano los fondos y empiezo a trabajar para poder recopilar ese material.

La película fue un proceso de años, la empezaste cuando él estaba vivo y la estrenas cuando el ya no está. ¿Cómo fue abarcar la historia desde que Pedro Lemebel muere?

Parto con el Pedro sano, parto con él, la película con la que partí era distinta totalmente a la que terminó siendo en el documental. Uno termina de escriturar el guion en el montaje y eso fue lo que pasó y en el final, en el montaje, uno incluye la muerte, que antes no estaba. Entonces, son procesos creativos. Uno parte haciendo una película con ciertas ideas, hubo muchas performance y grabaciones que no pudimos realizar con Pedro, que las pensamos, que las soñamos, pero por su enfermedad, distintos motivos, no pudimos hacerla entonces adquiere una relevancia mayor. Creo que cuando Pedro muere, y también eso tenía que estar en la película, de alguna manera sentí que se hacía justicia con su historia y me parecía que eso estaba presente en los materiales. Uno construye películas de lo que registra entonces la materialidad también te va hablando y eso está en la película porque ocurre finalmente.

¿Cuáles fueron los mayores desafíos del proceso de trabajo del documental?

El mayor desafío de la película fue cuando Pedro estaba vivo, fueron esos ocho años de registro, que yo partía, pero no sabía en qué íbamos a terminar. Partíamos filmando a altas horas de la noche. Había veces que concertábamos ciertas entrevistas y por distintos motivos se cancelaba la grabación. Fueron ocho años difíciles, por algunos medios dije fue una montaña rusa, con altos y bajos, Pedro no era fácil.

La película ha obtenido importantes reconocimientos, tanto internacionalmente con el Teddy, y a nivel nacional, cuando recientemente ganó la Competencia Nacional de Sanfic. ¿Cómo recibes este reconocimiento?

Los reconocimientos y premios los recibimos con mucha felicidad. Esto fue trabajo de muchos años, es un trabajo colectivo donde un equipo, y no solamente yo, se comprometió a hacer esta película junto a mí. Es un premio no solamente para mí sino para el equipo que trabajó con una energía y el aplomo durante todo el tiempo, para mi socia Paula Saenz, Paz Urrutia de Solita Producciones y también el premio no solamente fue para la película sino a la figura de Pedro Lemebel. Estamos muy contentas con el reconocimiento internacional, estamos muy contentas con el premio que nos llevamos en SANFIC, de alguna manera es un premio también al documental, el documental está de fiesta y nosotras también estamos de fiesta, muy orgullosas y felices de recibir los reconocimientos. No somos como algunos directores que no están ni ahí con los premios, nosotras sí estamos contentas y felices, lo festejamos y es un lindo reconocimiento a todo el equipo y también esta película viene a traer la voz de Pedro en alto y eso me deja muy contenta y feliz y tranquila.

En Chile también estamos feliz, impresionante con todo lo que ha pasado a nivel de audiencia, el primer día tuvimos 1.000 espectadores, el primer fin de semana 3.000, el segundo 6.000, llevamos 9.000, la tercera semana o más. Algo totalmente inesperado para el cine independiente y documental en Chile. Las funciones agotadas en regiones, en pre venta, que se agoten las funciones, son cosas inéditas que nos cuentan, como en el Teatro Condell en Valparaíso. Están todos muy contentos, el documental está de fiesta. Esto de alguna manera dice que hay muchas ganas de ver a Pedro nuevamente, de volver a escucharlo, de volver a sentirlo. Esta película combina dos grandes cosas; creo que es una muy buena película y además tenemos la figura de Pedro que es un grande para Chile. De alguna manera te das cuenta que se echa de menos, que se extraña, una figura como él, una voz tan importante como él y sobre todo en los tiempos que vivimos que me parece que es fundamental. Te dice que las audiencias se quieren volver a encontrar con él, el público se quiere volver a encontrar con Pedro.

La película se estrenó en Chile con gran éxito ¿Cuáles son los próximos planes de la película?

En Estocolmo, ganamos el Audience Award que es el único premio que se entrega en el festival. Estamos muy contentas, la película ha tenido un gran recorrido por festivales, vamos a seguir viajando por festivales, no puedo divulgar todavía muy bien. La próxima semana me voy al Festival de cine en Biarritz, luego me voy a Glasgow. La película está teniendo una gran trayectoria y recorrido en festivales internacionales, seguimos en cartelera en Chile estamos en el Hoyts todavía, en el Costanera Center. ¡Vayan a ver la película! Seguir conectándonos con la audiencia tanto en Chile como en el mundo y una larga vida para Lemebel la película.

FICHA TÉCNICA
Dirección: Joanna Reposi Garibaldi
Producción: Paula Saenz-Laguna
Guión: Joana Reposi Garibaldi
Montaje: Titi Viera-Gallo Chadwick
Fotografía: Niles Atallah
Sonido: Roberto Espinoza Sonamos
Agente de Ventas: Paulina Portela – Compañía Cine
Distribución Fest.: María Vera – Kino Rebelde
Países: Chile, Colombia
Duración: 96 min
Calificación: Mayores de 14 años

 

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