Entrevista a la directora de «(Neonatología)», Eliana Furman: “Nos parece fundamental dejar de romantizar la maternidad”

Por Tania Sáez

Entrevistamos a Eliana Furman, la directora de (Neonatología), la segunda entrega de una trilogía biográfica y documental que tiene como objetivo cuestionar los discursos socioculturales que a lo largo de la historia han idealizado la maternidad. Esta trilogía es parte del colectivo Proyecto Puerperio. La primera parte, titulada (Puerperio), ha sido vista por más de 4.000 personas y recientemente concluyó una exitosa gira por España.

En Neonatología, se llevan a escena las experiencias personales de cuatro mujeres: una matrona, una académica especializada en mujeres místicas medievales, una actriz y una psicóloga perinatal. A través de sus conmovedores testimonios, exploran temas tan profundos como la supervivencia, la muerte, la maternidad, el duelo, la culpa y la negligencia médica, para así abrir un espacio que históricamente ha sido habitado en soledad

Esto fue lo que nos contó

Primero, le quería expresar mis condolencias por la pérdida de Roberto Hoppmann, que justo falleció el día del estreno.

Estábamos todos bastante afectados, ya que para nosotros, Roberto ha sido super importante. Siempre apoyó mucho el trabajo que hacemos y, en cierta medida, nos cedió Espacio Taller para que fuera nuestra casa, desde el proceso de investigación hasta el montaje y la creación. Fue una noticia muy fuerte, pero también es significativo que haya sido el mismo día.

¿Qué mensaje buscas transmitir a través de esta obra y el Proyecto (Puerperio)? ¿Qué te inspiró hablar de estos temas?

Mi propia experiencia me motivó a crear esto. Cuando fui madre por primera vez, me pareció una locura que nadie hablara de lo que realmente es. Tuve una gestación muy buena, un parto natural que salió bien, del que me informé, que me preparé y del que fui muy consciente, pero al nacer la guagua, todo cambió, es un mundo aparte. Nadie te habla de eso, nadie me había advertido, o tal vez no quise escuchar, pero en el fondo pensé, «¡que heavy todo esto!» El día y la noche se confunden, el cuerpo está constantemente lleno de fluidos, sangre, leche, una mezcla constante, y el cuerpo de una madre se transforma, uno no se reconoce. Mientras gestas es distinto, la guata va creciendo y es algo mágico cuando las gestaciones son buenas, pero cuando llega el parto, es como ¡pum!, la realidad te golpea, ahora tienes una guagua que depende 24/7 de ti, y su única manera de transmitirte alguna necesidad es a través del llanto, es una locura. Me di cuenta de que era muy necesario reflexionar y visibilizar este tema. Entonces, ahí nació la primera parte de la trilogía, llamada (Puerperio).

Después del éxito de (Puerperio) y regresando de una gira por España, nace mi segunda hija. Me olvidé de lo que significa el puerperio y me embaracé de nuevo. Es muy loco, porque uno se olvida de lo que significa, por eso se llama (Puerperio) entre paréntesis, porque es un paréntesis vital que luego pasa. Entonces, me pregunté qué es lo que pasa con las madres que están en ese proceso, y no solo las madres, también los hijos y la sociedad, ¿cómo podemos contener, apapachar, brindar apoyo desde lo económico, lo amoroso y lo vincular? Hay muchas aristas sobre cómo podemos acompañar estos procesos de maternaje, para que no se vivan en soledad ni se vivan con tanta culpa.

En mi segunda experiencia de maternidad, también tuve una gestación maravillosa y el parto yo que quería, pero mi guagua nació con un bicho, y nunca supimos que fue. Así que tuve que pasar por la neo, bueno, la obra también se llama (Neonatología) entre paréntesis, porque también es como un paréntesis vital en la vida, es un paso por ahí, después te vas pero queda tu cuerpo y alma. Mi guagua no estuvo en riesgo vital, pero si me quedé varios días porque necesitaba antibióticos. Entonces, me toco ver un mundo paralelo, de mujeres en batas rosas y hombres en batas azules, madres desesperadas sacándose leche para dejarla allí, porque a diferencia de mí, hay madres que tienen a sus hijos más de tres meses, y no se pueden quedar por distintas razones. Las matronas, las alarmas y monitores, todo este mundo, también me pareció tremendamente cinematográfico y teatral, un espacio muy escénico del cual nadie habla. ¿Quién habla de la muerte perinatal o de las guaguas que mueren al nacer? Es un tema duro pero real. Las mujeres viven sus duelos en silencio, poco contenidas. Entonces, creo que hay que reflexionar de estos temas, para que la sociedad pueda brindar un mejor apoyo, apapachar mejor y cambiar la trayectoria. Compartir estas experiencias y conocimientos a una audiencia, provoca que entre las personas que están ahí se interpelen y se pregunten cómo pueden ayudar, o simplemente llaman a sus madres o amigas que han pasado por la neo y les ha tocado pasar por todo esto. Por otro lado, trabajo con experiencias personales, con las chiquillas en escena, con el teatro documental y biográfico, así que la inspiración también surge de mi propia vivencia.

Una de las historias que llego mucho, fue la de Daniela, la académica especialista en mujeres místicas medievales ¿Cómo es trabajar con un tema tan delicado como ese?

Fue delicado. Paralelamente a los montajes profesionales, trabajo con grupos de mujeres de distintas áreas que buscan darle un nuevo significado a su experiencia de maternidad a través de laboratorios teatrales de teatro documental. Ya tengo la experiencia en el cuerpo de trabajar con mujeres que no son actrices, como es el caso de la Dani, y con mujeres que desean resignificar experiencias de maternidad, de las cuales involucran muchas experiencias dolorosas, como pérdidas gestacionales o diversos tipos de duelos.

Con la Dani, mi trabajo fue principalmente cuidarla, ya que ella quería poner su historia al servicio de la creación y al servicio del teatro, le parecía un tema significativo y relevante para llevarlo a escena, para visibilizarlo y acompañar. Mi trabajo ahí es separarme un poco del rol de directora de teatro y centrarme en cuidar a la persona. En ese sentido, como ella se sintió muy cuidada, respetada en sus tiempos y dirigida desde un lugar amoroso. Pudo abrirse y actuar de manera maravillosa. Todo el mundo cree que es una actriz interpretando el papel, no la protagonista de la historia, porque realmente aprendió a manejar sus emociones, a experimentarlas y luego salir de ese estado, sin quedar tomada, sin quedar hecha pebre, incluso actuando la misma escena.

Aprendió a hacerlo porque la pudimos contener, principalmente yo, pero también todo el equipo que trabaja conmigo. Desde la asistente de dirección, que es un amor, la Laura y la Cata, que se preocupan del diseño integral y la diseñadora integral y lo técnico, las otras actrices, que también son un sostén, tanto fuera como dentro de la escena. Creo que para la Dani fue una experiencia maravillosa y significativa. Además, darle un espacio a esta hija que nació muerta, darle un espacio de vida, es vital, mágico y alquímico. Así que, en cierto modo, es como honrar su paso por acá.

En un punto de la obra, las cuatro madres están cosiendo juntas una tela, ¿Qué simboliza esa escena?

Trabajo con personas que han experimentado algún tipo de duelo relacionado con sus bebés, y para ellas, incluida la Dani, bordar se convierte en una forma de plasmar, en este caso en un trozo de tela, pero en algo tangible y físico creado por sus propias manos, el paso de sus hijos, de la Mercedes en el caso de la Dani. Para la Dani, el bordado es una de manera de vivir su duelo. Ella bordó muchísimo, bordó la manta con la que va al cementerio con los niños, también bordó el horizonte del mar, porque su mamá le dijo que veía a la Mercedes ahí. Entonces, a nosotros nos pareció muy importante ponerlo en escena, tanto así que en la obra las mismas chicas bordan esta tela, como una metáfora de la manta que ella bordó. Además, la tela nos sirvió en términos estéticos y técnicos, porque se convierte en un telón sobre la Dani. Así, el mar se proyecta sobre ella, y en cierto sentido la Mercedes. También, la canción que de la Paz Mera, amiga de la Dani, completa toda esta idea de traer a escena a la Mercedes, que se encuentra en las aguas del mar

La trilogía habla en general de lo que significa ser mujer, madre, en nuestra sociedad actual, ¿me podría hablar un poco más de eso?

Hay dos cosas determinantes. Por un lado, es la idea de que la madre debe estar feliz y bien, pero eso las hace incapaces de expresarse cuando no se siente bien, y es algo que experimentan la mayoría de las madres a punto de parir. Es un sentimiento vergonzoso, y esa sensación se queda en el cuerpo de la madre, transmitiéndose al cuerpo del hijo, ya que, cuando una guagua es muy chiquitita, está completamente conectada con la madre, formando una díada y convirtiéndose en uno. Todo lo que le pase a la madre también afecta al hijo; lo que la madre no llora, lo llora el hijo. Por eso, nos parece fundamental dejar de romantizar la maternidad, entender que parte de ella implica momentos de tristeza. Existe algo químico llamado «los blue days», que son los días tristes postparto. Y cuando una va a ser mamá, es natural sentir tristeza, experimentar cambios y sentir dolor físico, emocional y espiritual. Entender y abrazar esto permite vivirlo con menos dolor, soledad y angustia, saber que es un proceso, que convertirse en madre es una grieta muy profunda, es importante. Decirle a una madre «estás igual, no cambiaste nada» está mal, ¡por favor cambia!, porque uno no vuelve a ser la misma, lo peor que podemos decirle a una madre es “estás igual”, porque les pasó la vida por dentro, ya sea por parto o cesárea, sacar a un ser humano, es muy significativo y potente, es una transformación total. Entonces, entender que, a través de la apertura, el conocimiento y la reflexión colectiva, podemos reconocer las sombras de la maternidad y naturalizarlas. Es dejar de exigir a las madres estar con una sonrisa de oreja a oreja, porque no, hay momentos difíciles.

Por otro lado, en el tema de la neonatología y el duelo perinatal, suele ser silenciado, porque murió una guagua antes de llegar a serlo, lo que lo convierte en un duelo para callado, pero tenemos que hablar de este duelo tan profundo. Tenemos unas funciones para cincuenta matronas de la neo en el Hospital San Borja. La jefa quería comprar entradas para sensibilizar a las trabajadoras de la salud sobre lo que atraviesan las madres en estas situaciones, y así puedan ver cómo acompañarlas mejor en este proceso.

En (Puerperio), nos pasó que en el foro de discusión de después de las funciones, había un hombre que dijo como «la obra es preciosa, pero a mi mujer nunca le pasó esto» y la mujer lo miro como diciendo “me estás hueveando, ¿no viste nada de lo que me pasó?”. El punto es vernos como madres, vernos a las mujeres que parimos, y ver en qué estamos cada una. Desde el vínculo de un compañero, una madre, una hermana o una pareja, debemos abrir el corazón y empatizar.

También comentarte que si bien no soy madre, soy hija, y crecí escuchando las historias de mi mamá, que sufrió harto con su embarazo, también hace poco una tía estuvo como tres meses dando vueltas en la neo, yendo de su casa al hospital. Además, fui a ver la obra con una amiga que está estudiando obstetricia y le llegó un montón la historia de la matrona. Entonces, pienso que es super importante lo que estás haciendo, es un tema del que deberían saber todas las personas.

Totalmente, porque todos somos hijos e hijas, no somos madres, pero somos hijos, venimos de ahí también. El tema de la obstetricia es importante, porque en la obra hablamos de los cuidados, pero también de los descuidos en el área de salud. La Bárbara se enteró de cómo murió su madre solo porque trabaja en salud, o sea, fue una negligencia médica tremenda, y solo porque ella trabaja ahí, pudo identificar que lo fue. También, está el tema de que ellos trabajan bajo un estrés constante. Ella comenta que duerme con las alarmas en la cabeza, y el 90% de sus colegas, incluida ella, sobreviven a punta de sertralina. Hay que cuidar de la gente que cuida, porque para poder cuidar bien hay que cuidarnos.

FICHA TÉCNICA

Título: Neonatología

Dirección: Eliana Furman

Dramaturgia: Eliana Furman en colaboración con equipo (Neonatología)

Asistente de dirección: Daniel Marabolí

Elenco: María Luisa Vergara, Pamela Lizama, Carolina Castro, Daniela Picón Bruno

Diseño Integral: Lauda Gandarillas

Mapping: Catalina León Gandarillas

Asesoría artística: Muriel Miranda

Colaboradoras en investigación: Bárbara Figueroa, María Paz Fillol 

Grabación Audiovisual: Álvaro Guerra

COORDENADAS

02 de noviembre al 26 de noviembre

Jueves a domingo a las 19:00 hrs.

Duración: 60 minutos

Espacio Taller (Ernesto Pinto Lagarrigue 191, Recoleta, Chile)

Entrada General: Paga lo que puedas $6.000 / $8.000 / $10.000

Estudiantes y tercera edad $4.000

https://ticketplus.cl/events/neonatologia-2023-11-02-19-00-00-0300

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *