Entrevista a los artistas chilenos detrás de la Fonda York, Manuela Viera-Gallo: “Cuando vives lejos de tu país te acostumbras a reinventarte”

Anabel Watson desde Brooklyn, Nueva York

La brisa del otoño se recibe con agrado en Nueva York después de un típico verano húmedo y caluroso. Tras la estampida de miles de neoyorquinos en el 2020 por la pandemia, seguida por la exorbitante subida de precios que actualmente sitúa a Nueva York como la segunda ciudad mas cara del mundo; sus residentes parecen valorar cualquier motivo de celebración por el que valga la pena resistir a las dificultades de la ciudad. 

Me pregunto cómo lo vive la comunidad chilena basada en Nueva York y me las ingenio para inmiscuirme en los preparativos de La Fonda York, conocida también como “la fonda de los artistas”.

Desde Vernon Studios, en Brooklyn, una llamativa furgoneta tipo Van llega atravesada por un colorido rayo graffiteado estilo Bowie. Mauricio Arenas, artista urbano y uno de los productores del evento, desciende cargado de cajas llenas de alargadores y latas de spray, listo para ponerse manos a la obra. No es raro toparse con sus graffitis en los lugares más recónditos de la ciudad y hasta la mismísima Paloma Mami llegó a convertirlo en viral, gracias al retrato en stencil que le obsequiara el artista. A pesar de ese reconocimiento, Mauricio prefiere operar desde la clandestinidad, tal como lo lleva haciendo por años. En pocos minutos, consigue treparse por las paredes del local e instalar una corrida de banderas chilenas y luces para la ocasión.

Mientras, Manuela Viera Gallo, artista visual y fundadora de este evento; deposita en la barra las numerosas cajas de Pisco. Manuela, que actualmente presenta su show Get Ready for my Mango en el Museo de Arte Contemporáneo de Chile (MAC) hasta el 1 de Octubre, está concentrada en el evento que los convoca.

Manuela, tú eres la impulsora de La Fonda York, ¿Cómo la vives este año con todo los cambios que ha sufrido la ciudad?

Este año es especial porque cumplimos quince años contra viento y marea. Y sobre los cambios, cuando vives lejos de tu país te acostumbras a reinventarte. Nosotros nunca hemos dejado de celebrar nuestra fonda. El año del lock down (encierro), craneamos un formato online y con el apoyo incondicional de un montón de artistas chilenos (Colombina Parra, Guatón Salinas, Fabrizzio Copano, Niña Tormenta, etc), sacamos la fonda igual y lo seguiremos haciendo, pase lo que pase. Siempre nos ha gustado trabajar creando redes con otros artistas. La idea es que La Fonda York sea una plataforma para hacer dialogar las viejas y las nuevas narrativas que coinciden en esta generación. Por ahora nos venimos recién recuperando de la pandemia, pero para los años que vienen esperamos hacer una fiesta multitudinaria con un line-up de distintos expositores de talento nacional.

Parece ser que la resiliencia artística define la identidad y el espíritu colaborativo de este particular equipo.

Nicole Costa, directora del documental El viaje de Monalisa, premiada en 2021 como la Mejor Película Latinx de EEUU por Cinema Tropical (Nueva York), es también parte de la producción que hay detrás de la Fonda York y mientras instala la mesa desde donde operará como ticketera, aprovecho de hablar con ella.

Nicole, ¿Cómo logran hacer coincidir sus distintas disciplinas artísticas en un evento como este?

Porque nos conocemos hace años y ya estamos en la misma página respecto a cómo gestionar esta fiesta. En el equipo trabajamos todos por igual, a ninguno se le caen los anillos. Ayer nos juntamos a exprimir limones para el sour y lo hicimos escuchando los hits del Zalo Reyes, al que por cierto, le dedicamos la fonda de este año.

Cada año surgen diferentes propuestas de otros grupos fonderos, pero nosotros apostamos por un estilo propio. Para nosotros La Fonda York es una fiesta popular. Viviendo en el extranjero nuestra apuesta parte de la nostalgia. No intentamos hacer una celebración folclórica sino un compilado de referentes que son, para nosotros, los que construyen el imaginario de nuestra chilenidad. Tiene que ver con el recuerdo, con el arte y con un tipo de humor que es muy nuestro.

En el interior del galpón, se encuentra Carolina Rivera, la única productora del equipo que no pertenece al ámbito artístico. Se sumó este año en reemplazo de Francisca Molina, productora de eventos y DJ, quien no pudo participar de esta edición. Carolina llegó aportando con su vasta experiencia de trabajo en barra. Por años fue socia del The House of Brews, un pub situado en midtown Manhattan y que hacía su propia versión del Dieciocho. Pero este año, sumándose a los cambios de la contingencia, decidió traspasar su parte y lanzarse a incursionar hacia nuevas aventuras laborales. En perfecto inglés, le enseña a los bartenders norteamericanos cómo servir el pisco sour. Se le notan los dieciocho años de experiencia.

Carolina, ¿Cómo sumas tu background a una fonda con tan marcada propuesta artística?

Porque aunque sea una propuesta artística no deja de ser una fiesta. Yo he estado involucrada con la manipulación de bebida y comida casi desde que llegué a Nueva York y me encanta. Siempre hay un nervio en la producción de este tipo de eventos que es muy estimulante, y yo, que además soy muy patriota, me siento orgullosa de que nuestros productos se luzcan en Estados Unidos. En ese sentido, creo que el pisco sour es el cóctel que más hay que lucir en las fondas fuera de Chile para que se convierta en un producto de importación masiva y para que llegue a consumirse todo el año y no solamente en Septiembre. Es un nicho en el que hay que seguir trabajando para que llegue a ser el nuevo Margarita o Mojito.

A las seis de la tarde, el galpón industrial parece otro. La intervención de banderas y stencils con imágenes de Felipe Camiroaga y el “Gorrión de Conchalí”, predominan en el ambiente. Una ramada neoyorquina en toda regla. Afuera, un gran toldo ataviado con guirnaldas dieciocheras se yergue para albergar el esperado puesto de empanadas. Los dueños de Empanadas Mía, un joven matrimonio que lleva apenas cuatro meses en la ciudad, se muestra encantado con la oportunidad de dar a conocer su producto, continuando así, con una larga tradición familiar que los antecede desde Chile.

En poco tiempo, una larga fila de compatriotas se agolpa para degustar el añorado sabor de la clásica empanada de pino. “Aquí se siente diferente”, dice una chica que acaba de darle un buen mordisco a la suya. Y después de un momento de éxtasis, añade: “De verdad se agradece esta fonda. No sólo nos permite viajar a nuestra patria a través de sus sabores, sino que también nos conecta como comunidad, y eso, es lo más importante cuando uno se encuentra lejos de su país.”

Coordenadas

La Fonda York – Manuela Viera Gallo, Mauricio Arenas, Nicole Costa y Carolina Rivera.

17 al 18 de septiembre 2022, 18.00 a 02.00 horas

80 Vernon Studios – Brooklyn, Nueva York

$20 dólares

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