Por Galia Bogolasky
Entrevistamos al sonidista chileno radicado en Los Ángeles, quien acaba de ganar un Emmy en la ceremonia de entrega en categoría Creative Arts por la película Prey de Hulu. El premio otorgado a Diego Pérez fue por edición de sonido en una serie limitada o película.
Esto fue lo que nos contó sobre su carrera como post productor de sonido en Hollywood, la película premiada y el importante premio recibido.
¿Cómo se ha desarrollado tu carrera? ¿Cuándo llegaste a Hollywood? ¿Y cómo ha sido tu proceso para llegar a estas producciones tan grandes y premiadas?
Ha sido un camino largo. Llegué a Estados Unidos hace 19 años, casi a la fecha. Primero, me vine a estudiar música. Yo era bajista, me gustaba mucho tocar el bajo, y mi sueño era tocar en sesiones de grabación con muchos músicos al mismo tiempo. En esa época, cuando llegué, la industria de la música estaba pasando por cosas similares a las que están sucediendo ahora en la industria del cine. Entonces, todo el ambiente estaba muy complejo y me di cuenta de que ya no iban a haber los estudios que yo me imaginaba. Todo se estaba volviendo digital, todo estaba cambiando a hacer música en home studio. Al mismo tiempo, siempre me ha gustado mucho la tecnología y siempre he tenido afinidad con los computadores. Entonces, fui a la escuela, que era el Berklee College of Music, en Boston. Ahí también tienen muchos estudios de grabación y mucha tecnología, entonces, me incliné más por ese lado. Entré a un programa que en ese entonces se llamaba Music Synthesis, que ahora se llama Electronic Production and Design. Todo está basado en los computadores y en los procesos digitales. Dentro de ese programa, también había algunas clases que tenían mucho que ver con multimedia, con cosas audiovisuales y con grabar sonidos para ponerlos con imágenes. Ahí hice clic y me di cuenta de que esa parte del cine era algo que yo no conocía. No sabía que existía, nunca lo había escuchado, pero me apasionó de inmediato. Cambié un poco el foco y me dediqué mucho más a la ingeniería de sonido. Poco a poco empecé a buscar cómo meterme en la industria, y aunque no conocía mucho, de a poco empecé a juntarme con gente que hacía cortos. Cuando me gradué, empecé a ver cuál era la opción: irme a Los Ángeles o a Nueva York, que eran como los dos lugares donde podía mezclar la música y el cine. Simplemente, por una cuestión de precio y porque Los Ángeles tenía un mejor clima, me vine para Los Ángeles y me sentí en casa de inmediato. Encuentro que se parece mucho a Santiago, y el clima es parecido, así que me agradó mucho. Además, justo en ese entonces me casé con mi señora, que también es chilena, y nos vinimos a probar suerte a Los Ángeles.
De ahí en adelante, entré a la escuela de cine de USC. Hice muchos contactos con gente de la industria y con los profesores de sonido. Yo ya sabía que quería hacer sonido y siempre quise hacer sonido, era un poco diferente a la mayoría de la gente que entra a la escuela de USC, que querían ser directores o guionistas desde el minuto uno. Yo ya tenía claro hacia dónde iba con el sonido, así que aproveché eso para que todos mis amigos me llamaran para hacer el sonido de sus cortos y empezar a insertarme con todos los contactos que podía. Justo al final de mi magíster, mi profesora Midge Costin estaba haciendo un documental sobre el sonido que se llama Making Waves. En ese documental trabajé como asistente de producción, y ahí ella me presentó a Eric Adall y Ethan Van Der Rijn, que son los supervisores de sonido de Transformers, Godzilla y de un montón de películas grandes. Ahí empecé como aprendiz, y poco a poco empecé a subir escalones. Luego, seguí avanzando en mi carrera y después empecé a trabajar con Pacific Standard Sound, con Will Files y Craig Hennigan, que son muy conocidos por Planeta de los Simios y Stranger Things, entre otras. Ahí ya empecé a trabajar como editor de efectos de sonido, y en eso he estado hace ya unos ocho años más o menos, haciendo eso.
Estuviste en The Batman y has participado en varias otras películas hasta llegar a Prey. Generalmente has trabajado en grandes producciones comerciales, de acción o de ciencia ficción. ¿Has elegido ese camino? o ¿Por qué empezaste a trabajar con ciertas personas?
Un poco de todo, diría yo. En general, en esas películas, necesitan un proceso de postproducción de sonido mucho más extenso y requieren más personas. Por ese lado, he tenido la suerte de sumergirme en ese mundo. Sin embargo, siempre he estado en contacto con cineastas independientes y, siempre que puedo, ayudo a supervisar o mezclar sus películas. Entonces, he tratado de no encasillarme solo en un género. Pero, en general, son esas películas grandes las que ayudan a pagar las cuentas.
Ahora este último rol ha sido como editor de efectos de sonido en Prey, más que nada ligado a la postproducción. ¿Antes de eso trabajaste en sonido directo o llegaste directo a la postproducción?
En la escuela de cine me enfoqué mucho en el sonido directo, lo cual me fue sumamente útil para comprender todo el proceso. Creo que fue importante para poder comunicarme con los directores y aquellos que no se especializan en sonido. Fue una parte importante de mi formación, aunque inicié mi carrera profesional desde el principio en la postproducción. Lo que realmente me benefició en el sonido directo fue que, en producciones grandes, a menudo podemos salir a grabar nuevo material necesario para la película. Por ejemplo, en Batman, fuimos al desierto y a un aeropuerto para grabar un Ford Bronco completamente modificado. Saber utilizar grabadoras y micrófonos, y comprender todos estos aspectos también ayudan para la postproducción. En ocasiones, me ha tocado grabar en diversos lugares, e incluso me han enviado a otros países para capturar sonidos específicos. Así que todo el conocimiento adquirido en sonido directo ha sido continuamente aplicable en mi carrera.
En la premiación te felicitaba Yagán, que es una postproductora importante en Chile, ¿Has trabajado en producciones con Chile? o ¿Siempre ha sido en Estados Unidos?
La primera película que realicé en Chile fue con Alejandro Fernández Almendras, titulada Aquí no ha pasado nada. Fue una experiencia interesante, ya que se trató de una producción chilena que también tenía la posibilidad de realizar la mezcla en Estados Unidos. Por lo tanto, llevamos a cabo parte del proceso en Chile, grabamos a los actores en Chile, y yo participé en el diseño del sonido en ese país. Luego nos trasladamos a Los Ángeles, donde finalizamos la mezcla. A través de esta colaboración, comencé a establecer más conexiones en Chile. Con Yagán, actualmente tenemos una asociación, por así decirlo. Conocí a Christian Cossgrove cuando trabajaba en Filmosonido, de hecho, realicé una práctica allí en 2008. Desde entonces, Christian y yo empezamos a conversar, y ellos tenían algunos proyectos que necesitaban concluir en Estados Unidos. En muchas ocasiones, los directores me dicen que les encantaría trabajar conmigo, pero no cuentan con el presupuesto necesario. Es en esos momentos cuando les menciono que trabajo con Yagán y que tenemos esta colaboración. Yagán me ha ayudado en tres o cuatro películas, encargándose de la postproducción de sonido, lo que ha resultado ser una colaboración muy exitosa.
¿Cómo fue la experiencia de trabajar en Prey? ¿Cómo fue trabajar con el director y el extenso equipo de sonido que, como se pudo ver en la foto, es bastante numeroso?
Fue una experiencia súper interesante. Trabajé principalmente al principio del proceso, centrado en los efectos. Fue un proceso un tanto extenso. No recuerdo exactamente el tiempo, pero como editor de efectos, a veces no me comunico directamente con el director. En cambio, tengo una relación muy cercana con el supervisor de sonido, quien a su vez se comunica con el director, entonces, ellos me indican lo que el director quiere. Este es un escalón clave en la postproducción de una película.
Comenzamos trabajando en muchas escenas que aún no tenían efectos visuales, lo que a veces resultaba confuso para entender qué estaba sucediendo. Sin embargo, es impresionante ver el resultado final. La experiencia es una colaboración gigante entre todos los departamentos. Lo que más me llama la atención es el detalle de todo lo que hay que hacer. Editamos cada movimiento del perro que aparece en la película, desde los lamidos hasta todos los movimientos de boca. Es una edición que consume mucho tiempo y requiere un trabajo súper detallado. Lo entretenido es que tenemos el tiempo necesario para hacerlo y también para explorar otras cosas. Recuerdo haber trabajado mucho en la escena en la que Naru aprende a usar su hacha con la cuerda para tirarla y empieza a entrenar. También exploramos mucho cómo sonaba esa escena.
Es interesante ver cómo evoluciona la película a través de las versiones. Algo muy diferente a lo que sucede en Chile es que nunca hay un corte final en la película. Recibimos versiones y versiones, la película se divide en rollos, y recibimos muchas versiones de cada rollo. Debemos actualizar el rollo cada vez que llega una versión nueva, y eso también implica otro tipo de trabajo que toma mucho tiempo. Así, en conjunto, la película va evolucionando. El montaje de la película evoluciona con el sonido que proporcionamos al montajista y al director. Es una retroalimentación interesante entre ambos departamentos y toda la parte de postproducción que funciona de manera excepcional.
Es como una especie de work in progress eterno
Claro, a veces estamos en la mezcla final sobre todo con los efectos visuales, que se demoran mucho y llegan versiones nuevas y se empiezan a cambiar cosas y dicen, no, si no pasa nada con los efectos visuales, no va a cambiar la sincronización de nada, pero siempre hay algo.
La película incluye muchos elementos de ambiente y de sonidos de animales, cada uno específico para cada criatura. Además, cuenta con efectos visuales que hacen al monstruo realmente llamativo. ¿Cómo fue trabajar en todas estas dimensiones? ¿Cómo lograron combinar todos estos elementos en un género que abarca la ciencia ficción y la acción? Me imagino que fue un gran desafío.
Sí, fue súper interesante. Uno de los desafíos también fue que se trataba de una franquicia, por lo que había sonidos preexistentes que debíamos reutilizar. Existían sonidos, como los clics del depredador, que necesitábamos actualizar un poco para obtener versiones más variadas y lograr una mayor atención al detalle en el sonido del depredador. Esto era especialmente crucial, porque la historia se sitúa 200 años antes de la depredadora original. Por lo tanto, el depredador lleva una máscara diferente y utiliza tecnología más primitiva, al igual que las personas con las que se encuentra en la tierra.
La banda sonora se complementa muy bien con los efectos sonoros. ¿Cómo fue ese trabajo con la banda sonora?
Toda esa parte es súper chora en la mezcla final, cuando se juntan todos en un teatro a decidir qué manda a dónde y qué están tratando de convenir con cierta escena. Entonces, ahí fue donde hubo mucha interacción entre el director, la compositora que tenía editores de música también y los que estaban mezclando para definir en qué parte se sube algo, se baja algo o si necesitamos un instrumento o se saca. Entonces, era toda una cosa colaborativa que uno necesita tiempo para probar muchas escenas y probar versiones de una misma escena. A veces, en momentos emotivos, por ejemplo, se empieza a ocupar todo el ambiente y queda solo la música o queda todo más íntimo, entonces también uno juega con la cantidad de parlantes que uno usa en el teatro, también uno puede partir, por ejemplo, muy centrado, muy cerrado en el centro de la pantalla y de a poco empieza a abrirse a más canales. Todo ese tipo de opciones hay que tener el tiempo para probar, jugar con todas esas cosas para probar qué funcionaba y qué hacía que el director dijera: «Esto es la versión correcta».
¿Cómo fue para ustedes recibir el premio en los Emmys? ¿Se lo esperaban?
Fue súper bonito. No me quería hacer muchas expectativas, pero habíamos tenido una victoria anterior con Prey en los Golden Reels, que son los editores de sonido que votan por las mejores películas. Teníamos la esperanza de que podía pasar, pero no quería hacerme expectativas de nada. Así que cuando escuchamos el nombre, fue súper bonito y poder salir adelante a recibir el premio, es un buen recuerdo.
Esta premiación es el Creative Arts, que abarca la categoría técnica y artística de los Emmys. Ustedes estaban nominados en seis categorías, ganando en la de sonido. Me imagino que fue súper emocionante.
Fue un logro muy bonito y, además, encuentro que la calidad de la película hacía posible su proyección en el cine, de todas maneras. Vamos a ver qué pasa con el futuro de la industria. Es una TV movie, es una película para televisión. Pero ahora, ¿Qué es la televisión? y ¿Qué es el cine? Todo eso es algo que no sabemos qué va a pasar en el futuro, pero creo que va a seguir evolucionando. Va a ser interesante ver qué pasa con los premios y qué pasa con las audiencias. Me hubiera encantado que la gente pudiera ver Prey en el cine, pero al mismo tiempo, uno alcanza a más público con el streaming.
Sí, de todas maneras, aparte que sobre todo el efecto del sonido en las salas de cine se captura mejor, pero siento que se capturaba demasiado bien igual viéndolo en streaming. Cuando tú haces ese trabajo tan prolijo con el sonido y que la gente este conversando igual perturba un poco.
Tengo la suerte de estar en una ciudad como Los Ángeles, que tiene tantos cineastas y cinéfilos. Hay salas que prohíben el uso de celulares y hablar, entonces generalmente voy a esas salas a ver películas. Pero me ha pasado también ir al Cinemark y la gente habla o come, y es muy distinta la experiencia. Quizás los cines podrían hacer un poco más selectivo el tipo de gente para cada audiencia.
Ahora que se reactivó la industria, y se acabaron las huelgas ¿Tienes algún proyecto en camino?
Sí, en este momento estoy trabajando en dos proyectos. Estamos finalizando una película con Yagán para un director estadounidense, y también estoy involucrado en Los caza fantasmas, la nueva película que saldrá. Son dos producciones de tamaños bastante diferentes, pero esos son los dos proyectos en los que estoy actualmente. Con la huelga algunas cosas se reprogramaron, así que fue bueno al menos tener Los caza fantasmas, que llegaron hace un rato y me han mantenido bastante ocupado. Creo que terminaremos ese proyecto a finales de febrero, y luego veré qué pasa. Además, aquí todo está sindicalizado, a mi sindicato le toca negociar en junio, o eso es al menos el plazo final. Todos estamos a la espera para ver qué sucede. ¿Habrá huelga o los estudios habrán aprendido a negociar más de buena fe? Vamos a ver qué pasa.
Ficha técnica
Título: Prey
Plataforma: Hulu
Productora: 20th Century Studios
Año: 2022
Director: Dan Trachtenberg
Basada en: Personajes de Jim Thomas y John Thomas
Guion: Patrick AisonDan Trachtenberg, Jim Thomas
Reparto: Amber Midthunder, Dakota Beavers, Dane DiLiegro
Post Producción de Sonido: Diego Pérez