Entrevista al actor de “Paradero Desconocido”  Eyal Meyer: «Lo interesante de esta obra, es cómo la ficción puede generar espacios de redención, que no existen en la realidad»

Entrevistamos al actor de la obra escrita por Kathrine Kressmann Taylor,adaptada al teatro por Frank Dunlop, construida a partir del intercambio de cartas entre dos amigos y socios, con la Alemania Nazi como telón de fondo. El montaje es dirigido por Andrés Céspedes y protagonizado además por Víctor Montero. Se está presentado en el Teatro Centro Cultural Las Condes hasta fin de mes.

¿Cómo llegaste a esta obra? 

Me llamó Enrique Inda, que estaba haciendo esta obra. Me dijo: «Eyal, tengo una joyita, una obra que me gusta mucho». Yo estaba con muchas cosas, afortunadamente ha estado super bueno el trabajo, grabando la teleserie de CHV, trabajando en la radio y hago clases y grabo otras cosas, y además vuelvo ahora con el musical de «Fiebre de Sábado por la noche» ensayando, todo eso. Siempre soy receptivo así que le digo: «Mándame el texto». Empiezo a leerlo y digo: “¿Estructura de cartas, para una obra? No es muy atractivo, bonito desafío, no sé si en este momento”. Sigo leyendo, metiéndome en la historia y cuando la leo me pasa de todo, digo: ¡Chuta! Es una obra que te llega de esta manera, algo hay que hacer con eso. Me costó mucho decidirlo, estuve a punto de decir que no, y después de eso le di la vueltas, y precisamente porque soy judío, porque la historia que está contenida en esta obra, lo que habla esta obra es mi historia, por el lado de mi papá y de mi mamá hacia atrás, y de alguna manera estas son obras que no todos los días puedes hacer. Uno siempre como actor es como testimonio vivo para las diferentes obras, pero en esta puntual, se volvía como un testimonio muy cercano. Desde ese lugar dije bueno, ¡Ya! Soy bien obsesivo, me gusta trabajar con mucha profundidad o lo más posible. Parte asumiendo que quizás le vas a poder dedicar el tiempo que quisieras, pero vamos. Me contaron que estaba Andrés Céspedes, y había trabajado con él, lo conocí como profesor mío en la Universidad de Chile, teníamos buena onda, encantado de encontrarlo ahora en el medio profesional y empezamos a trabajar. También en la primera reunión yo manifesté que me interesaba hacer el rol del judío para dar carne a eso por la cercanía y Andrés me planteó que hiciera el otro rol para jugar el lado inverso, poner al servicio eso mismo, desde el otro lugar, me parece súper interesante. Le dije; tu eres el director y vamos con esa apuesta, me entrego. Ahí empezamos a ensayar, y ahora las funciones.

¿Qué fue lo más complicado de trabajar el personaje, durante el montaje?

Me pasa que yo me siento muy judío, sobre todo del lado de la parte de la familia, del lado de la tradición, de la sangre. Hay muchas cosas del aspecto religioso, filosófico, ideológico que no comparto tanto, tengo mis diferencias, pero aún así me considero y me siento judío. Por lo mismo me pasa que hay ciertas temáticas, que te tocan a pesar de ti, tu no haces nada, y es como que te toca la cuestión. En los ensayos yo de repente escuchaba algunos textos, lo que decía el personaje de Max, y a mi inevitablemente cosas me afectaban, desde el lado del alemán. Yo tenía una visión en que quería poner ese aspecto emocional, aprovechar eso que pasaba, entonces desde la dirección era cómo ir suprimiendo, o canalizando eso y eso igual ha sido un trabajo difícil para mi, porque es algo que se genera de manera natural y que también me interesa de alguna manera u otra, igual no lo puedo negar. Quizás no es a través de mi, quizás es a través de Víctor Montero en este caso, algo en el montaje, pero si es algo que si me interesa que se pueda significar, y de ahí comunicar al espectador. Además, todo esto, utilizado como una capa o un primer contexto o una estructura que obviamente nos permita poner sobre la mesa, poner sobre el escenario, otras temáticas que están vinculadas, que son muy universales, como es el tema de la amistad, el tema de la traición, el tema de la venganza, como un odio engendra otro tipo de odio. Es un círculo vicioso, lo que la obra plantea, no hay ni buenos ni malos. Por un lado hay una persona arrastrada por una ideología, por un momento histórico, ante alguien que se muestra muy fuerte, finalmente es muy carente, tiene muchas debilidades, por lo mismo genera eso. Considero muy interesante de esta obra, es cómo la ficción en este caso, el teatro, esta dramaturgia, puede generar espacios de redención, que no existen en la realidad. Este tipo de obras que tiene ese dolor, pero esa alegría, ese espacio de la venganza, nos pone en un lugar de contradicción. Sin embargo logra dar carne a ese lugar que nuevamente está en la imaginación nuestra. Si tu pudieses hacer algo para arreglar, para cambiar algo, para resolver algo. La realidad nunca lo permitió, la ficción puede mostrar esos casos. Igual está como recontextualizado porque obviamente es un hecho histórico que si ocurrió en un momento cuando ya asumió el Nacionalsocialismo con fuerza en Alemania. Uno puede investigar un poco en internet y aparece al tiro todo esto que empezó a pasar con el asunto de la censura, y cómo jóvenes de otros países se mandaban cartas, los de Alemania le decían: oye, para de mandarme cartas porque me puedes meter en problemas, y el otro ¡ah, jajaja! y de broma les mandaban cartas y de repente esa gente desaparecía, paradero desconocido, eso es real. Ella hace esta genialidad, recontextualiza, pensando en el año 38, un año antes de empezar la guerra, pone esto a través de este formato, es algo visionario, y también que le da un muy buen uso a algo histórico, dándole este sentido y espacio de significación que plantea la obra.

¿Cuáles son los temas que encuentras potente, más allá de la guerra, la amistad, el amor fraternal?

Para mi los aspectos más centrales de la obra, universales y transversales, con lo que yo conecto, son dos. Uno es el asunto de la amistad, porque igual hoy en día es súper difícil la amistad, las amistades de verdad. Se supone que eso es lo que plantea esta obra. Son dos personas que estuvieron juntas desde que eran niños, compartieron cosas buenas y malas, se guardan secretos de los más íntimos, y que no los develan, y después cómo se genera este quiebre a raíz de una idea. Yo he vivido esas cosas a veces. Cómo los proyectos teatrales o proyectos, o aspectos ideológicos te generan un quiebre en ciertas relaciones. Yo me lo he preguntado. Yo he estado en lugares, me ha hecho entrar en esos momentos en lugares de mucho desconcierto. Gente que me ha quitado el saludo. Yo voy a saludar, y te ignora. Tu dices no lo puedo creer. Eso es fuerte. Es un tema que es súper latente como una idea, o algo que mueve al ser humano, una idea que mueve al ser humano termina siendo súper inhumano. Como el fanatismo, algo que está motivado por el amor, termina llevándote al odio y a la negación de la posibilidad que otra persona piense diferente, o que exista un otro diferente. Otro tema que me resuena mucho es desde el lado de Martin, mi personaje. Cuando te empiezas a justificar, empiezas a entrar en una lógica de justificación, de quebrar huevos para hacer la tortilla. Eso me conecta mucho con la situación actual, donde tienes un momento de desencantamiento ideológico, donde todos los máximos exponentes filosóficos, ideológicos, actuales, han demostrado que todos tienen sus yayitas, y todos tienen tejado de vidrio. Es un momento de mucho escepticismo global, donde de ese lado de la política, algunos han sido inteligentes de olfatear eso, y vincularse al movimiento de las masas a través de cosas más pragmáticas, comolo es generar el trabajo. Lo que plantean los mismos textos de Martin, es entrar en esa lógica de convicción, te ciegas y en un momento dices, ya filo si los matan. En Alemania tenían campañas de esterilización para que no se prolonguen la razas, o los que eran enfermos, y tu dices como aceptaban y apoyaban eso. Hoy hay cosas similares en otros lados, muy cerca. Entonces es algo muy latente, ese fin justifica los medios, una frase súper complicada. Es como un lugar súper complicado y actual.

¿Qué le dirías a la gente para invitarla a que venga a ver la obra?

Es una obra que creo quela manera de estarmontada, la historia que se cuenta y cómo se cuenta al principio es enigmática. Es una obra que no sabes mucho para dónde va, y en ese sentido, desde su inicio, de a poquito, va ir instalando diferentes momentos que te van a ir sorprendiendo y develando hacia dónde se va abriendo espacios de momentos cómicos, momentos más graves o más trágicos, momentos bien tensos. Tiene una cosa medio como suspenso thriller ideológico, que creo que no lo pone por poner también en escena aspectos al final muy humanos a través de todo ese género y a través de todas esas cosas. En resumen, es algo que creo que es enigmático, que te va a sorprender. Igual algo vas a aprender, un poquito de historia, tiene algo histórico que te vas a llevar a la casa, «¡oh aprendí algo!», «No tenía idea que era así», comentarios de la gente que ha salido de acá. Además entrar en estas temáticas universales yque hoy están más vigentes que nunca con surgimiento de populismos en Latinoamérica y en Europa, tener ojo de lo que está pasando también. En ese sentido se hace harto espejo con lo que está ocurriendo con la realidad. Tienes enigma, historia, drama, y también actualidad.

Temporada:           12 de octubre al 25 de noviembre
Funciones:             Viernes y sábados, 20:00 horas / Domingos, 19:00 horas
Lugar:                     Teatro Centro Cultural Las Condes
Apoquindo 6570
Metro Manquehue
Teléfono:                22 896 9819
Precio:                    $ 9.000 general
$ 7.000 Tarjeta Vecino Las Condes y convenios
Venta online en www.culturallascondes.cl

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