Por Galia Bogolasky
Entrevistamos al reconocido actor, protagonista de la aclamada película El Príncipe, que dirige la obra Bichos Raros que se está presentando en Teatro Sidarte. El montaje se centra en Vicente, un adolescente de 16 años en búsqueda de su identidad. Frustrado por la incomunicación de sus padres, la discriminación y expulsión constante de los colegios y la estructura rígida de su entorno social, decide salir de su casa justo el día de su cumpleaños, en busca de las respuestas que necesita para intentar encontrar el lugar que le pertenece, dejar de sentirse un Bicho Raro y poder al fin, brillar como una Estrella. Una comedia negra con un relato absurdo, mezclando elementos teatrales, audiovisuales, música original y una estética adaptada a las nuevas plataformas virtuales. ¿Quiénes son realmente los Bichos Raros?
Bichos Raros es una obra que tú dirigiste y tienes un personaje ahí. Cuéntame cómo surgió esta obra y cuéntame un poco sobre la historia de esta obra que se está presentando en Teatro Sidarte online.
Esta obra surge hace aproximadamente dos años cuando Alex (Vidal), que es el dramaturgo, me convoca, me llama para ver si me interesaba este proyecto. La intención era poder montarlo en teatro, postulamos a fondos, a Fondart, no lo ganamos, por muy poco, que es la realidad de muchos y muchas artistas en este país. Y llegó la pandemia y un día me llama mi amigo Alex y me dice: «Oye podríamos hacer una lectura de Bichos Raros para que no quedemos con la sensación de que no se hizo, que quedó a medias el proceso», le dije que ya. Entonces empecé a investigar, a ver este nuevo lenguaje de Zoom, de obras de teatro Zoom, no sé si es teatro, una búsqueda nueva, creo yo, se abre un nuevo lenguaje. Me empecé a imaginar esta obra, me empecé a imaginar cómo puede ser relatada, cómo podemos contar esta obra que es mucho más larga, cómo podemos contar la angustia, lo que siente este personaje que es Vicente. Entonces empecé a instalar, empecé a jugar, convoqué a un grupo de actores que son tremendos compañeros, que les gustó el proyecto y empezamos a jugar, empezamos a jugar a equivocarnos, conversar sobre el tema, sobre un tema que da para mucha reflexión.
Quedamos con este resultado que es Bichos Raros, en un principio se llamaba Bicho Raro, y lo abrimos a algo mucho más transversal. Creo que es una obra muy profunda que habla sobre la discriminación, sobre la libertad de las personas, sobre la carencia de núcleos de apoyo para las personas de la disidencia sexual, habla sobre la diversidad, sobre querer ser uno sin la opinión o la etiqueta de un otre. Creo que es una obra muy interesante, muy profunda. Me sedujo cuando la leí, está muy bien escrita, tiene un tema con el ritmo, los personajes, con este lugar oscuro del entorno social. Finalmente lo que quise levantar de alguna manera es este entorno social discriminatorio hacia las personas que deciden o están en búsqueda de su identidad.
Tiene una temática que está súper bien desarrollada, es como una comedia y un drama, porque hay momentos bien divertidos pero es un drama profundo, de no poder presentar una identidad frente a la familia que no te acepta. También el tema de la juventud, de cómo tratar de salir del clóset.
Es un absurdo finalmente, hay lugares donde uno se ríe, pasa, pero de lo que se están riendo es de una historia muy terrible. Por ejemplo, los vecinos, cuando entran, cuentan la historia de la Loca Nano, que es una travesti que la golpearon y como que se mofan de ese lugar, porque hay un lugar de la sociedad que piensa, que empatiza con este tipo de discurso y es muy terrible. Entonces levantamos este grotesco. Creo que la obra tiene esas dos cosas, ese lado grotesco y un lado muy sensible del encuentro de Vicente con Mirta, que le muestra la luz de alguna manera.
Dices que no estaba pensado para esto pero terminó estando en esta plataforma. ¿Cuál fue el mayor desafío de dirección en este formato?
Hubo un tratamiento al texto, al guion, y creo que todo fue un desafío porque fue algo muy desconocido. Nos enfrentamos con valentía, con entrega de probar. Tengo un equipo maravilloso que está conmigo; Martín Pizarro que es cineasta, es también profesor de la Universidad Mayor de Cine, Alonso Venegas, un amigo de la vida que es músico, que todo narra, el mundo sonoro está hablando también, es otro lenguaje que está hablando con todo lo que se ve. Y ver cómo se puede hacer y cómo se puede contar esta historia con una cámara pequeña que está acá adelante mío, que es un computador. Entendiendo también la dificultad de no poder verse, encontrarse, no ensayar en vivo. Fue todo un encuentro, fue un acercamiento al otre, que está kilómetros a la distancia del otro. El Bastián que es Mirta, él está en México, hay gente dentro del equipo que no se conoce. Por ejemplo a Jacob, que es Vicente, gran parte del elenco no lo conoce en vivo, solamente nos conocemos en este lenguaje nuevo, que es esta plataforma de Zoom. Fue un encuentro maravilloso poder conectarse con un otre, emocionarse, poder dar las directrices para que las y los actores puedan llenar esa invitación. Fue todo un descubrimiento. Más que un desafío lo veo como un descubrimiento. Yo estoy muy contento, muy feliz con este nuevo lenguaje, porque nos acercó estando tan a distancia. Creo que se abre una nueva plataforma.
Una de las cosas que más me gustó a nivel visual, de puesta en escena, fue este concepto de los colores, de las decoración de cumpleaños en las casas de personas que no estaban juntas como la mamá y el papá ¿Cómo llegaron a esa propuesta?
Estoy viendo mucho cine, estuve en grupos de cine en cuarentena viendo películas, discutiendo y un día llegué a Wes Anderson. Yo lo he visto hace mucho tiempo y dije: «Oye podríamos hacer algo con los colores, con esta manera de actuar media plástica», esta búsqueda. Wes Anderson tiene una mirada muy particular sobre la estética, una mirada visual muy interesante dije: «¿Y si nos acercamos un poquito a esto?», un pequeño atisbo, entendiendo que no tenemos ni uno. Esta obra se hizo con ningún peso, dije: «¿Y si le damos una mirada visual, si le damos este contenedor visual?», y empezó a sumar visualmente, empezó a sumar todo. Un día empezamos a hablar acá con el otro y yo lo veía en el resultado final: «Mira, están dialogando», entonces gran parte de la obra, que fue bellísimo, fue desde la imaginación, solamente escuchar, imaginarse a otre que está al lado tuyo y actuar con el otro acá. Fue algo alucinante, mirar al compañero arriba, entonces fue un juego, cada ensayo era un descubrimiento. Agradezco mucho el rigor de las y los colegas, sin eso, sin la confianza, no se hubiese tenido ese resultado, así que estoy muy contento.
Esta obra está en el Teatro Sidarte online. Cuéntame sobre la temporada.
Nos quedan dos funciones este viernes y sábado en Teatro Sidarte, pueden comprar los tickets en PuntoTicket, es a las 21:00hrs, a $3.000 la entrada y volvemos después. Tenemos otras fechas ya a finales de noviembre en otra plataforma y nos ha ido bastante bien, estamos muy contentos con la recepción de la gente, se emociona mucho con la historia, con la obra, con las adaptaciones, lo pasa bien y pensando también en una proyección con el grupo. Como te comentaba, esta es una obra de teatro que tiene otro final, entonces me fui un día y dije: «Podríamos montar otra parte, contar esta otra parte, que por si sola se muestra otra historia con una estrella más empoderada, los vecinos», pensando en montar también la otra parte de la obra. Se viene otra obra con Alex, que está escribiendo, entonces es un grupo que está creciendo, que estamos encontrando un lenguaje muy lindo.
Pasando al cine, una de las producciones que más ha llamado la atención en el último tiempo es El Príncipe, donde tú eres el protagonista, una película con muy buenas críticas. Te tocó un protagónico, un personaje muy relevante para la trama y con un trasfondo súper profundo. ¿Cómo llegaste a la película?
Fue un proceso súper largo, donde Sebastián Muñoz, que es el director, me encontró actuando en teatro. Yo estaba actuando en la Escuela de Teatro, yo salí hace diez años de la escuela y saliendo de una función, él ve la obra y dice: «Tengo que hablar contigo porque te veo en mi opera prima, en mi película». Cuando leo esta novela que es de Mario Cruz, me enfrento altiro a un desafío tremendo; cómo llenar esto, cómo darle vida a esta piel, a este cuerpo, este personaje que es muy complejo, narciso, con muchas carencias afectivas, que está también en una búsqueda de su identidad, de ser quien es, y así fue el encuentro con Seba. Fue un desafío absoluto, yo era muy chico, ahora tengo 31 años, estaba saliendo de la escuela de teatro hace diez años y no sabía cómo enfrentar esto. Fue un camino súper largo, de estudio, de encontrarme con ese personaje, contarlo en mí ese personaje, fue un descubrimiento, fue algo que me desconocí también, me reconocí y me perdí también. Pasé por una etapa de mucha tensión, porque no sabía para dónde iba. Fueron nueve años de búsqueda, cuando al momento de grabar fue una claridad absoluta y viví ese personaje a concho. Teniendo también compañeros maravillosos, como Alfredo (Castro), Gastón (Pauls), Paola Volpato, todo el elenco que es maravilloso, fue un placer grabar la película. Fue un desafío absoluto, fue un equipo maravilloso que respetaron siempre los espacios, la atmósfera que se generaba siempre de la mano del director. El director es una persona muy sensible que siempre me acompañó, siempre tuve su apoyo.
También se repite la temática LGBT+. ¿El tema LGBT+ es un tema que te interesa hacer en tu trabajo, tanto en el cine como en el teatro?
Sí, por supuesto que es un lugar que me interesa hablar. Pero claro, me interesa hablar como ciudadano, como persona que sensibiliza con estos lugares, lo veo desde ahí. Desde la injusticia. Creo que es muy importante hablar de estos temas, fundamental. Si me preguntas si es una línea que quiero seguir, no. En mi carrera como actor quiero indagar vidas, quiero temáticas, quiero darle vida a otros personajes, eso me interesa, amo lo que hago, amo actuar, amo mi oficio y me encantaría poder hablar de otras cosas, de otras cosas que me sensibilicen, creo que es importante hablar en esta sociedad. Hablar de estos temas es importante, justamente antes de esta entrevista estaba hablando con un amigo que vive en Colina, y acá en Colina el día del plebiscito mataron a Miguel Arenas, que era un chico que lo torturaron, lo violaron. Hablábamos de la temática de la obra, decía: «Vamos a seguir hablando de esto hasta que exista justicia y paren de matar a las personas». Existen violaciones, existe discriminación constante y nosotros como artistas debemos hacernos cargo de estas temáticas, debemos enfrentar esto. Son temáticas importantes que hay que asumirlos como ciudadanos, como artistas, como creadores, creo que nos debemos hacer cargo. Vivimos un plebiscito donde aprobamos borrar la Constitución de Pinochet, entonces estamos hablando sobre otros temas. Hoy en día tenemos que ser valientes, debemos hablar de estos temas, hablar muchas cosas que hemos sido callados, como ciudadanos, como personas.
La película es la ópera prima de Sebastián Muñoz y es tu primer largo. ¿Cómo fue ese trabajo como primera experiencia cinematográfica con alguien que estaba enfrentándose por primera vez a la dirección?
Hubo harta complicidad, fuimos muy cómplices en el proceso. Este proyecto duró 9 años para que salga a la luz, mucho tiempo, y postular fondos. Entonces vivimos bien a concho y desde el cariño, el afecto, empezamos a construir este personaje y esta historia. Fue desde ese lugar, desde el cariño, y el aprendizaje mutuo. Seba tenía la película muy clara, al momento de grabar él tenía todo muy claro, yo también, al momento de grabar yo sabía a todo lo que me iba a enfrentar y lo que iba a vivir este personaje. Fue maravilloso, fue un proceso bellísimo, de mucha hermandad, complicidad. Es una película con mucho cuerpo, mucho desnudo, mucha exposición y trabajé en un lugar donde me sentía muy cómodo y muy en confianza. Me entregué a esa biografía, a ese personaje, fue bien bonito todo, rudo. Parte del proceso también bajé 9 kilos de peso, dejé crecer mi pelo, me salí un poco de la sociedad el último tiempo antes de grabar la película, estuve solo un mes en mí. Siento que habité un espacio desconocido en mí como Juan. Como artista fue un descubrimiento y fue algo nuevo, me dejé llevar por el proceso, los compañeros, por la historia, dejé que hablara mi corazón, el personaje habitó este cuerpo, me permití todos esos lugares.
Por otro lado te tocó co-protagonizar con uno de los actores con más experiencia del cine chileno que es Alfredo Castro, que también se luce con una actuación impresionante ¿Cómo fue el trabajo con él?¿Qué aprendiste de él?
Alfredo es maravilloso, es un colega muy generoso. Nos conocíamos desde antes, pero cuando enfrentamos el trabajo fue desde el respeto, mucho respeto, mucha complicidad. Siempre hablando las cosas, hablando todo lo que iba a pasar en escena y permitirnos escribir este relato. Vivimos la escena, hubo mucha complicidad, nos acompañamos mucho, yo aprendí mucho. Verlo fue maravilloso, una persona muy honesta, muy sensible, fue increíble, fue una experiencia muy linda, valoro mucho su generosidad, lo buen compañero, ha sido tremendo compañero. Fue increíble y todo el elenco es bellísimo, tenemos nexo con Gastón, hablamos todavía. Ir a presentar al Festival de Cine de Venecia fue un regalo que me entregó el cine, fue un regalo maravilloso, increíble, fue una experiencia que voy a guardar para siempre, un festival alucinante, ver actores y actrices que uno veía en el cine toda la vida y verlos en vivo fue ya una experiencia. Joker se estrenó con El Príncipe, entonces yo veía todo lo que estaba pasando con Joker.
Eso fue antes de la pandemia, antes que se estrenara online. ¿Sabes que va a pasar finalmente cuando se abran las salas? ¿Tienen pensado estrenarla en salas la película?
Sí, la producción me comentó eso. Hablaron con Centro Arte Alameda, con salas más independientes donde se va a vivir esta experiencia de ver la película en el cine. Yo creo que es lo que más se pierde con esta pandemia, la experiencia de verla en el cine. Porque también se gana otras cosas, porque esta película la pudo ver mucha gente, democratizar estos espacios ha sido muy importante. Es un espacio que ganó mucho con esta pandemia, mucha gente la ha visto, que no iba al cine o que no veía cine chileno, eso ha sido muy bello, muy nutritivo.
Tú eres un actor súper versátil, que no solo haces teatro y cine, sino que también se te conoce por la televisión, por las teleseries, te vi por primera vez en Juegos de Poder.. ¿Cómo ha sido la experiencia de estar en teleseries? ¿Hay proyectos a futuro de volver a las teleseries?
Fue una buena experiencia, fue muy muy linda. Vengo haciendo teleseries hace tiempo allá, hice tres teleseries, la primera fue Las Dos Carolinas con Vicente Sabatini, la segunda La Colombiana en TVN y la última fue Juegos de Poder en el Mega, y siempre son buenas experiencias. Los equipos que hacen posible contar estas historias son geniales, gente que da la vida por esto y por suerte me ha tocado contar buenas historias. Juegos de Poder, dentro de un formato teleserie era una muy buena historia, buen guion, con tremendos colegas, con Rudolphy, Schuster que lo hizo maravilloso, un elenco genial. Fue una buena experiencia y lo agradezco mucho, agradezco mucho que me den la oportunidad de contar esas historias de esos personajes, habitar esos lugares, estoy muy agradecido por eso.
¿Qué proyectos tienes a futuro?
Lo que viene ahora a futuro tiene más relación con el cine. El próximo año se estrena una película muy importante para Chile. Hace dos años grabé una película que se llama La Mirada Incendiada que es la historia de Rodrigo Rojas De Negri, que es el fotógrafo que lo quemaron vivo los militares.
¿Es la de Tatiana Gaviola?
Sí, Tatiana. Tengo la posibilidad de hacer a Rodrigo Rojas. Imagínate, se viene un gran personaje que me tocó darle vida, una persona que vivió, un personaje histórico que fue parte de esta injusticia que aún vivimos. Es un caso impune en este Chile. Entonces con todo el contexto que estamos viviendo, agarra una fuerza que tengo que vivirlo. Se viene un gran personaje que tuve la oportunidad de darle vida. Es una historia que está bellísima, esa película es una historia hermosa, sensible, que lo dirige la Tatiana Gaviola, y la directora de fotografía es Elisa, la hija, equipo de mujeres, hay una mirada sensible que viene desde las mujeres. Está bellísimo, con Catalina Saavedra, con Gonzalo Robles, es un proyecto alucinante. También se viene una serie que grabé este año, que es la segunda parte del mundial, que se llama 62 Historia del Mundial. Mi personaje entra al equipo, que es muy entretenido, es como un Arturo Vidal en el 62, está muy bueno, son cuatro capítulos que me imagino que pronto lo van a dar después de La Jauría quizás, ojalá que se estrene pronto o quizás lo estrenen el otro año. Está muy bonito ese proyecto también, algo bien importante pasó en este país que se hizo de memoria, bien lindo.
¿Quieres agregar algo más?
Agradecer este espacio, tu tiempo, que hayas visto la obra. Se vienen proyectos muy bonitos, la historia de Rodrigo Rojas De Negri, la historia del Mundial, son historias muy importantes para Chile, sobre todo la historia de Rodrigo Rojas que es bueno que la gente lo conozca y en estos tiempos también, que hay actos de impunidad que Chile se ha contado un poco así, la historia de Chile se cuenta desde la impunidad y es muy terrible, la injusticia.
Bichos Raros
Teatro Sidarte
30 y 31 de octubre, y 6 y 7 de noviembre
viernes y sábado 21:00 h.
Vía Youtube Live
$3.000 general