Por Galia Bogolasky
Entrevistamos al artista Bastián Panadés Rojas que está exponiendo la muestra Collage análogo: Corpus naturale en el Centro Cultural Vicente Bianchi, donde revela nuevas narrativas que abordan la soledad, el vacío existencial y la conexión —o ruptura— con lo natural.
La Vorágine Collage es una exploración visual y simbólica de la figura humana, la naturaleza y sus múltiples dimensiones. A través del collage análogo, Bastián Panadés Rojas fragmenta y recompone imágenes, deconstruyendo su significado original para revelar nuevas narrativas que abordan la soledad, el vacío existencial y la conexión —o ruptura— con lo natural. Cada recorte y superposición es parte de un proceso introspectivo, donde lo manual cobra sentido como gesto meditativo y consciente. El artista prioriza el proceso por sobre el resultado final, entendiendo el acto de crear como una forma de búsqueda y reflexión. La naturaleza aparece como presencia constante: cuerpos que se funden con paisajes, formas orgánicas que emergen entre siluetas humanas, generando una tensión entre lo esencial y lo perdido. Esta vorágine visual pone en diálogo lo humano con su entorno, planteando una crítica silenciosa a la saturación de imágenes y a la desconexión contemporánea. El collage, más que técnica, se convierte en herramienta sensible y política: en cada fragmento resignificado habita una posibilidad de cuestionar, de observar distinto, de reconstruir una mirada más honesta y profunda.
Bastián Panadés Rojas, actor de teatro y televisión graduado de la Escuela Teatro Imagen y Licenciado en Artes de la Universidad Humanismo Cristiano, Pedagogo Teatral de la Pontificia Universidad Católica de Chile, ha destacado como actor en diferentes compañías teatrales nacionales como La Máquina Teatro, Teatro Su- Versión, Compañía Los Tragicómicos, entre otras. Además, ha compartido su experiencia como docente en instituciones como la Escuela Teatro Imagen, la Escuela Popular de Teatro de Recoleta y la Escuela de Formación Teatral de Santiago. Su formación se ha enriquecido con especializaciones nacionales e internacionales, colaborando con artistas de Argentina, Cuba e Italia. Fundador de La Vorágine Collage, se dedica a la creación, venta y enseñanza a través de talleres dedicados a la técnica del collage análogo con diferentes dinámicas que exploran el subconsciente creativo. Ha participado en ferias importantes nacionales como internacional y en diferentes galerías de Santiago como EE.UU.
Esto fue lo que nos contó
Tu eres actor ¿Cómo llegaste al arte? ¿Cómo fue ese camino?
Primero, después de salirr en el colegio, decidí entrar a gastronomía. Estudié gastronomía un año y medio o dos, por ahí, en el Culinary. Hice una práctica en un restaurant en Valparaíso. Ahí fue donde me mató las pasiones. Estuve un día entero, una semana entera, en un subterráneo pelando camarones y fileteando pescado. Y ahí yo dije: “No, no quiero esto”. Más encima la competencia era muy fuerte, el ambiente en la cocina era cuático. Pero, de todas maneras, estudiar ahí fue como abrirme también a un espacio artístico desde la comida. La verdad es que siempre quise estudiar teatro, pero no me atreví, al principio. Después cuando estudié gastronomía y me di cuenta que no era lo mío, dije: “Ya, quiero estudiar teatro”. De ahí vi la escuela y todo en Santiago, vi la Teatro Imagen y ahí me quedé, eso fue como en 2015. Ahí estuve estudiando tres años, después salí, después saqué una licenciatura en Artes, en la Academia de Humanismo Cristiano, y después saqué un diplomado en Pedagogía Teatral, en la Católica. En la pandemia empecé con el tema del collage, porque justamente ahí empezaron con el boom del collage. Había harta gente que seguía y por una amiga empecé a hacer collage. Ahí empecé con el primer taller. Tomé un taller con la prima de Trinidad González, que es una directora de teatro, creo que es peruana, si no me equivoco. Tuve un taller con ella y me abrió todo el mundo, me explotó la cabeza. Ahí yo dije: “Ya, voy con el collage”. Después tomé un par de talleres con Lasen, también con Las Manos de Iris. De ahí dije: “Me voy a tirar solo con los collages”. Ahí empecé y a la vez estaba en teatro, en las tablas, era asistente de dirección y ahí me muevo. En las clases también.
¿Cómo trabajas el collage? Porque entiendo que trabajas con fotografía también. ¿Qué imágenes eliges? ¿De dónde vienen? ¿Qué temas te interesan?
Primero me interesé por las revistas. Revistas antiguas, revistas botadas, revistas que recopilaba, reciclaba, eran revistas muy aleatorias. Empecé con las revistas. Me llamó mucho la atención la relación del cuerpo humano con la naturaleza, y creo que desde ahí no he parado con esa relación, de profundizar, de investigar y de descubrir esa relación de diferentes maneras: cómo dialogan, como reflexionan entre sí.
Hace un par de años, con un amigo que también es actor, Diego Subercaseaux, que también hace fotografía, nos juntamos, somos súper amigos. Él empezó con un proyecto de sacarle un retrato a gente de Santiago Centro, de diferentes lados emblemáticos de Santiago, y ahí yo le dije: “¿Por qué no hacemos algo entre los dos? Tú sacas las fotos y yo las intervengo en collage”. “Sí, dale, dale”. Nos juntamos un par de veces, armamos el proyecto e hicimos el proyecto Intercalar: intercalar la foto junto con el collage. Hicimos una exposición en el Palacio de Adobe, que es una casona hermosa de adobe que está en Yungay. Ahí nos recibió con los brazos abiertos la Jose, que es quien vive en esa casa con su madre y su pareja. La gracia de la exposición era que uno entraba a la casa. Entonces, entrabas a una habitación, que era la habitación de las fotos, que estaba con toda una iluminación. Después pasabas por un living, que era como un pasillo, y después pasabas a la pieza que era del comedor de ellos, donde almorzaban, comían y todo. Esa pieza la intervenimos y la hicimos la pieza del collage, con las mismas fotos, pero intervenido. Entonces era como un recorrido de la casa. Nos fue súper bien. Estuvimos con Artistas Yungay. Fueron hartos niños un día por los colegios y también después por las tardes, porque Artistas Yungay es súper movido y hay harta convocatoria. Fue realmente muy nutritivo para nosotros. Tenía esta onda de que era un recorrido. Al principio, a la gente se le preguntaba si podíamos sacarle una foto, un retrato de ellos, y al final del recorrido, nosotros estábamos con una impresora, imprimíamos su foto, y entre todos armábamos un collage con las caras de todos los que iban a la exposición. Todos podían hacer collages, entonces, se armaban unos collages increíbles. Ahí me empecé a interesar por las fotos, gracias a Diego, y a la par, seguía con las revistas. Tengo un par de caseros y caseras que tienen revistas antiguas, de diferentes épocas, etc… Y con amigos, familiares que tienen revistas botadas es como: “Dámelas a mí, porque las voy a hacer trizas”.
¿Has trabajado con fotos tuyas? ¿O solo con las fotos de Diego?
Ahora último, en la expo de Vicente Bianchi, hay un lado en el que expongo unos glaciares. Esas fueron fotos mías, porque viajé al sur en el verano, fui a la carretera austral, y ahí saqué muchas fotos. Más me hacía sentido la naturaleza presente, y más el tema de los glaciares, que ahora hay un retroceso mucho más rápido de los glaciares. Entonces, cómo tomar esa temática y abordarla desde el collage.
¿Cómo fue que llegaste a hacer esta exposición para la Corporación Cultural de La Reina en Vicente Bianchi? ¿Postulaste a la convocatoria? ¿Por qué te llamó la atención hacerla ahí? ¿Cómo pensaste la idea?
La verdad es que postulé varias cosas. Entre esas, estaba la convocatoria de Vicente Bianchi, y después se me olvidó completamente que había postulado a esa, hasta que me llegó un correo diciendo que “usted está seleccionado para exponer. Puedes elegir entre la Galería Vicente Bianchi y la Nemesio Antúnez”. De ahí vi el mapa de cada lugar, y dije: “Ya, me voy a tirar por la Vicente Bianchi, es más grande y puedo pensar por primera vez en una exposición solo de mi trabajo”, que nunca había tenido, siempre había estado en ferias o en estas grandes instancias como Art Santiago, Art Week también, que, de todas maneras, son instancias con otra gente. Pero ésta era especial, porque era solamente para mi trabajo en este espacio. Entonces ahí me mandaron el email y dije: “¿Qué hago? ¿Qué tengo que hacer? ¿Cómo lo hago?”.
¿Tuviste que empezar a hacer obras o ya tenías la obra hecha?
Tenía obras hechas y tenía que empezar a hacer porque me quedaban poquitas. Entonces, por ejemplo, esto de los glaciares es totalmente nuevo. Los de Diego ya estaban, pero son relativamente nuevos también. Y otros también tuve que sacarlos ahí desde que me avisaron hasta que expuse.
¿Fue como un mes?
Sí, un poquito más, y fui a un par de visitas al lugar para cachar bien in situ cómo era. Vi la exposición anterior que estaba. Entonces eso me sirvió mucho para ver dónde colgaban los cuadros, cómo los colgaban, conocer a la gente, a las chicas que ahí se movilizan. Ahí empecé a hacer los collages, y después tuve que enmarcarlos. Ahí me ayuda mucho don Antonio, que es como mi casero de los marcos. Los dejó maravillosos.
Me fijé que había algunos marcos que estaban como pintados, como intervenidos.
Sí, había uno que estaba intervenido. Ese lo enmarqué con otra chica también. Lo enmarqué hace mucho tiempo. Pero ella tiene la volada de intervenir los marcos con pinturas. De hecho, es como nuevo. No me lo había imaginado.
¿Qué caracteriza tu trabajo? ¿Qué diferencia tus collages de otros? Porque hay una tendencia ahora, con muchos collagistas, hay todo un movimiento de collagistas en Chile, jóvenes, con propuestas, con estilos y sellos de trabajo que los caracteriza.
Yo creo que son varias cosas. Uno; que no me voy tanto por encontrar una estética como prioridad, sino que más bien entablar reflexiones o preguntas desde los recortes, encontrar o no encontrar un diálogo entre temáticas diferentes y que puede oscilar desde un collage de una saturación de recortes, como un collage que trabaja más bien el minimalismo, con un recorte o dos. Oscilo desde esas dos perspectivas. También que el resultado no me llama mucho la atención, sino que me llama mucho el hecho del proceso del collage. No me interesa cómo va a quedar, sino que me interesa qué pasa en el proceso de búsqueda de imágenes, de composición de las imágenes y después destruir esa composición y ver qué aparece. Porque yo creo que ahí está la esencia y la gracia del collage: que tú puedes trabajar una composición, pero puedes destruir esa composición o deconstruir esa composición, puedes desordenarla y aparecen muchas otras opciones y realidades, otras preguntas. Ahí yo creo que está la esencia. De todas maneras, creo que se relaciona un poco con el teatro. Esto lo estoy recién descubriendo, la relación con el teatro, de alguna manera, porque en el teatro uno empieza también con elegir una temática, o elegir un punto de vista. Creo que el collage también, como que de repente me veo enfrentado a de qué quiero hablar, y por qué quiero hablar de esto, qué quiero decir con respecto a esto, a la temática, cuál es mi punto de vista con respecto a la temática, y cómo eso lo puedo llevar, de alguna manera, a un viaje que es el proceso en donde me pierdo, descubro, deconstruyo y llego a algún lado.
Me fijé que hay unas obras, que me encantaron, que tenían unas tiras que se van desplazando, así como unas franjas, y van armando una imagen a partir de cortar una imagen original. ¿Eso lo tienes pensado de antes? ¿Cuando eliges la imagen decides que vas a deconstruirla, y convertirla en algo nuevo, o mientras vas cortando se te va ocurriendo en el camino?
Mientras voy cortando se me va ocurriendo en el camino. Creo que eso también habla mucho de que el proceso es vivo, no hay nada prehecho o preescrito, entonces lo que va surgiendo en el proceso, eso es muy rico, ahí está la riqueza de la creación, en todo ámbito, no solamente en los collages, sino que en todo ámbito artístico. En el teatro también pasa lo mismo, uno tiene tal vez una idea prescrita, pero en el proceso pueden pasar muchas cosas, y el resultado es diferente a como yo lo imaginé. Por ejemplo, en el caso de ese en particular, porque si no me equivoco, es una foto de Diego, que está con esas líneas, me enfoqué mucho en la entrevista que Diego le hizo a esa persona, y lo que respondió esa persona. Entonces desde ahí me tomé también a dónde me va a llevar el testimonio de esa persona. De ahí llegué a lo que llegó.
A propósito de tu texto curatorial, que lo encontré bien interesante. Conceptualmente ¿Cómo describirías esta muestra en particular?
Esta muestra en particular la definiría como una experiencia que te invita a descubrir, a preguntarse y a sentir cosas a través de lo que quiero transmitir en cada collage. Tal vez no es algo concreto, de que uno diga: “Quiere decir eso”. Pero sí al ver los collages creo que hace sentir sensaciones y también preguntas. Eso me ha hecho muy feliz, porque las personas me han dicho: “Tal vez no sé concretamente lo que quieres decir con eso, pero me planteaste preguntas y me hiciste sentir cosas, sensaciones, con esos recortes, o esa imagen o esa composición, o algo en particular del collage”. Todo gira en torno a esta relación de la naturaleza con el ser humano.
Invita a la gente a que vaya a la exposición.
Dejo invitados a todas y a todos para que vayan a esta exposición que se llama Corpus Naturale, que es una exposición de collage análogo. Eso quiere decir que es hecho a mano. No hay ningún collage digital porque eso también es otra cosa. Esto es justamente hecho con las manos. Voy a estar hasta el 28 de junio en la Galería Vicente Bianchi, de la Corporación Cultural de La Reina. El 28 mismo va a haber un taller. Vamos a cerrar con un taller gratis para la comunidad y para quien quiera ir. Ahí vamos a trabajar con respecto a qué es el collage, de dónde viene el collage, cuál es la historia que tiene, cómo va pasando de diferentes movimientos artísticos, el surrealismo, el dadaísmo, etc. También vamos a ver unas técnicas básicas del collage. Entonces va a ser muy práctico Así que dejo invitados e invitadas a todas y todos.
Coordenadas
Collage análogo: Corpus naturale
Bastián Panadés Rojas
6 al 25 de junio
Centro Cultural Vicente Bianchi
Santa Rita 1153
Entrada liberada