Por Galia Bogolasky
Guillermo Lorca García-Huidobro, nacido el 14 de marzo de 1984 en Santiago de Chile, es un reconocido artista aclamado por su trabajo en pintura al óleo. Hijo de la escritora y periodista Beatriz García-Huidobro, Lorca estuvo rodeado de arte desde una edad temprana, desarrollando un profundo interés por la pintura.
A los 16 años, Guillermo Lorca comenzó su formación artística con Sergio Montero. Luego, se inscribió en la Pontificia Universidad Católica de Chile, pero abandonó en 2006 para perfeccionar sus habilidades técnicas en Noruega, donde trabajó como aprendiz del pintor Odd Nerdrum.
Lorca regresó a Chile en 2007, donde presentó su primera exposición individual, Diebushka, en la Galería Matthei. Su carrera continuó con proyectos destacados, como la creación de enormes murales en la estación Baquedano del metro de Santiago entre 2009 y 2010, convirtiéndose en el artista más joven en exponer en ese espacio. Estos murales, que retratan a personas comunes de Chile, aún se pueden ver en los pasillos de la estación.
A lo largo de su carrera, Lorca ha participado en numerosas exposiciones importantes tanto en Chile como en el extranjero. Algunas de las más notables incluyen Vida Eterna en el Museo Nacional de Bellas Artes de Chile, Animales Nocturnos en el Centro Cultural Gabriela Mistral, y Esplendor de la Noche (2021-2024) en el Museo Moco en Barcelona.
¿Cómo fueron tus inicios en el arte?
Cuando era niño, nunca soñé con ser pintor, pero me encantaba pintar dinosaurios. Siempre estuve rodeado de libros de arte en mi casa, desde que tengo recuerdo conozco la obra de Caravaggio, Rembrandt, entre otros.
A los 16 años, empecé a sentir que el arte era mi verdadera vocación y me puse un objetivo claro: convertirme en un artista profesional a los 21 años. Me dije a mí mismo que, si no lo lograba, aún tendría tiempo para explorar otras opciones.
Con esta determinación, decidí dejar mis estudios de Arte y me embarqué en mi primer gran proyecto: un mural de 40 metros en la Viña Tabalí de Ovalle, Chile, en 2004. Se podría decir que ese mural marcó el inicio de mi carrera profesional.
¿Cómo llegaste a la técnica pictórica con la que trabajas y caracteriza tu trabajo?
Como cualquier pintor, conseguí una buena técnica con muchas horas de dedicación. Mi principal referente al principio fue Velázquez, y, obviamente, el tiempo que pasé con el artista Odd Nerdrum en Noruega fue muy importante.
¿Cuáles son los principales temas/conceptos que abordas en tu trabajo?
Mi trabajo explora sensaciones inconscientes que han sido parte de mi vida. Cada criatura en mis obras representa un impulso inconsciente, similar a cómo antiguamente se asignaban impulsos a dioses, espíritus o demonios en la mitología.
En mi arte vuelvo a esa externalización original de las figuras arquetípicas, creando nuevas mitologías donde animales, niños y personajes femeninos son los protagonistas. Estos personajes se revelan como criaturas preconscientes, amorales, llenas de intensidades y fuerzas primarias.
Mi objetivo es abrir una ventana hacia la psique humana y su enigmática interacción con la naturaleza, situando a mis personajes en paisajes que sugieren peligro y parecen estar a punto de revelar secretos profundos.
¿Cuáles son tus referentes?
Diego Velázquez fue mi primer maestro; un libro suyo me enseñó mucho sobre cómo lograr simplicidad y efectividad en el arte. También he encontrado inspiración en artistas como Sorolla, Sargent, Tiepolo, Rembrandt y Doré, cada uno de los cuales ha influenciado aspectos específicos de mi técnica.
El anime ha sido fundamental para mí, al igual que el cine, el arte y la literatura en general, aunque hay tantas que es imposible mencionarlas todas
¿Cuál ha sido tu exposición más importante o significativa?
Desde el punto de vista emocional la exposición Vida Eterna en el Museo Nacional de Bellas Artes el 2014 significó mucho. Hubo un antes y un después en mi carrera.
Y la del MOCO Museum me permitió proyectar mi carrera de manera internacional y obviamente al estar ubicado en Barcelona pude llegar a miles de personas de todas partes del mundo.
Te caracterizas por una obra muy realista y con un estilo barroco contemporáneo. ¿Cómo llegaste a interesarte en este estilo en particular?
Rubens, Caravaggio, Rembrandt y Velazquez son artistas barrocos que admiro mucho pero son uno más de los tantos artistas que me siento influenciado. Pero creo que me siento más identificado con varios artistas del siglo XIX, no me definiría como barroco propiamente tal, aunque entiendo que hay varias similitudes.
Cuéntanos de tu trayectoria internacional y como ves el arte en el extranjero de artistas contemporáneos tuyos
Internacionalmente donde he tenido exposiciones más relevantes es México, Londres, España y Corea. El arte internacional tiene códigos que funcionan distintos a Chile , es más complejo pero a la vez muy interesante.
Y respecto a como veo el arte de mis contemporaneos, es relativo, pero cada generación tiene su espíritu y la mía no es la excepción. En lo personal hay autores que me parecen muy interesantes que tienen una identidad propia y otros que simplemente son un megáfono de los tiempos que les toca.
¿Cómo ves el arte chileno actual? ¿Cual es tu opinión de los artistas chilenos?
Hay muchos artistas chilenos muy talentosos con buen empuje pero desafortunadamente creo que el ecosistema artístico chileno no está en un buen momento pero no por los artistas, sino que hay problemas de mercados y de instituciones que hacen el trabajo más difícil y menos motivante. Pero moviendo algunas teclas hay espacio de esperanza.
¿Qué proyectos tienes próximamente?
El 30 de agosto inauguro una exposición individual en Tang Contemporary Gallery, en Seúl. Estoy contento con esta oportunidad porque estaré en una de las galerías más importantes de Asia sin duda y con presencia en grandes ferias de Arte (art Basel, Dubái, Frieze, Armory, etc), sede en varios países y que representa a artistas tan relevantes como Ai Weiwei, Julio Le Parc , Yue Minjun entre otros.
En tu obra hay presencia de niños y animales. ¿Cuál es la importancia de esas figuras para tu trabajo?
Las niñas pueden representar varias cosas; por un lado, la niña de pelo de colores, la pienso como un personaje arquetípico algo ajeno al mundo real, como si fuera un poderoso espíritu que adquirió esa forma. Una parte de mi, de la niñez, cada vez más lejana, perdura en ese personaje que debe enfrentar y a menudo contener a otras fuerzas inconscientes representadas normalmente en animales u otras criaturas y humanos. Los animales que pinto están en conflicto, están atrapados en la violencia inherente en la naturaleza. No se trata de la violencia planificada por el hombre ni de la violencia como un acto de placer, sino más bien de una violencia inevitable para la existencia misma de la vida, por lo tanto tiene un componente de belleza que me atrae mucho. Todo ellos son los que nos acompañan en este difícil viaje por el mundo interno.
Tu estilo pictórico es inusual para un artista joven. ¿Cómo sientes la recepción del público frente a tu trabajo?
Bueno la verdad no es tan inusual, cuando yo estudié era algo más inusual pero hoy con la era Instagram hay mayor proliferación de autores figurativos.
En general la recepción del público es muy buena y es una gran motivación, pero como todo hay gente que le pueden gustar tus cosas y otros odiarlas, pero eso es parte del juego.
¿Cual es tu impresión del coleccionismo hoy en día? Crees que hay una tendencia a un estilo pictórico más moderno?
El coleccionismo depende del país, y el tipo de coleccionista. Hay muchísimos nichos, no hay una tendencia generalizada.
Cuéntame sobre tus últimas obras donde haces una obra dentro de otra obra, incorporando tu talle y tu espacio
Hay veces que incorporo extractos de obras de otros artistas en mis creaciones. Por ejemplo la obra Judith´s Youth que integro la obra de Aubrey Beardsley. El cuadro trata de otra cosa pero se genera un cruce simbólico que me parece interesante de generar.
¿Cómo ves la evolución de tu trabajo a futuro?
No lo tengo muy claro, pero si estoy explorando nuevas técnicas que pueden derivar en algo interesante. Vamos a ver qué pasa.