Por Pilar Alcántara
El Ballet Nacional Chileno cierra su temporada 2023 con el espectáculo de danza Me despido de la coreógrafa Cassi Abranches (Brasil) en colaboración con Mathieu Guilhaumon (Francia) basado en la literatura de Isabel Allende y la de Jorge Tellier, en particular su poema Despedida. Luego realizarán una breve temporada de cuatro funciones de un clásico de la danza, Giselle, en el Teatro Municipal de Las Condes.
¿Cómo surge el proyecto de realizar un trabajo colaborativo con Cassi Abranches?
Nosotros como Ballet Nacional Chileno, desde hace ya 10 años que llevo yo a cargo de la compañía, y la propuesta artística. La programación de la compañía es tener propuestas variadas con coreógrafos y coreógrafas no solamente nacionales, también internacionales. Lamentablemente, todo el tiempo de la pandemia no nos había dado la posibilidad de retomar esas invitaciones por las razones que conocemos y por los cierres de fronteras. Cassi es la primera invitada que volvemos a tener con nosotros para una creación con la compañía. Estas invitaciones internacionales hacen parte de mi voluntad de abarcar distintos estilos y de coreógrafos-coreógrafas, con distintos lenguajes, obviamente en un marco, en el sello que tiene el Ballet Nacional Chileno, donde los bailarines puedan enfrentarse a un lenguaje distinto, afrontar nuevos desafíos artísticos, y también ampliar la propuesta para nuestro público. Creo que es importante porque en Chile no solamente el público tiene la oportunidad de ver el trabajo de estos coreógrafos internacionales. Si no, todos estos artistas pertenecen a una red de coreógrafos y coreógrafas contemporáneos de hoy en día, que están desarrollando una carrera en el extranjero, y que nunca se han presentado en Chile. Entonces, siempre para nosotros es un orgullo poder tenerlos aquí y que puedan mostrarnos y compartirnos su arte.
¿Cuánto duró el proceso de preparación del espectáculo Me despido?
Generalmente, el promedio de lo que tenemos para un montaje depende de la duración de la obra, pero Cassi en esta oportunidad se quedó cinco semanas con nosotros. El tiempo de creación se dividió en dos periodos, un primer periodo en junio, donde trabajó casi tres semanas con nosotros, y volvió ahora a unas dos semanas antes del estreno, que fue en el Teatro Universidad de Chile.
La musicalización sorprende con canciones con letras, que nos muestran la cultura brasileña y chilena, como parte de la propuesta del espectáculo. ¿Pero el recurso de usar canciones con letras es nuevo para el BANCH?
Usar canciones con letras no es tan nuevo, o sea, todos los coreógrafos no ocupan obviamente canciones con letras, pero se han ocupado antes. Por ejemplo, el año pasado creé una obra para la compañía en conjunto y colaboración con Millaray Lobos, actriz y dramaturga chilena, que se llama Dual, y justamente ocupaba la música de Chris Isaak, Wicked Games, que tiene letras, pero efectivamente principalmente se ocupa música sin letras. Las letras nos dan una información bastante importante, es decir, hay un significado, cuando uno lo escucha, primero por lo que dicen las letras, pero también si es una canción conocida, como es la de Wicked Games. Por ejemplo, en el caso de Cassi, la de Tom Jobim, brasileña que es famosísima, obviamente nos da una información como público porque está asociado a muchas imágenes. A veces con letras lo difícil es, ya con toda esta información, a nivel corporal y a nivel de coreografía, ¿Qué vamos a sobreponer a esto?, ¿vamos a ser literal, vamos a ilustrar lo que dicen las letras? O, todo lo contrario, ¿vamos a estar tomando el contrapunto de esto?, es decir, no decir lo que las letras dicen. Pero en este caso, Cassi ocupó esta canción, yo creo, porque primero con su obra se inspiró también de literatura chilena, de poemas, entonces obviamente estamos hablando de letras, estamos hablando de palabras. Son dos momentos en su obra para recordarnos también el hilo conductor, de las obras, que es, La despedida, el tema principal de su obra, al final escuchamos la voz de Millaray Lobos con un poema. Eso va realmente dependiendo de los creadores, pero es cierto que generalmente los coreógrafos-coreógrafas, ocupan música más atmosférica o sin letras, eso nos permite también desarrollar arriba del escenario un relato con una música y sonido que no nos da tanta información, al nivel de narración.
Para ti como director, ¿Cuál es el rol que cumple el diseño de iluminación en Me despido y la danza en general, en tus propuestas?
El diseño de iluminación en una obra de danza es muy muy importante, porque va generando espacios y creando atmósferas, va dibujando también el escenario, se va complementando con la coreografía. Creo que un espectáculo es un todo, es decir, se habla de una coreografía, la música, el vestuario, el diseño de iluminación. En nuestro caso, muy a menudo también lo que sucede en la danza contemporánea, es que se ocupa poca escenografía, como viste ahora que estamos en un escenario vacío, es decir, solamente lo que llamamos una caja negra, y ahí entonces la luz, el diseño de luces nos permite justamente producir cierta escenografía finalmente, generando atmósfera, imágenes potentes, y eso va reforzando también el relato, la narración, lo que se está diciendo arriba del escenario, generando espacios más reducidos, o más amplios en los momentos de los grupales, también va por los tonos, los colores que se están ocupando, obviamente algo más frío o algo más cálido, nos invita a distintos viajes. Siempre el trabajo con diseñadores de iluminación es muy importante, porque son cosas que van a la par. No es que de repente una obra se crea, y luego se pone cualquier luz, porque la luz te puede cambiar todo, todo el significado de una obra.
Es siempre valioso, y en este caso Cassi trabajó con Gabriel Perdineras, que además es su pareja, entonces ahí hay una complicidad muy grande, y de hecho cuando trabajaba, él mismo opinaba de la coreografía, le dice “en este momento, yo sugiero que este o esta bailarina podría quedar un poquito más al fondo, más adelante, yo creo que aquí tiene que entrar más en la luz, o salir de la luz”, entonces todo eso es un conjunto. Yo considero que una obra es un todo, no es solamente coreografía, eso hace que la obra existe y que la obra pueda tomar vida.
Durante el espectáculo surge un aspecto técnico relevante, el silencio ¿me puedes contar un poco de eso?
El silencio puede tener muchas explicaciones, en el sentido de cuál es el propósito de dejar a los bailarines bailar en silencio. Uno, es porque los cuerpos en movimiento hacen su propia música, es decir, la música del cuerpo. El silencio también nos permite, lo que justamente hablamos con el tema de la música con letra, no tener mayor información sobre lo que está pasando, entonces uno realmente se enfoca en lo que el bailarín está diciendo con su cuerpo, con la dinámica, como respira también.
Hay una cosa que es interesante, que el silencio puede generar bastante incomodidad para un público, es decir, que estamos todos compartiendo un espacio, un teatro, con cien, ciento cincuenta, doscientas personas, y de repente el silencio nos puede incomodidad, porque no sabemos qué hacer en el silencio, se necesita, estamos muy acostumbrados a estar con mucho ruido, todo el día, siempre vivimos en la agitación, estamos muy contaminados por ruidos, entonces eso nos permite, a veces, no pensar tanto. En este caso, como la gente a veces se puede llegar a sentir muy incómoda, es interesante ver la resistencia del público, y uno se puede dar cuenta que seguramente después de unos treinta o cuarenta segundos, empiezan a toser, se escucha sonidos de garganta, de cosas, porque se genera cierta incomodidad. Más allá de esto, más allá de comprobar la resistencia del público a enfrentarse al silencio y el oscuro, yo creo que eso te permite también ver cómo un cuerpo tiene su propia musicalidad, cómo respira, porque se escuchan. Si bien son muy sutiles, se escuchan sonidos, se escucha el movimiento en el piso, entonces, eso también nos permite transitar de un ambiente a otro, por ejemplo, si estamos en una escena grupal, muy dinámica, y después pasamos a una escena mucho más tranquila, que quiere transmitir otra cosa, hay que transitar a eso. A veces, se pueden hacer quiebres radicales, pero muy a menudo se necesita hacer una transición para dejar el mundo que recién vimos y entrar al otro mundo. El silencio, finalmente, permite, digerir un poco la información que recién viste, para poder entrar en la próxima escena.
¿Cuál es la propuesta de usted como director del BANCH en relación a la ejecución de la sincronía y el ritmo en el movimiento?
Es todo muy organizado, está todo muy controlado. Entonces, personalmente siempre lo comparo a una partitura de música, es exactamente lo mismo, una coreografía es una partitura de movimiento. En la música sucede lo mismo, o sea, tú puedes escuchar una música muy regular, muy rítmica, muy cuadrada, o puedes ver en las partituras de grandes compositores, como Stravinsky, por ejemplo, que parece muy desorganizada, pero hay una lógica muy importante, y al momento de ejecutarlo, los músicos tanto como los bailarines, requieren de dominar mucho el movimiento, la musicalidad, las técnicas del cuerpo, para hacer que todo pueda funcionar. Yo creo que pasamos de cosas cuadradas a una estructura que se va descomponiendo, nos permite generar matices en la coreografía, si no, todo puede ser atónico, un poco plano. Eso te permite jugar también con la composición coreográfica, que es, exactamente, lo mismo con una partitura de música. Tenemos nuestro lenguaje, hay códigos también en la danza. Tenemos un vocabulario, es como hablar, tú tienes palabras y luego tú puedes jugar con eso, o sea, invertir el sentido y el orden de las cosas sin perder el sentido, o a veces con lo que tú quieres decir, quieres confundir al público, entonces, de repente, lo quieres llevar a cierto lugar, y de repente, te sorprende, porque finalmente no va donde uno se esperaba que iba a ir. Lo mismo que en una película, cuando un director-directora, empiezan a dar ciertas líneas, pero de repente, hacen un quiebre que sorprende con lo que puede pasar. Es exactamente lo mismo, con la danza también estamos contando historias, no necesariamente literal, pero hay un relato en la narración, en lo que significa eso, es parte dé. Es también darle dinámica a la narración de la obra.
A menudo, hay públicos que se quieren repetir las obras, justamente, porque no logró ver todo, o se enfocó en ciertas cosas, y dice, “ay, pero me perdí esto”, entonces, tal vez, al volver a ver la obra, puede ser que ahí se logre enfocar en otros momentos para ver exactamente todo lo que estaba sucediendo, porque efectivamente, a veces suceden cosas, pero tu ojo va a ciertas cosas, y no a otras. Dependiendo de cada uno, o sea, no es que todos vamos a mirar lo mismo.
La diversificación de los cuerpos en la danza, ¿es un desafío para el BANCH?
La danza contemporánea no es como en el ballet clásico, hay cierto código, pero no es tan estricta con lo que se requiere en la danza clásica, de cierta estética. Pero la diversificación a nivel de la fisicalidad de los cuerpos, yo creo que en la danza contemporánea nos permite tener una variedad un poquito más amplia. Entonces, en la compañía tenemos perfiles muy distintos de bailarines y bailarinas, y pienso que es importante, porque lo que se ve en el escenario también nos refleja y refleja también la diversificación de quienes somos, como sociedad, entonces somos todos muy distintos, y es importante también que el público, al momento de ver una obra arriba del escenario, pueda identificarse con lo que está pasando. Identificándose en el nivel del relato, con lo que se está contando, pero también con la situación, es decir, con la situación de un grupo humano, de personas en el escenario que van compartiendo un espacio durante un tiempo y es relevante que estos personajes dentro del grupo tengan cada uno su identidad propia. No es que estamos en un grupo con estereotipos muy definidos, la sociedad no es así, es muy diversa. Y considero que es importante también que arriba del escenario eso se pueda reflejar.
En relación a los procesos creativos, ¿Cuáles son para usted las diferencias del espectáculo Me despido, con dos veces BANCH y La hora azul en el año 2021?
Son procesos muy distintos en el sentido de que, primero, son dos coreógrafos distintos, uno es de Cassi Abranches y ambas obras que mencionaste son mías. Obviamente, todos tenemos mil maneras de hacer coreografía. Es decir, uno puede partir de una cosa muy clara, por ejemplo, uno puede llegar al estudio y tener una idea muy clara de lo que quiere. En el caso de La hora azul, por ejemplo, cuando empezamos a crear la obra, no había nada muy definido, trabajé mucho a partir de improvisación de los bailarines y a partir de eso se fue construyendo la obra. Cassi cuando llegó, tenía ciertas escenas muy claras de lo que quería hacer, es decir, “eso va a ser grupal”, “eso va a ser un solo”, “eso va a ser un dúo”. Uno, a nivel de estructura y dos, a nivel de movimiento. Hay coreógrafos que son súper claros a nivel de movimiento, entran en la sala, muestran lo que quieren y tiene que ser así. Otros no, por ejemplo, en mi caso propio, voy demostrando cosas, pero aparte de eso yo dejo una libertad para que los bailarines puedan, a partir de este material coreográfico de lenguaje corporal, puedan ir a apropiarse del lenguaje y hacerlo suyo. Por lo tanto, este movimiento se va a transformar, lo que algunos coreógrafos o coreógrafas no hacen, es decir, que realmente tiene que ser tal como ellos lo habían imaginado en sus cabezas.
Los procesos son muy distintos y es lo interesante de un proceso, para los bailarines también, porque hay miles de maneras de hacerlo y somos todos distintos como creadores y creadoras. Creo que no hay una manera, lo mismo se aplica en toda composición artística en general, sea la pintura, sea la escultura, sea la música, ahí en el teatro lo mismo, o sea, dirigir una obra de teatro. Los directores tienen mil maneras de entrar en un proceso y los intérpretes también, o sea, todos los intérpretes no entran en un trabajo de la misma forma. Entonces, hay unos intérpretes que les gusta que justamente un coreógrafo o una coreógrafa les dé la mayor cantidad de información posible, es decir, con el movimiento exacto que tienen que hacer, otros no, otros prefieren tener esa libertad de ellos mismos poder proponer cosas. Eso va realmente dependiendo de los creadores y de los intérpretes.
Para finalizar, ¿Cuál es la importancia para la danza contemporánea chilena, el contar con espectáculos del nivel de Me despido?
Yo creo que la danza contemporánea hoy en día es muy variada, entonces hay una diversidad también importante, porque la danza contemporánea abarca muchos estilos, muchas maneras de bailar, de hablar de la danza. Entonces, yo pienso que es importante en el panorama nacional dar un estilo que vaya complementando el resto de lo que se está presentando, con los coreógrafos nacionales, que pertenecen más a la escena independiente. Yo considero que eso va complementando, porque finalmente eso hace que la danza nacional tenga un abanico muy amplio de lo que puede ser la danza contemporánea, clásica, neoclásica. Uno le puede dar el estilo, el nombre que quieran, pero finalmente todos hacemos lo mismo, hacemos danza. Hoy en día es muy difícil, definir bien lo qué es la danza contemporánea. Siempre yo lo defino con lo que significa danza contemporánea con su tiempo, es decir, la danza de hoy. No me refiero necesariamente a un estilo en particular, porque hoy en día la danza contemporánea se nutre de muchos estilos, pasa por el clásico, el neoclásico, el hip-hop, danza folclórica, danzas urbanas. Definir así tan precisamente lo que significa danza contemporánea, hoy en día es difícil, solamente es danza de hoy, con su tiempo, contemporánea. La danza contemporánea es una danza que refleja nuestros tiempos, es decir, con los cuerpos de hoy día, con la música de hoy día, con temáticas de hoy día también. Entonces, va por ahí y creo que la propuesta del BANCH siempre intenta justamente complementar un panorama, un abanico de propuestas que ya tenemos en Chile en la danza nacional.
¿Qué se viene para Me despido en un futuro? ¿Hay giras? ¿Hay más funciones? ¿Se alarga la temporada?
Después de esta temporada, nosotros vamos a estar primero en el Teatro Municipal de las Condes con una reposición de Giselle, que fue una obra que se creó el año 2018 en nuestro teatro, que no se ha vuelto a reponer desde entonces. Nosotros estamos muy contentos de poder presentarnos en este gran teatro, con esa obra multipremiada y que se va a presentar en el Teatro Municipal de las Condes del 23 al 26 de noviembre. Después de eso vamos a estar en Valparaíso, en el escenario de la Universidad Federico Santa María, con la obra Dual, estamos llegando al final de la temporada, llegando a diciembre y enero, que es un periodo un poquito más tranquilo. En enero, generalmente lo que se suele hacer y que lo vamos a retomar, son los talleres abiertos impartidos por los mismos bailarines de la compañía, que está abierto a toda la comunidad, talleres gratuitos y otras actividades que estamos trabajando ahora antes de empezar la nueva temporada 2024, de la cual tendremos pronto todos los nombres y contenidos de lo que va a pasar para el año 2024 con el Ballet Nacional Chileno.
Tenemos BANCH para rato entonces.
Así es, con muchos proyectos.
Te dejo micrófono abierto, si quieres entregar algún mensaje para invitar y promover nuevas audiencias que es tan importante
No tengan miedo, invitar a todos y a todas a venir a nuestro teatro, a compartir un momento de danza con nosotros, que no tengan miedo a tener la curiosidad de venir y de dejarse llevar por lindos viajes a través del cuerpo, de la música, en nuestro teatro Universidad de Chile o en otros teatros donde el Ballet Nacional Chileno también se presenta. Nosotros tenemos además precios muy accesibles para todos y todas, con descuentos, entonces eso también es parte de nuestra voluntad de poder invitar a un público lo más amplio posible. Invito a todos y todas a venir, a compartir este momento con nosotros, a descubrir quiénes son estos maravillosos intérpretes del Ballet Nacional Chileno, generosos y generosas todos a compartir su arte arriba del escenario. Invitadísimos, invitadísimas todos y todas a venir al Teatro Universidad de Chile en Plaza Baquedano.
Ficha Técnica
Título: Me despido
Coreografía: Cassi Abranches
Dirección artística: Mathieu Guilhaumon
Diseño de Iluminación: Gabriel Perdineras
Compañía: Ballet Nacional Chileno
Lugar: Teatro Universidad de Chile
Temporada: Noviembre 2023