Por Joaquín Letelier
El continente blanco como nunca lo habíamos visto. La obra de danza contemporánea Antártica llega al GAM desde el 9 al 31 de julio. Financiada por el fondo público Fondart, esta producción combina el baile con efectos visuales, juegos de luces, música original de Sebastián Errázuriz y poesía de Juan Pablo Riveros, Oscar Pinochet de la Barra y Miguel Serrano.
La obra posee una estética que envuelve al público desde el primer momento y que está inspirada en este lugar frio e inhóspito ubicado en el extremo sur de Chile y el mundo. Definida como un sueño premonitorio por su autor, Antártica, además de tener aires futuristas que se pueden apreciar en el vestuario y maquillaje de los bailarines, intenta llevar a la audiencia a otra dimensión donde uno de los objetivos es entregar un mensaje esperanzador sobre el futuro del planeta.
Conversamos con Ítalo Tai, coreógrafo, bailarín, actor y director, sobre el proceso de inspiración y creación de Antártica.
¿Cómo nace este deseo personal de representar el continente de la Antártica con la danza? y ¿En qué momento surge esta inspiración para ti?
Todos los trabajos que he creado tienen un interés común respecto del territorio, la poesía, la identidad de aquellas personas que nacen bajo este territorio y también al influjo de los mitos adormecidos en el mundo del inconsciente colectivo. Entonces, por eso abordé La ciudad de los cesares perdidos, El arquetipo del náufrago, El arquetipo del héroe con Reche -la obra mapuche- y Ni por mar ni por tierra, que justamente tiene un interés bien neto respecto al paisaje y el influjo que produce en el habitante. Antártica justamente es la indagación en mis estudios del mito, respecto de los autores que se han ocupado de indagar poéticamente, como es Tellier, que justamente es capaz de ofrecer una poética del territorio. La Antártica asalta, en obras de Reche, por ejemplo, siempre asaltaba la figura de la Antártica, porque además es una imagen que ha sido tratada por grandes autores mundiales cómo el mismo Edgar Allan Poe. Hay cantidades e infinidades de figuras históricas muy interesantes que son verdaderos personajes, como Sarmiento de Gamboa, o Pedro de Quiroz, que era un portugués obsesionado de que allá había algo, que había un mundo y que había que ir hacia allá, y convenció al rey para eso. Cuando iba rumbo a la Antártica desaparece con toda su familia misteriosamente. La Antártica es como un gran lienzo blanco, porque no tiene historia, está virgen, entonces hay mucho para hacer, hay una promesa y una posibilidad de futuro, además posee una riqueza gigantesca, es el reservorio de sobrevivencia de la humanidad. Entonces en la obra está planteada toda esta indagación y estudio personal. Desde que era niño hubo una aparición muy fuerte la Antártica, gran parte de las cosas que he hecho, siempre tienen referencias de mi infancia en el campo.
¿Qué aspectos te parecen más interesantes de la Antártica?
Todas las posibilidades que puede encarnar, ahí se puede crear de todo. Además, la experiencia de estar en la Antártica es una experiencia estética, es una experiencia espiritual, es un símbolo de lo que puede ocurrir. Piensa que la Antártica es como un portal. Muchos autores y poetas hablan de la Antártica como puerta. Tengo la sensación de que frente a las crisis actuales y las que han de venir, en la Antártica hay una posibilidad de futuro, hay un experimento, es de todos y es de nadie, entonces hay una posibilidad. Es interesante porque todas las naciones se pusieron de acuerdo y decidieron no tocarla. Entonces es interesante que eso esté ocurriendo y hay una fórmula más allá de lo que pueda ocurrir. Lo que estamos haciendo, en el fondo, es traer el ballet nacional de la Antártica del 2300, y que viene y se nos aparece como un sueño premonitorio, mostrándonos lo que podemos ser.
¿Cómo fue el proceso de investigación para la creación de Antártica? ¿En qué autores o referencias te inspiraste?
Me basé en tres autores, pero sobre todo en Oscar Pinochet de la Barra, Juan Pablo Riveros, que siempre fue muy generoso, al igual también los hijos de Oscar Pinochet de la Barra, que cedieron los derechos. También Miguel Serrano, que tiene un momento en la obra que tiene que ver con la mirada mítica de la Antártica, el oasis en el corazón de la Antártica donde la vida mora. Ellos tres conforman el guion, más algunas frases y referencias respecto de los acuerdos internacionales que actualmente se plantean respecto a la Antártica. Hoy existe una Comunidad Antártica que la conforman las ciudades más cercanas, que van desde ciudades en Nueva Zelanda, Australia, Ciudad de Cabo en Sudáfrica, Ushuaia en Argentina y Punta Arenas. Entonces ahí existes otro mundo, porque si miras el globo terráqueo desde arriba de la Antártica ves otro planeta, puedes ver todos los continentes que se asoman. Es interesante porque en la obra se plantea como moldear un nuevo paradigma, una nueva mentalidad que es necesaria para los cambios. Eso en armonía con los ecosistemas, que se pueda enfrentar los problemas de hambre, problemas sociales de manera integral, esto lo soñamos y lo planteamos, porque queremos entusiasmar, no queremos asustar, queremos que la gente se vaya con una inyección de energía y sabe que puede, que hay un horizonte y que hay una nueva frontera. Para mí, después de la Antártica es el paso.
¿Cómo fue el proceso creativo, tanto personal, cómo con los demás artistas involucrados en la producción?
El proceso de creación partió con dos meses de estudio profundo, poético, con muchos autores, con muchas obras. Leí harto, me encanta estudiar un tema, me gusta mucho, sobre todo tan apasionante y que tiene relación con muchos autores chilenos, eso es bien interesante. Internacionales también, pero sobre todo hay una sepa de poetas chilenos que son muy adelantados. El fruto de ese estudio fue un guion y desde ese guion empecé a dialogar con el músico. Para mí la música es fundamental y siendo nuestra primera experiencia con Sebastián, el viviendo en Frutillar, veníamos de una pandemia y estábamos en cuarentena, él iba componiendo, hablábamos mucho, dialogábamos mucho y me mandaba maquetas. Alguna vez le mandé algunos referentes: “Esta parte me parece cómo así”. Sebastián hizo un trabajo magnífico, le dio una unidad, hizo sus propuestas, acortó, metió tijera, fue un dialogo bien bueno, a mí me gustó mucho trabajar así. Entonces la creación empezó con el guion y con ese inicio de música. Además yo tuve un mes de experimento con los bailarines, leíamos, improvisábamos, yo hacía algunos ejercicios. Inicialmente fue online, ensayar online es rarísimo, pero igual se aprendieron una coreografía, por ejemplo, la del principio fue creada online, entrenada online. Cuando empezamos a ensayar de forma presencial, empezamos a afinar detalles, pero todo empezó en el computador, eso fue una novedad, después ensayábamos con mascarilla, aterrados por la micro, por el metro, por aquí o por allá. Esa sensación de incertidumbre fue sustancial para comprender y desde ahí moverse y acceder a la Antártica.
No estamos negando nada, al contrario, buscamos darle sentido, entonces en esa medida todo se transforma y eso que estamos creando, tiene posibilidades de que al espectador le pase algo parecido, ojalá, me encantaría que se entusiasmen, que les haga un clic, porque cuando tú interpretas tú historia, esta se vuelve mito, es parte de un mito, entonces ahí adquieres una fuerza que te permite vencer. Tellier dice: “Seguramente ningún verso ha cambiado las injusticias ni le ha dado pan a nadie, pero si ha ayudado a pasar las más arduas miserias”. Me parece fundamental el aporte que uno hace como persona que vive en este territorio, con gente que quiere, con gente que ama, con gente que nace, que quiere un mejor porvenir y que el público se sienta participe de una idea, de un mito. Los mitos se han perdido y ahora tenemos nuevos mitos, la ciencia, la tecnología y por eso nosotros también buscamos a través de lo visual, con efectos sonoros y lumínicos, donde Horacio Videla hizo un trabajo extraordinario, él tiene experiencia escénica porque es director de teatro y fue capaz de interpretar lo que yo estaba soñando. Eso es muy importante porque, o si no, se pierden los compañeros, los co creadores. También asistió a ensayos, fue a ver cuando llegamos a La Pintana e hicimos nuestro primer experimento, luego en Punta Arenas y ahora devuelta en Santiago, donde está ocurriendo una búsqueda de extraer poesía de los elementos tecnológicos.
¿Qué sensaciones y emociones querías brindar al público que va a ver Antártica?
Sin querer hacer spoiler, en la obra te enfrentas a la muerte como puerta para entrar a la Antártica e interpretarla, porque los personajes parecen venir del futuro, es un sueño premonitorio, por decirlo de alguna manera. Te enfrentas a la muerte y accedes a una dimensión diferente, quizás a la cuarta o quinta dimensión y por eso todo va cambiando, los colores, también entra el personaje de Claudio Vicuña, que al mismo tiempo de ser la muerte, te devela la Antártica en su forma total, tiene una belleza poderosa y dimensiones más sutiles, porque el lugar es tan puro que ahí todavía se preservan ecosistemas sutiles que son fabulosos y que albergan vida que conecta con el pozo. Entonces eso quisimos plasmar como entrada. La danza nace desde ahí, luego hay una especie de encuentro o transformación. Oscar Pinochet dice que la Antártica te transforma porque lo bello transforma, y no es una acción que se le ocurrió, sino que lo experimentó él en las veces que fue para allá. La Antártica lo transformó. Nosotros quisimos, de alguna manera también, comunicar a través de la belleza y a través de la poesía, una fuerza que proviene y que simboliza a la Antártica, porque habita dentro de nosotros.
¿Cómo fue la búsqueda de materiales para la confección del vestuario y la búsqueda de esta estética fría y pura que envuelve la Antártica?
Esencialmente, yo tenía estas ideas que te he ido narrando. Los diseñadores Ángel Saavedra y Claudia Robles hicieron el diseño y la organización del vestuario, que de alguna manera, busca esa cosa como de pandilla futurista, esa sensación tratamos de entregar, además se ve super bien con las luces, crea efectos bien interesantes con los Leds y con los colores que van mutando, porque reflecta en el color plateado de los vestuarios y van cambiando de tonalidades. Los plásticos que se usan al principio son como ponchos aislantes del frío futuristas y la danza nace de ahí, de ese ímpetu, de ese dandismo, que al mismo tiempo se enfoca en la época aeróbica de los primeros exploradores, es como si un ballet del 2300 hablara o interpretara.
No es la primera vez que te presentas en el GAM, ¿Cómo han sido estos primeros días de funciones de vuelta en este espacio tras dos años de pandemia, donde la industria de la cultura y la danza se vieron tan afectadas?
Inolvidable, antes decía que la creación de las coreografías y de todo el espectáculo fue como dice la canción: “Danzábamos en la oscuridad”. Viene desde ahí, de la incertidumbre y fuimos fieles y hasta que se nos dio la oportunidad de poder ser constantes. Emocionalmente fue una prueba para el espíritu sin lugar a duda, aparte que te enfrentas a ti mismo a través de la convivencia que es el espejo más inmediato, te sigue mostrando a ti mismo y eso crea conflictos en la mayoría de nosotros, además la incertidumbre en las artes escénicas era monstruosa, no sabíamos que más iba a pasar, después eran los aforos, si íbamos a poder volver, avanzar. Entonces, cada minuto, cada segundo y cada día, cuando ya pudimos empezar a ir al teatro era con un amor, con una consciencia y con una gratitud inmensa.
Título: Antártica
Compañía: Ítalo Tai & Compañía Artes Escénicas
Dirección: Ítalo Tai
Elenco: Claudia Vicuña, Karin Collao, Vania Pascualetti, Rodrigo Jorquera, Javier Lecaros, Italo Tai.
Escenografía y vestuario: Ángel Saavedra y Claudia Robles
Diseño de Iluminación: Horacio Videla
Música: Sebastián Errazuriz, Camila Pérez (Violín), Medicentuna (voz)
Coreografías: Ítalo Tai
Producción: Carolina Sainz
Coordenadas
Centro Gabriela Mistral GAM Av. Libertador Bernardo O´Higgins 227, Santiago.
Temporada: 9 de julio al 31 de julio. Jueves y Sábados 20hrs/Domingos 18:30 hrs
Entradas en https://ticketplus.cl/events/antartica
Más información gam.cl