Entrevista al director y dramaturgo de «El Desmontaje de los Pereira»
Pablo Greene: «La política chilena es la bencina del humor nacional»
Entrevistamos a Pablo Greene, director y dramaturgo de “El desmontaje de los Pereira” obra que vuelve a M100, esta vez, al Teatro principal. A cargo de la compañía Equipo Teatro, la obra se presenta entre el 8 y el 17 de marzo, de jueves a sábado, a las 20.30 horas. La obra narra la historia de un joven candidato a alcalde que debe enfrentarse a uno de los momentos más difíciles de su campaña: la prensa presiona para conocer a su bizarra familia. Oriundo de un hogar disfuncional, Juan Pereira intenta instruir a los suyos para que proyecten una buena imagen donde, claramente, no la hay.
Tu escribiste y dirigiste esta obra. ¿Como nació la idea? ¿Cual fue la inspiración?
Siempre me han llamado la atención las campañas políticas. El promocionarse a uno mismo para un cargo de elección popular. Pedir que te elijan por sobre todos los demás. El hecho de decir «Vota por mí, solucionaré tus problemas, y los demás no». Me impacta. ¿Cómo tanta confianza? Apenas puedo arreglar una mesa, y voy a solucionar los problemas de salud de 1 comuna entera. «Vote por mí, soy trabajador y nunca me rindo». ¿En serio? ¿Nunca te has rendido? Ese límite entre confianza y care-rajismo me intriga, el cómo operan esas personalidades, cuánto están dispuestos a sacrificar de lo que son para convertirse en lo que quieren ser. Y cuánta gente sufre en el camino cuando el motivo no es el mejor.
Me interesa la dictadura de las apariencias, especialmente en el contexto nacional actual, con la política criticada y las instituciones enjuiciadas. Los Pereira se estrenó en plena campaña presidencial, el 2017, cuando Chile bullía desconfianza, con una participación electoral paupérrima, y varios votos al azar. «Si igual tengo que trabajar el lunes». Una sociedad totalmente desconfiada de quienes toman las grandes decisiones. Y peor que eso, rendida a las consecuencias.

El formato se parece bastante a una sitcom; una familia disfuncional, mucho humor, risas casi cada 30 segundos. ¿Esa era la intención? ¿La idea era que fuera como una sitcom??
Con Equipo Teatro llevamos 6 años trabajando sobre la base de mi investigación dramatúrgica llamada La percusión de la palabra. Esta es, en breve, el estudio del ritmo de la palabra teatral como elemento narrativo protagónico, en función de generar un relato impredecible, lúdico y melódico. A la vez, nuestro objetivo político es hacer un teatro de autor, pero abundante en comedia y para todo público, capaz de reencantar a esa audiencia perdida de los últimos años, a la vez que indagamos en nuevos lenguajes sin subestimar al público, invitándolo al baile.
En ese sentido, el proyecto anterior es muy lo que dices. En la sitcom teatral Trilogía Equipo (2015), que eran una serie de 3 obras que se daban en días consecutivos, intentábamos emular el ritmo del montaje audiovisual de la sitcom, a través del ritmo de la palabra teatral. La base de todo esto -y el por qué nuestras obras apelan a ser vertiginosas-, es que en esta cultura de la inmediatez, donde nuestros tiempos se han pervertido por la instantaneidad, la atención del público es un hilo cada vez más delgado y frágil. Los jóvenes no tenemos paciencia. Si una página web no te carga en 5 segundos, la cierras. Cuando ves los monitos animados actuales, en 1 segundo pasaron 3 planos distintos, mientras que antes un plano de Dragon Ball duraba 15 segundos. Y uno los miraba enteros. Los tiempos se aceleraron, y con ello la paciencia disminuyó. Si bien no avalamos este cambio como algo eterno, ponemos como objetivo principal del montaje poner en escena un relato tan vertiginoso e impredecible, que desconectarse sea imposible, y reírse, una oportunidad.
¿Cuáles son los temas que te interesa tratar en tus obras y por qué?
Desde cabro chico que me gusta escribir. Cuando entré a la escuela de teatro, dije «ya po, ahora a escribir obras». Los primeros dos años no logré nada. A diferencia de antes, no me funcionaba el partir una obra desde el «qué quiero decir». Y un día, tras ver una obra, una frase se me quedó pegada solo por cómo sonaba. Llegué a la casa, la escribí en un Word, y avancé sobre ella, buscándole un sentido rítmico, entendiendo por qué me gustó tanto. Al rato de escribir intentando continuar esa musicalidad, y sin darme cuenta, ya no habían solo sonidos atractivos a mi oído, sino un personaje, en un lugar, con un objetivo específico, y una regla rítmica (en este caso, todas las frases rimaban en «-ao»).
Seguí haciendo este ejercicio con reglas rítmicas distintas, tales como: discusiones con muchas consonantes fuertes; diálogos ágiles de máximo 3 sílabas cada personaje; monólogos con solo esdrújulas, etc. Al rato, quedaron varias cosas escritas, todas diversas, pero no tan concretas, por lo que me detuve, las leí y les di forma a lo que contenían. Entonces entendí que para escribir no siempre hay que partir del «qué». También podía escribir desde un «cómo» (el sonido), y después peinar el «qué» (contenido). Así no me bloqueaba, escribía 3 páginas de cosas raras, pero al ordenarlas y cortar lo inservible, quedaba 1 página de algo decente.
A pesar de no perseguir el «qué» desde el inicio, al terminar de escribir la obra me percaté que, sin darme cuenta, retrataba todo lo que yo sentía en ese momento. La temática de esa obra, «Es Quina» (2011), trataba sobre los excluidos de la sociedad, los que sobran de este baile, los invisibles. Todo lo que yo quería hablar en ese momento, pero que no sabía cómo empezar. Esa pulsión emergió por sus propios medios, a través de una investigación instintiva-musical, y representaba todo lo que me pasaba como persona.
En base a eso, creo que el tema de cada obra se cruza directamente con qué me pasa en el momento que la escribo. Por lo que no hay más conector entre sus temas, que yo. La weá egocéntrica, pero si. Perdón por lo-poco, y gracias por tan-tanto.
Esta es una parodia a la política chilena. Generalmente se habla mucho de política en el teatro chileno. ¿Cómo ves tu este tema tomado desde la ironía y el humor?

¿Cómo fue llegar a este elenco? ¿Hiciste casting? o como dice Raffo en una de las escenas de la obra, que lo habían llamado porque necesitaban actores de teleserie para ganarse el Fondart. ¿Hay algo de eso?
Jaja, si bien ese texto tiene bases verídicas, no fue este el caso. Raffo y la mayoría lleva en la compañía desde sus inicios. Los que se sumaron en esta obra fueron Katyna Huberman y Anita Reeves, ambas secas y totalmente involucradas con el proyecto desde su llegada. El personaje de Weli lo escribí pensando en Anita desde el inicio, entonces cuando leyó el texto y le gustó fue muy emocionante. Por otro lado, los que actuaron en nuestras obras anteriores y ahora no, cumplieron otros roles, como Juan Anania, que ahora hizo la iluminación, y los hermanos Zicavo, que ahora hicieron la música original. El último en sumarse al elenco fue Felipe Rojas. A 2 meses del estreno, el actor que interpretaba su personaje (y quien sí tenia la edad correcta, 75 años), se tuvo que retirar del proyecto. Tras llamar a más de 10 actores de la edad, decidí aventurarme con Felipe Rojas (29), a quien conozco desde chico, y quien debe ser de los mejores caracterizadores que conozco. Esa apuesta arriesgada creo que finalmente dio frutos, y ya no imagino su personaje interpretado por otro. El elenco lo recibió con brazos abiertos, y el llegó de un salto a abrazarlos.
Es un elenco bastante grande. ¿Como fue este trabajo con los actores? ¿Cómo fue el proceso tanto grupal como con cada personaje?
Fue intenso, pero l@s cabr@s son geniales. A pesar de lo bien que se llevan y lo mucho que les gusta conversar, logramos usar los pocos momentos de ensayo que tuvimos para levantar la obra. En apenas 3 meses de ensayo, con la mayoría de los ensayos sin elenco completo, logramos montar la obra y afinarle el ritmo en las funciones. Por otro lado, son intérpretes muy propositivos y entregados. Me creían lo que se me ocurriera, y viceversa. Hasta el día de hoy, si llego con una propuesta 5 minutos antes de función, no dudan en probarla. Creo que, aunque el nombre «Equipo» es terrible fome para una compañía, al menos en este caso, se cumple a cabalidad.
Lo más notable de la obra es que se nota que son capaces de reírse de sí mismos. ¿Cómo trabajaron la comedia?
Si haces una obra que se burla prácticamente de todo y todos, debes partir por reírte de ti mismo. Para hacer comedia hay que estar dispuesto a hacer el ridículo. Si es horizontal, estamos todos jugando. Si es vertical, bordea el bullying.
¿Cuáles son tus mayores influencias en el teatro? ¿Algún dramaturgo o director chileno o extranjero que te guste?
En la dramaturgia chilena, Juan Radrigán y Luis Barrales me rompen la cabeza. La musicalidad de sus relatos, lo crudo de su humor. Bosco Cayo también lleva años haciendo cosas increíbles en ese terreno medio tragicómico, bien político. Mi compañía de teatro favorita actualmente es el Colectivo Zoológico, amo todas sus obras, especialmente «No tenemos que sacrificarnos por los que vendrán». Y en el extranjero, los argentinos Daulte, Spregelburd, y especialmente Tolcachir. «La omisión de la familia Coleman» es la gran influencia de esta obra. Equilibra perfecto un relato cómico, con una temática terrible.
¿Cuál fue el mayor desafío de hacer este montaje?
El gran desafío del lenguaje que proponemos es que cumplamos el ritmo ideal. Cuando se apunta tan alto en términos de lograr la musicalidad que nos gusta, casi matemática, el riesgo siempre es muy grande, y cada vez que hay un tropezón, retomar es muy duro. Por un error de texto o furcio, el elenco se demora al menos 15 segundos en volver el ritmo establecido. Si hay dos seguidos, la caída es aún más dura, y así. En ese sentido, la pega que hacen los actores y actrices es muy exigente y arriesgada, porque apuntamos alto, y cuando fallamos, se nota mucho. Los admiro por eso, porque apañan y porque entienden. Cuando la función es buena, y logramos el ritmo que queremos, los abrazos en el camarín son más apretados.
Esta es la segunda temporada de la obra, ahora en la sala principal de Matucana 100, que estaba llena el día que fui. ¿Como percibes la reacción del público al tipo de teatro que hacen?
Pucha, viene de cerca la recomendación, pero muy buena. El comentario que más se nos repite es de gente que ya no iba al teatro, y que ahora al volver, se sienten reencantados. Agradecen un teatro abierto, que no por eso subestime al espectador poniendo solo chistes de picos y tetas. En ese sentido, es muy gratificante la reacción del público, que con el boca a boca nos permitió llenar la primera temporada, y tener excelentes números en esta segunda.
Esta temporada en M100 es breve. ¿Que se viene a futuro para la obra?
Estamos buscando sala para Julio, que es cuando todos los actores pueden. Es difícil coordinar con tanto elenco, además que todos tienen sus otros proyectos, pero ese mes lo tenemos reservado. Por otro lado, planeamos una itinerancia por Chile para el segundo semestre, además de participar de los festivales que nos acepten. Apenas tengamos nueva información, la publicaremos por nuestras redes en Equipo TV (Facebook, Instagram, Twitter) o Equipo Teatro (Facebook).
Por otro lado, si gustan conocer de la arista audiovisual de la compañía, los invito a ver nuestra webserie #LosBuenosCabros. Es una adaptación de la sitcom teatralTrilogía Equipo. Un mockumentary de 9 capítulos disponibles en Youtube: https://bit.ly/EQTV-LBC
Dirección y dramaturgia: Pablo Greene
Elenco: Ana Reeves, Katyna Huberman, José Antonio Raffo, Mario Ocampo, Valentina Parada, Álvaro Valdebenito, Felipe Rojas
Producción general y prensa: Francisca Babul
Diseño de escenografía y vestuario: April Gregory
Diseño de iluminación: Juan Enrique Ananía
Música: Camilo Zicavo y Abel Zicavo
Asistente de dirección y producción: Pablo Muza
Diseño gráfico: Ignacio Pimentel
Realización escenográfica: Guillermo Cruz
Fotografías: Maglio Pérez
Trailer: Claudia Huaiquimilla
Trailer oficial: goo.gl/wRSAag
EL DESMONTAJE DE LOS PEREIRA
Desde el 8 al 17 de marzo de 2018 ¡SÓLO 6 FUNCIONES!
Jueves, viernes y sábado: 20:30 hrs.
Centro Cultural Matucana 100 (Av. Matucana 100, Metro Estación Central o Quinta Normal). Entrada general: $5.000.Estudiantes y tercera edad: $3.000. Jueves popular: $2.000. Entradas disponibles en www.m100.cl o en boletería de M100 (abierta de miércoles a viernes de 11h a 21h / sábado y domingo de 15.30h a 21h).