Por Pilar González
Diseñador y artista visual afectado de bipolaridad utiliza las redes sociales como galería de arte
Patricio González Moreno, (47) es un diseñador gráfico de la vieja escuela de la que ve la publicidad, no tanto como un producto mercantil, sino como una ventana hacia lo que es la visualidad y el arte social; como concepto de expresión en si misma que guía y orienta en un lenguaje de imagen al ciudadano común y corriente y también al más instruido. Desde hace más de 20 años junto con la irrupción de su penosa enfermedad (bipolaridad), comienza con la creación de cuadros digitales con textos literarios que sube a sus redes sociales, haciendo ácidas críticas al sistema. Paralelo a ello tiene a su haber dos libros inéditos: La Maquinación y Cuadros con cuentos, el primero con historias al estilo de crónicas urbanas con personajes de su entorno familiar, pero que llegan a ser muy entretenidas, siempre desde una crítica nostálgica al período de la dictadura militar y lo oscuro que llegó a hacer para tantas personas.
Este artista de corazón, nacido en Santiago, que ha trabajado como director de arte de la revista Monsieur, diseñador gráfico en la Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación, (Umce) entre otras empresas privadas, está en el más absoluto abandono producto de su enfermedad (bipolaridad ) con casi un 90 porciento de discapacidad, lo que lo ha mantenido en el último tiempo en reiteradas internaciones, ya sea en el psiquiátrico (Hospital Dr José Horwitz ) como en hospitales de Santiago. Hace pocos días volvió a ser internado, previo a eso estuvo casi 1 mes y medio en situación de calle en la ciudad de Curicó, sin que nadie pudiera ayudarlo debido a su adicción al alcohol, lo que ha hecho imposible que la familia pueda sobrellevar su terrible enfermedad mental, impidiendo así el desarrollo de su obra y menos de su difusión.
Los últimos cinco años estuvo vendiendo sus cuadros digitales impresos en la calle, tanto en el Barrio Bellavista como en la Plaza Ñuñoa, pero nada pudo contra su batalla mental y su adicción, tanto al alcohol como otras drogas.
Lo último que perdió en el camino de la calle, fue su computador, donde estaba toda su obra, tanto de arte digital como de literatura, ahora solo queda el rescate de su obra en sus redes sociales, tanto en su Facebook como en su Instagram (Patricio González Moreno). Allí guarda una selección de sus trabajos que están agrupados en series y gran parte vienen con textos que retratan coloridos paisajes de Santiago, reflexiones sobre la vida moderna, sátiras al sistema imperante en un lenguaje visual simple con trazos directos que llegan a desbordar la pantalla de tanta expresión, algunos demasiado explícitos en cuanto a formas de ver la vida desde lo sexual. También construyó sus propios arcanos mayores del tarot en la misma línea.
Hay que decir que esta entrevista fue realizada vía WhatsApp aun con la posibilidad de comunicarse.
¿Cómo defines tu obra?
Me gusta todo en general, la creación no es propia es colectiva es imposible ser Dios, el arte no se enseña, se entrega todos forjamos una obra de arte, la que es en sí misma no necesita un discurso, sencillamente es bella, creo que lo más cercano al arte es la comida.
¿Y cómo nace ese arte que entregas al mundo?
Es una apuesta, busqué caminos propios bien recorridos, pasado el año 2000 comienzo a conocer el mundo virtual y desde ahí entiendo que el ordenador es un medio de expresión en cada programa gráfico, de cine, música…
Cómplices es mi primer cuadro digital, señalado por un gran amigo Gonzalo Astaburuaga que ya no está. Me gustan mucho los dibujos animados sus colores y estilo en su línea de animación tengo dos nanometrajes:
Señalética con el bajista César Brevis, trabajo por el que fuimos premiados con mención de honor y El pan de cada día el que me pertenece en su totalidad con música de jazz que también realicé.
¿Cuál ha sido la senda que has trazado desde que empezaste con el arte digital?
Mi primera exposición la realicé en el Centro Cultural Recoleta, gracias a la gestión de una amiga, la periodista Alejandra Córdova. También fue una apuesta, imprimí en aluminio como soporte. Acá surge algo interesante, la gente compró bastante las obras, pero muchos querían la misma, por ejemplo: Alma del libro Cuadros con cuento, cuyo texto está inspirado en el mismo cuadro y lo he vendido muchas veces en soportes económicos como el papel, así entenderemos que el arte digital es social.
Una vez un tipo me dijo, mientras más veces se vende. más valor tiene la obra, le encontré razón, el arte digital es una disciplina contemporánea no se superpone a ninguna expresión artística.
¿Cómo es esa conexión entre la imagen y el texto que construyes en tu propuesta artística?
El diseño gráfico es una herramienta fundamental para el entendimiento humano, cito la señalética, la construcción de empresas con la identidad corporativa o pensar en un simple afiche, el impacto visual, síntesis, pueden definir a un objeto visual.
A mi haber tengo más de 100 cuadros digitales que entran en conjunción con lo que escribo cada texto tiene una profunda relación con esa mirada visual.
¿Hay algo que produce o desencadena en ti tu primer acercamiento al arte?
Sí, es el seno materno. Vengo de una familia de artistas por parte de los González y de oficios por parte de los Moreno. Mi abuelo Hernán Moreno era talabartero y carpintero entre otros menesteres, mi abuelo Orlando González fue profesor músico y escritor.
¿Cuál crees que es tu aporte al arte visual chileno desde tu obra tanto de arte digital como literaria?
No sé mi aporte, eso lo debe decir la gente, he trabajado 5 años como vendedor ambulante con mis cuadros impresos en papel Creo como dice Cerati que «La poesía es la única verdad”.
Poesía: Del libro «EL CÁNTARO DE LA VIDA»
VIDA
La mariposa verde lima flota,
engañado el cazador insiste en su red artificial,
poca cosa para las viudas arañas negras,
el tipo no descifra su vuelo, asimétrico, de luz, de amor.
El hombre llora, su insectario estará vacío,
tendrá un dejo de olor a naftalinas y Paco Rabanne,
que en lo mínimo consolarán su marchito ego.