Por Galia Bogolasky
Entrevistamos a la directora de El pádel es nuestro, película que acaba de debutar en Prime Video. La historia se centra en dos amigos; Max (Tiago Correa) y Pablito (Gonzalo Valenzuela), que están unidos por la pasión del pádel. Sus mujeres sufren porque pareciera que ellos quieren más al pádel que a sus familias. Cuando Soledad (Elisa Zulueta) y Helena (Yamila Reyna) notan que sus maridos han sido absorbidos por el pádel, deciden probar suerte como dupla en el mismo deporte y terminan completamente obsesionadas con algo que era un simple pasatiempo, que se convierte en una batalla de sexos en la cancha. ¿Quién dominará el pádel y quién dentro del hogar?
Gabriela Sobarzo es una experimentada profesional del cine chileno, que ha trabajado de continuista, asistente de dirección y directora de comedias como Cosas de hombres (2020) S.O.S. Mamis: La película (2022) y Perra vida (2024) entre otras.
Esto fue lo que la directora nos contó.
Cuéntame un poco cómo surgió la oportunidad de dirigir esta película El pádel es nuestro, que es para Prime Video, protagonizada por Elisa Zulueta, Gonzalo Valenzuela, Yamila Reyna y Tiago Correa. Son dos parejas, donde los chicos son super fanáticos del pádel y terminan metiendo a las mujeres en este tema
Con Tiki, que es la productora donde he filmado todas mis películas, siempre estamos como atentos a lo que está pasando. Y El pádel es nuestro fue idea de Lalo Prieto, un amigo, que se le ocurrió esta película. Él nos dio la premisa, todo, y nos regala esto. Con Miguel Asensio, mi productor, nos pusimos a investigar, y de verdad, algo de lo que uno es bastante ignorante, sobre todo alguien que no hace deporte, es realmente un boom el pádel. Ahí había una oportunidad para contar una historia que, como es una comedia, uno narra lo que está pasando, pero en el fondo uno quiere contar otra cosa, a través del pádel en esta oportunidad. Así nace El Pádel es Nuestro. El guion también lo fuimos adaptando un poco, porque yo tomé clases de pádel, los actores jugaban pádel, entonces en todo este trabajo de mesa anterior hubo un proceso donde yo le contaba a los guionistas lo que me pasaba en las clases, que era muy gracioso. De mis clases nace Bea y Jaci, los personajes de Kika Silva y la Catalina Castelblanco. Después el trabajo comienza con actores y uno ahí va adaptando. El pádel finalmente es tan transversal, que todo el mundo, literal, juega pádel, por lo que fue la excusa perfecta para contar esta historia de dos mujeres muy distintas, con sus problemas y sus conflictos de parejas, además de la incomunicación de las parejas. Entonces así nace el pádel. Fue muy entretenido el proceso, muy rápido todo. Creo que también, eso de hacerlo todo muy rápido, de descubrir la idea, de tener el tema, escribir el guion, elegir a los actores, etc, fue un proceso rápido. Eso lo hace más entretenido, y es como los niños que, cuando dicen algo, dicen la verdad, bueno no te digo que esto sea la verdad, pero es muy fresco todo. Entonces sale demasiado natural y fue muy bueno para los actores también, para armar sus personajes. De ahí nace.
¿Cómo fue el proceso del casting? Porque tienes actores que tienen harta experiencia en comedia, como Yamila Reyna y la Elisa Zulueta, pero también están Gonzalo Valenzuela y Tiago Correa que quizás uno no podría asociarlos necesariamente con ese género.
El casting fue bien entretenido, porque en todas mis películas, generalmente yo trabajo siempre con los mismos actores, o intento eso al menos, que son mis amigos. En esta en particular, pasó que yo quería a Paz Bascuñán, pero también había un tema ahí que Paz había protagonizado todas las películas que yo tengo en Amazon. Entonces, decidimos con Miguel (Asensio) innovar y buscamos otros actores, que yo los conocía a todos, excepto a Yamila, pero que yo nunca los había dirigido. Entonces ahí el trabajo de la directora es distinto, porque hay todo un tema de la disponibilidad de los actores. Eliges una terna y vamos conversando con Miguel, y finalmente hay que mostrárselo a Amazon y te dan el “ok”. Lo que hice como desafío fue usar a los actores, ver lo que tú dices, que unos son unos expertos en comedia y otros no tanto. Y justamente los puse en lugares donde tenían que hacer, sobre todo con Yamila, todo lo contrario. Ella es buena para la comedia, entonces hagamos drama con el personaje. Ellos encantados de trabajar con nosotros, dijeron que sí al tiro, fue super emocionante. Porque trabajar con ellos es en realidad formar una familia. Tú sabes lo que es filmar una película, un apostolado, entonces pasas más tiempo con esa gente que con tu propia familia. Y así fue el casting, más como buscando caras nuevas, gente que realmente quisiera meterse a jugar con nosotros, porque cuando tú filmas una comedia, si no lo pasas bien en el set, si no tienes actores que se unan a este equipo, se nota en la pantalla. Y nos dijeron que si altiro, entonces empezamos a buscar. No te voy a decir quiénes eran los otros actores que habíamos pensado, pero ellos nos dijeron que sí, y estaban con tiempo, entonces fue todo muy rápido. Además, todos jugaban pádel, o al menos decían que lo jugaban. Yo hace mucho tiempo quería trabajar con Tiago. Yo había trabajado como continuista en unas cosas que había hecho Boris Quercia. Con Gonzalo (Valenzuela) somos amigos hace más de veinte años, y siempre intentamos trabajar juntos, y no lo lográbamos, entonces como que todo era tan rápido que se alineó todo y lo logramos. Para mí, no veo otros actores haciendo esos personajes. Creo que fue la combinación perfecta.
Escuché el podcast Expertas en Nada en el que la Elisa Zulueta entrevistaba a Yamila Reyna por la película, y ella contaba como que no jugaba pádel, que se puso las pilas para la película y terminó experta y fanática, pero como que todo fue intenso para la película, muy rápidamente.
Yamila fue la primera que le pedí casting. Porque de ella sí que había visto poco, y yo quería hacer este personaje más dramático. Ella hizo el casting y fue una crack, hizo un video muy bacán. Cuando yo llamé a los actores para invitarlos, porque también yo tengo que presentar, todos hicieron casting al final del día. Uno tiene que mandar a la plataforma un video de los actores, y a todos cuando yo los llamé, todos me dijeron que sí, que jugaban pádel. La pareja de la Elisa Zulueta es un fanático del pádel, fue un asesor para mí. Yamila me decía que ella sí jugaba pádel, que tenía pala y todo, que lo jugaba de hace unos meses, pero que se iba a meter a las clases. Lo que siempre hablamos con Yamila no es que ella me haya mentido, sino que es mala para el pádel. Entonces, al ver eso, porque también fue honesta, orientamos su personaje para allá. Su personaje es como la peor de los cuatro. Entonces aprovechamos, pero nos reímos un montón, porque creo que Yamila en ese programa lo contó, que nosotros empezamos a filmar un lunes, mientras unos estaban en México, llegaron, otros estaban filmando no sé qué, entonces al final los cuatro nos juntamos presencialmente el viernes antes de filmar. Yo dije: quiero ver cómo juegan pádel. Llevé a los cuatro, hablé con un profesor de las canchas y le digo: “Ponte acá al lado, tengo que hacer esta película, entonces quiero que los mires y me digas cómo lo hacen”. Y él hizo como un análisis de qué cosas podía explotar y que tenía que evitar de cada uno, y fue muy gracioso. En cuanto parten, Yamiña lo primero que hace es que le llega un pelotazo a la cara, y empezamos el lunes con el ojo hinchado, muy gracioso. Todos le hacíamos un poquito de bullying de que no jugaba. Pero en realidad, ella asume y lo confiesa que en realidad si juega, sabe jugar, pasa que no es buena para el pádel nomás. Elisa cachaba perfecto porque su pareja, como es jugador, ella también juega. El pádel es un deporte que se juega mucho en pareja, en familia, no es que sea fácil. Por ejemplo, yo juego tenis, y para mí se hizo mucho más fácil jugar pádel. Entonces también tú veías muchos papás con hijos jugando en contra de la mamá con la hija, y en ese sentido funciona. Y la magia del cine, uno puede hacer que juegue perfecto o juegue bien más o menos, entonces nos fuimos por ese lado. Los hombres, claro, jugaban, y ellos ya se conocían, eran amigos, pero aquí fueron super compinches, entonces toda esa complicidad que ves en la película que tienen los hombres como amigos, eso es super real. Ellos son así, los seres humanos aquellos.
Debe haber sido difícil filmar el pádel ¿Cómo fue para ti filmar las escenas del pádel?
Sí, fue una locura, porque filmar deportes es muy complejo, como para una película. Es muy difícil, y este es mi tercer deporte que filmo, entonces como que tenía un poco más afinado el ojo, pero igual es muy difícil. Lo que nos complicó mucho más, es que las canchas de pádel son una pecera, y las canchas techadas, que en realidad hay pocas, no son muy atractivas de fondo y visualmente. Nosotros filmamos en las canchas en las primeras semanas de diciembre que hacía mucho calor. Yo te diría que el mayor desafío fue tratar de filmar en poco tiempo la mayor cantidad de planos, para poder tener estos montajes ágiles que el deporte, cinematográficamente hablando, te lo exige, si no es un poquito la lata. Además, que todo esto fue a 30o grados. Entonces, para todos, fue super sacrificado, pero nos reíamos de nosotros mismos. Yo me insolé el 50% de los días, Elisa terminó con vértigo, pero no por el pádel. En un ella momento estaba haciendo un montón de cosas, entonces el nivel de estrés era bastante grande, pero se reía igual. Entonces había planos que tú ves y dices: “dios mío”. Tú decías: “¿cómo lo hace y lo hizo?”, así de comprometida con el proyecto. Los hombres no, como que resistían todo, y Yamila se reía de todo. Pero el equipo en general estaban todos muertos de calor. Ese fue el desafío más grande, y el otro desafío grande de filmar deporte esta vez, aunque esta vez es tercer deporte que filmo, lo pensé mucho más después de las dos experiencias anteriores, entonces tenía mucho más claro los planos y los recursos que iba a necesitar. Ahí planificamos a dos cámaras, los partidos, el final y sobre todo, tener una segunda unidad de cámara, una doble. Entonces ahí podíamos hacer muchos recursos. Lo otro complejo, también, fue filmar planos más abiertos, generales, porque el sol era un infierno, entonces no quedaba tan bonito. Después el montaje del partido, que debe durar como seis minutos, estuvimos más de una semana montando el partido. Eso fue complejo, además de las reglas, porque, si bien uno dice que es parecido al tenis, pero no, tiene unas reglas que son, para uno que viene de otro lado, son super complejas. Además, que hay distintas corrientes dentro de este deporte. Para una persona era como: “no si eso está bien”, mientras que para otra era: “no, eso está mal”. Entonces al final dije ya basta, me traje a mi profe de pádel, a Daniela, que era la doble, que fue muy compinche conmigo, y así lo sacamos, porque no era fácil. Después tú cuentas una historia, y yo no quería cometer el error de que, alguien que juega pádel, la viera y dijera: “mmm, esto no es así”. Entonces está super estudiado, analizado, y super enfocado a gente de pádel, sobre cuál es el error, el marcador. Todos esos detalles, yo que vengo de la continuidad, para mí es muy importante, entonces me obsesioné con eso, pero no podía estar concentrada en eso, así que tenía a estas dos personas que nos daban clases todo el rato. Yo creo que eso fue lo complejo. Todo esto fue en muy poco tiempo. Pero lo logramos, y dimos todo lo mejor de nosotros. Estamos todos muy orgullosos de ese partido en particular.
A propósito de lo que estás hablando de los deportes anteriores, en tus otras películas, y de que también mencionas que vienes de la continuidad, ¿cómo ha sido tu proceso y tu camino para, desde la continuidad, llegar a dirigir cine y, específicamente, dedicarte a la comedia, a este género que muy poco se desarrolla en Chile? ¿Cómo ha sido para ti este camino y este género con el que has trabajado?
La verdad es que ha sido como un regalo. Yo creo que no podría haber tenido un mejor escenario para mí, porque vengo de filmar muchas películas como continuista. Soy muy obsesiva con muchas cosas y perfeccionista. Trabajé en muchas comedias. Te diría que la mayor cantidad de películas de comedia que hay en Chile, yo fui la continuista, que estas son muy pocas, dentro del universo de cine que hacemos acá en el país. Me llamó mucho la atención eso, de que se hicieran pocas comedias. Yo soy una persona que, en la vida real, yo me estoy riendo todo el día y todo el tiempo, porque creo que la vida es mucho más entretenida verla desde ese punto de vista. Cuando Miguel (Asensio) me ofreció dirigir la primera película, que era de comedia, fue un desafío justamente por eso, porque creo que, de todos los géneros, es el más complejo. Hay que tener atención a demasiadas cosas que, si bien el montaje te puede ayudar, los actores tienen que estar en una tecla, tienen que ir por un camino, deben tener el tempo de la comedia. Es muy fácil caer, que es como lo que a mí más me preocupa, lo que es la comedia desde el bullying. A mí no me gusta eso, me gusta mucho más la comedia que se hace en Argentina, que es que el argentino se ríe de sí mismo. Yo vengo desde esa crianza, entonces me parecía mucho más entretenido experimentar eso. Fue realmente un experimento, porque al chileno le gusta reírse del otro, pero le gusta poco reírse de sí mismo. Ese fue el mayor desafío. Pero este camino, este experimento, aprendizaje, descubrimiento, fue de la mano de Miguel Asensio, que hemos trabajado juntos en todas las películas obviamente, pero él ha sido muy generoso. Él ha sido un gran maestro y compañero, como un gran cómplice al momento de hacer una comedia, además que tenemos un humor muy parecido. Entonces, hay cosas que de repente en el guion, porque los guiones no son míos, de las que tú no estás tan de acuerdo y las cambio. Antes preguntaba, ahora ya no, y Miguel me decía ok, dale. Él jamás me ha cortado las alas, al contrario, cada vez me abre más puertas y me exige cada vez más. Entonces eso hace que uno, por lo menos en mi caso, que soy muy perfeccionista y detallista, me ponga la vara más alta, entonces cada vez es un aprendizaje. Creo que lo bonito del cine, que desde que empecé a hacer películas, desde que era el último de producción, yo tomo las películas, siempre, como si fuera la primera. Como continuista, asistente de dirección, directora, da igual, siempre es la primera película, entonces al final uno deja el sudor, las lágrimas, el corazón, el alma, etc. Es porque eso eres tú, finalmente, hablando sobre un tema. Está bien, porque el objetivo siempre para mí es hacer reír, pero en el fondo mostrar una realidad a través de las risas, entonces generalmente qué es lo que pasa, ven la película, se ríen, y después se quedan pensando: “yo soy Max, yo soy Soledad, a mí me pasa esto, a mí me pasa esto otro”. Eso yo creo que es lo más entretenido y ha sido un sueño. Yo creo que de verdad no podría estar en un mejor escenario como en el que estoy hoy día. Además, en Chile no hay directoras de comedia, y eso me llama mucho la atención. Yo converso más con directores y directoras que hacen comedia, pero que son mexicanos, peruanos, o argentinos, pero en Chile, solo he hablado con Boris Quercia, y Diego Rougier. Son muy pocos los directores, entonces, ha sido más fácil, y también más difícil, porque la gente tiene la lupa mucho más aguda. La crítica está como a flor de labio, versus a los otros géneros que se hacen en Chile. Jamás me imaginé ser directora, tampoco fue un objetivo como tal. Esto fue como un: “intentémoslo o probemos a ver si resulta”, y resultó, pero fue sobre todo porque lo pasamos muy bien haciendo la película.
¿Cómo ha sido esto de hacer películas para el streaming? Porque esta película no se estrenó en salas, y se estrenó directamente en Amazon Prime Video. ¿Cómo fue ese proceso y cómo fue ese camino de decidir no pasar por salas? Entiendo que fue como un pedido de Amazon.
Cuando vino la pandemia, nosotros estábamos a punto de filmar. La pandemia fue en el 2020, y en mayo del 2020 yo filmé S.O.S. Mamis, una película que era para el cine mexicano. En cuanto llegó la pandemia, nos quedamos todos encerrados y no pudimos hacer esa película hasta que se abrieron las grandes alamedas. Entonces pasó que todas las plataformas se empezaron a quedar sin contenido, y la gente, lamentablemente, por un lado, y afortunadamente por otro también, depende de donde se lo mire, empezó como a comprarse unas teles muy grandes, y se llevó el cine para la casa. Lamentablemente, la gente dejó de ir al cine. Cuando estábamos encerrados, a las plataformas les faltaba contenido. Miguel ahí ya tenía una relación con algunas de las personas de Amazon, llamaron a Miguel preguntándole si teníamos alguna película, y nosotros teníamos el guion de S.O.S. Mamis, la primera. A ellos les gustó y una de las personas que definía si la hacíamos o no me conocía, y nos dieron todo el pase. Filmamos nuestra primera película que fue S.O.S Mamis 1, la primera, y cuando la estrenaron, le fue super bien. De hecho, fue la segunda película más vista del año de Amazon de Latinoamérica. Es muy gracioso, Amazon dice: “nos fue bien, hagamos otra, y hagamos otra, y hagamos otra”. Esta es la cuarta película que nosotros hacemos para Amazon. Hacer una película para cualquier plataforma es gratificante, porque tú sabes que vas a llegar a mucha gente, porque la gente no está yendo al cine, o muy poco. De hecho, hay muchos cines que se empezaron a cerrar. No creo que sea más fácil, antiguamente, si lo comparamos con antes sí. El proceso sigue siendo el mismo que hay que hacer para cualquier película, para cine o qué sé yo. Uno se preocupa igual, no porque lo veas en una pantalla pequeña va a dar lo mismo. Y Amazon empezó a pedirnos películas con una frecuencia que nos obligó a pensar creativamente. Nosotros tenemos siempre varios temas, guiones, tratamientos que estamos trabajando, etc, entonces nunca nos pillaban. Siempre quieren una película, dependiendo si le fue bien a la anterior o no. Las tres películas anteriores que hice para Amazon han sido un súper éxito, y somos como los únicos en Chile que hacemos comedia, Diego Rougier también está en Amazon. Él hace originals y nosotros hacemos exclusive. Ahí empezamos a trabajar directamente para Amazon. Estamos haciendo un promedio de una película al año para ellos, pero paralelamente igual seguimos con México, y allá si bien, ha bajado la cantidad de gente que va al cine, la población sigue siendo mucho mayor. Entonces la primera película mexicana que yo hice no pudimos estrenarla en el cine porque realmente era inestrenable, en el 2020 o 2021. Pero la segunda película que hice para México se estrenó en octubre del año pasado, en salas de cine, le fue super bien. Fue la octava película más vista del año del cine mexicano. Yo no entiendo mucho de números, los expertos me decían que los números eran muchos más bajos. Pero eran más bajos para todos, porque la gente no va al cine. Uno como directora o gestora de un proyecto, o incluso nosotros mismos en la productora, que nosotros vivimos, afortunadamente, de hacer lo que más nos gusta, y no queremos parar, finalmente tú dices: “¿cómo llegamos a todo el mundo?”. Y hoy en día es por la plataforma.
Invita a la gente a ver la película, disponible en Amazon Prime, y diles por qué no se la pueden perder.
Soy Gabriela Sobarzo Mierzo y los invito a todos a ver El Pádel es Nuestro en Amazon Prime Video. Es una comedia que cuenta a través del pádel, los encuentros y desencuentros de las parejas. Es un reflejo de nuestro país y de muchos países. Protagonizada por Tiago Correa, Gonzalo Valenzuela, Yamila Reyna y Elisa Zulueta, entre nuestros protagonistas, además de muchos otros de nuestros actores destacados. Es una película muy entretenida, no lo van a pasar mal, al contrario, se van a reír mucho y van a reflexionar mucho también.
Ficha técnica
Título: El Pádel es Nuestro
Género: Comedia
País: Chile
Año: 2025
Duración: 102 min.
Directora: Gabriela Sobarzo Mierzo
Elenco: Elisa Zulueta, Yamila Reyna, Gonzalo Valenzuela, Tiago Correa
Disponible en Amazon Prime Video