Entrevista director de Lira Arte Público, Esteban Barrera: “Siempre hemos logrado salir adelante con cultura y arte”

Por Pilar Alcántara 

Tuvimos la oportunidad de entrevistar al director y curador de Lira Arte Público en el contexto del lanzamiento del proyecto Abrir Fronteras, que conectó a artistas, emprendimientos y bares locales en un circuito único de cultura urbana. El circuito Abrir Fronteras es un proyecto de colaboración artística urbana entre Lira Arte Público y Bulleit Bourbon que cuenta con cuatro murales de gran escala realizados por reconocidos artistas como Rodrigo Estoy, Alme Yutronic, Paula Garrido y Anis. Esto fue lo que nos contó de este proyecto artístico, junto con las otras actividades que realiza con el estudio creativo de Lira Arte Público.

Tuvimos la oportunidad de compartir en los Walking Tours de Abrir Fronteras. ¿Cuál es tu rol en la Galería Lira Arte Público?

Somos un estudio creativo que se denomina Lira Arte Público, ex Galería Lira. Estamos acostumbrados a otros nombres, pero todo responde a la evolución y a la construcción que hemos tenido como organización. Efectivamente fuimos una galería, luego pasamos a una productora y ahora nos definimos como estudio creativo especializado en gestar, generar, asesorar, producir y documentar proyectos de arte con alto impacto en el espacio público.

Mi rol dentro de esta organización es de socio cofundador y director, me hago cargo de la dirección creativa del estudio y soy curador de arte público de todas las intervenciones que ejecutamos

¿Cómo llegan ustedes a la calle, a los murales?

A mediados del 2014 surgió la idea de asociarnos entre cuatro amigos para instalar una galería que se financiaba con un bar, esto fue en plaza Brasil y el sello era el arte urbano. Nos gustaba esa escena y teníamos hartos amigos artistas, y de ahí empezamos a trabajar dentro del arte urbano. El espacio se hizo bastante conocido dentro de la escena, y no tan solo de pintores, sino también de la escena musical, y logramos cierto prestigio en el medio, pero lamentablemente en la parte expositiva no se generaba la venta o la retribución ni para los artistas ni para nosotros. Ya cuando nos especializamos en la exposición y el arte urbano pensamos que estábamos a trasmano en Plaza Brasil así que nos cambiamos a una sucursal en Loreto 20 al lado del Bellas Artes y ahí nos presentamos como Galería Lira, galería de arte urbano. Hubo muy buenas exposiciones de artistas chilenos y latinoamericanos, pero seguíamos sin vender. Tratando de resolver esa problemática para retribuir a nuestros artistas por todo el trabajo, a partir del capital con ellos ví la oportunidad de proyectos en el espacio público, pintar murales. Estaba trabajando con pintores, con grafiteros y con muralistas, y ahí me reconocía como productora, porque el rol era de producción, pero en el camino ví que estábamos diseñando proyectos. Después observé que estábamos asesorando a municipios y a instituciones, a cómo resolver problemáticas, a costa de una proyección de proyectos que iban subiendo en escala de magnitud, de impacto y de éxito. Estamos hoy validados como una organización con vasta experiencia en gestación de proyectos, así es como llegamos a la calle. Yo soy diseñador gráfico de profesión, pero he sido junior, galerista, montajista, además de encargado de marketing y comunicación, pero ahora ya tenemos un equipo de diez personas, al principio éramos cuatro, luego dos, pero así nos hemos ido construyendo.

¿Cómo ha sido la gestión cultural y el contacto con empresas, fondos y apoyos?

Mi experiencia puede ser un ejemplo de estas nuevas formas. Yo nunca fui muy amigo de tener que concursar mi trabajo, ni mi esfuerzo, entonces nunca postulé a Fondart y nunca fue el camino, pese a que sé que hay buenos recursos, siempre fuimos desde esta otra línea, y no desde la soberbia, sino que lo encontrábamos injusto y no queríamos meternos en esa dinámica. Desde ahí nos hicimos una expertise de poder tener credibilidad con los privados en el proyecto y eso lo dio la solvencia en la gestión que también hicimos en paralelo con instituciones. Desde un comienzo empecé a articular con el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes que ahora es el Ministerio, con el Metro, con municipalidades. De esa manera identifiqué de manera temprana a los actores que iban a hacer posible las cosas que quería hacer en el espacio público, desde la parte administrativa, o quien me iba a dar la opción de hacerlo. Juntando las aristas de la gestión institucional con la gestión privada logré armar el modelo que tenemos, y Bulleit es un fiel reflejo de lo que estamos haciendo, la marca está entendiendo esta nueva forma de hacer publicidad, no necesariamente con la publicidad tradicional, sino que a través de buenas acciones haciendo un aporte por medio del impacto en la sociedad y en el medio. Yo me hecho experto en eso, como con proyectos como Paseo Bandera, son un buen reflejo de eso o los circuitos murales de Barrio Arte o Parquemet. El marketing y la publicidad también son los escenarios. Está el vídeo registro y la participación de los artistas en distintas dinámicas. Hay que convivir cada uno en su escenario y complementarse para hacer algo más grande.

¿Cómo ha sido la recepción de los chilenos con la poca costumbre y conciencia del uso del espacio público?

Desde nuestra experiencia, muy buena y muy positiva. Debo decir que desde un comienzo con el público y la ciudadanía no ha habido conflicto, al contrario, siempre que uno presenta una propuesta que tiene un mínimo de criterio con la estética y con el entorno va a ser bien percibida. Pero en los comienzos, con las autoridades y las instituciones, tuvimos algunos conflictos y fue difícil decirles que el muralismo no era vandalismo, que es arte contemporáneo y ahí tuvimos que hacer un gran trabajo para situarnos en el medio y poder trabajar con ellos.

Paralelamente hubo que construir relaciones con la academia, hice nexos con el Museo de Bellas Artes, en cuanto a institucionalidad y la academia. Fue un camino rudo, pero creo que ya está validado sobre todo después del estallido, por el interés de la gente con el espacio público. Yo hablo desde el punto de vista artístico. Con la gente ha habido una muy buena acogida. Nuestro sello es difícil que tenga detractores, a no ser que sean muy puristas, pero en general hemos tenido muy buena acogida hasta en situaciones complejas, en territorios complejos, pero siempre hemos logrado salir adelante con cultura y arte.

¿Cómo se integra el uso de tecnología en los proyectos de Lira Arte Público?

Una de las bases que nos propusimos con Bulleit, aparte de ir más allá de lo tradicional, y poder hacer algo de alto impacto, era poder hacer un aporte a la ciudad. Desde ahí se presenta la idea de hacer este circuito de murales, que es un aporte cultural, a la vez que un aporte de conciencia medioambiental.

Nosotros venimos trabajando hace tiempo de manera estrecha con nanotecnología desarrollada en Chile, con Photio, mediante nanotecnología emulan lo que hacen los árboles en el medioambiente como un proceso descontaminante. Esta nanotecnología es un producto que se adhiere a la pintura, donde un metro cuadrado emula lo que pueden hacer dos árboles adultos en el medioambiente descontaminando. Es una metáfora, porque lo que realmente hace la pintura al estar en contacto con este aditivo y con los rayos UV es agarrar contaminantes que están el medioambiente. Debe haber 100 contaminantes, y esta tecnología puede absorber 80. Se hace un símil con el árbol porque, aunque no hace una regeneración, logra capturar contaminantes. Ahí está lo poético de la tecnología, que es igual de efectiva. Los chicos están validados por la Universidad Católica, están trabajando para certificar su tecnología y se han ganado todos los premios de ciencia, de Start up, de tecnología tanto en Chile como afuera, ahora de hecho andan por Miami y California.

¿Cómo ha sido la experiencia con este recorrido, con estos murales?

Nosotros hicimos un lanzamiento de este circuito haciendo una presentación tipo festival, iluminamos este circuito y fuimos más allá de lo que habíamos planeado, que era solo el circuito de cuatro murales, decidimos hacer algo nuevo y generamos una experiencia sensorial inmersiva. Una vez con el diseño listo se armó, se iluminó y le agregamos sonoridad para complementar esta experiencia y para hacerlo aún más personalizado gestamos estas instancias de hacer Walking Tours guiados por los mismos realizadores. Estuve yo como curador, contando todos los pormenores de la ejecución y en cada mural estaban los artistas que contaban su proceso de inspiración y de gestación de esta obra de su propia voz.

La instancia de iluminación se hace ocasionalmente, porque necesitamos financiamiento para llevarla a cabo. La idea con la marca es seguir replicando esto, que no solo tuvo buena recepción de la gente que fue al tour, sino que de los vecinos y del barrio, y de alguna manera validamos esta manera de experienciar la ciudad.

¿Cuántos Walking Tours guiados realizaron en marzo?

Cuatro, por los cuatros murales y en cuatro días distintos, uno por día y cada tour terminaba en uno de los murales iluminados, ahora estamos tratando de iluminar todos los murales en una noche, y generar una nueva instancia de iluminar los cuatro a la misma vez, que eso sería alucinante.

¿Cuáles son los nuevos desafíos, qué está en carpeta y qué nos quieras contar?

Con Bulleit estamos esperando seguir iluminando los murales, hacer trabajos de vinculación con la comunidad y seguir creciendo, y armando más comunidad. También explorando nuevos proyectos con la validación de esto, seguir trabajando y proyectando este proceso creativo en la ciudad más contemporáneo, fuera de lo tradicional, rompiendo esquemas y fronteras. Con Bulleit vienen más cosas, no puedo anticipar mucho porque aún estamos en procesos creativos, pero seguimos trabajando con ellos al menos un año más.

Nosotros como estudio estamos explorando distintas instancias muchos proyectos sobre todo porque ya nos hemos validado en el trabajo que hacemos. Está el interés de trabajar con empresas o con privados como Bulleit, para nosotros es poder trabajar con un músculo que viene con la idea de explorar dinámicas que están fuera de lo tradicional y ahí estamos buscando otros partners como ellos. Tenemos proyectos en el norte, en el sur, en el centro y en el extranjero con distintas dinámicas. Estamos ordenándonos como estudio. Se nos viene un 2022 bastante auspicioso y estoy bastante contento con eso.

Existe la posibilidad que se unan artistas de regiones ¿Cómo se pueden vincular los artistas con ustedes?

Hasta ahora el área de comunicación estaba súper al debe, pero nos estamos logrando conformar como equipo y se viene una estrategia de lanzar un sitio web, que está listo hace mucho tiempo, pero no habíamos tenido el espacio para canalizar esa energía y ahí vamos a generar un espacio de vinculación con artistas de todo el mundo.También estamos explorando la posibilidad de generar residencias, como lo hemos hecho, pero en general estamos trabajando con un book de artistas de todo Chile. Hemos trabajado con artistas del sur, ahora estamos con un artista de Iquique, también antes hemos trabajado con artistas de Antofagasta, de Valparaíso, La Serena, Temuco y Villarica, están dentro de nuestro staff de artistas. Hemos tenido vínculos con artistas reconocidos, pero también con artistas emergentes como Milla Gutiérrez, que es una chica que está estudiando arte y le ha ido muy bien, tiene una carrera corta pero muy explosiva. Ese es otro sello de la galería, poder ser una plataforma para artistas y así nos gestamos en un comienzo cuando éramos bar y lo seguimos siendo, independiente que haya cambiado la estructura, el espíritu y el foco es el mismo. Somos una plataforma para el arte urbano de Santiago, de todo el país y del extranjero, donde también tenemos vínculos.

Tenemos esa llegada con los artistas, pero nos falta poder tener más cabida y conocer a quienes no conocemos, debe haber muchos más. Esperamos tener en este primer semestre esa plataforma más consolidada y hay más sorpresas. Existe un área educativa que estamos levantando y un área de archivo y documentación muy potente, que le puede dar piso perfectamente a un museo. Ya me acostumbré a ir paso a paso, porque a veces lo quiero todo altiro pero aquí mi equipo ya me ha retado, mi familia igual, así que ahora estamos tomando las cosas con más calma.

¿Qué lugares de la ciudad nos recomiendas para observar sus obras?

Sin lugar a dudas el último proyecto es el circuito Abriendo Fronteras en Providencia, el primer circuito de arte público en Providencia, emblemático. Vayan a conocer los cuatro murales y a conocer la cultura de los barrios. La idea es activar los barrios. Un proyecto similar fue el que hicimos en Barrio Lastarria, y Barrio Bellas Artes, que se gestó en el Festival Urbano Barrio Arte dónde hay seis intervenciones.

También los invito a ver los cinco Metro Arte, parte del catálogo público que tenemos en estación Cerrillos, Franklin, Hospitales, Salvador y ahora recientemente un proyecto que hicimos en la salida del metro Universidad Católica. Con Parquemet, en el Parque de Cerrillos, Paseo los Vientos, Parque de la Familia, Desborde Primavera, los murales en barrio Yungay, ahí tenemos el más grande de Chile pintado por una mujer, Estefanía Leighton, Mural Igualdad en San Pablo con Bulnes; un mural en Matta que es el realismo más alto de Chile; el mural Escena de Tarde de Javier Barriga y Francisco Maturana en Copiapó con Portugal, ahí hay harto para recorrer en un rango cercano.

¿Qué le podrías decir a la gente para invitarla a ver estas obras en el espacio público?

Los invito a generar este espacio, a ver este arte que a veces la gente no mira, porque van mirando hacia abajo y tristes, pero levantando un poquito la vista hay todo un mundo, para darle color a la vida a través del arte. Queremos seguir construyendo alianzas e invitar a la gente a que valore el arte. La idea es acercar el arte a la gente.

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