Entrevista al actor de «Beetlejuice, Beetlejuice» Santiago Cabrera: “Me encantaría hacer más cine en Chile”

Por Galia Bogolasky

Entrevistamos al reconocido actor chileno, que saltó a la fama en Hollywood hace 20 años con la serie Heroes, y desde entonces ha participado en cine y series con grandes directores y elencos. 

Santiago Cabrera es hijo de padres chilenos, nació en Venezuela, vivió en Chile, luego vivió en Canadá, en Rumania, luego estudió en el Drama Center de Londres, vivió en España, y finalmente se radicó en Los Ángeles, Estados Unidos donde ha desarrollado gran parte de su carrera.

En cine ha participado de las películas Che, Cristiada, Transformers: el último caballero, What Happened to Monday?, Godmothered y recientemente Beetlejuice Beetlejuice de Tim Burton.

En Chile protagonizó las películas La vida de los peces de Matías Bize y Ema de Pablo Larraín

En cuanto a las series, después de Heroes, tuvo personajes en Dexter, The Musketeers, Merlin, The Mindy project, Big Little Lies, The Cleaning Lady y Land of Women, entre otras muy exitosas.

Esto fue lo que el actor chileno nos contó, desde Albuquerque, de su impresionante trayectoria haciendo cine y series alrededor del mundo.

¿Cómo fueron tus inicios en el mundo del teatro? Sé que estudiaste teatro en Londres, y que habías estudiado psicología antes. ¿Cómo fue que llegaste a decidir dedicarte a la actuación?

Estudié psicología, entré a la Diego Portales. No me daban las notas cuando salí del colegio, pero fue como típica cuestión cuando estaba en tercer-cuarto medio, fui al psicólogo y empiezan a buscarte carrera, yo no tenía idea lo que quería hacer. Me acuerdo una vez estar en mi colegio, hablar con la psicóloga y preguntarle a ella, qué era lo que hacía, no sé porque me interesó. Entonces empecé a pensar en psicología y entré a la Portales. Me interesó muchísimo, pero no era para mí, veía otros alumnos que estaban súper metidos. A mí hay ciertas clases que me gustaban, pero no era como apasionado.

Estaba también con beca deportiva, después me cambié a la Católica, al final lo único que hacía era jugar fútbol. La única cosa en mi vida que realmente me apasionaba era el fútbol y a los 19, 20 años, sabía que futbolista ya no fui. A los 19 años hice una obra de teatro con un amigo que hacía teatro en el colegio. Yo tenía un profesor, Patrick Bloomer, que era encargado de teatro y siempre me decía que yo debería hacer teatro, yo jugaba fútbol, entonces no. A los 19 años cuando estaba indeciso, un amigo mío que hacía teatro dijo: «Vamos a hacer una obra, hay muchos papeles chiquitos, un montón de papeles, por qué no audicionan”,  estábamos  carreteando una noche y dijo: «Vengan todos a audicionar.» Van a ser 6 meses, lo vamos a pasar increíble, fuimos varios a audicionar y a mí me dieron el papel de Mozart en Amadeus.

Ahí nunca se me salió el bichito, se me quedó metido. Yo había vivido en Londres chico, entonces realmente empecé a pensar: “después de la carrera hay gente que vive de esto”, como que era algo muy personal, no era algo que compartía mucho y vi una oportunidad de congelar la universidad y mi papá, que era diplomático, se estaba yendo de Londres a otro lugar. Entonces me fui como un mes con ellos allá, empecé a pensar en el teatro y en ese tiempo, estaba jugando fútbol semi profesional en Inglaterra, me fui y no se me salió nunca el bichito al teatro. Fui a audicionar a una escuela, me averigüé una que se llama Drama Center. Llamé a un chileno que era un contacto que había ido allá. Lo llamé para preguntarle sobre las escuelas de teatro buenas que hay en Londres y me dio la lista, me dijo: «RADA, LAMDA, Drama Center, pero cuando me dijo Drama Center, que es la que había ido él me dijo: «No, esa no te la recomiendo.» Le dije: “¿Por qué?” son súper estrictos.» Es de método la más estricta de todas, manejada por una pareja que los dos son personas súper estrictos. Era  muy riguroso, de 8 de la mañana a 9 de la noche. Me dejó con ganas de ir, ahí me cambió la vida. Entré a la escuela, estudié 3 años y tomé a una agente, así empecé. Yo pensé que iba a hacer teatro y cine independiente toda mi vida, salí muy idealista y realmente terminé en Hollywood, como nunca lo hubiera pensado.

¿Cómo terminaste en Hollywood? ¿Te salió un proyecto o decidiste irte para allá?

Empecé a hacer papeles chicos en la tele en Inglaterra o en el teatro y estaba haciendo una producción de Otelo, estaba en esa obra con Rupert Goodwin, un buen director, súper buen elenco. Mientras estaba ahí mi agente inglés me mandó a un casting para una miniserie que estaban haciendo en Estados Unidos que se llamaba Empire. Estaban buscando al joven Octavio, que es el emperador Augusto. Mandé un video. En la obra Otelo tenía un bigote, mandé el video, nada que ver para el personaje, en esa época tenía que mandar el CD, lo mandaba a Estados Unidos. Como dos semanas después, me dicen que están súper interesados en mí. Yo estaba en el Valle del Elqui con un amigo en Chile, en enero, me tuve que meter a internet en el pueblo, me meto en el email y me dicen que tengo que volar a Los Ángeles, que filmaría en Roma 6 meses. Me fui a Los Ángeles a hacer un casting, quedamos tres, después quedamos dos y al final me lo dieron. Cuando me dieron ese papel, el productor de esa serie le mostró mi casting, que era un monólogo típico como arriba del caballo: «Vamos a la guerra.» Uno de esos. Se lo mostró a una manager super grande en Hollywood y ella se tomó un avión a Londres a invitarme a comer con mi agente inglés diciendo que me quería representar. Yo no tenía idea lo que estaba pasando. “No voy a ir a Los Ángeles, yo soy un actor de verdad, yo hago teatro en Londres”. Durante un año, dos años me quedé en Londres, pero durante dos años me decía, «Tienes que venir”. En un momento me fui como en el tercer viaje que fui me salió Heroes, que es una serie que se filmó ahí. Me quedé porque ya tenía plata, porque las otras veces que iba casteado, no me daban nada, se me acababa la plata. Después fui y me dieron Heroes, y fue toda una temporada, ahí me quedé.

Sí, eso fue un éxito enorme y fue lo que finalmente te dio reconocimiento en Hollywood y ahí se lanzó tu carrera finalmente.

Sí, me dio una base, porque igual yo duré una temporada. Me mataron al final en la primera, pero te introduce un poco y me dejó una base. No te diría que me cambió completamente la carrera, pero sí definitivamente fue como una introducción y ahí empezaron a darse cosas. Pero también algo que aprendí de los caminos, es que no los puedes controlar. Cuando hice Heroes me salió el Che, que es una película de Steven Soderbergh con Benicio Del Toro, que todos decían va a ganar un Óscar, va a ganar Cannes. Mientras estaba en el Che, me salió la Liga de la Justicia con George Miller, iba a ser Aquaman. La Liga de la Justicia se cayó por huelga de los guionistas, no se hizo finalmente. El Che no tuvo el éxito crítico internacional, no fue nominado a los Oscar. De repente terminé en la misma, entonces fue un aprendizaje. Todo el mundo te empieza a decir: “Te va a cambiar la vida”. No es que me haya creído el cuento; no es un aterrizaje, pero sí un aprendizaje súper fuerte. Está fuera de tus manos, todo lo que pasa, lo único que puedes hacer es seguir trabajando.

Sí, es volátil e inestable el mundo del cine.

Claro, porque volví, no es como que dicen: «Si no estás en esa cosa que realmente tiene un impacto fuerte, sigues como en la misma posición siempre.» La otra vez hablaba con un actor con el que estoy trabajando ahora, su mujer estaba haciendo un trabajo distinto, se retiró de actriz, en 2 años ya era gerente de la empresa, había subido a ser partner de la empresa. Ella estaba como actriz alucinando con esta pega, porque se daba cuenta que, en otros trabajos, cuando tú haces las cosas bien hay un reward, una remuneración, porque ahí puedes ascender. La actuación es un trabajo en el que tú puedes hacer las cosas bien durante 20 años y te quedas en el mismo lugar siempre. Es como súper efímero todo. No hay ninguna regla, mientras que en la mayoría de los trabajos si tú le metes se empiezan a reconocer cosas, empiezas a subir. Mientras que aquí no existe eso, te puedes quedar siempre igual, o incluso bajar, depende de otras cosas.

En tu caso has realizado varias producciones, has hecho series, has hecho cine. The Musketeers, Big Little Lies ¿Cuál sientes que es la que te ha gustado más como experiencia o como resultado?

Yo creo que todas, no hay ninguna que diga: «Este fue el momento donde me cambió la carrera.» Entonces en ese sentido, es lo que me dijiste tú, también me siento súper afortunado por haber sido parte de estas cosas. Cuando hice Heroes, en la temporada que hice, fuimos nominados a los Globos de Oro, a los Emmys, fue prensa todo el rato. Era mi primera serie en Los Ángeles, yo pensé: «Esto pasa cuando haces una serie, como esta es la onda.» De repente salí de Heroes y pasaron 10 años antes de estar en una serie como Big Little Lies. Entonces te das cuenta que es una excepción, no pasa mucho, normalmente haces cosas y no tienen un éxito así tan grande.

Pero al final no es por eso. El Che, aunque no haya tenido éxito, para mí fue una experiencia increíble trabajar con Benicio del Toro, con Soderbergh, fue la primera vez que me tocó un actor que admiro muchísimo. Big Little Lies, también fue una serie que lo ganó todo. Pero fue como ser parte de, pero no la cara de. Yo creo que todo ayuda, todo aporta. Pero no te diría que hay una que fue: “¡uy, esta es!”. Ha sido todo bastante consistente, en general te desilusionas no más, aprendes a no hacerte ilusiones. Eso lo aprendí muy rápido en esta profesión, porque si siempre crees que esta es la que va a cambiar todo, te vas a decepcionar todo el rato. Al final lo que valoro es la experiencia, es seguir el aprendizaje, poder probar cosas, también es un ejercicio, seguir creciendo y colaborar con gente, ojalá con gente talentosa. Así vas aprendiendo, vas mirando, vas armando tu espacio.

Ahora también estuviste en la enorme producción de Beetlejuice, Beetlejuice de Tim Burton, que era un personaje más chico, pero importante en la historia. ¿Cómo fue esa experiencia para ti?

Fue increíble, justamente la gente con la que quieres colaborar. He sido fan de Tim Burton toda la vida y Beetlejuice, la original, la vi como siete veces de niño. Entonces estar en su mundo, en su cabeza, ser parte de, es como icónico, no me lo creí hasta que apareció en la pantalla. Esas cosas no te las crees, hasta que no sea una memoria, hasta que no estés hablando del proyecto, uno nunca sabe si es verdad. Lo mismo con la Liga de La Justicia. Yo estuve en Australia probándome el vestuario de Aquaman, ensayando, comiendo para ponerme musculoso, entonces nunca sabes. Pero esas son las cosas de las que quería ser parte. Fue increíble entrar a su mundo, muy surreal para mi, como estar en esos sets, desde el proceso. Tuve un personaje que al final era súper importante para la historia, que es parte del corazón de la película. Para mí no fue tanto tiempo, pero igual fueron un par de piques a Londres antes, para ver todo el proceso de los pescaditos, de las pirañas, cómo lo iban a poner, de ver cómo trabajan. Después, filmar fue otra semana también, así que al final se sintió como todo un mes finalmente donde me sentí bien parte dé. Me encantó la película, todo aporta, todo suma y eso fue una de esas que valoro muchísimo.

Lo último que vi tuyo es Land of Women, (Tierra de Mujeres), con Eva Longoria. No te había visto en algún personaje hablando en español y más encima con acento español. Tienes un personaje importante en la historia. ¿Cómo fue la experiencia de trabajar con Eva Longoria y Carmen Maura, con grandes actrices?

Me encantó. Filmamos en Cataluña, en Figueras y todos puros pueblitos preciosos, las playas más increíbles al lado, las viñas y los pueblitos chicos al lado, un lugar increíble, todo estaba a 20 minutos, 25 minutos, cómo se come ahí, entonces increíble la experiencia.

Yo hice una película como el 2010 que se llamaba la Cristiada, con Andy García, estaba Oscar Isaac, me tocó trabajar con Peter O’Toole, fue increíble esa experiencia y ahí Eva (Longoria) hizo un papel chico, ahí no trabajamos juntos, pero la conocí porque hubo semana de prensa. Ella me llamó, después me llamó AppleTV. Siempre el estudio dice: «Queremos ver la química.» Entonces tuvimos que hacer como un cámara test e hicimos una escena. Eva era como hincha mía, al final me tuve que ganar a los ejecutivos. Lo pasamos increíble, fue demasiado entretenido y me encantó.

Yo viví en España a los 15 años, después de vivir en Londres. Al principio iba a ser alguien extranjero, pero como después encontraron a la hija de Eva en la serie, era de México. Como ya tenían a Eva y a la hija dijeron: «Ya tenemos muchos extranjeros así que vas a tener que ser español.» Me lo dijeron a último minuto. No es fácil el acento español, pero me encantó el desafío, tenían una coach, trabajé. Igual yo tengo oído para los acentos, me encanta hacer acentos. Me sentí en los ensayos un poquito intimidado al principio. Yo estoy súper acostumbrado en inglés, a hacer acento, y en español he hecho cubano, he hecho mexicano, pero no estamos tan acostumbrados, la industria no se presta tanto, como que cada uno siempre es de donde es. Especialmente para los españoles que venga un sudamericano a hacer de español. Entonces sentí que la primera semana todos me miraban como “¿Así creéis que hablamos nosotros?” (en acento español), pero después me los gané. Con Carmen Maura me sentí bien intimidado al principio, pero al final muchísima buena onda. Se me acercaba al final a decirme: “Eres muy buen actor, te deberías venir a España a trabajar con nosotros”. Muy buena onda ella, divertidísima. Además, verla trabajar, también uno agarra de todas partes. Valoro un montón el haber podido trabajar con tan buenos actores, eso es lo que busco también en proyectos. Cuando sabía que estaba Carmen Maura, se eleva el proyecto inmediatamente y Eva es súper chistosa, una súper buena comediante también, entonces me gustaron los elementos, fue súper buena experiencia.

Como has vivido en tantos países, tienes toda esa diversidad ¿Te has sentido que te encasillan en el personaje de latino? A pesar de que no te ves tan latino.

Te encasillan, lo que pasa es que como que no eres lo suficientemente morenito para ser ese latino, y no eres lo suficientemente blanco para ser el blanco protagónico, que es lo que buscan. Sí te encasillan, cien por ciento, pero no se dan cuenta que al final uno como sudamericano es distinto, que no somos una raza, somos culturas muy distintas. Encuentro que se está empezando a abrir un poco la mente y la percepción, pero por lo menos en Hollywood, lo que es el latino está último en el orden de diversidad, el latino está todavía muy olvidado. Es una batalla constante.

Lo hablaba aquí en el set, porque yo ahora estoy haciendo de un mexicano, hablo inglés como americano mexicanizado y le meto acento mexicano y alguien me preguntaba: ¿De dónde es tu acento? Porque realmente estábamos en una conversación y se me salió el acento inglés un poquito, que no lo hago. Entonces, me dijo: «Buenísimo eso como actor, poder hacer tanto acento distinto” Yo le digo: “Sí, pero la gente quiere que hagas de latino no más”. Eso es un argumento que le he dicho a la gente aquí. Si, en el caso de Colin Farrell o Ryan Gosling, la gente siempre quisiera que fueran irlandeses o canadienses y solo los dejaran ser irlandeses o canadienses, tendrían una carrera muy distinta, en cambio en el caso de los latinos, como que tienes que ser latino.

Lo que yo busco siempre, independiente del movimiento de diversidad, es quebrar esquemas finalmente. Que te miren como persona, como actor, y después, da lo mismo de donde seas. Entonces buscar personajes interesantes y tratar de que la gente piense distinto también, que te vea como algo distinto.

¿Estás haciendo una serie en Albuquerque?

Es una serie que se llama The Cleaning Lady, que en Latinoamérica la dan por Max, y está en la cuarta temporada. Yo llegué en la tercera y ahora estoy haciendo la cuarta.

A propósito de lo que mencionabas recién, ¿Qué elementos te atraen de un proyecto? ¿El elenco, el director, la historia, el personaje?

Tiene que haber algo que no haya hecho recién, y que no haya hecho antes, buscar algo distinto. También si te identificas con el personaje, que tenga algo que decir. Pero quién está detrás, quiénes son los escritores, directores, productores, quién lo está haciendo, quién va a estar trabajando, cuál es el elenco. Entonces eso siempre también entra mucho en juego. Pero encuentro que siempre tiene que haber algo que decir. Obviamente hay cosas que son entretenimiento puro también, pero siempre tiene que haber elementos de reflejar algo que esté pasando en el mundo de hoy.

En el caso de lo que estoy haciendo ahora, The Cleaning Lady es una serie, aunque es muy thriller, es en Network TV, entonces es bien comercial, rápida y pero igual refleja todo el tema de la inmigración acá. Yo hago de un líder, un miembro de un cartel, que es un personaje que yo he rechazado mucho. Ese estereotipo lo he rechazado mucho en mi carrera, porque normalmente cuando me ha llegado son personajes unidimensionales, quieren una cosa y listo. Mientras que este es abogado, tuvo buena educación, tiene una familia, tiene una hija, entonces entras a ver la humanidad, la persona y la complicación de llevar esta vida, entonces lo encontré súper interesante y que tenía algo que decir. Ese es un ejemplo de algo que te hace conectar con un proyecto.

Tú has hecho dos películas en Chile, la Vida de los Peces y Ema, ¿Cómo ha sido tu vínculo con el cine en Chile? ¿Te gustaría hacer más cine en Chile?

Me encantaría hacer más cine en Chile. De hecho, la otra vez me junté con un productor chileno que estaba aquí, que armó una producción y hablaba con él: «Me interesa ver lo que hacen”, y él dijo: “Qué buena que me digas porque yo creo que la gente realmente te ve afuera y dice, este gallo nunca va a decir que sí, está en Hollywood”. Cero posibilidad. No te llaman porque creen que no vas a decir que sí. Cuando, al contrario, las dos experiencias que he tenido en Chile me han encantado. Obviamente tiene que ser algo que te quede bien, un personaje importante. Es distinto cuando uno está viviendo allá, llegar a filmar una escena un día es más complicado cuando estás afuera, pero yo estoy esperando que ojalá haya un renacer del cine independiente. Encuentro que en lo que está pasando hoy en día en la industria, el susto de la inteligencia artificial y que el trabajo está desapareciendo, que es una realidad muy fuerte. Algo que veo y que espero es que lo humano y las historias, lo más real y lo más humano va a renacer y la gente lo va a necesitar. No sé si inmediatamente ahora, pero de todas maneras en un momento vamos a estar sobresaturados de toda esta tecnología, y yo creo que son las son las historias más necesarias.

En Chile hay cosas súper interesantes, directores súper buenos saliendo, tienen un éxito tremendo en festivales y de crítica y todo, a lo mejor lo que falta es la parte de llegar al público, la parte comercial, porque es una industria súper complicada, el cine independiente en general. Cómo haces que entren a los cines o que la gente la vea así. Entonces, es poder combinar eso. Obviamente Fábula lo ha logrado con lo que han creado ellos, con una súper buena producción. Con La Vida de los Peces ganamos un Goya, entonces fue increíble poder ver eso, hay un camino, y en ese sentido he tenido dos experiencias maravillosas, me encantaría hacer más.

¿Tú vienes a Chile?

Voy seguido, voy por lo menos una vez al año, a veces un par de veces al año. Pero también está esa cosa que me gusta, porque al final son sensibilidades distintas. Me gustó trabajar en España también, y cuando he trabajado en otros países, cuando vuelvo a Europa trabajo en Inglaterra. Lo que me atrae de Chile es que al final los guionistas son gente con sensibilidades distintas e incluso cuando lo hablas en tu idioma te sale otro aspecto humano, el personaje se expresa de una manera distinta. Por eso me atrae muchísimo buscar variedad, qué mejor variedad que trabajar en un país distinto con creadores que vienen de otra realidad, para mi esa parte es súper atractiva.

¿Qué se te viene a futuro? ¿Qué tienes ganas de hacer o tienes algún proyecto después de esta serie?

Tengo un par de cosas, que estoy tratando de desarrollar, de hacer pitch, pero ha estado bien complicada la industria ahora en Hollywood, ha sido el peor momento. Me gusta mucho más la idea de buscar proyectos propios, porque también te das cuenta que, por lo menos en mi experiencia y es una realidad que en esta industria, que no puedes estar esperando todo el rato a que alguien te llame y te presente el rol de tu vida. Es increíble tener la suerte, pero también te puedes ganar la lotería mañana. Que te llegue ese papel que todo cambia y se te abre todo un mundo nuevo, pero también hay que salir a buscarlo. Hay cosas propias que quiero desarrollar, tratar de hacer. Voy a terminar en marzo, entonces estoy empezando a leer guiones de proyectos nuevos, a ver qué se viene. Nunca sé mucho qué quiero hacer después, me gusta la variedad, me gusta la sorpresa, te podría decir: «Quiero hacer un drama independiente.» De repente me llega una comedia, la puedo encontrar súper chistosa, pero termino haciendo una comedia. Me encanta esa parte impredecible, y la sorpresa. Me encanta esa parte de esta profesión, nunca saber lo que de repente te va a llegar, vas a terminar leyendo y el factor sorpresa es súper atractivo para mi.

 

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