Entrevista a Sergio Castro, director de “El Negro”: “Esta película habla de la polaridad que hay en Chile, pero desde un punto de vista familiar”

 

Por Galia Bogolasky 

Entrevistamos al director del documental sobre Ricardo Palma Salamanca, que se acaba de estrenar online. Responsable de las muertes de un ex coronel de Carabineros y del senador Jaime Guzmán, Ricardo Palma Salamanca cumplía su cadena perpetua hasta que en 1996 escapa de la Cárcel de Alta Seguridad, transformándose en el fugitivo más buscado de Chile durante más de 20 años, hasta que en febrero de 2018 agentes de Interpol lo detienen en París. A través de los testimonios de la familia de Palma Salamanca -más conocido como «El Negro«- y del propio protagonista, en su nuevo film el director Sergio Castro San Martín (La mujer de barro) indaga en las vivencias del ex frentista. 

Sergio Castro San Martín es cineasta y fotógrafo. Después de terminar la Licenciatura en Arquitectura, se graduó como director con la película de tesis Paseo, Premio del Jurado a la Mejor Película Chilena en SANFIC5. En 2010 dirigió su primer largometraje documental Electrodomésticos. El frío misterio, premio del jurado a la mejor película en el Festival InEdit. También dirigió el documental Un día con Tortoise sobre la banda de post rock norteamericana, distribuida en los Estados Unidos. Su primer largometraje de ficción, La mujer de barro, se estrenó mundialmente en la sección Forum de la 65ª Berlinale el año 2015. En 2019 creó y co-dirigió con Lucía Puenzo su primera serie dramática de ficción La jauría, primera serie de televisión chilena original de Amazon Prime, producida por Fábula y distribuida por Freemantle. 

Cuéntame como se inició el proyecto de El Negro, el documental de Ricardo Palma Salamanca. 

El Negro es un documental que empieza hace más o menos hace cinco años. Inicialmente partió siendo una historia que yo la quería perfilar como una historia de ficción. Yo conocía el libro de Palma Salamanca del año 97, El gran rescate. Luego, el año 2015, cuando estaba presentando mi anterior película, una película de ficción en el Festival de cine Toulouse, me encontré con una productora francesa con la que llegamos a la conclusión de que la historia de Palma Salamanca podía ser un documental más que una ficción. Ella terminó siendo la coproductora de la película, se consiguieron fondos de manera muy rápida, para una película que ni siquiera tenía guion todavía, entonces había que trabajar muy rápido. La película siempre partió siendo una historia sobre un hombre que no existía, sobre un fugitivo, un desaparecido, un fantasma. Nuestra idea siempre era recrear a través de la familia, a través de las dos hermanas y la madre, esta figura tan controversial, y tan polémica, en la historia de Chile. Esa era la película, la que estuvimos trabajando mucho tiempo, que era la reconstrucción de esta figura, esta imagen, con todo el karma que eso conllevaba. En febrero del 2018 estábamos con los productores en Berlinale, estábamos presentando proyectos distintos, y me entero de la noticia que Palma Salamanca estaba detenido en París por Interpol, entonces fue un balde de agua fría tremendo. Lo primero que pensé fue: no hay película. Con el tiempo nos dimos todo ese año para poder hacer contacto con él. En ese momento congelo la película, digo esta película tiene que tenerlo a él en la historia, y eso implicaba muchas cosas, implicaba no solo grabarlo a él si no que una reestructuración de muchas cosas que se habían hecho antes. Y así es como acaba la historia, por eso demoró tanto tiempo.

¿Cómo fue que se incorporó él en el proyecto? ¿Hablaste con él desde el comienzo?  ¿La familia estuvo de acuerdo desde un comienzo? o ¿fue un proceso convencerlos?

Sí, totalmente. Para ellas era muy difícil porque nunca se habían sentado a conversar estos temas. En rigor, de una manera más frontal, de una manera más directa y de una manera muy personal, cada una de ellas tiene su propia visión en relación al tema. Primero fue la hermana, Marcela, que me abrió las puertas a la familia, a Andrea y a Mirna. Me acuerdo que, para convencer a Mirna, Marcela me dijo: «anda el día del cumpleaños de Mirna». Yo llego el día de su cumpleaños, le llevamos hasta una torta, y ahí estaba con mi asistente de dirección y mi coguionista, contándoles por qué queríamos contar esta historia. Por suerte yo creo que entendieron muy bien el perfil que tenía la película, que era un perfil mucho más humano, menos político si se quiere, o que la política estuviera contada, pero desde los mismos integrantes familiares. Por lo mismo después también llegó Ricardo, él se entera de que hay una película dando vuelta que es sobre él, me costó mucho hacer contacto con él, no es un personaje fácil, me tocó estar por lo menos seis meses en París tratando de hacer contacto con él. Hubo conversaciones previas sin cámara, era imposible grabarlo porque estaba con una causa abierta y, de hecho, lo grabé en dos ocasiones, una ocasión sin su voz, o sea sin ninguna entrevista, porque en el fondo arriesgaba mucho que él hablara, y luego una vez que le dan el asilo político, me permite grabar su voz que es cuando se le hace la entrevista, que duró dos días.

¿Él te pidió interferir, ver el contenido y meterse en la edición? ¿O te dejó que pudieras hacer el corte final?

Para nada, fue una confianza mutua. Para eso también creo que demoramos todo ese tiempo, que tiene que ver con generar las confianzas, con contar de qué va todo esto y la verdad es que no. Yo creo también que se junta con que de Ricardo Palma Salamanca se ha escrito mucho, se ha hablado mucho, él de alguna forma en la película menciona esto, el miedo que le tenía a la prensa. Yo creo que su imagen fue totalmente denostada, no sé si hubiera podido hablar de eso, entonces él sabía que el perfil de la película iba por otro lado, entonces yo creo que por eso mismo confió en aparecer.

La película tiene un componente político importante pero el punto de vista que elegiste era contar una historia familiar, no era meterse a juzgar si está bien o está mal lo que hizo, ni hacer un juicio político.  ¿Cómo elegiste ese punto de vista?

Fueron varias cosas. La primera es que me parecía muy extraño un personaje que fuera odiado y amado con un fervor casi similar; un personaje que históricamente genera mucha polémica, mucha controversia y mucha polarización, que ni siquiera es el personaje, tiene que ver con lo que ese personaje arrastra, tiene que ver con lo que arrastra la dictadura, lo que arrastra este tiempo súper confuso y corrupto que es la transición a la democracia, entonces dije; usemos a este personaje de alguna forma, para poder hablar de esta polaridad que hay en Chile, pero hablemos de esta polaridad desde un punto de vista familiar, porque me parecía muy honesto hablarlo desde ese lugar, porque me parecía que no se prestaba a discusiones. Cuando una familia habla de los temas de una familia, en el fondo nadie entra ahí, nadie puede hacer un juicio de valor sobre si esto está bien o esto está mal, porque en el fondo es tú propia familia. Está el dicho “la ropa sucia se lava en casa”. Me resultaba muy atractivo meterme al interior y meterme, incluso, a esta cocina que había en relación a Palma. La otra razón también tiene que ver con que Marcela, Andrea y Mirna son mujeres que, de alguna forma, llevan el relato de la película y llevan una propia trama. La película también es la historia de ellas, no es solo a historia de Ricardo, la historia de mujeres perseguidas, mujeres torturadas, una de ellas violada, otra torturada estando embarazada. Estas discusiones que tenían entre ellas me parecían que eran el grueso de la película, fueron personajes que se descubrieron en la investigación y ahí yo agradezco, hay un cuota de mucha suerte también en eso, de haberme encontrado con mujeres increíbles, en términos humanos, intelectuales, son mujeres muy inteligentes que pueden elaborar ciertos discursos y ciertas diferencias sin entrar a pelearse, sin entrar a discutir. Me parecía muy bonito desde punto de vista más terapéutico, más psicológico. 

Lo otro que me llamó la atención es que como era desde el punto de vista de ellas, no se incorpora la vida de él estando en México, ¿fue por un tema logístico? ¿O fue por un tema del punto de vista? 

Son las dos cosas, yo creo que logístico, porque uno podría hacer cientos de películas sobre la vida de Palma Salamanca sobre sus tantos pasajes de su vida. Me parecía que era importante dramatúrgicamente dejarlo en ese anonimato, dejarlo en esa clandestinidad y en ese misterio, porque era un misterio también que influía mucho en su familia. Y porque la dramaturgia hablaba de eso, mi hermano desaparece, mi hermano muere, está vivo, no tengo idea, es un desaparecido, un clandestino, un prófugo, y era mantener esa condición de prófugo que había, entonces por eso mismo no se abrió la línea de México.

Lo otro súper interesante es que la película cuenta que Palma Salamanca es el asesino del creador de la constitución, que hoy día estamos discutiendo y próximamente tenemos el plebiscito para poder cambiar esa constitución, entonces se vuelve súper relevante y contingente. ¿Estrenar en este momento fue planificado? 

El tema del estreno, de haberlo hecho ahora, acá, en este momento es una coincidencia. Nosotros íbamos a estrenar antes, llegó la pandemia y tuvimos que cancelar el estreno, de hecho nos preguntamos ¿cuando estrenamos?, si esperamos a que pase todo esto, ahí se juntan varias cosas, una que tiene que ver con que hay procesos personales que tienen que ver con estrenar las películas, porque hay una necesidad biológica también de eso, como de no quedarte pegado en un tema, de sacarlo a la luz. Sí, me parecía que era interesante también sacarlo a la luz ahora por la contingencia que tiene, como dices tú, se incorporaron algunas imágenes del estallido social en esta película, que no son muchas, pero me parecían relevante porque también hablaba de esta historia que no termina, de esta historia, que seguimos anclados en una constitución que nos tiene hasta el cuello en muchas cosas y en el fondo la historia de Chile no se ha hecho cargo de eso. Entonces yo creo que la película habla de ese elemento, de ponernos a reflexionar y decir ¿qué ha cambiado? Pasó todo esto, pero sin embargo no ha cambiado nada, lo dice Andrea en un fragmento de la película, y me parecía relevante eso.

Cuéntame sobre la relevancia de los personajes, tanto de Jaime Guzmán, creador de la constitución actual y  Palma Salamanca, su asesino  ¿Cómo son estas figuras dentro de la película?

Es algo que uno podría decir, uno de los creadores de la constitución está muerto, pero la constitución sigue más viva que nunca, ahora no, pero hasta hoy, ¿cuánto tiempo tuvo que pasara para que nos hiciéramos esa pregunta? Por supuesto que es relevante y a veces uno puede pensar ¿qué hubiera pasado si Jaime Guzmán siguiera vivo? Uno puede elaborar diversas teorías, que lo pudieron haber matado después o teorías de que pudo haber llegado a la presidencia, no tengo idea. Sin duda se hace muy relevante, pero la película tampoco pasa por el hecho de poner un tema actual, contingente, sobre la mesa, sino que pasa por un tema mucho más karmático, más humano, más familiar, y obviamente roza a lo otro, porque es imposible no rozar lo político y policial con un personaje como él. Pero sí, totalmente, es muy relevante la película en estos momentos.

¿Cuál fue el mayor desafío al filmar esta película? Los documentales pueden tardar muchos años, pero en este en particular ¿el tiempo fue un desafío? ¿o la logística de no contar con el personaje?

Yo creo que lo más complejo estuvo en la etapa final de la película. Fue cómo incorporar la figura de este personaje que era el motor, la rótula de la película, pero sin embargo no estaba, no existía y cuando hablo de eso tiene que ver con una construcción cinematográfica, que es el montaje. Estuvimos muchísimo tiempo trabajando en el montaje. Creo que es una película que llegó a tener más de 20 cortes y costó mucho hacer ese cierre. Se hicieron algunos visionados, yo lo compartí con algunos colegas, fue  muy difícil porque también era muy aguda, eran decisiones tan básicas como en qué momento aparece Ricardo en la película, era una discusión que teníamos, ¿tiene que aparecer al final, no tiene que aparecer al final? Finalmente Ricardo aparece en el minuto 25 de la película,  luego de haber revisado todo lo que sucede con las hermanas y profesores del colegio Latino, y me parece que es una decisión acertada porque en algún minuto lo montamos hacia el final de la película y Ricardo pasaba a ser una especie de epílogo, pero era tan potente su imagen como epílogo que se perdía todo el preámbulo de la película, se perdía toda la construcción previa de estas mujeres. Entonces el hecho que aparezca antes de la mitad de la película, lo que empieza a suceder es que tú empiezas a desmitificar al personaje, empiezas a deconstruirlo. Para mi era muy importante esta deconstrucción de la épica, del heroísmo, no tratar a un Palma Salamanca como un héroe, sino que como un ser humano que estuvo vinculado a un frente armado en una circunstancia tal, en un período determinado en la historia de Chile.

¿Cómo fue para ti estrenar online? Me imagino que no era lo ideal, pero también te acerca a otro público, este formato crea nuevas audiencias.

Es súper extraño, es lo menos glamoroso que puede haber en el cine. Uno hace las películas para que se muestran en las salas, se vean bien, se escuchen bien y acá uno no sabe en qué condiciones la vio cada persona, no sabes si la vio en un celular, en un computador,  en una tele, en un monitor o si se juntaron en grupo y la proyectaron, pero es muy lindo que muchas gente la pueda ver. Yo creo que el cine  es una experiencia súper individual,  cuando tú pagas tu entrada y vas al cine, y esto ha provocado un debate. Es una película que genera mucha conversación post visionado y que probablemente no lo habríamos tenido de tal forma si es que hubiera sido estrenada en salas. De igual forma no descartamos la posibilidad de que en el verano se puedan hacer algunas proyecciones al aire libre, con conversatorios con gente de la película, porque creo que también es una buena instancia para poder abrir debate colectivo, como experiencia colectiva, más que a través de redes sociales o virtualmente.

¿A ti te cambió la percepción que tenías de Palma Salamanca? 

Nunca tuve una percepción hacia él. Desde un principio traté de borrarme aspectos personales, en relación a él. Lo que sí te puedo decir es que uno tiene el titular, en general uno siempre tiene los titulares en todos los temas, no solamente en este. Para uno es muy fácil hacer un juicio de valor. Es muy fácil decir él es aquí, es allá, tú eres así eres asá, pero de alguna forma cuando fui conociendo la historia familiar, fui entendiendo las decisiones que Ricardo fue tomando. Más allá de que esté de acuerdo o no, que eso no entra en conversación, sino que tiene que ver con qué entiendo, por supuesto que entiendo. A una persona que le han torturado a su familia, que lo han perseguido, que está un contexto que ninguno de nosotros estuvo, estar dentro de un Frente Patriótico, que tampoco es que lo pusieron ahí, él quiso ir para allá, pero tal vez ni él mismo sabía el alcance que podría tener. Me acuerdo de la frase de Marcela que dice que toda la épica viene con esto también, viene con todo el terror, el odio, con el misterio, con la incertidumbre. En ese sentido sí, me pongo en ese lugar, me pongo también en el lugar de un hombre que siempre estuvo escapando, que siempre estuvo clandestino, incluso estando acá en Chile, cuando hizo las acciones que hizo, también era clandestino, luego se escapa de la cárcel y sigue siendo clandestino,  y aparece 20 años después y tiene que volver a construir su futuro, siendo que nunca ha pensado en su futuro, sino que siempre estuvo pensando en enterrar su pasado. Eso si me interesaba, era un empatizar más psicológico que idealista, no tiene que ver con simpatizar el idealismo.

Otros de tus trabajos que se ha destacado este año es que tú fuiste uno de los directores de La Jauría. Cuéntanos sobre esa experiencia. Entiendo que en noviembre comienzan con la segunda temporada.

Primera vez que yo hacía una serie de ficción en televisión. Es una experiencia totalmente distinta porque es muy colaborativa en el sentido de que hay muchos creadores que están detrás de una idea. Primero hay una idea original, luego llega una mesa de guionistas donde los productores participan, donde los distribuidores participan, las plataformas digitales una vez que entran también participan, entonces hay una partición de las direcciones. Creamos un equipo muy rico de directores, que se mantiene para la segunda temporada, generamos un cuerpo muy cohesionado de directores. Fue una serie que siempre partió con la idea de tener esta paridad de género, que fuera una serie construida por hombres y por mujeres. Era importante contar una historia sobre el abuso de poder y la violencia de género, pero también discutiendo hombres y mujeres, cuales son todos esos temas que ocurren, porque eso te ayuda mucho a perfilar personajes. En general un hombre puede entender, por ejemplo, temas de abuso porque tiene mucho que ver con el patriarcado, con el mismo género, entonces era ir perfilando esas cosas. Efectivamente, el 9 de noviembre comenzamos el rodaje, estamos ahora en una preproducción. Es un rodaje que probablemente va a ser más lento, que está bajo protocolo COVID, que hay muchas precauciones que hay que tener, pero se ve súper interesante y estamos ahí con la vara bien alta. Hay mucha gente que la está esperando. A veces las segundas partes son más difíciles que las primeras.

Siendo que tú última película La mujer de barro era una ficción, que igual tenía un tinte de documental, pero era más ficción, ¿Qué género prefieres? ¿Te gustan los dos? ¿Qué es lo que más te gusta de cada género?

En general cuando termino un documental me gusta la ficción, y cuando termino una ficción me gusta el documental. Quedo saturado del género entonces me voy al otro. Pero me gustan los dos. Siempre trato de vincular la ficción en el documental, y el documental en la ficción. Me parece que es muy interesante hacer el ejercicio inverso, me gusta el documental pero me sucede que se me hace muy difícil algunas veces mantener esa idea a lo largo del tiempo, sobretodo en un documental como El Negro, que yo sentía que estaba cambiando a cada momento, que cada día que pasaba aparecía algo nuevo. Incluso yo podría seguir haciendo este documental y es aprender a decir hasta qué punto llego. Creo que la gran clave del documental es decir ¿dónde apago la cámara, hasta donde registro? La ficción es más cuadrada en eso, más calculada, porque son otros presupuestos, más gente, pero ambas son interesantes. Creo que también tienen alcances de públicos distintos. Creo que los documentales son menos vistos, o menos vistosos que las ficciones, pero de alguna forma generan mucho debate, mucha conversación que creo que es lo importante. Me gustan los dos géneros. Quizás me gusta un poco más la ficción porque también voy a entrar a una ficción entonces me hago el ejercicio psíquico de decir vamos por esa ficción y después veremos si hay algún otro documental en el camino.

¿Y tienes algún otro proyecto así personal a futuro? Ya sea en cualquiera de los géneros, aparte de La Jauría.

Estoy solamente con proyectos de ficción ahora. Estoy con El gol más triste, que es una película que la venimos trabajando hace harto tiempo con Macarena López, de Manufactura Películas, que es una coproducción con otros países, estamos a la espera de respuestas y de ver cuando podría filmarse. Y trabajando también en una película que es una coproducción con Italia, que es una adaptación del libro de Juan Cristóbal Guarello, que se llama Aldo Marín Carne de cañón, que es un libro muy interesante. Coincidentemente ambas películas son bien políticas, pero también rozando nuevamente esa política, pero desde lado más secundario, desde el lado no tan visto, no tan conocido, no tan oficial. Y otro proyecto más chiquitito que estoy empezando, más chiquitito digo porque también es una película, pero más pequeña, que tiene más relación con mi anterior ficción La mujer de barro, que probablemente la filme no en Chile, sino que en Colombia porque es una coproducción con este país. Suena mucho, pero hay algunos que ya están más avanzados, además que todo es muy lento, todo es muy pausado, son hartos proyectos.

 

Título: El Negro
Dirección:  Sergio Castro San Martín
Idioma: Español
País: Chile
Fecha Estreno: 26 de agosto de 2020 (Estreno streaming)
Distribución: Storyboard Media

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *