En la Casa de la Cultura de Chiguayante
La actual muestra de la artista nacional se complementa con una serie de sesiones junto a otras creadoras de la zona. El proceso fue parte del Ciclo de Formación del Festival Internacional de Teatro del Biobío, FTB.
Como parte de una mirada amplia e integral en torno a las artes escénicas, el Festival Internacional de Teatro del Biobío ha sabido incorporar otras disciplinas como las artes visuales, la danza o la performance a su programación anual; generando un acercamiento a las vanguardias artísticas del resto del mundo. Lo anterior ha ido de la mano con destacados exponentes nacionales y extranjeros que han pasado por la zona para transmitir sus conocimientos y experiencias a los intérpretes y elencos locales.
Ese es el caso de la artista e investigadora Josefina Camus, doctora en Artes de la Universidad de Londres, quien durante abril estuvo en la Región del Biobío realizando el Laboratorio de Performance y Ecofeminismo del FTB, experiencia que viene a complementar la muestra “Cuerpos en simbiosis” que actualmente se presenta en la Casa de la Cultura de Chiguayante. En este caso la iniciativa convocó a artistas mujeres de distintas disciplinas con el fin de reflexionar en torno al vínculo entre el cuerpo femenino y el territorio.
“Es una experiencia que se suma a la exposición que estará hasta el 28 de abril en Chiguayante y que se inspira en el ecosistema del bosque y la costa valdiviana, integrando distintas disciplinas y formatos como el collage digital, la instalación y el videoarte. A partir de esa propuesta el Festival Internacional de Teatro del Biobío planificó este taller para que ambas miradas se encontraran”, contó Josefina, quien actualmente reside en la Región de los Ríos “En la exposición se aborda la ecología y el feminismo en relación a los cuerpos y desde las artes visuales. Lo que hace el FTB es darle a toda la experiencia conceptual un enfoque más vivo, algo más performático, agregó”.
La artista, quien ha expuesto en Francia y en el Tate Modern de Reino Unido, agregó que el taller partió con sesiones online en torno al ecofeminismo, para luego indagar en la memoria y en la historia corporal de las participantes desde una perspectiva artística, antropológica y sociológica. “La fase presencial consistió en la recolección y exposición de elementos que activaban y vinculaban esas temáticas con sus historias personales, una experiencia colectiva muy intensa donde aparecieron las nociones del ritual y objetos de altar en base a sus propias vidas y recuerdos”, explicó.
Entre los aspectos que destacaron del laboratorio estuvo el pluralismo entre las integrantes, quienes venían de disciplinas como la danza, el teatro, la literatura, la sociología o las artes visuales. “Hubo un acercamiento a la performance desde sus respectivas áreas y profesiones, lo que permitió integrar miradas y relatos que iban desde la conciencia de lo ancestral a temas biológicos y sociales asociados a la ecología”, contó Josefina Camus.
Un ejemplo de lo anterior es la artista visual y terapeuta clínica Hannelore Grosser, quien participó en el taller por la cercanía del tema con su propia obra, la cual además incluye una trayectoria de tres años de activismo por la defensa del Santuario de la Naturaleza de Hualpén. “Uno de mis intereses como artista es la eco performance y en este caso se dio la oportunidad de explorarla de manera colectiva, lo cual resultó muy enriquecedor. Además, pude traer otros trabajos que he estado haciendo, e integrarlos a esta experiencia”, indicó.
“A través de este laboratorio fui concluyendo como la herida del cuerpo femenino es transversal con la herida de la Tierra, con la explotación de la flora y la fauna; y todo ello implica reflexiones muy profundas en cuanto a tu conexión con el territorio. En mi caso hubo un gatillante que fue la defensa del humedal Price en Hualpén, lo que derivó en una serie fotográfica y de videoperformances; mientras que este año ha sido el caso de la protección del sector Ramuntcho, también en Hualpén”, finalizó Hannelore Grosser.