Galería Vermilion, inaugura “Una Barca para navegar juntos”, exposición con cuatro creadores, reafirmando su labor de extensión y difusión, promoviendo el diálogo entre artistas tanto consagrados como emergentes. Instancia que se materializa en esta nueva muestra donde se pueden reconocer diversos procesos de investigación y creación, expresados a través de la materialidad de la forma y el color, proyectando esa atmósfera cromática y conceptual, que podrán disfrutar hasta el martes 7 de Julio en el Hostal Boutique Casa la Barca ubicada en Ricardo Matte Pérez 0366 – Providencia.
Una Barca para navegar juntos
Dar por hecho que existe sólo una forma de darse a conocer, obedece muchas veces a una profecía auto-cumplida, y en ese escenario nos coartamos la posibilidad de ver espacios que nos abren no sólo puertas, sino ventanas, donde la amplitud se extiende, y te permite acceder a otros públicos. Por tanto, lo que parece ser un espacio exclusivo y reservado a sus pasajeros, se transforma rápidamente en una ruta que se empieza a trazar y que va dejando huella, y en eso quienes se atreven a caminar por ese sendero, son parte de este nuevo desafío que emprende Galería Vermilion.
Entendiendo por demás, que esta galería, no da pie atrás, sino todo lo contrario va en busca de los desafíos necesarios para que los artistas entiendan que ellos son el ariete para echar por tierra las barreras. Y si ayer fue Barrio Italia, Parque Araucano y hoy Providencia, el elegir al Hostal Boutique Casa la Barca, puede darles una idea de cómo pretende seguir navegando en este tormentoso océano artístico, por cierto, lo que implica seguir avanzando con artistas de las más diversas disciplinas, pero que han validado el esfuerzo que ha significado mantenerse y ven en este maravilloso espacio una oportunidad para mostrar el trabajo de artistas de la envergadura de Hernán Puelma, quien no requiere de mayores presentaciones, a la que se suman Tauroa Matau, con su frescor y potencia atávica en la cual se percibe la presencia de una isla, de por sí misteriosa, Ximena Atria que con esa expresiva forma de tratar el grafito, con un oficio que sin embargo, denota la rigurosidad y la suavidad de una obra que destaca por sus detalles. Al mismo tiempo, está Carolina Bruno, con una propuesta centrada en la sutil gestualidad simbólica de un corazón que palpita desde lo femenino.
Todos ellos, son los primeros navegantes en esta barca, que ya se perfila como el nuevo Puerto, donde atracan o recalan tanto artistas consagrados como emergentes y en la que desde ya invitamos a desplegar sus naves y navegar juntos con Galería Vermilion.