Por Juan Marín
Una de las grandes virtudes de los festivales de cine es la posibilidad de descubrir verdaderas joyas que, de otro modo, podrían pasar completamente desapercibidas. Ese es el caso de 78 días, una película serbia que es parte de la competencia oficial de FEMCINE y que previamente se estrenó en el Festival de Valdivia, donde obtuvo el premio a Mejor Largometraje Juvenil. Es un placer encontrarse con este tipo de obras que, a pesar de su enorme valor cinematográfico, no suelen recibir cobertura mediática ni la visibilidad que merecen. 78 días es una película sorprendente y muy conmovedora. Lamentablemente, como tantas otras producciones independientes, poco se hablará de ella.
Esta ópera prima de Emilija Gasic se sitúa durante la llamada guerra de Kosovo en un pueblo rural de la entonces República Federal de Yugoslavia. El título del filme alude a los 78 días que duró la campaña aérea de la OTAN en 1999 sobre ese desaparecido país.
En una casa conviven tres hermanas junto a su madre y su padre. Cuando este último es llamado al frente, la madre queda sola a cargo de sus hijas: la carismática Tijana, de apenas ocho años, y sus hermanas mayores Sanja y Dragana. A través de sus juegos, telenovelas mexicanas, juntas con los vecinos, conflictos, vínculos fraternales y roces con la madre, la película retrata la cotidianidad familiar que transcurre bajo la amenaza constante de la guerra, cuya presencia se siente cada vez más cerca. Toda esta intimidad es narrada a través de una cámara casera, lo que acentúa la sensación de cercanía. La película completa está filmada desde el punto de vista de esa cámara, que se convierte en testigo directo de la vida de esta familia.
Rodada con una cámara Hi8, propia de los años noventa, época en la que transcurre la historia, la película adopta una estética de video casero que le otorga un realismo único y una naturalidad que llega a confundir al espectador: por momentos cuesta discernir si se trata de ficción o de un documental. Este estilo íntimo, casi documental, permite sumergirse en la dinámica familiar de forma muy auténtica, a pesar de ser una recreación.
La película posee un marcado tinte autobiográfico, ya que está inspirada en experiencias personales de la directora durante su infancia. Emilija Gasic nació en 1991 en la entonces Yugoslavia, el mismo año en que estalló la guerra de los Balcanes. Así, vivió en carne propia las consecuencias del conflicto durante toda su infancia. La guerra de Kosovo, en la que se centra el filme, tuvo lugar entre 1998 y 1999 por lo que la edad de Gasic coincide con la del personaje de Tijana, la hermana menor en la película.
El conflicto bélico actúa como un telón de fondo constante que, de forma intermitente, irrumpe en la cotidianidad de la familia. La guerra se presenta como una amenaza latente, perceptible en los bombardeos cercanos o en las sirenas de alerta que interrumpen en el día a día. Esta aparente normalidad familiar se ve sacudida por una violencia absurda que impregna el ambiente, generando incertidumbre entre los personajes y desesperación, especialmente en la madre cuando pierde de vista a sus hijas mientras suenan las alarmas.
El uso ficcional del formato “found footage” aporta una gran dosis de autenticidad al relato, configurando una estructura narrativa ingeniosa y eficaz. La película impacta por su sensibilidad y fuerza emocional, ofreciendo un retrato crudo y profundamente humano sobre el horror de la guerra y el papel fundamental de la familia como único refugio posible ante el caos.
Las actuaciones son excelentes y logran sostener la verosimilitud a lo largo de todo el filme. La interpretación del personaje de Tijana es sobresaliente, logra conmover y conquistar al espectador. Aporta momentos de ternura y humor gracias a su carismático papel, incluso en medio de una atmósfera sombría. Sin duda, es uno de los elementos clave del film.
Se trata de una película con un cierto tono nostálgico que remite a los videos en VHS, pero por supuesto no se detiene ahí, sino que se convierte en una obra cinematográfica profundamente reflexiva y humana. Es una película excepcional en muchos aspectos, y sería deseable que se proyectara en otra ocasión, ya que sin duda merece ser vista.
Ficha técnica
Título original: “78 Dana”
Dirección: Emilija Gasic
Duración: 85 min
País: Serbia
Año: 2024
Reparto: Goran Bogdan, Jelena Djokic, Milica Gicic, Tamara Gajovic, Viktorija Vasiljevic, Pavle Cemerikic
Vista en FEMCINE