Por Gabriela Bravo desde Cannes
La película Freda es el primer largometraje de la directora haitiana Géssica Généus, que compite en la selección oficial de Un Certain Regard (Una Cierta Mirada) del Festival de Cannes. La cinta también compite por la Cámara de Oro, el premio que se le entrega a los directores primerizos.
Freda es la hermana mayor de una familia constituida por la madre, dos hijas y un hijo. Desde el comienzo de la película podemos notar una diferencia entre Freda y sus hermanos, ella es más oscura de piel, del mismo color que su madre, mientras sus hermanos parecen mulatos. Freda lleva el nombre “pagano”, mientras que sus hermanos portan nombres bíblicos.
Es a través de los ojos de Freda y su trayectoria que la directora haitiana Géssica Généus plantea una enorme problemática: ¿Cuál es el lugar que ocupa la juventud en Haití?
La familia de Freda pertenece a una clase media que en cualquier momento puede caer en la pobreza. Su madre tiene un negocio de barrio y Freda es una estudiante universitaria que trabaja como mesera en un restaurant elegante.
Al igual que cualquier joven, Freda disfruta saliendo a bailar, escuchando música o viendo espectáculos callejeros, sin embargo, esta juventud haitiana también se mueve al ritmo de las olas de violencia que se toman intempestivamente las calles y que los hacen volver a la realidad de una manera brutal.
La película nos muestra que las posibilidades que tienen los jóvenes son escasas. Por un lado, está la emigración, que es el camino que toman preferentemente los hombres y, por el otro, está el casamiento “bien”, es decir, que las mujeres consigan un marido adinerado que las pueda sacar de la pobreza y, si es posible, poder “tirar hacia arriba” a toda la familia.
La directora Géssica Généus utiliza el personaje de Freda para mostrar las incoherencias de una sociedad que prefiere hacer la vista gorda a los problemas y tratar de seguir manteniéndose en un equilibrio precario que puede estallar en cualquier momento. Como, por ejemplo, la madre, una ferviente religiosa que deja que su hija Esther salga con distintos hombres sin decir nada, esperando que alguno de ellos le pase el anillo al dedo. En medio de esta sociedad corrupta y que se acomoda a todo, el personaje de Freda es como un pelo en la sopa ya que se cuestiona y cuestiona todo.
De esta manera, sale a colación uno de los grandes temas que el país no ha tratado, la impronta de la colonización ―francesa― en la vida cotidiana de los haitianos. Mientras los estudiantes universitarios plantean una apropiación de su historia que tenga en cuenta a sus héroes y su “negritud”, lo que se ve en el día a día es que las personas más claras de piel tienen más beneficios que los negros y a todos les parece normal.
El primer largometraje de la directora Généus es un panorama poco habitual de Haití, ya que ―por supuesto― es una mirada femenina que surge desde el interior. No está centrada en la miseria, sino en la desesperanza y desconcierto de toda una parte de la sociedad que no consigue ver la luz al final del túnel. Généus conoce los temas que aborda, su película tiene un aroma vivencial. Sin embargo, el único detalle es que, al tratar de abordar una gran cantidad de temas, algunos parecen ser tocados someramente, pero esto no le resta nada a la veracidad y potencia del relato.
Título: Freda
Género: drama
País: Haití
Año: 2021
Duración: 93 minutos
Director: Géssica Généus
Elenco: Néhemie Bastien, Fabiola Remy, Djanaïna François