FESTIVAL DE CANNES Crítica de cine “Le Deuxième Acte”: Cuando los personajes se salen del guion

Por Gabriela Bravo desde Cannes

Este año el Festival de Cannes nuevamente apostó por la osadía al escoger como película de apertura Le Deuxième Acte (El Segundo Acto) del director francés Quentin Dupieux, una comedia absurda sobre el rodaje de una película.

En solo algunos años el director francés Quentin Dupieux ha pasado del estatus de director underground -que hace películas absurdas para un público específico- a ser un verdadero referente de la comedia francesa, obteniendo excelentes resultados de taquilla y siendo invitado a participar a diferentes festivales.

Un éxito que se vio coronado el martes 14 de mayo, al inaugurar el Festival de Cannes con su última obra, Le Deuxième Acte (El Segundo Acto), una comedia hilarante, sobre un rodaje en donde todos los personajes se salen del guion.

Todo comienza con una conversación entre David (Louis Garrel) y Willy (Raphaël Quenard) donde David le pide a Willy que por favor trate de conquistar a su novia Florence (Léa Seydoux) ya que él no puede más con ella. Willy cree que hay algo extraño en el favor que le pide su amigo y comienza a interrogarlo para saber por qué no quiere simplemente tener una aventura y dejarla. Mientras están hablando, Willy le pregunta si su novia no es un transexual y se lanza con un discurso transfóbico. Inmediatamente David lo detiene, señalándole que esas cosas ya no se pueden decir, mostrándole la cámara, ya que se arriesgan a ser funados.

De aquí en adelante los personajes estarán oscilando entre seguir con los roles asignados en la película e “interpretar” los roles de ellos mismos. Teniendo diálogos sumamente interesantes, pero en un contexto tan ajeno, que se vuelven completamente absurdos.

La genialidad de Quentin Dupieux es que a través de un abanico de personalidades, hace un estado del arte de cómo está la sociedad hoy. Al director no le interesa reivindicar nada, ni defender un mundo antiguo o nuevo, él solo se conforma con mostrarnos las enormes contradicciones que todos llevamos dentro. Incluso mostrándonos cuan dispensable puede ser el rol del director con la llegada de la inteligencia artificial.

Uno de los elementos que provocan una cierta fascinación en Le Deuxième Acte, es que ahonda en todos los fantasmas que tiene el espectador sobre lo que es un rodaje: la pelea de egos, las insinuaciones sexuales que viven las actrices, el profesionalismo – o no- de algunos actores conocidos y el trato que tienen con los figurantes o actores secundarios.

Como un espejo que le muestra al espectador la crueldad que tiene al interior, es que las carcajadas afloran con mayor intensidad cuando vemos que los actores conocidos tienen conflictos, son mezquinos, son llorones y débiles. Nos gusta ver que estas estrellas que nos intimidan y nos encandilan tienen los mismos sentimientos y problemas que nosotros.

Lo prodigioso de esta comedia está en hacernos creer que pasamos de un personaje ficticio a uno real y de vuelta a uno ficticio. Una vez que el público está bien confundido con este número de prestidigitación, el terreno está listo para entrar en el delirio de Quentin Dupieux, ya que se nos olvida que finalmente los actores siguen siendo actores que respetan un guion, y que incluso cuando interpretan a personajes que se parecen indudablemente a ellos, seguimos viendo solo una representación de la realidad.

Una vez más Cannes logra ponerse a tono con la nueva era que está comenzando al introducir el festival con una comedia que arrasa con todo lo políticamente correcto, pero que al mismo tiempo entrega una reflexión sobre la industria del cine y el propio espectador.

Ficha técnica

Título: Deuxième Acte/ Segundo Acto

Género: Comedia

País: Francia

Año: 2024

Duración:  80 minutos

Director: Quentin Dupieux

Elenco: Léa Seydoux, Louis Garrel, Vincent Lindon, Raphaël Quenard

 

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