FESTIVAL DE CANNES Directora de «Titane» Julia Ducournau: «Hay que tratar de liberarse de las ideas preconcebidas sobre lo que el ser humano debería ser»

Por Gabriela Bravo desde Cannes

Cannes no sería Cannes sin una película que causara polémica y división en la crítica, este año fue el turno de Titane de Julia Ducournau, la segunda cinta de la directora francesa que es parte de la competencia oficial por la Palma de Oro.

Intensa e incómoda, Titane relata la historia de Alexia, -interpretada por una extraordinaria Agahthe Rousselle- una mujer que cuando niña sufrió un grave accidente de auto y que parte de su cráneo tuvo que ser recompuesto con placas de titanio. De manera enfermiza Alexia se aferra a este sufrimiento como el único sentimiento que puede expresar o comprender, transformándose en una sicópata.

Tras una serie de asesinatos, Alexia se ve forzada a cambiar de identidad, haciéndose pasar por Adrien, un niño que había desaparecido hace 10 años. Nuevamente Alexia maltratará su cuerpo para entrar en este personaje. Lo singular de la historia es que el padre de Adrien, Vincent -un capitán de bomberos interpretado por Vincent Lindon- decide aceptar a este nuevo «Adrien» para aplacar el sufrimiento de la pérdida de un hijo.

En conferencia de prensa, Julia Ducournau explicó cómo fue el proceso creativo que dio vida a Titane. «Comencé la escritura de Titane en la post producción de Raw. Cuando uno pasa cinco años con una película como Raw la verdad es que dan ganas de contar otras historias».

«Titane nació de las ganas que tenía de poner el amor como centro del relato, el amor incondicional, absoluto, despojado de todo determinismo, quise ir más lejos en relación a la aceptación del otro. Cuando hablan de Titane, no se piensa forzosamente en una historia de amor, pero para mí lo es».

Ducournau sabe lo que quiere decir y cómo lo quiere decir, esto se nota en la enorme preocupación por la estética y la música que nos permiten entrar en este ambiente sórdido y perverso, con tintes de amor y ternura.

«La dirección y la luz en ese sentido son muy importantes, no sé si se dieron cuenta, pero la parte fría de la luz está del lado de las mujeres y la luz suave y rosada en el lado de los hombres, este es solo un ejemplo en la película de cómo trabajé para desdibujar los límites de género. Alexia es su propio animal. Ella se pertenece a sí misma y nadie más. Ella va y viene entre estos arquetipos, destruyéndolos uno tras otro. ¿Si esto lo he hecho a propósito? por supuesto que sí. Trato de crear un mundo en que todos puedan ser lo que eligen ser».

Además agregó: «La música la trabajé con Jim Williams que había sido el compositor de Raw anteriormente. Yo sabía que habrían ciertas cosas obligatorias con respecto a la música. Había decidido que la música tenía que tener metal, por lo que se utilizaron campanas. La música es un personaje de la película, ocupa un lugar importante, la música nos habla mucho de los personajes y del trayecto de la película. Le pedí a Jim que la primera parte en donde solo está Alexia, fuéramos por algo bien animal, de pulsión ya que el personaje solo tiene pulsiones de muerte, no tiene emociones, es fría y sus emociones desbordan constantemente. La trayectoria de la película es ir de lo más animal a lo más sagrado, por eso terminamos con la pasión según San Mateo de Bach. Entonces pasamos de la pulsión que está llena de percusión y campanas a las voces que entran de una forma bastante atonal y que le dan una característica litúrgica».

La mirada de Julia Ducournau se impone en un género cinematográfico donde la testosterona siempre ha dominado y se siente como una bocanada de aire fresco. La cinta introduce una reflexión sobre el ser humano y los límites que nos ponemos o qué podemos derribar. ¿Hasta dónde estamos dispuestos a aceptar? De manera magistral la directora construye arquetipos femeninos y masculinos solamente para darse el gusto de ir destruyéndolos a medida avanza la película.

Consultada respecto al tratamiento de los roles masculinos y femeninos en Titane, la directora respondió: «Mi intención en la película es hacer que el público acepte que la cuestión del género es absolutamente irrelevante. Hay que tratar de liberarse de las ideas preconcebidas sobre lo que el ser humano debería ser, porque somos muchos en este planeta. En la película Alexia no se transforma porque quiere sino porque debe hacerlo, ella es perseguida por la policía.

«Sin embargo, en un momento ella vuelve al baño donde está Vincent y considera la idea de matarlo, pero lo necesita; es en este momento que la película tiene un vuelco porque es el momento en que decide transformarse en esa persona, es en ese momento que quiero que el público lo acepte y que crea que este dueto padre e hijo si puede suceder. Son como nosotros y se tienen amor, ese es el centro de la película».

También recalcó la importancia de «hablar de la fluidez del género. Quería presentar en la película dos estereotipos de género, uno en el show de autos donde las mujeres son abiertamente sexualizadas, cosificadas y tratadas casi al mismo nivel que los autos, mujeres que están arregladas de la misma manera que los autos tuneados. Por otro lado, está la estación de bomberos que decidí que fuera un territorio completamente masculino para jugar con este arquetipo de virilidad, testosterona, cuerpos musculosos, de hombres que se empujan unos con otros. Yo sabía que estaba creando arquetipos, por supuesto están distorsionados, para así poder destruírlos».

La violencia que muestran las imágenes de Titane pueden perturbar al espectador, sin embargo, estas están al servicio de la narración. El dolor de Alexia se traduce en imágenes de un cuerpo apresado, adolorido, autoflagelado, un cuerpo del que se sirve la protagonista como una herramienta para ganar su vida, pero que al mismo tiempo es un cuerpo que se transforma y la perturba. En este sentido, hay que destacar la interpretación de Agathe Rousselle que logra cautivar al espectador con un personaje que casi no habla pero que comunica de manera intensa a través de su carne.

La directora explica por qué decide mostrar esta violencia: «La idea es encontrar un equilibrio interno, para no transpasar la línea, yo detesto la violencia gratuita, me parece aburrida, es como un mal chiste. Uno puede estar tentada a hacer cosas tipo, «oh porque no probamos con esta sangre falsa, probemos con esta escena para divertirnos», en el momento en que pienso eso trato de sacarlo inmediatamente de mi cabeza. Me gusta que mis personajes hagan sentir por lo que están pasando y que queramos acompañarlos. Creo que la experiencia del cuerpo es lo que une a todos los seres humanos. Estamos todos solos con nuestros cuerpos y todos somos vulnerables lo que nos convierte en uno solo, es por esto que trabajo tanto con el cuerpo, con sus sensaciones, su dolor, tal vez algún día trabaje la sensación de las cosquillas, que es más agradable, pero por ahora trabajo el dolor».

Una fábula oscura sobre el amor, la aceptación, la violencia y el transhumanismo que no dejan indiferente al espectador. Como siempre, las opiniones están divididas entre quienes la adoran y quienes la odian, pero creo que lo mejor es vivir su propia experiencia, si se atreven.

Ficha Técnica

Título: Titane

Género: Horror

País: Francia

Año: 2021

Duración: 108 minutos

Director: Julia Ducournau

Elenco: Agathe Rousselle, Vincent Lindon

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