Por Gabriela Bravo desde Cannes
Pocas fueron las películas latinoamericanas seleccionadas en la competencia oficial del Festival de Cannes de este año, es por esto que Domingo y la niebla, del director costarricense Ariel Escalante Meza fue acogida con mucho entusiasmo por la comunidad latina al presentarse en Un Certain Regard.
Domingo y la niebla cuenta la historia de un adulto mayor que se niega a dejar su casa y terreno en la comuna de Cascajal de Coronado, en Costa Rica, para que se construya una carretera. Domingo ha vivido gran parte de su vida en esa casa, pero por sobre todo, piensa que su mujer muerta lo va a visitar constantemente en forma de niebla, por lo que teme que si cambia de domicilio ella no podrá encontrarlo.
La cinta de Escalante Meza mezcla los paisajes exuberantes de Costa Rica con la pobreza de sus pobladores; la dura realidad de la «expropiación» de terrenos con la magia y las creencias fantásticas.
Culturizarte pudo conversar con el director costarricense.
¿Cómo te sientes aquí marcando historia? ya que es la primera película costarricense en una selección oficial de Cannes
Sí, primera película costarricense y centroamericana. Es muy loco todo. Es como que estás aquí, y no lo terminas de creer, es tan rápido. Hay un montón de cosas; de repente te volteas y viste a Shakira y es lo que menos esperabas. Todo es muy cool, interesante, emotivo.
¿Qué significa para ti?
Creo que la comunidad de cineastas en Costa Rica y en Centroamérica, es muy unida y somos gente que la está luchando. Realmente cada vez que una película pega, creo que pegamos todos. Hay un documental de Guatemala, de Anaïs Taracena, El Silencio del Topo, que ha hecho cosas maravillosas desde el año pasado y eso nos pone muy contentos a todos, y me gusta la idea de estar aquí por todes los amigues, pensando; una vez que se abre un portal, ¿Qué va a pasar después?
¿Hay inspiraciones reales en tu personaje? o ¿Es todo ficción?
Tiene mucho de la realidad, he observado mucho. Me mudé a esta comunidad, que es Cascajal de Coronado, por seis meses, no solo para conocer, sino también porque elegí esa comunidad desde antes de tener el guion, pues quería que formara parte él, lo cambiara, lo transformara. Ahí conocí a mucha gente que vive como Domingo.
Al momento de presentar tu película se la dedicaste a dos personas…
Sí, la dediqué a la memoria de Sergio Rojas y Jhery Rivera, líderes indígenas que fueron asesinados en 2019 y 2020 por su involucramiento en un conflicto de tierras. Estaban recuperando tierras indígenas tomadas por la burguesía. Sus asesinatos terminaron impunes. Entonces, la idea de Domingo era un poco eso; por un lado quería construir este héroe de la resistencia pero por otro, también este antihéroe, alcohólico, viejo, que es macho, que es tóxico, etc. Me gusta la idea de ponerlos a dialogar porque yo estoy buscando la relación más activa con la audiencia; quiero que la gente dialogue con la película más allá de que le guste y siento que esta cosa de las contradicciones nos ayudan un montón a esto.
Tú película aborda varios temas diferentes: el político, el ecológico e incluso el feminismo ¿puedes explicar estas distintas capas que hay en Domingo y la Niebla?
Me gusta la idea de hablar de muchas cosas a la vez y dejar muchas cosas libres a interpretación, porque así una película se convierte en miles, conforme dialoga con cada persona. Estaba muy interesado en hablar de algo abiertamente político porque siento que los tiempos son convulsos. La pandemia, por ejemplo, ha venido a exponer esta cosa de los ricos haciéndose más ricos y los pobres pagando los muertos. Hay que empezar a sacar conclusiones, hay que tomar medidas con respecto a esto. Quería hablar de la masculinidad frágil. Decidí partir de un lugar más personal, en vez de estar señalando o hablando de teoría de género; compartir mi experiencia en donde mi masculinidad frágil ha fallado a las personas a mi alrededor y a mi, en aras de que podamos hablar más al respecto. Por supuesto, la magia, lo sobrenatural, me divirtió un montón. A veces pienso que esta película nació porque quería hacer una película sobre niebla moviéndose; así de sencillo porque es divertido. También hay mucho de lenguaje, que estaba muy interesado de mezclar todas estas cosas, de hacerlas chocar, de meter fantasía, meter un poquito de western que está por ahí, entonces siento que la idea era sobrecargar un poquito; tener mucho estímulo para ver qué sale de tanta estimulación.
A propósito de eso, ¿te consideras un seguidor del realismo mágico latinoamericano?
El realismo mágico latinoamericano es una corriente preciosa y yo estoy en la Escuela Internacional de Cine y Televisión en Cuba, que fue fundada por Gabriel García Márquez, entonces tengo un vínculo muy profundo con eso, pero también estoy listo para que lo superemos. Yo siento que es de una época particular. Ha pasado mucho tiempo y siento que estamos más que listos para dialogar con el realismo mágico latinoamericano pero no necesariamente sentirnos parte de ese club, porque queremos hacer uno propio.
En Domingo y la niebla el ritmo se asemeja al ritmo de la naturaleza, calmo y pausado. ¿Qué nos puedes decir de esto?
Me cuestiono mucho si el ritmo del cine actual, del cine que alcanza a mayor cantidad de audiencia, es orgánico o no. Es decir, me pregunto si es que viene de lo que la gente quiere ver o viene de necesidades que empuja un mercado. Por eso es que me gusta reclamar mi soberanía respecto a ese lenguaje, porque no estoy haciendo un cine empujado por lo industrial y lo comercial. El cine que yo hago, y que hacemos la mayoría de los que estamos acá, tiene un papel periférico, lo que me parece fatal. El mundo necesita un contrapunto, quiero cuestionar esta manera de consumir audiovisual que hay actualmente y no tengo nada contra YouTube, también lo veo a través de mi celular. Pero quiero usar mi cine para cuestionar si ese ritmo viene porque queremos que venga, o viene porque se nos está empujando a través de un mercado. Entonces, prefiero hacer una película donde me tomo el tiempo para observar algo porque es hermoso, digo ¿Cómo podrías estar en contra de eso? si vas caminando, ves una rosa y te detienes a olerla. No siento que sean estímulos meramente intelectuales. Tampoco me interesa dialogar con un círculo en particular, me gustaría hablar con la mayor cantidad de gente posible pero lo que no quiero es complacer. Siento que mi cine o lo que estoy haciendo tendrá mejor uso, será más provechoso, si lo utilizo o utilizamos para retar y cuestionar que para complacer una necesidad que ya la están complaciendo allá en el norte con muchos millones de dólares. No necesitan los míos.
Tienes un elemento místico que es precisamente la niebla que evoca el recuerdo de su esposa fallecida. Personalmente, ¿crees en la vida después de la muerte?
Eso es lo interesante: no lo sé. Nunca lo he creído pero de repente ya llego a una edad y digo ¿por qué no? No me gusta crear desde la certeza. Me gusta crear desde la duda y ante todo de vivir en un subcontinente donde estamos obsesionados con convertir a los muertos en fantasmas y tenerlos aquí a la par toda la vida sin que nos genere ningún problema y con esas expectativas, con esas creencias sí quiero jugar. Y sí ha sido muy interesante que hasta la fecha la película no se ha visto, sin embargo, cada vez que hablo de esto, como cuando fui a Cascajal, cuando lo hablo con mi familia o con la familia de mis amigos, siempre te cuentan una historia al respecto: «ah sí, pero es que el tío Paco venía, pero en forma de sapo…» Es algo tan recurrente que es muy lindo y es muy interesante. Me emociona mucho cómo se va a ver ese diálogo cuando se dé.
Porque la niebla representa a su mujer muerta, pero hay otra figura femenina, su hija que está viva ¿Cómo dialogan estos dos personajes femeninos? Uno como de niebla y otro de carne.
Eso fue algo que pensamos mucho y que tenía muchas ganas de tomar. La película habla de un mundo de hombres mayores, acabados, poco privilegiados, sin herramientas profesionales para lidiar con las cosas que les están pasando y quería tener estos personajes femeninos siendo voces de la razón en este lugar; gente con mayor fortaleza: a la esposa de Domingo nunca la conocemos, nunca la vemos pero sí se nos habla de ella y te das cuenta que fue una persona así o asá. A mi me gusta mucho la relación de Domingo con su hija porque es una relación rota. Domingo es una persona que está muy cargada, más que de culpa, como de un pesar que quiere cambiar y siento que con su hija Silvia hay muy poco chance y siento que eso es algo que viene mucho, más que con la culpa, con el error y tratar de enmendarlo. Siempre te tienes que disculpar, pero tienes que aceptar que la disculpa puede que no sea suficiente y con esas consecuencias tienes que lidiar. Siento que Domingo es un personaje que muy tarde en su vida se dio cuenta, y ahí están esos personajes para jugar con eso.
Ficha Técnica
Título: «Domingo y la niebla»
Dirección: Ariel Escalante
Guion: Ariel Escalante
Montaje: Lorenzo Mora Salazar
Género: Ficción/ Drama
Duración: 1h 32 min
Producción: Felipe Zúñiga
Productora: HOL y Asociados, S. A.
País: Costa Rica
Año: 2022
Elenco: Esteban Brenes Serrano, Sylvia Sossa, Aris Vindas, Carlos Ureña
Música: Alberto Torres
Idioma: Español