FESTIVAL DE CANNES Entrevista a Directora de Fotografía, ganadora premio Pierre Angénieux, Pamela Albarrán: “Descubrí que yo quería la imagen en movimiento”

Por Galia Bogolasky 

Entrevistamos a la directora de fotografía Mexicana que recibió el Premio Especial Pierre Angénieux Special este año en el Festival de Cannes.

Este premio se le entrega a una director/a de fotografía por su impacto en la historia del cine mundial, que fue otorgado a Agnès Godard. Durante el evento, además, se le entrega el premio a una joven promesa de la cinematografía llamado «Angénieux Special Encouragement» que este año fue otorgado a Pamela Albarrán por su prometedor trabajo. Angénieux es una compañía conocida mundialmente por sus lentes para cámaras de cine. El premio se entrega desde el año 2013.

Pamela Albarrán estudió en el Centro de Capacitación Cinematográfica (CCC) y en el ENS Louis Lumière en Francia. Actualmente vive en Francia. La directora de fotografía lleva diez años trabajando en la industria cinematográfica. Ha estado trabajando en diferentes proyectos, tanto largometrajes, cortometrajes, documentales, y comerciales.

Su primer largometraje Ayúdame a pasar la noche de José Ramón Chávez ganó el Premio del Público en el Festival Internacional de Cine de Guadalajara en el 2018. El documental El buen cristiano de Izabel Acevedo ganó el Premio Feisal en el 2017.

En el 2018, se unió al colectivo francés «Femmes à la Caméra» donde trabajan por visibilizar la baja representación de las mujeres en los equipos cinemtagoráficos. También pertenece al ICFC (colectivo internacional de cinemtógrafos), y la asociación Mexicana «Apertura».

¿Cómo ha sido recibir la noticia de que te ganaste este premio?

Ha sido una sorpresa completamente inesperada. Yo no había postulado a ningún tipo de concurso o lo que fuera, entonces al principio no lo creí. Pensé que era una broma o una estafa. No hice caso al principio, y dije que esto no era posible. Después le mandé el mail a una amiga para que me dijera si creía que fuera verdad, pero ella estaba filmando y no me pudo contestar. En ese momento empecé a investigar, busqué en internet, y unos días después descubrí que era cierto y no lo podía creer. Me sentí muy feliz, muy contenta, porque de verdad yo no me siento como en este nivel, para ser reconocida por mi trabajo. Es como bien sorpresivo, me siento muy contenta, muy privilegiada, es enorme.

Sé que tú empezaste por casualidad en la dirección de fotografía, de a poco te interesó la foto, el cine y de pronto terminaste siendo directora de fotografía. Has trabajado con cineastas súper importantes, ¿Cómo ha sido este proceso para ti? Cuéntame sobre tu llegada a la dirección de fotografía.

Claro, así es. Cuando yo quería estudiar cine, cuando me lo planteé a los 15, 16 años, yo quería ser directora, porque no sabía que existían dos figuras. Hay una especie de desconocimiento en general. Mis padres han tardado muchos en años en saber qué es lo que hago realmente. En general, para el dominio público el director de fotografía pasa como el camarógrafo, no hay tanta divulgación sobre el oficio del cinefotógrafo. Entonces yo no lo conocía al principio y cuando trabajé como asistente de producción de un cortometraje del CCC, descubrí quién era el director, y quién era el fotógrafo viéndolo, porque también este oficio es de verlo y hacerlo. Entonces me acerqué, le pregunté si podía ver por la cámara, era una de 35mm análoga, y me encantó ver a través del visor, pensé que eso era extraordinario. Yo había estudiado foto fija antes, había trabajado también con fotógrafos de moda, porque yo quería ser fotógrafo de moda. Pero descubrí que yo quería la imagen en movimiento, y descubrí que era la imagen en movimiento justamente en ese cortometraje, y dije: «esto es lo que quiero hacer». Y empecé a ver en las películas quién era el fotógrafo, porque ya sabía que existía esta figura. Entonces empecé a ver quién era, y en eso vi que había fotógrafos mexicanos triunfando en Hollywood, entonces pensé que yo también podía.

Es un rubro donde hay muy pocas mujeres directoras de fotografía. ¿Cómo es para ti, siendo mujer, trabajar en un rubro que es principalmente masculino?

Al principio yo nunca me planteé como: «estos son los de hombres». Cuando yo quería hacer cine, lo quería hacer genuinamente, sin saber cómo funcionaba, si había paridad o no, son cuestiones que no hacíamos hace 20 años. En ningún momento sentí que había algo especial por ser mujer. Fue cuando hice el examen de admisión, que en ese entonces, el director de la carrera de foto durante la evaluación, al final, son más o menos ocho sinodales que te hacen una entrevista final, me dijo: “¿por qué le vamos a dar el lugar de un hombre a una mujer?”. Yo dije: «¡ay caray! No entiendo la pregunta», se lo dije así genuinamente que no entendía la pregunta, ya que este trabajo no tiene nada que ver si es un hombre o una mujer. Entonces fui descubriendo poco a poco que sí, que hay una especie de reticencia a aceptar mujeres en crews, en equipos de filmación hay pocas. A mí me tocó trabajar con muy pocas mujeres. Tuve la fortuna de tener dos maestras cinefotógrafas en el CCC; Celiana Cárdenas y Erika Licea, grandes cinefotógrafas. Ellas también me permitieron ver que había mujeres, y son mujeres súper fuertes, con unas carreras sólidas, súper talentosas, y que te dan su espacio completamente apropiado en la cinematografía nacional e internacional, porque Celiana vive en Canadá. Entonces esas dos figuras me permitieron no temer a los miramientos de otros, otras observaciones de otra gente que puede decir: «ah no”. Sí recuerdo que en algún momento dijeron que tuviera cuidado con el staff, con mis gaffers, porque eres mujer. Y jamás tuve ningún problema con gaffers, ni con mi staff. A veces hay miedo que la gente puede irte inculcando, y en la realidad, yo he trabajado con técnicos excelentes, que siempre me han respetado como la directora de fotografía del set, y que a veces me dicen: «señor, sí señor», y es como «okey, muy simpático eso». Siempre he sido respetada por mis equipos, y también, como todos. Vivimos micromachismos que son los que están presentes en la cotidianidad, que en todos ámbitos de nuestra sociedad están y que tienen que cambiar. Porque sí, puede ser que en algún proyecto digan que no puede ser para una mujer, o que no van a llevar asistentes mujeres porque son muy pesadas las cámaras, entonces hay que contratar a un extra, y no, no es verdad. Las cámaras hoy son más ligeras, y si son pesadas, necesitaremos ayuda, pero a lo mejor no, porque cada mujer tiene fisionomías diferente y el género no tiene por qué influir la decisión de ninguna profesión.

¿Cómo ha sido tu trabajo con los distintos directores con los que has trabajado? ¿Hay alguno con el que te guste trabajar más? O ¿con alguno que hayas tenido una mejor experiencia o que te haya gustado más tu resultado?

En general he tenido la fortuna de colaborar, en principio con mis amigos de la escuela, con quienes crecimos juntos, pasamos mucho tiempo en la escuela. Entonces son los primeros compañeros de trabajo. Después se vuelven tus compañeros de trabajo profesional, y siempre es un placer volver a filmar con los compañeros de generación. Recuerdo también la primera vez que trabajé con un director con mucha más experiencia, que me daba un poco de miedo, que es Alberto Cortés, que es también editor. Fue un placer trabajar con él porque es muy claro en lo que quiere, te da toda la libertad y la confianza, y nunca filma más de lo que necesita, como tiene esta experiencia de editor. Entonces yo creo que cuando los directores también tienen esta experiencia previa, como editores, eso también facilita mucho el rodaje, porque saben exactamente lo que van a necesitar. Y tal cual, el documental que hicimos juntos, cuando vi el montaje final, todo lo que filmamos, formaba parte del documental, y nunca filmamos más que de una cierta cantidad de horas, ni tirábamos y tirábamos material. También hay directores que filman de otra manera, que tiran muchísimo material, que filman muchísimas veces la misma escena, y uno se va adaptando. Entonces es cuestión de que cada director vaya conociendo su forma de dirigir, y que uno, como fotógrafo se adapte a eso.

¿Alguna de las películas que has trabajado, ya sea cortometraje o largometraje, ha estado en Cannes o alguna competencia?

Sí, mi tesis como cinefotógrafa del CCC se llamaba Contrafábula de una niña disecada, estuvo en la Cinefoundation, formó parte de la selección en 2013. Esa fue la primera vez que vine a Cannes. Fue una experiencia muy diferente, porque ese cortometraje también estuvo seleccionado en Morelia, en México. Recuerdo que fue muy divertido venir, pero por sobre todo la atención era para el director, hacia Alejandro, porque es un gran cortometraje, estamos muy contentos de que haya llegado tan lejos, también porque fue muy difícil filmarlo. Y otro largometraje que filmé, llamado Ayúdame a pasar la noche de José Ramón Chávez, estuvo en el Marché, tuvo una proyección en una sala del Marché de Cannes nada más.

¿Qué proyectos tienes a futuro? ¿Qué vas a hacer con el premio?

Es de lo que más me entusiasma, y me gustaría utilizar el premio de usar los lentes. Es un cortometraje Road Movie de una directora franco marroquí, que se ha tenido que posponer por el Covid. Teníamos que filmarlo este año, era la idea, pero no podíamos viajar a España por las recepciones. Entonces es un Road Movie que sucede en la historia de una familia que viaja desde Bélgica hasta Marruecos, para arreglar una herencia, y estamos justamente replanteando dónde se va a filmar. Porque es importante seguir, hacer el recorrido en carretera para toda la película, tiene un significado. Eso me emociona de ese proyecto.

¿Cuáles son tus expectativas con la ceremonia de premiación?

Estoy muy nerviosa, porque no me gusta hablar en público, yo me conozco y sé que tiemblo mucho, entonces me da mucho miedo, no sé cómo va a ser, pero me da miedo que tiemble mi mano y eso me da mucha preocupación. Pero también la gente que me está acompañando, los que están organizando todo esto, me siento acompañada por ellas, y por todas las otras personas también. Yo sé que no voy a estar sola, va a estar mi esposo, va a estar mi hijo también, eso me ayuda a sentirme mejor, pero he tenido insomnio.

 

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