Por Galia Bogolasky desde Cannes
En el Festival de Cannes tuvimos la oportunidad de entrevistar a los actores protagónicos de la película belga mexicana La Civil de Teodora Ana Mihai que se estrenó en la categoría Un Certain Regard.
La Civil narra la historia de Cielo, una madre que busca a su hija, secuestrado por un cartel de drogas en el Norte de México. Mientras las autoridades no logran encontrar a la joven, Cielo se hace cargo, sale a buscar a su hija y trata de tomar la justicia con sus propias manos.
Entrevistamos a la protagonista Arcelia Ramirez, quien había actuado en la película Such Is Life (Cannes, 2000) y en I Carry You with Me(Sundance 2021). También conversamos con el co protagonista, quien interpreta al ex marido de Cielo, Gustavo, interpretado por Álvaro Guerrero. Esto fue lo que nos contaron los actores mexicanos.
¿Que fue lo que les interesó para participar de esta película?
Arcelia: Teodora me contactó, me mandó el guion y cuando lo leí fue un shock. Porque yo creo que es una manera, es una mirada compleja, es un tema muy complejo, y este guion me recogía esa complejidad. Pero también me pareció un guion muy emocionante, y un personaje muy increíble en relación a la peripecia que tiene el personaje, que empieza en un lugar y termina en otro completamente diferente. Empieza como una mujer abnegada, sumisa, dependiente del exmarido, abandonada. Ella va tomando la fuerza, a partir de la tragedia que vive, y termina realmente como una militante buscando la justicia y la razón de qué fue lo que le pudo haber pasado a su hija. Es decir, no solamente toma la justicia por sus propias manos, sino que también su vida, toma su vida en sus manos. Entonces esta evolución, estos dos ejes dramáticos, me parecieron súper interesantes y me conmovió muchísimo el guion. Me sentí muy privilegiada de tenerlo en mis manos y desafiada, responsabilizada, y también era importante para mí aportar un poco a la reflexión sobre el tema, con la aspiración de provocar empatía, de provocar conciencia, de conmover, de ponernos en los pies, en los zapatos de este personaje.
¿Hay muchas madres coraje en México? ¿Hablaste con ellas para prepararte para el papel?
Arcelia: No, porque eran tiempos difíciles. El rodaje estaba previsto más o menos para unas fechas, y se fue corriendo, después llegó la pandemia y justo en medio de la pandemia fue la preparación. Entonces era muy complicado, hacer este trabajo de investigación, sobre todo porque Teodora ya lo había hecho, es Teodora quien hizo una investigación muy robusta, muy exhaustiva, de casi 6 años y ella fue la que me transmitió todo el material, y todos los detalles, los matices, la complejidad del personaje. Cuando estábamos a punto de rodar, cuando se acercaba el rodaje, Teodora finalmente pudo viajar a México, y nos vimos casi un mes y medio, todos los días hablamos de cada escena, y de cómo se iba a dosificar la trayectoria del personaje. Lo que uno puede preparar racionalmente, a la hora de estar en el set, y verificar las escenas, finalmente ya lo vives y te olvidas un poco de todo ese trabajo que queda como en el inconsciente, y tú estás viviendo la escena en presente. Pero yo creo que hubo un trabajo de dirección muy minucioso durante el rodaje. Teodora como que se dio a si misma, como directora, todos los colores, o los más que pudo, para realmente, en el proceso de montaje, encontrar el buen ritmo de la película.
¿Crees que la visión Rumana de Teodora, desde afuera, no cambia la descripción de una realidad mexicana tan dura?
Arcelia: Yo creo que Teodora se comprometió profundamente con este tema, y en todo el proceso de investigación, encontraron a una mujer, ella y Habacuc Antonio de Rosario, que es el guionista, es mexicano, había escrito un libro que se llama Sin Trincheras. Entre los dos, hicieron toda esta investigación, y encontraron a una mujer en específico, que fue la que inspiró al personaje de Cielo. Yo creo que esto los vinculó de una manera muy especial a la problemática. Al contrario, yo creo que siendo rumana-belga, le dio una buena distancia para esta cercanía, pero al mismo tiempo, este punto de vista objetivo también. Yo creo que eso ayudó a su condición de ser de otro país.
¿Cómo fue para ti que la cámara estuviera en ti todo el rato? Como que estuvieras en el primer plano todo el rato, o la cámara no te soltara durante toda la película, que la puesta en escena esté pensada en ti. ¿Cómo fue ese trabajo de tener todo el peso dramático sobre tus hombros?
Arcelia: Cuando leí el guion sabía que eso estaba ahí, como desafío. Me preparé mucho como actriz, hacía yoga todos los días, desayunaba todos los días lo mismo, llegaba al hotel, porque estábamos confinados, íbamos del set al hotel y de ahí no salíamos más, pero trataba de cenar siempre. Físicamente me preparé, me vitaminé muchísimo para no enfermarme, para protegerme del Covid también. Yo creo que lo fui viviendo día a día, y escena por escena. Habíamos trabajado muchísimo a nivel intelectual, de análisis, sabíamos muy bien qué pasada en cada escena, pero a la hora realmente me puse manos de Cielo y de Teodora. Yo no lo hice sola, fue realmente un trabajo de comunión, de comunicación con ella, con el fotógrafo, con Álvaro, con los actores. Es decir, es un colectivo, pero estás ahí sabiendo qué es lo que tiene que hacer, y te dispones a que se dé esa magia, esa alquimia.
Álvaro: Yo quería abundar un poco porque estaba de testigo de trabajo de Arceli y no había visto una película donde solo un actor o actriz estuviera en todas, en todas las escenas. Entonces yo al leer el guion dije, ¿qué va a hacer esta mujer? Ella y yo hemos trabajado mucho tiempo, venimos de la misma escuela, tenemos una idea muy parecida de lo que es el trabajo. Entonces yo decía, cómo le va a hacer esta mujer, porque los llamados eran muy bestiales desde muy temprano, a veces te levantabas a las 5 de la mañana, y a las 12 me platicaba que en las mañanas se levantaba a hacer yoga, y yo decía después de todas las escenas que hiciste anoche, duermes poco, y llegas todavía a levantarte y con esa disciplina, pero sobre todo el trabajo emocional. Yo decía esta mujer se va a desmadrar con todos estos sentimientos. Para mi, el acercamiento a la película, como padre dices «¿qué haces cuando te desaparecen un hijo?», la desesperación, y en las madres es aún más poderoso, perdón, si los hombres nos preocupamos, pero es más desgastante en una mujer. Pero como esta, yo le digo monstruo de la actuación, lo enfrentó, fue sorprendente. Y cómo aguantó tanto tiempo.
¿Y respecto a tu personaje, que también tiene una transformación muy emotiva?
Álvaro: Lo que pasa es que tiene sus matices. Todos piensan que en México de los hombres como en lugares comunes, no se piensa que también hay hombres que trabajan, hombres buenos que cotidianamente van al trabajo, pero en este caso Gustavo no sabe cómo enfrentar este problema. Hay una fragilidad en todo macho, de pronto cuando no sabe qué enfrentar antes situaciones muy difíciles. No sabe qué hacer, pero también sabe que si él empieza a buscar a su hija, lo van a matar inmediatamente, como pasa con los hombres cuando hacen eso, inmediatamente los matan. Por eso se encuentra paralizado ante el hecho de que no sabe mostrar sus emociones, no sabe por dónde calar. Ver que una mujer, para un hombre en provincia en México, ver que su mujer es más poderosa y más fuerte, y ver que empieza a moverse más, es muy fuerte para su hombría. Esas son las cosas de ver en Gustavo, porque todo el mundo lo critica, y dice por qué no hizo algo este. Yo también habría hecho lo mismo.
Ficha Técnica
Título: La Civil
Dirección Teodora Ana Mihai
Países: Belgium / Romania / Mexico
Año: 2021
Elenco Arcelia Ramirez, Álvaro Guerrero, Jorge A. Jimenez
Guion. Habacuc Antonio De Rosario
Director de fotografía: Marius Panduru,
Montaje: Alain Dessauvage