Por Galia Bogolasky
Habían dos ideas paralelas, cuando yo estaba pensando en la película. Por un lado, es como surgen muchas veces las ideas que me dan ganas de filmar, que era un aspecto casi documental. Yo no vivo en Mendoza hace casi 20 años y tenía ganas de volver a filmar ciertos paisajes, que había transitado mucho en la juventud, sobre todo en la montaña y lugares aislados, ciertas experiencias del trabajo agrícola, había una ambición casi documental cuando empecé a trabajar. Por otro lado estaba la idea de hacer un film de género, de horror. No sabía si era una película de terror, si era una mezcla, qué iba a ser, de a poco se fueron acomodando los elementos, y creo que terminó de definir que apareciera este elemento fantástico fue cierta idea visual, que era la idea de un triángulo amoroso, dos hombres y una mujer y que pasaba cuando esa mujer desaparecía de la vida de esos hombres, cuando esa mujer moría, y que pasaba con es espacio vacío, con ese duelo. Había que llenar con algo ese duelo, uno a veces lo puede llenar de una manera catártica, o positiva. En este caso aparecía cierta forma monstruosa de belleza también. Ahí creo que se terminó de armar la historia, después se completa con otros elementos. Creo que el relato fantástico fue lo que terminó de asentar la película.
La imagen explícita en ciertos momentos, creo que es una virtud del cine de terror, que no tienen otros géneros, la idea de buscar una imagen que provoque una sensación física. Uno puede pensar una película o puede sentir una película y también puede vivirlo con el cuerpo. El cine genera reacciones corporales, que para personas que pueden permitirse ese lujo de tener una sensación física, a veces son más fuertes que las ideas que uno puede tener. Siempre nuestra idea de trabajo era combinar ciertas cosas un poco mas impactantes visualmente, con otros momentos de belleza, o de contemplación, que el film no fuera unidireccional, ni tampoco fuera un film de tortura, donde todo el tiempo te expone como espectador a una serie de imágenes aberrantes. Había una serie de imágenes que van a puntuar la película, pero también había cierta idea de buscar la belleza. En esas imágenes y en otros pasajes también. No estaba tla idea de la lectura metafórica o alegórica de la película,rabajando dentro del realismo. El otro elemento creo era fundamental para correr un poco de ese lugar de lo mórbido de la película que explota la crueldad, era el elemento de humor, que tenía la película, humor absurdo, corrido del lugar, uno de repente atraviesa una situación fuerte, y estás frente a un chiste, y no sabes si reírse o no, un poco de inestabilidad, de incomodidad que es parte de la película.
Intenté siempre mantenerme un poco alejado de la idea de la lectura metafórica o alegórica de la película. Personalmente no me interesa tanto la lectura metafórica de una imagen. Evidentemente en un relato fantástico se presta más a interpretaciones, pero intentamos que la película tuviera algunas puertas abiertas, para que cada uno pueda entrar de distintos lugares a la película, poder pensarla y sentirla de distinta manera.
Si, los crímenes son contra mujeres y estamos en un momento donde se han visibilizado situaciones de violencia hacia la mujer, y que el femicidio está puesto de manera clara como un problema que como humanidad nos tenemos que hacer cargo, yo tampoco puedo ser ingenuo y decir que la película no se instala en ese territorio. Pero así como digo eso, también digo que la película está narrada por un varón, un director varón y que su opinión es limitada, mi opinión es limitada, por ende, la de los personajes también. Por eso me parecía que lo mejor no era hacer una película de denuncia sino una película de ficción donde estuvieran puestos los elementos para pensar cierta idea de masculinidad contemporánea también, los personajes. Porque yo no podía tener otro punto de vista más que el masculino, es el que me tocó en gracia. Si creo que la película también trabaja ciertas formas de control, con el grupo de policías portando armas, médicos portando medicamentos, son ideas de control también muy arraigadas en una cultura masculina, que atraviesa hace siglos. Entonces creo que los elementos combinados pero que tampoco estuvieran en una sola dirección, podrían dar una pequeñas preguntas para pensar. Creo que hay una especie de represión masculina, de falta de deseo, de falta de voluntad, que se transforma a veces en aburrimiento, a veces en violencia, no sé, no puedo dar una respuesta clara, porque la película tampoco la da, pero creo que si puedo tener algunas ideas para pensar. ![]()



