FESTIVAL DE CANNES Entrevista al director de “The Goldmand Case”, Cédric Khan: “Quería que el espectador fuera el jurado”

Por Gabriela Bravo desde Cannes

Cada país tiene un caso judicial emblemático que ha marcado una época, en Francia el juicio de Pierre Goldman sin duda es uno de ellos. Acusado de haber cometido cuatro asaltos a mano armada, terminando uno de ellos con dos mujeres muertas en una farmacia, Goldman asumirá tres de los atracos, pero rechazará categóricamente el asesinato de las dos mujeres.

Hijo de padres judíos polacos, que formaron parte de las fuerzas de resistencia durante la II Guerra Mundial; militante de extrema izquierda, que sueña con la revolución de tipo latinoamericana en Francia, en los años 60 parte a Venezuela a empaparse de los movimientos revolucionarios; delincuente de poca monta que asalta negocios para poder mantener su estilo de vida en París; son solo algunas de las identidades que cruzan a este particular personaje.

Condenado, en primera instancia, a cadena perpetua y absuelto tras pedir un segundo juicio en apelación, Goldman encontrará apoyo en personas de izquierda que sugieren que la condena podría atribuirse a su condición de judío de extrema izquierda.

El director francés Cédric Khan se dio a la tarea de reconstruir este segundo juicio a través de su película The Goldman Case, que inaugura la Quinzaine de Cinéastes del Festival de Cannes.

Culturizarte tuvo la oportunidad de conversar con el cineasta tras la premier de su cinta.

¿Podría explicar cuál es la importancia de este caso en Francia?

Es un caso emblamático de los años 70 en Francia, fue un símbolo, la gente de izquierda se identificaba con el personaje. La importancia de este caso es que hay mucho misterio, mucha ambigüedad, la gente lo defendió como si fuera inocente y luego comenzaron a surgir muchas dudas. En Francia nos fascinan los casos sin resolver, cuando no se puede encontrar la verdad, esto generó mucha prensa y reportajes, los franceses adoran las conversaciones en torno a esos temas.

Ahora, si me preguntan si yo tengo alguna convicción al respecto, eso no importa, lo que yo buscaba era mostrar el ejercicio de la justicia, quería que la verdad circulara, que a través de cada punto de vista la verdad cambiara de lado. Quería que el espectador fuera el jurado, que se interrogara a cada instante, eso es lo que crea la tensión.

¿Cuál es la importancia de hacer esta película hoy, existe alguna coyuntura?

Para mí las películas son atemporales, no se puede hacer una película solo por un determinado momento, hay que hacer películas para el hoy y para siempre. No ha sucedido nada con este caso, es solo una inspiración personal.

¿Qué edad tenía cuando conoció el caso Goldman?

Mis padres son intelectuales de izquierda, yo había escuchado hablar de él, el libro que Goldman escribió estaba en la biblioteca de mis padres, conocía vagamente esta historia. Ya adulto leí su libro, que es realmente magnífico, y entré a la historia de Goldman a través de sus palabras, de su verdad.

¿Te inspiraste en otras películas de juicio?

Me inspiré más de los documentales, en especial del juicio de Eichmann. No sé si es de conocimiento público, pero en Francia no existen las imágenes de los juicios, está prohibido grabar. Quise filmar en inmersión como si estuviéramos en un verdadero juicio.

¿Cómo fue el proceso de investigación y documentación de la película?

No tuvimos acceso a las actas del proceso porque en esa época no existían, así que reconstruimos el juicio con los artículos de prensa.

Hablando de la ambientación ¿trató de parecerse a lo que se hacía en los años setenta?

Nos preocupamos del vestuario y maquillaje, pero, en general, fue algo bastante libre. Por ejemplo, el techo del tribunal tiene ventanas y dejamos entrar la luz de manera natural, quería que fuera algo vivo, que la gente tuviera la impresión de estar viviendo un juicio de verdad. Las reacciones del público también fueron espontáneas porque ellos no conocían el guion, pero grabamos en orden cronológico por lo que conocieron los debates. Las reacciones dependían de la energía de los actores, de la intensidad de los intercambios, entonces, los actores interpretaban sus roles tanto para el público como para la cámara. Es una particularidad de este rodaje, ya que en general los artistas actúan para la cámara, pero aquí fue como en el teatro, fue una experiencia entre teatro y cine. Según las reacciones del público me daba cuenta si los actores lo estaban haciendo bien o no.

Hay una frase de Pierre Goldman en el juicio que dice: “No me están juzgando por quién soy, sino por lo que he hecho”. ¿Qué tan importante es mostrar la manera en que se desarrolló este proceso, en relación con la verdad de cada persona?

Hay muchos casos como este y que son complicados ya que no hay pruebas, y como no hay pruebas lo único que queda es la palabra y la convicción, es aquí que el ejercicio de la justicia se vuelve difícil. Para mí esta película está construida sobre el poder de la palabra. En este caso, los hechos están claros, el problema es saber si Goldman es culpable o no, él dice que todo es verdad, nadie puede negar la veracidad de los hechos, pero que él no estaba allí. Es por esto que los testigos oculares son claves, todas esas personas que afirman haberlo visto.

En el juicio vemos que la gente grita y está exaltada cuando hablan las diferentes partes, ¿así son los juicios en Francia?

Puede que haya exagerado un poco, para darme un gustito. Pero en el primer juicio todo el mundo estaba calmo, depende mucho de la personalidad del presidente, pero hay que decir que en este primer juicio Goldman fue condenado, mientras que el segundo juicio fue caótico, Goldman hablaba todo el tiempo y es aquí cuando queda en libertad. Esto tiene que ver también con la personalidad de Goldman, que es un poco punk, muy provocador, transgresor, a veces dice cosas que son brillantes y en otras ocasiones cosas que parecen suicidas, esto es que le dio un toque particular.

¿Cómo fue la elección del Arieh Worthalter como actor principal? Porque físicamente no se parece al verdadero Pierre Goldman, se parece más a usted.

(Risas) Lo elegí por su energía, la calidad de su interpretación. Pensé, realmente, que podía encarnarlo de buena manera, Ari Worthalter tiene una aspecto físico e intelectual, que pocos actores poseen. Es cierto que Pierre Goldman tenía un aspecto más parecido a un árabe, pero para mí eso no es lo más importante, lo fundamental es que pudiera sentir el personaje.

Cuando el protagonista dice “toda la policía es racista”, ¿se está haciendo una referencia también a la policía actualmente?

No, para nada. Yo estoy de acuerdo con el abogado de Goldman, Georges Kiejman, que dice: “algunos policías pueden ser racistas en ciertas ocasiones”, pero no todo el cuerpo policial. La posición de Goldman es muy radical. De todas maneras, el racismo no se inventó en esa época, el racismo es más viejo que el hilo negro.

¿Qué piensa del estado del racismo y el antisemitismo en esa época y hoy en Francia?

¡Uf! Es una pregunta complicada. Yo creo que hay un racismo profundo en la sociedad francesa, pero creo que hay mucho racismo en todo el mundo también. En el momento en que nos encontramos en dificultad, la exclusión del otro se vuelve casi un reflejo. Hace falta mucha educación y civismo para luchar contra el racismo. El antisemitismo es más sutil y complicado porque existen diferentes tipos de antisemitismo, uno que proviene de las personas que se identifican con el conflicto israelí-palestino, que es algo nuevo que viene sobre todo de los barrios periféricos y los árabes; hay un antisemitismo histórico y hay un antisemitismo que se asocia con el odio a las elites, de la gente que le va bien y tiene dinero. Por esto, el antisemitismo es más complejo. Sin embargo, yo no encuentro que el antisemitismo sea tan fuerte en Francia, no me parece que sea difícil ser judío en Francia, creo que es más difícil ser musulmán o pobre en este país.

Ficha Técnica

Título original: The Goldmand Case

Dirección: Cédric Kahn

Elenco: Arieh Worthalter (Pierre Goldman), Arthur Harari (Maître Kiejman), Chloé Lecerf (Christiane)

Guion: Cédric Kahn, Nathalie Hertzberg

Dirección de Fotografía: Patrick Ghiringhelli

Sonido: Erwan Kerzanet, Sylvain Malbrant, Olivier Guillaume

Diseño de Producción: Guillaume Deviercy

Edición: Yann Dedet

Duración: 116 min

Categoría: Quinzaine 2023 

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