Por Gabriela Bravo desde Cannes
La película que inaugura el certamen Un Certain Regard del Festival de Cannes, When the light breaks, llega desde Islandia de la mano del director Runar Runarsson y nos presenta un drama sobre la juventud y el duelo.
Una es una joven islandesa que estudia en la facultad de Bellas Artes y que tiene una relación a escondidas con Diddi, uno de los amigos de su grupo. Diddi ha decidido romper con su novia, Klara, y formalizar la relación con Una delante de todo el mundo. Muy temprano en la mañana Diddi se va en auto en dirección a la casa de Klara, pero un terrible accidente en un tunel, impedirá que llegue.
Es aquí que comienza el tormento de Una, quien tendrá que aguantar sola, la trágica noticia de la muerte de Diddi y observar como todo el mundo va a dar consuelo a Klara, mientras ella debe guardar silencio y tragarse su pena.
Una película que aborda un tema delicado de manera muy sensible y humana, abriendo un espectro de sentimientos a los que nadie desea confrontarse.
Culturizarte conversó en Cannes con el director islandés Runar Runnarson
Tú has dicho que para empezar a escribir un guion te basas en tu experiencia de la vida real y luego lo mezclas con ficción, entonces, ¿En When the light breaks qué es ficción y qué es realidad?
No contestaré eso. Para mi proceso es esencial observar. Todo lo que escribo está basado en experiencias de primera y segunda mano, mezclado con elementos de ficción. Ese es el aceite de mi motor. Porque la mayoría de las veces involucra a otras personas, entonces, decidí hace unos años que no debería involucrar a otras personas en mis entrevistas, porque ellos no están eligiendo o tal vez ni siquiera saben que son parte de una inspiración. Es importante para mí trabajar en este marco, porque si no lo hago, es solo una construcción y creo que una construcción es simplemente seca y no me da nada. Solo intento ser un buen carpintero, en vez de ser un carpintero que está preocupado por el impacto de los muebles y cómo hace sentir a la gente o lo bello que son o la funcionalidad que tienen. Estoy más interesado en los elementos humanos que nos unen y cómo me refleja a mí mismo y a la gente a mi alrededor en esas circunstancias.
Pero amo el cine y las cosas tienen que verse bien y sentirse bien, por lo que debemos usar los sonidos, lo visual y el libreto. Esos son los tres elementos narrativos para intentar transmitir algo en conjunto, no solo para hacer un registro, sino para tratar de darle un pensamiento a lo que hay en ello. Tratar de poner un poco de poesía a la realidad que tratamos de proyectar.
¿Por qué te parece importante mostrar el sentimiento del duelo a través de un personaje femenino adolescente?
Me veo a mí mismo como un humanista, él, ella, elle, no importa, somos todos seres humanos. ¿Por qué no una mujer joven? No hay muchas historias, extrañamente, siempre son hombres jóvenes que cuentan sus historias, pero todos somos seres humanos. Soy privilegiado de tener tres hermanas mayores y una madre. Soy afortunado de tener una esposa y una hija. Mi productora es una mujer, mi directora de fotografía es una mujer. Hay muchas mujeres a mi alrededor y en general me gusta mucho trabajar con mujeres porque son sensibles, son más sabias. Las mujeres están más conectadas con sus emociones. Nuestra generación de hombres han sido criados para esconder sus emociones, para intentar ser más fuertes, pretender ser más fuertes. Así que por supuesto, las mujeres deberían tener sus historias contadas también. Hay mucha gente tras esta película, no estoy haciendo esta película yo solo, muchas de esas personas son mujeres y estamos enmarcando esto juntos.
¿Cree que tenemos un problema para permitirnos vivir el duelo en nuestra sociedad actualmente?
Por supuesto que en la actualidad hemos encontrado una distancia con esto en comparación con la vida antigua. Cuando yo era niño no era extraño que los padres vivieran con los hijos y fui privilegiado de tener una abuela siempre presente en mi casa, con la cual podía estar. Me enseñó a jugar ajedrez. Pero ahora tenemos sistemas y sociedades, y tal vez nosotros mismos siempre estamos intentando tener mejores vidas, por lo tanto intentando tener más ingresos para poder hacer “esto y aquello”. A veces, en este ritmo nos perdemos la esencia de la vida, la cual es simplemente amor y comprensión. Nos hemos ido desarrollando de una manera que complica la vida. Nuestro consumismo se ha llevado mucho de nuestras vidas.
Si tan solo estuviéramos en contacto con nuestra emoción. Me di cuenta, haciendo esta película, que ya no soy joven, pero al ver la diferencia de edad con mi elenco me di cuenta lo viejo soy en realidad. Creo mucho en esta generación y el futuro que viene. Son mucho mejores para hablar de sus sentimientos, son más amables los unos con los otros, toman más responsabilidad con la sociedad, como la observan y cómo observan a su ambiente también. Nuestra generación y las anteriores están destruyendo el mundo, no lo hacen un lugar pacifico, con conflictos, asesinatos y destrucción de la naturaleza y la humanidad.
El personaje principal, Una, es pansexual y hay una escena en donde un grupo de personas le hablan a ella, él, elle. ¿Ésta es tu visión sobre la actual situación de igualdad de género, diversidad, etc?
Sí, esto es la normalidad. No es un problema y es parte del dialogo diario, al menos en esta generación. El único problema que hay es el que nos hacemos nosotros. Si alguien se siente mejor de cierta manera, ¿Por qué la gente debe tener problemas al respecto? Somos tan conservadores y complicados y es por eso que esta generación son pioneros en simplemente darse los unos a los otros el espacio de ser ellos mismos y su mejor versión posible.
When the light breaks aborda una cuestión muy íntima y profunda como es el duelo ¿Cómo trabajaste el tema con los actores?
El primer paso es encontrar a los actores correctos y eso viene con el casting. Empezamos a tener sesiones de casting aproximadamente hace un año. Antes de empezar a filmar, empezamos a buscar a las dos mujeres jóvenes y construimos alrededor de eso, se hizo con ambas cosas que están en el libreto, improvisaciones y todo tipo de cosas. Para probar los límites y ver cómo trabajaban juntas. Luego tenemos que ser capaces de hablar como seres humanos, porque, supongo que todos tenemos alguien a quien amamos con todo nuestro corazón. Teníamos que encontrar la química en las dos actrices y yo, funcionando en conjunto, como seres humanos. Se deben hacer múltiples tests para eso y luego hay que conocerse, porque los actores deben confiar en mí y atreverse a ir a lo desconocido. A pararse en el abismo y ser vulnerable. Si se caen a abismo, yo estaré ahí para atraparlos, o todos los que estamos trabajando en la película. Pero deben confiar en mí, en especial si se han caído y los he atrapado. Lentamente se convierte en mucho más, porque están vulnerables y creo que es lo peor que les puede pasar a los actores, no tener la confianza. Ahí comienzan a encerrarse, porque no tienen el control y no tienen la confianza, así que comienzan a cerrarse.
Tu película Volcano y Sparrow ganaron premios, entre ellos en el Festival de San Sebastián, ¿qué tanto te benefició? ¿Es más fácil encontrar productores, dinero, buenos actores?
Soy privilegiado de poder hacer las películas que he querido hacer eventualmente, a veces más pronto que otras ocasiones. Todos estos reconocimientos, han ayudado en términos de financiamiento, productoras e individuos. Tienes algo que mostrar y por supuesto que ayuda mucho. Si estoy en una clase en una escuela de cine donde conozco a futuros directores les digo que hagan cortometrajes, que vayan a festivales, porque así tienen algo que mostrar, porque después es muy caro hacer películas y pueden ocupar los cortometrajes de cierta manera como poesía y pueden descubrir quienes son. Es muy caro hacer una película para descubrir quién eres como contador de historias.
¿Cómo te sientes al ver que tu película es la que inaugura Un Certain Regard del Festival de Cannes?
Estoy extremadamente orgulloso de las personas que han trabajado para que esto sucediera. Personas de distintos países, hay personas de Islandia, también colaboramos con Croacia y Nueva Zelanda. Toda la gente que nos ayudó leyendo los guiones, con financiamiento, intentando encontrar dinero en distintos países, siendo rechazados. Estoy muy orgulloso de todos ellos. En un festival como este, es al director a quien la gente aplaude y celebra, pero solo me están haciendo quedar bien. Tuve una visión, pero ellos la concretaron. Es como si fuera un bote, y hay un montón de personas que me ayudan para que este bote funcione, porque necesitamos gente que maneje el bote, necesitamos comida, encontrar un lugar al cual llegar. Estamos tratando de encontrar una nueva locación o territorio. Hay tanto trabajo duro involucrado, tanta dedicación y estoy muy orgulloso de todos.
La música es una parte muy importante de esta película ¿Puedes contarnos más sobre tu colaboración con el artista Ingvar Sigurosson?
Él hizo este tema a finales de los 90s, principios de los 2000, para una pieza de teatro en Islandia. Así que no fue compuesta para la película. Islandia es un país pequeño y nosotros crecimos en la misma pequeña calle, es una generación mayor que yo y era muy simpático. Lo admiré toda mi vida, luego nos conocimos, crecimos y pudimos hablar sin ser yo un niño pequeño. La primera vez que escuché esta pieza me sentí hipnotizado por ella. Captura, de una forma u otra, la esencia de la humanidad. Lo más puro que hemos inventado es la música, si hay algo divino, es la música. La esencia de la letra es pura humanidad, sus emociones contradictorias destrozándonos. He estado escuchando esta pieza por años, desde que fue lanzada y normalmente trabajo con compositores, pero estaba en una banda.
¿Puedo preguntarte exactamente sobre los orígenes de la historia? ¿De dónde vino la inspiración?
No. Decidí hace algunos años que no diría exactamente qué es qué. La película está dedicada a dos amigas que se fueron muy pronto y sin ellas jamás hubiera hecho esta película.
¿Necesitas un nivel de madurez para hacer este tipo de película?
Madurez personal definitivamente. Tal vez madurez emocional. Algunas cosas toman su tiempo y afortunadamente la clave para la película llegó.
Dijiste que no quieres filmar una película si es que no tiene un mensaje importante. ¿Qué tipos de mensajes son atractivos para ti?
Hay muchas películas que han sido hechas de esa manera, con un mensaje y yo no quise ese proceso. Están las historias bíblicas que dejan una enseñanza y una resolución. La vida es más compleja que eso, así que quiero tener la mezcla de emociones en las películas. Desde un atardecer hasta algo grande y externo que afecta a los protagonistas y la vida y la sociedad y a sus amigos alrededor.
¿Crees en las energías o el poder del cine?
Sí. Creo que hay todo tipo de ellas y amo la mayoría. Amo cuando de la nada estoy en frente de un espejo en el cual me puedo observar. Pone una aura visual y todo comienza a hipnotizarme o llevarme a algún lugar que no quiero enfrentar, pero por alguna razón tengo que hacerlo. Esa es la belleza del cine.
¿Para sanar?
Es mirarse en el espejo, tenemos que mirarnos en el espejo como seres humanos, nos guste el cine o no. Si no podemos mirarnos en el espejo, entonces no podemos mirar a nuestros vecinos, no nos podemos poner en sus zapatos. El buen cine nos permite ponernos en los zapatos del personaje principal y la mayoría del tiempo es un buen ejercicio humano.
¿Qué fue lo más difícil para ti al hacer esta película?
No haberla hecho antes.
Ficha técnica
Título: Ljósbrot/ When the light breaks
Género: Drama
País: Islandia
Año: 2024
Duración: 80 minutos
Director: Runar Runarsson
Elenco: Elín Hall, Katla Njálsdóttir, Mikael Kaaber