Por Juan Marín
Ken Loach, al igual que sus compatriotas Mike Leigh y Andrea Arnold (quienes estrenaron aplaudidas películas en 2024), se ha destacado como cineasta en el retrato de las clases bajas británicas, siempre con una mirada humana y empática. A sus 88 años, Loach es probablemente uno de los directores vivos más comprometidos socialmente. Sus películas suelen repetir ciertos tópicos, pero siempre logran emocionar al espectador. El Viejo Roble podría ser su última obra y si es así, constituye una despedida conmovedora.
La historia de El viejo roble gira en torno a las dificultades de un pub en un pequeño pueblo del noroeste de Inglaterra. La llegada de refugiados sirios que huyen de la guerra trastoca la dinámica de la comunidad, que se encuentra en crisis debido al cierre de las minas y al éxodo de su población. La recepción de estos no es nada cálida. Sin embargo, inesperadamente surge una amistad entre TJ, el propietario del pub, y Yara, una refugiada, que transforma las vidas de ambos, a pesar de la hostilidad y desconfianza de los clientes habituales del bar.
El viejo roble culmina lo que es posible considerar como una trilogía no oficial de Loach, que podría ser denominada la «trilogía del proletariado», al igual que la famosa trilogía de Kaurismäki. Las otras dos películas son Yo, Daniel Blake (ganadora de la Palma de Oro en Cannes) y Lazos de familia. Las tres comparten una crítica feroz al sistema capitalista y sus devastadores efectos sobre la clase trabajadora, con personajes marginados que luchan por sobrevivir en un mundo que les es hostil. Sin embargo, lo que las diferencia es el contexto social y el conflicto que enfrentan sus protagonistas. Yo, Daniel Blake se centra en la burocracia y la precariedad laboral; Lazos de familia aborda la economía del delivery y la explotación laboral; y El viejo roble se enfoca en el impacto de la inmigración en una comunidad rural. De estas tres, El viejo roble es la más esperanzadora y optimista, no solo dentro de esta trilogía, sino dentro de toda la filmografía de Loach.
La película es algo sentimental, pero reflejar con realismo la relación entre los inmigrantes sirios y la clase trabajadora inglesa, mostrando cómo ambos grupos, oprimidos por el mismo sistema, pueden ser solidarios. A lo largo de la película, Loach pone de manifiesto los problemas, tanto de la vida de los refugiados, como la de los británicos y la manera en que la empatía puede generar una profunda conexión entre seres humanos. Aunque de manera implícita, la cinta también ofrece una crítica a la Gran Bretaña post-Brexit, mostrando el racismo y la intolerancia a través de las acciones de los personajes secundarios del bar, quienes expresan rechazo hacia los refugiados.
El viejo roble transmite un fuerte mensaje comunitario, de solidaridad de clases, que se refleja en frases como: “quienes comen juntos, permanecen juntos”. A pesar de las tensiones que genera la llegada de los refugiados sirios, la película propone que la empatía puede surgir en los momentos más difíciles, desafiando los prejuicios y creando nuevos lazos entre personas aparentemente opuestas.
Es un drama humano y sensible, que toca una problemática universal: el miedo al desconocido y la construcción de estereotipos negativos hacia los extranjeros. También aborda la adaptación a un nuevo entorno y la creación de nuevas identidades, una experiencia común para muchas personas que dejan sus países en busca de una vida mejor. Además, refleja los cambios sociales que están ocurriendo en muchas comunidades alrededor del mundo, lo que hace que la película sea más relevante que nunca y conecte con una audiencia global.
Aunque tiene un tono más melodramático en comparación con otras producciones de Loach, El viejo roble mantiene vivo el espíritu social y de lucha que siempre ha caracterizado al cine de este director. Esta es su decimosexta colaboración con el guionista Paul Laverty, con quien ha trabajado desde hace cerca de tres décadas. Tal vez El viejo roble sea solo una hermosa utopía de Loach, pero una que deja una profunda huella en el espectador.
Ficha técnica
Título original: The Old Oak
Duración: 110 min
Director: Ken Loach
Guionista: Paul Laverty
País: Reino Unido
Reparto: Dave Turner, Ebla Mari, Debbie Honeywood, etc.
Distribución: Arcadiafilms
Disponible en Festival de cine de Las Condes