Galería La Sala anuncia la próxima exposición del artista Alain Tergny, creador cuya obra se caracteriza por un lenguaje visual geométrico, depurado y profundamente sensorial. Su propuesta escultórica invita a experimentar el espacio desde la ilusión óptica, la transparencia y la ambigüedad, desafiando constantemente la percepción del espectador.
El imaginario de Tergny se basa en la construcción de volúmenes que esculpen el espacio, evitando la monumentalidad tradicional asociada a la masa. Su vocabulario geométrico —líneas rectas, superficies planas, cuadrados, triángulos y rombos— le permite diseñar estructuras en tensión constante entre lo real y lo ilusorio, creando perspectivas en trompe l’oeil que cuestionan los límites de lo tangible.
En su proceso creativo, el artista parte de un esbozo inicial que contiene la emoción que guía la obra. Ese impulso se materializa luego en volúmenes construidos en acrílico, un material que, gracias a su transparencia, resulta ideal para generar efectos ópticos y distorsiones visuales. Ya sea liso, estriado, de color o completamente transparente, el acrílico se vuelve un medio para proponer múltiples lecturas de una misma pieza.
Tergny mantiene un delicado equilibrio entre plenos y vacíos, de modo que la obra ofrece imágenes distintas desde cada ángulo. El espectador es invitado a desplazarse, a rodear la escultura, a dudar de lo que percibe: las formas parecen desmaterializarse, volverse ficticias, casi impalpables. La pieza se transforma así en un objeto ambiguo que desorienta y cautiva, una experiencia visual en permanente cambio.
A lo largo de su trayectoria, el artista ha profundizado en esta investigación sobre la ilusión óptica, la simplicidad volumétrica y la percepción del espacio, llevando su trabajo hacia un refinamiento cada vez mayor. Su obra actual se caracteriza por una búsqueda continua de nuevas posibilidades en la materialidad, el color y la composición, manteniendo siempre la tensión entre claridad estructural y misterio visual.
En la obra de Alain Tergny el cuerpo humano está completamente ausente, decisión que refuerza su énfasis en la forma pura, la luz, el vacío y la experiencia perceptual como motores de significado.
La exposición en Galería La Sala invita al público a sumergirse en un universo donde la geometría se vuelve emoción, el espacio se convierte en materia y la mirada encuentra, en cada giro, una nueva interpretación posible.
