Por Galia Bogolasky
All I Can Say es un documental sobre el líder de Blind Melon, que se estrenó en el Festival In-Edit donde ganó el “Premio Festival”. La película es una autobiografía del cantante de la banda Shannon Hoon, que fue realizado a partir de las cintas que se autograbó durante 5 años.
Dirigido por Danny Clinch, Taryn Gould y Colleen Hennessy a partir del material que Shannon Hoon filmó entre los años 1990 a 1995 con una cámara de vídeo, grabado hasta unas pocas horas antes de su repentina muerte a los veintiocho años. Su cámara era como un diario de vida y su confidente más cercano. Relata en cámara lo que le va pasando y cómo se está sintiendo. En las cientos de horas de metraje, Hoon documentó meticulosamente su vida desde sus ojos, donde se logra percibir cómo le afectó la fama a muy corta edad, y cómo fue creciendo y madurando en un ambiente intenso, que como muchos músicos de esa edad, se enfrentan a un mundo hostil, competitivo, que los lleva a vivir frenéticamente.
El documental fue creado únicamente con sus propias imágenes, voz y música, logrando contar su historia en estos 5 años desde antes de hacerse conocido hasta convertirse en una estrella mundial. Se percibe ese proceso de cambio, desde que era un niño inmaduro hasta que llegó la fama con el éxito No Rain, con el icónico video de la abejita bailando.
Hoon revela en el documental que quería ser cineasta, y esta exploración de sí mismo, a través de una sencilla cámara de video, demuestra ese interés, ya que el material es contundente y logró transformarse en una sólida película veintitrés años después de su muerte.
Filmarse a si mismo durante años no es una tarea menor, y el ego de Hoon se percibe en cada una de las tomas, ya que el es el centro de atención de su propio mundo. No hay mucho más allá que él, de hecho ni su pareja, ni su familia ni sus compañeros de banda aparecen mucho en las grabaciones. Son más como un telón de fondo. Él se graba a sí mismo todo el tiempo, es su imagen y su vida la que busca registrar a través de este material autobiográfico que logró convertirse en una película muy interesante para conocer al excéntrico personaje, desde su propia mirada.
Es muy interesante conocer la historia del músico a través de sus propios ojos, más de dos décadas después de su muerte, que sucedió a través de una sobredosis de drogas durante una gira, en el peak de su carrera. En la película podemos ver momentos antes de su muerte, pero nada parece decir que ese va a ser el final, a pesar de que todos lo conocemos. En este documental la vida de Hoon se ve bastante intensa, su personalidad se hace presente, pero no se ve como una figura autodestructiva, o tan consumida por las drogas o el alcohol, pero eso tiene que ver con que es su propio registro, por lo tanto, es obvio que no se iba a grabar en su peor estado.
La cinta contiene material muy valioso, sobre todo los conciertos y las giras de la banda, con la mejor banda sonora de fondo. Logramos conocer al personaje de cerca, pero como el material es bastante amateur, con muchos planos en movimientos, desenfocados, a veces pierde fuerza, especialmente por la calidad de la imagen y el sonido.
All I can say es una película que, debido a su particular punto de vista, logra emocionar y conectar con el personaje de alguna manera, logra meternos en su mundo, y logramos conocerlo desde sus lugares más íntimos, como el nacimiento de su hija, pocos meses antes de su muerte, pero a la cinta le falta esa profundidad, ya que deja cabos sueltos, y deja fuera a su entorno, lo que es clave para entender las reales convicciones de un músico.
Título original: All I Can Say
Año: 2019
Duración: 102 min.
País: Estados Unidos
Dirección: Danny Clinch, Taryn Gould, Colleen Hennessy, Shannon Hoon
Música:
Fotografía: Shannon Hoon
Productora: Double E Pictures, Live Nation Productions (Distribuidora: Oscilloscope Pictures)
Género: Documental