Por Ana Catalina Castillo
Resulta todo un privilegio ver la versión restaurada de lo que se considera el primer largometraje documental de un festival de música: Jazz on a Summer’s Day. Reconocido por su valor cultural, histórico y estético, actualmente forma parte del Registro Nacional de Películas de los Estados Unidos de la Biblioteca del Congreso. Este honor habla de la verdadera joya que es esta película de 1959, dirigida por Bert Stern y Aram Avakian.
Este documental consiste en el registro del Newport Jazz Festival de 1958, en el que se juntaron los más importantes músicos y cantantes del género en esa época. A diferencia de muchos documentales que sostienen la narrativa en entrevistas o testimonios, y con la sola excepción de las presentaciones del maestro de ceremonias Willis Conover, aquí se utiliza una combinación de tomas de actuaciones en vivo con imágenes del público y escenas de las regatas características de Newport, Rhode Island, para crear un ritmo cinematográfico fluido.
El montaje de las imágenes y la sincronización con la música capturan la energía y la improvisación del jazz, brindando una experiencia visual y auditiva muy vívida. Jazz on a Summer’s Day destaca por su enfoque visual y su capacidad para capturar la atmósfera del festival. Stern y Avakian lograron transmitir la fuerza de las actuaciones con su cuidada dirección y edición, utilizando tomas innovadoras, primeros planos reveladores de las emociones y diferentes ángulos para sumergirnos en la experiencia completa.
La película nos transporta, entonces, a ese festival que congregó de manera extraordinaria a grandes leyendas del jazz de la época: Thelonious Monk, Henry Grimes, Roy Haynes, George Shearing, Dinah Washington, Chuck Berry, Mahalia Jackson, Big Maybelle, Chico Hamilton Quintet, Louis Armstrong y Anita O’Day, entre otros. Sus actuaciones son captadas con primeros planos que siguen los gestos más sutiles de los artistas y se combinan con los planos tanto abiertos como cerrados del público. En ese diálogo visual de sus rostros y las manifestaciones emocionales se logra transmitir una auténtica sensación de comunidad y alegría compartida: toda una experiencia sensorial.
En síntesis, Jazz on a Summer’s Day vale no solo por el registro de un acontecimiento musical único, sino también porque consigue transmitir a través de un magistral lenguaje cinematográfico el espíritu de la época y la cultura del jazz en los años 50. Contiene, además, un retrato auténtico de la diversidad racial y social en el público y entre los músicos en el contexto de la segregación racial estadounidense de la época.
Ficha artística
Título: Jazz on a Summer’s Day
Año: 1959
Dirección: Bert Stern, Aram Avakian
Duración: 88 min.
Idioma original: Inglés
País: Estados Unidos
Intervenciones: Thelonious Monk, Henry Grimes, Roy Haynes, George Shearing, Dinah Washington, Chuck Berry, Mahalia Jackson, Big Maybelle, Chico Hamilton Quintet, Louis Armstrong y Anita O’Day, entre otros.
Compañía productora: Raven Films, Galaxy Attractions