Por Ana Catalina Castillo
Conjuro. Esa fue la palabra que pronunció varias veces la artista visual Cecilia Toro, fundadora del estudio Plastivida, durante la última máster class del ciclo organizado por Mono Club. El conjuro, esa fórmula mágica que permite conseguir lo que se desea, es el motor creativo de la directora de arte, en este caso, mediante miniaturas de plasticina.
Cecilia Toro comenzó su recorrido creativo a través del dibujo, pues pronto descubrió que este puede tender puentes entre la realidad y la ficción. La charla abrió con un recuerdo íntimo de su infancia, cuando fascinada por la casita que vio en un escenario, corrió para estar en ella, hasta que descubrió con desilusión que era de cartulina. Según reflexiona, así supo de la bisagra que separa la realidad de la fantasía. Eso mismo la llevó a pensar, y con fuerza desde su adolescencia, que el dibujo permite acceder a mundos que de otra manera nos estarían negados. Tal vez por ese descubrimiento temprano, la niñez es su inspiración y el público al que quiere llegar con contenidos interesantes y estimulantes. Por lo mismo, confiesa que le gusta presentarse como “directora de arte de contenidos para la niñez”.
Durante la charla, la diseñadora hizo un repaso de su camino por el mundo de la ilustración y de la animación. Un punto de detención relevante fue el gran desafío que presentó la creación del cortometraje Cantar con sentido, una biografía de Violeta Parra, obra dirigida por su compañero Leonardo Beltrán. Fueron meses de investigación para dar con una narración en stop motion que lograra capturar la esencia y trascendencia de Violeta. Surgido como encargo museográfico, finalmente salió al mundo y viajó por él, llevándose de paso importantes premios como el Pedro Sienna en 2017 y, al año siguiente, el premio iberoamericano Quirino.
Cada uno de los personajes creados para el universo de esa obra tiene como base “el color en barra”. Así se refiere Cecilia a la plasticina, material cercano y común que, no obstante, le otorga la autonomía necesaria para resistirse a la realidad. La simpleza de ese material permite, además, conectar con el convencimiento de que para buscar caminos y generar nuevos lenguajes no hace falta un gran presupuesto.
La técnica del stop motion le resulta fascinante porque, según comentó, entre frame y frame pasan cosas que no ocurrirían en la realidad y eso provoca que el espectador caiga en la trampa con el asombro propio de la niñez y donde lo absurdo puede colarse: no pocas veces es también ridículo y absurdo el mundo real.
Durante la máster class, generosa en imágenes, experiencias compartidas y profundas reflexiones sobre el arte y la contingencia, Cecilia Toro habló de su fascinación por las miniaturas, pues ellas se rigen por sus propias reglas, más allá de la lógica y, lo más importante, “se revelan ante el olvido”. Ese es su rol, afirmó, “sublevarse ante el olvido y ser memoria”.
Por estos días de encierro que, como afirmó, nos recuerdan que “hay que hacer comunidad”, la artista prepara un proyecto cuya temática arranca desde una realidad cercana para luego abrirse a esos mundos imaginarios que a ella le gusta habitar y espera que lo que ocurra en esa dimensión mágica, en esas rendijas misteriosas, se cumpla al otro lado. Esperemos que funcione el conjuro.
Cantar con sentido, una biografía de Violeta Parra se encuentra disponible en ondamedia.cl
Año: 2016
Dirección: Leonardo Beltrán
Guion: Pablo Greene
Casa productora: Niño Viejo, PlastiEstudio
Producción general: Pablo Greene
Dirección de fotografía: Vicente Vergara
Dirección de arte: Cecilia Toro
Animación: Enrique Ortega
Música: Raimundo Santander