Los Arrepentidos: “Una conversación necesaria”

Crítica de Teatro

 

Los Arrepentidos: “Una conversación necesaria” 

Por Galia Bogolasky

Alfredo Castro y Rodrigo Pérez son los protagonistas de esta obra dirigida por Víctor Carrasco que se está presentando en el Gam hasta el 8 de Julio. Con dramaturgia de Marcus Lindeen, la obra indaga en los conflictos internos de dos hombres transexuales que se han arrepentido de cambiar de sexo.

 

La obra es basada en una grabación real entre dos hombres suecos, Orlando y Mikael, del año 2006. Ellos no se conocen pero los reúnen para dar su testimonio. Son hombres mayores, que han vivido muchas cosas parecidas pero también han pasado por cosas muy distintas, enfrentando el drama cada uno desde su propia historia y desde sus propias vivencias.

 

En una escenografía muy sencilla, con un par de sillas donde están sentados los personajes, al medio un proyector de diapositivas, y al fondo una pantalla grande dónde los personajes van mostrando fotos reales, de los verdaderos Orlando y Mikael, en distintas etapas de sus vidas como mujer.

 

También hay una mesita lateral, dónde ellos se paran para ir a servirse una taza de té. Es el único momento donde ellos se levantan de sus sillas y donde conversan fuera de la grabación, es decir es el único momento que está fuera del registro original.

 

Estos dos personajes han pasado por muchas cosas en sus vidas. Cuando chicos no se sentían cómodos como hombres, por lo que durante un largo proceso, años después, lograron operarse. Orlando, de hecho, fue la primera operación de cambio de sexo en Suecia. Ambos pasaron muchos años como mujer, hasta que la vida, las circunstancias, y los sentimientos más profundos generaron un cambio y dejaron de sentirse como mujeres, por lo que decidieron volver a ser hombres. Mikael no se volvió a operar, por lo que sigue con cuerpo de mujer, pero vestido de hombre. Orlando logró operarse aunque no completamente, pero a pesar de eso, sigue vistiéndose como mujer, lo que hace que Mikael se lo pregunte, porque no entiende por qué quiere seguir vistiéndose de esa manera. ¿Qué hay detrás de esa imagen? ¿Queda algo femenino todavía?

 

La conversación fluye rápidamente, entre las preguntas que se hacen mutuamente, entre las historias que se van contando, y cómo van explicando las razones que los hicieron tomar estas distintas decisiones en su vida.

 

Las actuación de Castro y Pérez son tan potentes que la obra se sustenta mucho en ellos. Interpretar a personajes transexuales no es tarea menor, sobre todo por lo difícil de no caer en el estereotipo y las exageraciones. Ambos logran un tono acorde y no se hace ni molesto ni inverosímil. Logran crear personajes bien completos, con los modismos, gestualidad y actitud necesarios para comprender las emociones más profundas de los personajes, personajes bastante complejos, y a veces hasta contradictorios, pero como es la vida real, como somos los seres humanos, tal cómo deben ser los personajes reales en los que se basan.

 

La obra podría caer fácilmente en el prejuicio que hay sobre el cambio de género, y sobre lo que está ocurriendo actualmente en Chile con el proyecto de ley de Identidad de Género. Tal como el ala más conservadora de nuestro país podría argumentar en contra de esta ley, que las personas se pueden arrepentir después de operarse. Pero lo interesante de la obra es que no es que toma posición, sobre si está bien o mal hacer el cambio, sino que abre la puerta a la opción de elegir. De hecho se agradece al final de la obra el Hashtag que aparecen en pantalla que dice #LibertadParaElegir. Eso es finalmente lo que la obra plantea. No es a favor ni en contra de el cambio de sexo o de la transexualidad, sino que es sobre la libertad de tomar decisiones sobre nuestra propia vida, que se puede aplicar a tantos temas que están en plena contingencia actualmente.

 

“Los Arrepentidos” llegó en el momento perfecto, dónde cada día es más necesario abrir un espacio para discutir sobre la libertad, y esta obra ayuda a abrir el debate, y a plantear una problemática que no se concentra necesariamente en las temáticas trans sino que se abre a todo tipo de conflictos sociales dónde no se respetan las libertades individuales.

 

Víctor Carrasco logra transmitir a través de esta obra el sentido más profundo de la búsqueda por lograr la libertad. Una conversación necesaria, que te deja mucho por pensar, dónde se abren las puertas a decir tanto sin ser obvio, dónde la felicidad es una eterna búsqueda.

 

 

Autor: Marcus Lindeen

Traducción: Constanza Brieba

Dirección y diseño de espacio: Víctor Carrasco

Asistencia de dirección: David Gaete

Elenco: Alfredo Castro y Rodrigo Pérez

Diseño de iluminación: Andrés Poirot

Diseño audiovisual: Javier Pañella y Nicole Senerman

Diseño sonoro: Daniel Marabolí

Composición musical: Fernando Milagros y Diego Perinetti

Producción ejecutiva: Bárbara Nash

Producción en terreno: Manuel Morgado

Fotografía: Alejandro Bustos

Loading

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *