CRÍTICA DE CINE La Telenovela Errante: el reflejo de una alucinación consensuada

CRÍTICA DE CINE

La Telenovela Errante: el reflejo de una alucinación consensuada

Por Andrés Gutiérrez

 

Los esclavos de la lógica, lo fidedigno y lo plausible son materia de este -en parte antiguo, en parte nuevo- satírico filme de Raúl Ruiz y Valeria Sarmiento.

En 1990 Raúl Ruiz retornó brevemente de su exilio en Francia invitado a impartir un taller de cine, contexto en el cual habría manifestado una de sus geniales locurrencias: la realidad chilena ya no existe, más bien es un conjunto de teleseries.

El material filmado durante ese período de trabajo desapareció sin dejar ningún tipo de rastro, localizándose más de 20 años después una copia del mismo en un archivo de la universidad de Duke. Los fotogramas encontrados fueron objeto de un remontaje liderado por la esposa de Ruiz, su compañera de amor y trabajo Valeria Sarmiento, que retomó este proyecto con la colaboración de la productora Poetastros y la Cineteca Nacional de Chile. El filme se estrenó el pasado Festival de Locarno del año 2017, y en Chile recientemente, y aún se encuentra en cartelera.

La trama narrativa se articula en torno a siete bloques que muestran fragmentos de distintas telenovelas unidas porque los personajes se observan unos a otros, se visitan y dialogan conscientes de ser parte de una alucinación consensuada.

La realidad chilena no es sino un simulacro de estas telenovelas, que sintonizadas en el canal siete de viejos televisores, revelan la forma cotidiana del habla chilena a través de historias mínimas, situaciones sin sentido y pasajes en los que campea un lenguaje flotante, que parodian con agudeza, entre otros, nuestros paradigmas respecto del género, las ambiciones de la burguesía, la forma oblicua de comunicación y la retórica política de izquierdas, entre otros rasgos de nuestra cultura local.

Las telenovelas, así como los distintos ministerios de nuestra delirante realidad compiten, se monitorean recíprocamente, mirándose únicamente los defectos, pues no pretenden cambiar, sino sólo que al de al lado no le vaya tan bien como parece que le va. En ese esquema de banalidad recíproca tienen lugar tiroteos con asesinatos en secuencias dobles, sesiones espiritistas y animalistas, cofradías en viudez y discursos sobre el regionalismo, entre otros temas de sorprendente vigencia.

Usando atmósferas pretendidamente ridículas, falsas y extravagantes las interpretaciones de actores ampliamente conocidos por su trabajo en televisión como Luis Alarcón, Patricia Rivadeneira, Francisco Reyes, Maricarmen Arrigorriaga y Liliana García, junto con otros menos conocidos, pero de un talento impresionante como Mario Lorca, Marcial Edwards, Javier Maldonado y Carlos Matamala, encarnan personajes que convierten la nimiedad en grandilocuencia y viceversa.

A pesar que fue rodado en el año 1990, su referencia a las telenovelas, como género televisivo cuyo auge se estaba produciendo en aquellos tiempos, mantiene plena vigencia, e invitan a que nuevas realizaciones de corte experimental indaguen en los fenómenos que rodean a otros géneros que se han ido apoderando del discurso popular como lo matinales o realizaciones a través de redes sociales.

Link TRAILER  https://youtu.be/QjerfyxgS5A 

 

 

 

 

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