PADRES TERRIBLES
Por Galia Bogolasky
Padres Terribles es una obra de Jean Cocteau que se está presentando por primera vez en Chile, en el Teatro Mori de Bellavista. Es una obra de 1938 pero está totalmente vigente, ya que los dramas familiares son eternos y universales.
Antonia Zegers es Ivonne, una madre desquiciada y enamorada de su hijo Michel (Armin Felmer) quien a su vez, conoce a una mujer mayor llamada Madeleine (Daniela Castillo), quien viene a reemplazar un poco el rol de madre. Michel está enamorado y quiere formalizar la relación, a pesar de que su madre se opone y no permite que haga su vida.
Ivonne está casada con Jorge (Marcial Tagle) un padre despreocupado y negligente, quien está cansado de lidiar con esta mujer que está todo el día echada entre el desorden de su casa, en pijama y delirando por su hijo. La que en verdad se hace cargo de la casa es la hermana de Ivonne (Taira Court) que tiene un rol muy importante, ya que es la que literalmente ordena la casa, limpia y deja todo impecable, mientras vive en medio de una familia que no es la propia, pero que ella quiere y cree que lo es. Ella es la que arma y mantiene la familia en un cierto equilibrio, hasta que Michel se empareja con esta mujer, que a la vez es la amante de su padre.
El nombre de la obra es bastante literal, ya que dentro de este drama familiar, lo verdaderamente terrible es que los padres son como hijos, inmaduros, flojos, y carentes de cualquier sensibilidad y responsabilidad frente al hijo.
Esta obra es un drama universal, acerca de las familias disfuncionales y las carencias afectivas que llevan a los personajes a cometer actos extremos pero que a la vez demuestra las dificultades por las que una familia atraviesa mientras trata de salvar lo único que tienen.
La obra tiene una muy buena progresión dramática, ya que el ritmo nunca decae y la historia se hace cada vez más intensa. La escenografía está muy bien lograda, evidenciando a través del movimiento y el caos del desorden, el verdadero caos familiar y desorden mental de los personajes.
A pesar de que es una obra fácil de seguir, y bastante comercial y masiva, tiene un trasfondo potente que apuesta a atraer a los espectadores a disfrutar de un montaje muy bien logrado.
