Pastora y Os días afogados ganan competencia de los 20 años de FIDOCS

Festival Internacional de Documentales de Santiago

Pastora y Os días afogados ganan competencia de los 20 años de 


El documental inspirado en la pastora aimara  condenada a presidio por la muerte de su hijo en el Altiplano y la cinta que muestra los últimos registros de una aldea gallega  antes de desaparecer resultaron triunfadores de la sección local y latinoamericana del certamen.

La casa de los Lúpulos, Robar a Rodin y Niña sombra de María Teresa Larraín, también  fueron destacadas en la ceremonia de clausura del vigésimo aniversario del festival de  documentales más importante de Chile.
Más de nueve mil asistentes tuvo la vigésima versión del Festival Internacional de documentales de Santiago, FIDOCS, según cifras preliminares de la afluencia de público a las ocho salas asociadas al evento: Centro Gabriela Mistral (GAM), Sala Cine UC, Centro Arte Alameda, Cine Radical, Fundación Telefónica, Cineteca Nacional, Sala K y Casona Nemesio Antúnez.

Hoy al mediodía en la Cineteca Nacional se realizó la ceremonia de clausura y premiación de esta edición, en donde se dieron a conocer los ganadores de las diferentes categorías. Pastora de Ricardo Villarroel obtuvo el primer lugar de la competencia nacional, mientras Os días afogados del César Souto Vilanova y Luis Avilés Baquero se quedó con el principal premio de la sección latinoamericana.

Otros ganadores fueron Robar a Rodin, en la categoría Primer corte para trabajos en ejecución; La casa de los Lúpulos como mejor corto; y Niña sombra  de María Teresa Larraín como vencedora por votación popular de la competencia online.

“Nunca pensé que este festival llegara a durar tanto, es sin duda un orgullo y un reflejo de la saludable industria documental chilena y latinoamericana”, señaló su fundador Patricio Guzmán mientras para el director de Fidocs, Carlos Flores, la clave del evento es haber seleccionado películas “con la capacidad de hacernos ver de nuevo el mundo”.

Fidocs 2016 se llevó a cabo entre el 7 y 13 de noviembre, en ocho sedes, exhibiendo 93 películas nacionales e internacionales en sus cinco categorías. Contó con el estreno mundial de Los ganadores del argentino Néstor Frenkel, como película de clausura. El debut latinoamericano de la ganadora de Venecia, Le Concours; como película inaugural; y el repleto estreno nacional de la elogiada cinta sobre el duelo y creación del músico australiano, Nick Cave, One more times with feeelings.

GANADORES

PRIMER CORTE

MEJOR PELÍCULA
Robar a Rodin, de Cristóbal Valenzuela
PREMIO ESPECIAL DEL JURADO
El ladrón de sueños, de René Ballesteros 


CORTOS
MEJOR PELÍCULA: 

La Casa de los Lúpulos, Paula Hopf

PREMIO ESPECIAL DEL JURADO:
Ojo Salvaje, de Paco Nicolás
MENCIÓN ESPECIAL
L’ Immense Retour (Romance)» de Manon Coubia
LATINOAMERICANA
MEJOR PELÍCULA: 
Os días afogados, de César Souto Vilanova y Luis Avilés Baquero
PREMIO ESPECIAL DEL JURADO:
La balada del Oppenheimer Park, de Juan Manuel Sepúlveda
COMPETENCIA ONLINE
Niña sombra de María Teresa Larraín
NACIONAL
MEJOR PELÍCULA: 
Pastora, de Ricardo Villarroel
PREMIO ESPECIAL DEL JURADO:
Máquina Voladora, de Vicente Barros
MENCIÓN ESPECIAL
La ciudad perdida, de Francisco Hervé
PASTORA

En las alturas del altiplano chileno no hay salas cunas ni jardines infantiles. En esa inmensidad y vacío, las madres pastoras de llamas, alpacas u ovejas se ven obligadas a llevar a sus hijos pequeños a pastorear, muchas veces cargándolos sobre sus espaldas. Pero la faena es demasiado dura, y como los niños no siempre pueden mantener el ritmo pesado de llevar el rebaño, algunas pastoras prefieren dejarlos descansando en un lugar visible para que las esperen hasta el final de la jornada. Así fue como se perdió Domingo Eloy, de sólo 3 años, y por eso su madre está en prisión por “abandonarlo”. Sin embargo, Pastora no está enfocado únicamente en este hecho en particular sino que en imbuirnos en el vasto y desolador ambiente altiplánico, donde la pobreza y el desamparo marcan los días. Un documental bello y sobrecogedor, soberbiamente fotografiado y sonorizado, donde las voces de sus habitantes parecieran dar cuenta que la verdadera tragedia es trabajar en condiciones tan extremas, en un oficio que va extinguiéndose sin remedio. 


OS DÍAS AFOGADOS
En 1992, la aldea gallega de Aceredo desapareció tras la construcción del embalse de Lindoso (Portugal) que la cubrió de agua. Muchos años antes, cuando se les anticipó que este proyecto terminaría por destruir el pueblo, varios de sus habitantes comenzaron a grabarse a sí mismos y a su entorno. Sus casas, sus calles, sus tiendas, sus rostros, su lenguaje, sus costumbres, sus fiestas, y hasta su sufrimiento y rebeldía frente a la futura muerte de su hogar, quedaron registradas en cientos de cintas de video. Con ese preciado material, Souto y Avilés construyeron este apasionante documental que con gran inteligencia y humor exhibe el lento proceso de desmantelamiento físico y emocional de una típica localidad de Galicia que debe aceptar sin chistar su desaparición. Cada imagen linda con lo antropológico, documentando los distintos estados de ánimo que sufrió el pueblo desde la sumisión e indiferencia inicial hasta las acciones de fuerza que emprendieron contra las autoridades. En el segmento final, los antiguos pobladores ven los videos recopilados de Aceredo recordando lo que ocurrió, pero sobre todo descubriendo quiénes fueron y que ya nunca volverán a ser.

LA CASA DE LOS LÚPULOS

Paula Hopf es la responsable de este conmovedor e intenso viaje emocional por su historia familiar. El centro de atención es su padre muerto y una casa frente al mar que parece ser la postal mental de la felicidad añorada. Con valentía, honestidad y un inmenso talento a la hora de construir un relato con material encontrado, la realizadora mexicana trasciende la tragedia privada para alcanzar la universalidad.

NIÑA SOMBRA

Imágenes, ver, mirar, punto de vista, observación, foco. Todos estos términos son frecuentemente usados en el cine como elementos vitales. María Teresa Larraín, directora de Niña sombra, documenta su propio acto de dejar de mirar, de volver a entender el punto de vista, de auto observarse construyendo nuevas imágenes con un nuevo enfoque, mutante, que no deja de cambiar día a día, porque todo se va volviendo cada vez más borroso, porque se está quedando ciega.

Entendiendo al documental como un medio de cuestionamiento constante de la realidad retratada por parte del cineasta y también del espectador, esta película nos pregunta: ¿Cómo construir imágenes acerca de la pérdida de imágenes? ¿Serán estas imágenes representativas de lo que ella está viendo? Niña Sombra acompaña a la directora en su búsqueda, en su forma de asimilar una nueva visión del mundo y una nueva vida.

@fidocs

www.fidocs.cl

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