SANFIC 15 Joaquínn Salinas, productor de “Sumergida”: “El mayor desafío fue intentar ver la película como un todo antes de filmarla»

Por Galia Bogolasky

Durante el conversatorio post función de la película en SANFIC, tuvimos la oportunidad de conversar con el director y productor de Sumergida, Andrés Finat y Joaquínn Salinas, respectivamente. Así como también con la protagonista Luna Martínez. La película fue la ganadora del Premio del Público en la última versión del Festival. Esto fue lo que nos contaron.

¿Cuánto tiempo se demoraron en filmar la película?

Joaquínn: Fueron 25 días de rodaje, un mes seguido donde descansábamos un día y seguíamos tres días y así. Luego hicimos retomas y la post producción.

¿Quién hizo la banda sonora de la película?

Joaquínn: Hacia el final cambia un poco el tratamiento con estas guitarras que aparecen y ahí empezamos a trabajar con otro músico. La canción que la inspiró le tenemos mucho cariño por el significado que tiene, creo que ahí conectamos.

¿Cuál fue el mayor desafío para realizar esta película?

Andrés: Desde la dirección un gran desafío fue ver la película desde afuera, en el sentido de que la película a mí me llegaba desde cerca porque habla del suicidio y me llega de cerca por un amigo de infancia que se suicidó. Entonces, esa complejidad de poder alejarme un poco de la película para verla objetivamente y poder trabajarla. Cuando uno está muy dentro de un tema de repente es difícil ser objetivo con las decisiones y básicamente lo que estaba haciendo era dirigir un equipo, entonces en ese sentido tenía que mantenerme super fuerte con respecto a eso y si bien fue un desafío, también, fue hermoso porque logré llevar a cabo este proceso con este grupo hermoso de gente y mantenerme a flote junto con ellos.

Joaquínn: Sí, fue nuestra primera película, el proyecto de egreso de título de la universidad y claro, como decía Andrés, se enfrentan varias dificultades. La mayor de ellas es intentar ver la película antes de grabarla como un todo, sobre todo desde el guion, sentir que funcione para empezar a preproducir y luego grabar, ese fue el primer gran desafío. Luego, uno de los desafíos más grandes que también tuvimos fue grabar en la piscina de noche varias jornadas porque era un reto humano, muy difícil. Estar con los horarios cambiados, grabando de noche, estuvimos todos resfriados, fue todo un tema muy interesante que ahí no se ve, pero que pasó y luego, el montaje fue bastante arduo, el elegir el corte final, tomar las decisiones de qué dejar y qué no. Todo eso es un sin fin de ir aprendiendo sobre la marcha. En lo personal, me puse a llorar porque me emocioné mucho al ver todo lo que trabajamos y por fin estar acá proyectando la película.

¿Cómo eligieron tratar la temática de dos personas lesbianas? y ¿cómo fue eso en su universidad que es conservadora?

Andrés: Yo no lo veo tanto como una relación lésbica dentro de la película. Creo que es ella relacionándose consigo misma, el tema del género, el tema del sexo se escapa y va un poco más allá, el sentido. Creo que es más que nada la relación de Ángela es con ella misma, que con este personaje llamado Rebeca. Con respecto a la universidad, la verdad no tengo idea qué opinan. No sé mucho qué decir, pero tuvimos todas las libertades de hacer la película que queríamos hacer así que no hubo problema con eso.

Joaquínn: Si bien la universidad está catalogada de conservadora, en la Escuela de Cine no es así y nos diferenciamos bastante del resto. Eso nos permite también darnos la libertad de tomar ciertas decisiones en las cosas que estamos contando, al menos de todos los de la Escuela de Cine.

¿Cómo fue el proceso de casting de las protagonistas? Se puede ver en la película que se forman arcos muy buenos y que todos los actores tienen un buen apoyo y actúan muy bien.

Andrés: Fue un proceso muy interesante de audición. A la primera persona que encontramos fue a Rebeca y apenas le hicimos casting la escogimos y, después seguimos buscando el elenco, y fue bastante ardua la búsqueda de encontrar a Ángela. Hubo un trabajo harto de tres, en especial de Ángela y con Rebeca. Un trabajo que no era solo ensayar escenas de guion, sino hacer juegos entre ellas, de emociones, de sensaciones, cómo una consume a la otra a través de juegos de miradas, de palabras, de moverse alrededor del espacio. Fue una búsqueda bien desde ahí, primero conectar desde lo humano y luego llevarlo a la pantalla en términos de personajes.

Luna: Personalmente fue una muy buena experiencia trabajar con Rebeca. Creo que ambas siempre construimos desde el respeto mutuo respecto a la opinión que cada una tiene sobre el personaje. Eran escenas complicadas las que grabamos entonces en ese sentido es necesario tener una buena compañera, alguien que te sostenga y estoy agradecida de que me haya tocado Rebeca porque es una persona super generosa. Creo que se generó esa dinámica porque estábamos las dos muy despojadas y confiando mucho en la otra.

Rebeca: El proceso de audición fue súper difícil porque llegaron varias actrices y yo me enteré del casting por un aviso de Facebook que decía «Se busca actrices». Yo dije «puedo ir» y me dijeron «No, no, ya tenemos a muchas actrices que van a venir y ya está cerrado». Decía requisitos: natación. Finalmente, fui me hicieron un casting con una improvisación. De ahí quedamos unas veinticinco, luego pasaron cinco, luego dos y luego una. Fueron varias etapas de casting y con escenas de la película. Fue loco porque cuando llegamos Andrés dijo el personaje es Rebeca. Al igual que la Luna me siento muy honrada de haber trabajado con ella porque es una seca, estoy muy feliz de haber trabajado con todos, estoy muy contenta y muy agradecida.

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