SANFIC Entrevista a directora de “Las Mujeres de mi Casa” Valentina Reyes: “Siento que los jóvenes tenemos mucho que decir desde nuestra mirada”

 

Entrevistamos a la joven directora que debuta con este largometraje en la Competencia de Cine Chileno de Sanfic 2020. Valentina ha vivido gran parte de su vida en la comuna de Ñuñoa, lugar donde sitúa la historia de su primer largometraje. Estudia Cine en la Universidad del Desarrollo desde 2015, desempeñándose en los cargos de Dirección, Producción y Dirección de Fotografía en diversos cortometrajes. Las mujeres de mi casa narra la historia de una familia compuesta por tres generaciones de mujeres que convive y coexiste con sus distintos procesos y etapas de vida en una antigua casa de Ñuñoa. Por un lado, Leonor, debe decidir su futuro, por otro Mónica decide vender la casa en la que han vivido toda su vida, y finalmente, Emilia, debe enfrentarse al Alzheimer, provocando que esta familia se transforme, se disuelva y se una en torno a un mismo espacio y tiempo que se ve reflejado en una casa que está por venderse.

¿Cómo surgió la historia de Las mujeres de mi casa?

Las mujeres de mi casa surgió como proyecto de título para la carrera de Cine de la Universidad del Desarrollo. Éramos aproximadamente 16 alumnos, en donde cada uno debía tener una idea a desarrollar en el Taller de Realización, y a medida que íbamos avanzando en ellas tanto en guion como en propuestas estéticas, se iban escogiendo cada vez menos ideas, hasta que finalmente Las mujeres de mi casa fue la elegida.

Como este fue el proyecto del largo de egreso de CINE UDD, ¿cuánto del pitch inicial tiene la historia final? 

Con respecto al corazón de la película, ésta siempre se mantuvo igual ya que al haber sido una historia que realmente salió de una explosión de emociones y cuestionamientos desde lo más profundo de mí, siempre tuve claro de lo que quería hablar. Hay ciertos temas que fueron cambiando, como por ejemplo la relación que tenía la menor de la familia con los hombres, donde tenía un descubrimiento de su sexualidad, pero finalmente se fue modificando incluso hasta en el montaje de la película en donde definitivamente decidimos sacarlo porque me interesaba más centrarme en estas tres mujeres y su relación en base a los conflictos que estaban viviendo como familia. 

La historia ¿tiene algo de autobiografía? ¿En qué te inspiraste?

Sí, la película es totalmente autobiográfica. En marzo del 2018 estábamos pasando como familia un triste momento que era la decisión de mi padre de llevar a un asilo de ancianos a su papá y a su mamá porque ya era muy peligroso que vivieran juntos debido a que ambos tenían demencia senil. En ese momento, me surgieron muchos cuestionamientos sobre la vida, que tenían que ver con el paso del tiempo y los recuerdos, pero esto se exacerbó cuando comencé a observar cómo la casa de mis abuelos, donde vivieron por más de 50 años, comenzó a vaciarse y a perder toda su historia porque iba a ser arrendada por otra familia. Esto me generó mucha tristeza, porque sentía que esta casa también estaba perdiendo la memoria y sus recuerdos al igual que mis abuelos. 

¿Cómo fue el trabajo con el equipo?

Fue excelente. Siendo sincera tenía mucho miedo de trabajar con mis compañeros porque no sabía si se iban a conectar con la historia, porque igual uno en la universidad siempre quiere hacer películas mucho más callejeras, pero me sorprendió gratamente el que se sintieran súper identificados y conmovidos por la historia. La gran mayoría de nuestros abuelos tienen algún deterioro mental o físico, con nuestros padres intentando asimilar el ver a sus papás así, y nosotros observando a estas dos generaciones cuando recién comenzamos a vivir la “vida adulta”. El guion tiene mucho de las experiencias de mis compañeros que me fueron compartiendo, así que fue muy colectivo. Además, sentimos como equipo que formamos una gran familia. Estuvimos aproximadamente dos años desde la escritura del guion hasta el rodaje viéndonos siempre. Y para qué hablar del rodaje, en donde estuvimos un mes y medio grabando en la misma casa todos los días, incluso nos turnábamos en dormir en la casa para que no quedara sola y nos robaran, porque era muy notorio que estábamos grabando.

¿Cómo fue el proceso de trabajo con las actrices?

En el caso de Trinidad González y Grimanesa Jiménez, tuve la oportunidad de trabajar con ellas en nuestro examen de fin de semestre del año 2018, que consistía en grabar los primeros 15 minutos del guion, entonces en el momento del rodaje de la película ellas ya conocían a sus personajes y también el cómo yo trabajaba. En el caso de Bernardita Nassar, ella se integró para la película, así que mi objetivo en la preproducción fue generar un lazo familiar entre ellas tres con ejercicios de improvisación en donde podían crear sus propios recuerdos familiares en base a sus personajes, y así en el rodaje se pudiera trabajar de una manera mucho más orgánica y en confianza. En el rodaje el trabajo de dirección fue más personalizado, ya que las tres tienen experiencias distintas en cuanto a su trabajo como actrices, así que también fue un descubrimiento mutuo sobre nuestras capacidades, las que también surgieron tras un gran trabajo colectivo entre nosotras.

¿Cómo fue el proceso creativo?

El proceso creativo fue en conjunto con el equipo. Ya con los cargos asignados fuimos trabajando cada propuesta y ellos también se la presentaban a los profesores. Realmente tuvimos muy buenos asesores, quienes son grandes profesionales de la industria cinematográfica, así que estuvimos muy bien guiados para lograr plasmar lo que teníamos en la mente hacia la pantalla. Yo siempre fui muy receptiva a las propuestas de mis compañeros, y si bien yo era la que tomaba la decisión final, me interesaba que todos sintieran que esta película era de ellos también, porque finalmente era nuestro proyecto de título.

¿Cuál fue el mayor desafío de hacer esta película? 

El mayor desafío fue hacer toda la película en una casa, ya que varios espacios se repetían muchas veces en el guion y de pronto nos sentíamos atrapados en cuatro paredes en donde ya no sabíamos en dónde colocar la cámara, o en qué rincón o lugar iba a suceder la acción. El otro desafío que fue el más agotador, fue que el guion no fue grabado cronológicamente debido a que Trinidad González y Grimanesa Jiménez tenían viajes a Europa en distintos momentos del rodaje, y como la casa se va vaciando a medida que la historia transcurre, tuvimos que amoblar y desamoblar varias veces en la semana e incluso en el mismo día los espacios según el día de ficción, así que hubo un gran trabajo tanto para el equipo de arte como para continuidad, además de que todo el equipo sacaba y entraba muebles a cada rato.

¿Cuáles son tus mayores referentes cinematográficos?

Referentes chilenos para mí son la Claudia Huaiquimilla por su forma sincera y honesta de hacer cine, y también Niles Atallah porque tiene esta sensación un tanto onírica y fantasmagórica de sus películas. Me gusta mucho también el trabajo de Camila José Donoso y de Tiziana Panizza. En el caso de referentes de otros países, está Naomi Kawase, ya que me gusta mucho la intimidad con la que aborda sus películas. Me encanta Andrea Arnold, Chantal Akerman, Abbas Kiarostami, Tsai Ming-Liang, Werner Herzog, y me gusta mucho el trabajo que está haciendo Greta Gerwig con los personajes femeninos. 

Esta es una película sobre mujeres, dirigida por una mujer, ¿cómo ves el cine de mujeres? ¿Crees que existe el cine de mujeres?

Sentí súper necesario hacer esta película con personajes femeninas porque para mi es importante romper con estereotipos, y también de hacer una película en donde los personajes femeninos se valgan por sí mismas tanto por sus historias de vida como por sus personalidades. Siento que se está logrando eso, pero aún hay mucho cine en donde el objetivo o los obstáculos de los personajes femeninos tienen que ver con personajes masculinos, lo que no digo que está mal, pero creo que faltan más películas donde la historia sea de mujeres con temáticas de vida variadas. Por otro lado, siento que cada vez hay más directoras mujeres, pero aún seguimos siendo pocas. Esto no sé si es un fenómeno que ocurre porque muchas no nos creemos capaces de dirigir a un grupo, o porque existe un obstáculo mayor a la hora en que los hombres confíen en nuestras historias. Yo creo que son las dos, lo que me parece muy triste porque las películas dirigidas por mujeres son increíbles, y tienen una mirada y una forma de abordar los temas que el hombre jamás podría tener y hacer.

¿Cuál es tu visión sobre el cine chileno actual, sobre todo en jóvenes, y nuevos talentos como tu?

Las escuelas de cine están haciendo un gran trabajo para que los jóvenes puedan hacer cine, muchas películas y cortometrajes han llegado a buenos festivales internacionales y eso habla de que cada vez hay más oportunidades y herramientas para hacerlo. Además, en el caso de mi escuela, cada vez entran más jóvenes a estudiar cine, lo que es un reflejo de que se están atreviendo a estudiar una carrera que podría ser súper arriesgada, pero en la cual confían porque el cine chileno ha comenzado a tener en los últimos años un gran reconocimiento a nivel internacional, y de a poco también se está ganando al público chileno. Siento que los jóvenes tenemos mucho que decir desde nuestra mirada, nuestra generación creció en un nuevo estilo de vida que tiene que ver con la conectividad a través de internet y el exceso de información, entonces yo siento que eso está interesante de ver. 

¿Que temáticas te interesan? ¿De qué temas te interesa hablar en tu cine?

Me interesa mucho el tema de las clases sociales en Chile, sobre todo la clase media chilena, que es tan ambigua y difícil de definir. Hice mi tesis sobre la representación de la clase media en el cine chileno, e investigando y entrevistando a varios sociólogos entendí que mucha gente que se dice ser clase media no lo es. Hay una suerte de vergüenza con decir que uno es de clase alta o de clase baja, y ese fenómeno me llama mucho la atención. Otros temas de interés siempre van a ser las mujeres y sus procesos, pero también me gustaría indagar en la adolescencia y la juventud.

¿Cómo ha sido para ti estar en la competencia nacional de largometraje en un festival tan importante como SANFIC?

Estar en SANFIC en la competencia de cine chileno para mí es algo increíble, y para el equipo también porque como universitarios siempre está el tema de la inseguridad de no saber cómo va a ser recibido el largometraje tanto para los festivales como para el espectador, que es el más importante. Competimos con realizadores con trayectoria en la industria, o también con películas que han tenido un buen recorrido internacional, así que estoy orgullosa de estar compitiendo junto a ellas. Además, estábamos súper desilusionados porque íbamos a estrenar académicamente la película en marzo, en donde nuestras familias y amigos podrían verla, pero debido a la pandemia no se pudo. Entonces la noticia de haber quedado en SANFIC también fue súper buena en el sentido de que al fin podíamos estrenar la película. Claramente me hubiera encantado haber estrenado en salas, pero dentro de todo lo negativo que ha sido el coronavirus, esta es una gran noticia que nos tiene a todos súper felices, sobre todo porque la película tuvo un recibimiento que jamás pensé.

¿Cuáles son tus futuros proyectos? ¿Algún nuevo proyecto cinematográfico?

Mi futuro proyecto es irme a estudiar al extranjero cuando la pandemia sea algo del pasado. Me encantaría comenzar a hacer clases también en algún momento, y mientras estoy encerrada en mi casa estoy desarrollando y escribiendo un nuevo proyecto cinematográfico, pero a veces la monotonía y la incertidumbre no me permite avanzar como quisiera. Estamos en una situación de crisis en donde muchos de nosotros no tenemos trabajo y no sabemos cómo ni cuándo se va a recuperar el cine chileno después de toda esta situación y la poca y casi nula ayuda que ha recibido el sector audiovisual por parte del gobierno, así que sólo espero que esto termine pronto.

 

COMPETENCIA DE CINE CHILENO SANFIC 2020 

LAS MUJERES DE MI CASA

Chile | 2020 | 77

Dirección:  Valentina Reyes

Producción: –

Guion: Valentina Reyes

Reparto: Bernardita Nassar, Trinidad González, Grimanesa Jiménez

 

 

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