Por Javier Salah
Anima, my father’s dresses es una genialidad de documental que estuvo en SANFIC19 en la sección Visiones del Mundo. Con una mirada particular es arriesgado, colorido y ágil. ¿Lo mejor? Acierta en todas sus decisiones editoriales.
Primero, está narrado a dos voces: un riesgo del que sale airoso. Por una parte, está la voz de Uli Decker, su directora, Anima, my father’s dresses es su autobiografía. Cuenta la historia del gran secreto que esconde su padre: es travesti. Y aquí, en modo documental, Uli hace un recorrido por su propia historia para luego conectarla con la de su padre y —tratar— de entenderla. La segunda voz es precisamente la del padre, ya muerto, con una voz reversionada a partir de los textos de sus diarios de vida. Todo un acierto para este documental.
Lo segundo, es que el documental tiene recreaciones animadas, lo que le da a esta cinta una liviandad positiva que hace que disfrutemos cada escena a través de sus dibujos. Por otra parte, hay imágenes ambientes que parecieran seleccionadas al azar, pero de fondo hay algo mas importante; demuestran la libertad que tuvo la directora para seleccionar los pasajes de su padre. A pesar del desorden, es profundo, divertido, caótico, paciente e inquietante. Esta libertad creativa hace posible que observemos todas las emociones por la que debe haber atravesado esta familia de Baviera y que están plasmadas en el material. A pesar de lo disperso, cumple a la perfección.
Finalmente hay un desfile de personajes-protagonistas que reconstruyen la historia familiar: la propia Uli, por supuesto, su mamá, su hermana, y unos amigos de la familia. Cada testimonio es tremendamente empático, libre de juicios, pero no sin plantear las inquietudes legítimas de por qué su padre ocultó su otra vida durante casi 40 años. En medio de lo experimental, cada entrevista está en un encuadre que en cualquier clase de periodismo nos haría reprobar. Sin embargo, es la visión de la directora, ya que recalca el mensaje por sobre el formato. Una mezcla de documental periodístico con una historia real, ficcionada a ratos, pero real.
Durante el trascurso de Anima comprendemos que el padre quiere ser mujer, pero es el hombre de una familia tradicional, conservadora y profesor de un colegio: un hombre aparentemente ejemplar, que en realidad no deja de serlo, aunque la culpa lo consume. Uli, su segunda hija, pareciera querer solucionar a nivel inconsciente lo que su padre no pudo hacer. O más bien, lo que hizo, pero escondido. Ella quiere ser Papa: tener un trabajo de hombre, en una iglesia machista donde, de todas formas, los hombres “pueden usar vestidos” como dirá ella. O pirata. O guardia de castillo. O cualquier cosa que estuviera reservada exclusivamente para los hombres. Incluso, en su viaje, sigue buscando aquello que no tiene.
El documental habla de un tema contemporáneo como la igualdad de género y cómo es ser mujer en los tiempos pasados y presentes. Sin embargo, a pesar de lo recurrente que ha sido esta temática en distintas disciplinas últimamente, esta cinta lo aborda desde una mirada inocente que, al menos yo, no había visto en otros espacios.
Ficha técnica
Nombre: Anima, my father´s dresses (Anima, los vestidos de mi padre)
País: Alemania
Directora: Uli Decker
Año: 2022
Duración: 90 minutos
SANFIC, sección Visiones del mundo