SANFIC19 Crítica de cine «El Reino de Dios»: La religión como soporte de una vida vulnerable

Por Ismael Castellón

El Reino de Dios es una película mexicana, escrita y dirigida por Claudia Sainte-Luce. La historia sigue la vida de Neimar, un niño de ocho años que vive en un pequeño pueblo y está entusiasmado por hacer su primera comunión, pues entiende que ese día conocerá a Dios. Neimar es un niño inocente, que se pasa el tiempo entre el trabajo, las clases de religión, los caballos de carreras, y jugando solitariamente o con su mejor amiga Demi.

Vive con su madre y con su abuela, en lo que se configura como una humilde familia que se quiere y se acompaña. Su padre también vive en el pueblo, pero tras haber dejado la casa, ya ni siquiera lo saluda cuando se encuentra con él. Desde entonces, Neimar es el soporte masculino de esta familia. Duerme con ellas, las cuida, y trabaja pidiendo limosna y acompañando a su madre a vender tamales, para ayudar a sustentar la vida en el hogar.

La familia vive con una situación económica miserable, y su único sostén es la religión. Ellos entienden la fe como un sinónimo de esperanza, que les entrega un soporte que va permeando todos sus problemas. La cinta es sugerente al respecto, no solamente desde los diálogos, sino también desde las imágenes, pues casi todas las tomas dentro de la casa incluyen en el encuadre símbolos religiosos.

La película nos muestra la perspectiva inocente del niño para transitar en esta vida miserable, pues a pesar de todo, él vive tranquilo y feliz. Para hacerlo, la cinta intercala constantemente las escenas más densas con tomas del niño jugando, casi siempre fantaseando con ser un corredor de caballos profesional.

Y es que Neimar encuentra allí, en las carreras de caballos, a sus referentes masculinos. Son los apostadores quienes le hablan de mujeres, le enseñan a hacer dinero y a responsabilizarse por su trabajo. Las condiciones de este aprendizaje están evidentemente deformadas y, sin embargo, el niño recibe muy atentamente estos consejos y los empieza a poner en práctica.

El argumento de la película aparece cuando, de pronto, la serenidad de Neimar empieza a verse alterada. Los pilares de su vida se van derrumbando y la esperanza se convierte en decepción, dejando de lado su inocencia para reconsiderar su entorno y madurar hacia una sabiduría mundana. Todo esto se va develando de manera lenta y tardía, pero siendo de corta duración, la película no alcanza a caer en lo tedioso.

El Reino de Dios es una metáfora. Un drama que, paradójicamente, no alcanza a serlo porque el argumento se sostiene en la decepción de un niño ante las dificultades propias de la vida, y no en un conflicto como tal, lo que la convierte en una película interesante.

Con un presupuesto reducido y una pequeña producción, la cinta nos invita a tomarnos 73 minutos para observar una maduración anticipada y reflexionar en torno al papel fundamental que ocupa la religión en los contextos de pobreza.

Ficha técnica

Título original: El Reino de Dios 

Guion: Claudia Sainte-Luce

Dirección: Claudia Sainte-Luce

Reparto: Diego Armando Lara Lagunes, Margarita Guevara González, Lizbeth Gabriela Nolasco Hernández

Año: 2022

Duración: 73 minutos

País: México

 

 

 

 

 

 

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